Contexto y Características de la Gran Guerra
2.1. Las Fuerzas Enfrentadas
El apoyo entusiasta de la opinión pública estaba fundamentado en la creencia —errónea— de una guerra limpia y breve de corte nacionalista. La guerra fue aclamada y esperada, apoyada por todos los partidos políticos y respaldada con sus votos en los parlamentos que sacaron adelante presupuestos militares extraordinarios.
2.2. Características de la Gran Guerra
Este enfrentamiento fue diferente a los del pasado, básicamente por su extensión y rasgos, de ahí el apelativo de “Gran Guerra” (aunque posteriormente se produciría otro hecho bélico de mayor magnitud: la 2ª Guerra Mundial).
Rasgos distintivos:
- Nuevos armamentos y sistemas defensivos: Ametralladoras, gases tóxicos, lanzallamas, trincheras (se menciona la Línea Maginot, aunque esta fue posterior), y primeros aviones.
- Nuevos avances técnicos y sistemas de lucha: Teléfono y telégrafo, bloqueos marítimos, destrucción de puentes e industrias, y uso de submarinos.
- Incorporación de la mujer al mundo laboral: Trabajo en fábricas, enfermeras en hospitales, y abastecimiento de ropas, alimentos, medicinas y armamentos.
- Economía de guerra: Dirigida a la producción de armamento. Escasez de dinero y racionamientos, con un aumento de la intervención del Estado en la economía.
- Guerra psicológica: Manipulación de la opinión pública, propaganda de guerra, y mantenimiento de la moral de las tropas y de la población civil. Se resaltan las victorias y se minimizan las derrotas.
- Guerra total: Afecta tanto a la población civil como a la militar.
Las Fases de la Guerra
1. La Guerra Rápida (1914)
Alemania toma la iniciativa con el Plan Schlieffen, invadiendo Francia a través de Bélgica. El objetivo era actuar rápidamente para no dar tiempo a los franceses a reaccionar y aprovechar la previsible lenta movilización rusa. Una vez derrotada Francia, podrían concentrarse en derrotar a los rusos, evitando así la realidad de dos frentes de guerra simultáneos (uno con Francia y otro con Rusia).
Las operaciones contra Francia, dirigidas por Moltke, no consiguieron ser decisivas, y franceses e ingleses pudieron replegarse con cierto orden. La respuesta aliada, coordinada por Joffre, se concretó en la Batalla del Marne: los alemanes se vieron obligados a retirarse del territorio francés que habían conquistado.
Al mismo tiempo, los rusos consiguieron reaccionar en el frente oriental y, aunque terminaron por ser derrotados en la Batalla de Tannenberg, obligaron a los alemanes a enviar allí parte de las fuerzas que hubieran podido emplear contra los franceses. La realidad de los dos frentes abiertos para Alemania se hizo patente.
A partir de este momento, la guerra queda “empantanada”, fijada en un mapa fijo de trincheras y convertida irremediablemente en una guerra larga que ganaría quien tuviera más capacidad de resistencia.
2. La Guerra de Posiciones (1915)
Los frentes se mantuvieron estables, especialmente el occidental, casi hasta el final. La Guerra de Trincheras o de posiciones tuvo un altísimo coste de vidas humanas, acrecentado por el empleo de nuevas armas: gases asfixiantes, lanzallamas, granadas de mano, aviación con fines militares y el empleo de tanques.
El estancamiento en la frontera con Francia llevó a los Imperios Centrales a desencadenar la ofensiva en el frente oriental en el verano de 1915, consiguiendo penetrar más de 500 kilómetros en el frente ruso.
En este mismo año, Italia entra en la guerra, pero del lado de la Entente. Bulgaria se alió con Alemania y Austria-Hungría, que también contaban con el apoyo del Imperio Turco. Italia abrió un nuevo frente contra Austria en el sur. Francia e Inglaterra intentaron controlar los Dardanelos para asegurar la comunicación con Rusia a través de los pasos del mar Negro, pero fracasaron.
Alemania decretó la guerra submarina en un intento de bloquear las líneas de abastecimiento del Reino Unido. El balance de 1915 era favorable para los Imperios Centrales, pero su victoria no era segura.
3. La Guerra de Desgaste (1916)
El objetivo era conseguir la rendición del enemigo por agotamiento. La Batalla de Verdún, iniciada por Alemania contra Francia con esos fines, tuvo como consecuencia la muerte de medio millón de hombres. La respuesta aliada en la misma línea fue la Batalla del Somme, que resultó en aún más muertos. Sin embargo, las líneas no se movieron.
En 1916 también comenzó la guerra en el mar. La Batalla de Jutlandia enfrentó a alemanes e ingleses, pero no aportó resultados sustanciales. Alemania estuvo sometida durante la guerra al bloqueo de todos sus puertos.
