La Revolución Rusa (1905-1921) y el Auge Económico de los Años Veinte

El Imperio Ruso a principios del siglo XX

A. Un Imperio Autocrático

A comienzos del siglo XX, el Imperio de los Zares era un inmenso territorio donde aún pervivía el absolutismo monárquico. Políticamente, el Zarismo era una autocracia, es decir, el Zar tenía un poder absoluto, gobernaba por decreto, no estaba sujeto a ninguna Constitución ni respondía ante un Parlamento. Una fiel burocracia y un poderoso ejército aseguraban el control del Imperio, mientras que la Iglesia Ortodoxa constituía uno de los grandes pilares ideológicos del régimen.

B. Una agricultura feudal y una industria dependiente

La agricultura constituía la principal actividad económica y la tierra estaba en manos de una aristocracia privilegiada, inmensamente poderosa y rica. Los campesinos, la mayoría de la población, estaban sometidos a un régimen casi feudal hasta 1865. En algunas zonas del Imperio (Moscú, San Petersburgo, Urales…) se había iniciado un proceso industrial impulsado, en buena parte, por capital extranjero. Allí había surgido un numeroso proletariado industrial que trabajaba en grandes fábricas (casi la mitad de los obreros trabajaban en empresas de más de 500 trabajadores), por unos salarios miserables.

C. La oposición al Zarismo

En 1898 se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, que tenía como líder más destacado a Vladimir Ilich Uliánov, *Lenin*. Pronto, el partido se escindió en dos alas:

  • La **Menchevique** (o minoritarios).
  • La **Bolchevique** (o mayoritarios), partidaria del camino revolucionario, convencida de la incapacidad de reformas del Zarismo.

A comienzos del siglo XX apareció un partido liberal-burgués, el Partido Democrático Constitucionalista (denominados **Kadetes**), y en la izquierda, el Partido Socialista Revolucionario (llamados **Eseristas**), con gran influencia entre los campesinos.

La Revuelta de 1905

En 1905 estalló una revuelta que exigía el fin de la autocracia. Se celebró una manifestación pacífica y el Zar respondió con una contundente represión (*Domingo Sangriento*). Pero las manifestaciones y huelgas continuaron y los trabajadores crearon unos consejos de obreros, campesinos y soldados, denominados **Soviets**, para organizarse. Ante la situación, el Zar se comprometió a convocar elecciones por sufragio universal al Parlamento (Duma) y a propiciar una reforma agraria. Sin embargo, las promesas no se cumplieron y en pocos años el Zar clausuró la Duma y gobernó de nuevo autocráticamente.

D. La coyuntura de la Primera Guerra Mundial

En 1914, Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. Como los medios económicos del país se dedicaron a la guerra, el hambre apareció y se extendió el malestar entre obreros, campesinos y soldados.

Las Revoluciones Rusas de 1917

La Revolución de Febrero de 1917: Caída del Zarismo

El 23 de febrero de 1917 se produjo una gran manifestación en Petrogrado (nombre eslavo que había adoptado San Petersburgo en 1914), seguida de una huelga general y de amotinamientos en los cuarteles. El Zar abdicó y se proclamó una República dirigida por un **Gobierno Provisional**, que se comprometió a convocar elecciones constituyentes para convertir Rusia en una democracia parlamentaria. El nuevo gobierno, dominado por los partidos burgueses (Kadetes y Eseristas), decidió mantener los compromisos con sus aliados en la guerra.

La Revolución de Octubre: Los Bolcheviques al poder

Los bolcheviques fueron ganándose el apoyo de la mayoría de los Soviets. Su líder, Lenin, que había regresado a Rusia del exilio, propugnó las *Tesis de Abril*, donde marcaba la ruta a seguir:

  • Derrocar al Gobierno Provisional e instaurar un gobierno de Soviets obreros y campesinos.
  • Firmar la paz con Alemania.
  • Repartir las tierras entre los campesinos.
  • Ceder la dirección de las fábricas a los obreros.
  • Nacionalizar la banca.
  • Reconocer las nacionalidades del Imperio.

Los bolcheviques, con el apoyo de los Soviets, que habían creado sus propias milicias armadas, la **Guardia Roja**, prepararon una insurrección para el día 25 de octubre de 1917. Los sublevados ocuparon la ciudad de Petrogrado, tomaron el Palacio de Invierno y destituyeron al Gobierno Provisional. La revolución se extendió rápidamente por Moscú y los núcleos industriales del país. El nuevo gobierno decretó las primeras medidas revolucionarias: se expropiaron las tierras para repartirlas entre los campesinos, y las fábricas quedaron bajo el control de comités obreros. Asimismo, se firmó el **Tratado de Brest-Litovsk** (1918) con Alemania, por el que Rusia tuvo que aceptar importantes pérdidas territoriales.

La Guerra Civil y la Formación de la URSS

A principios de 1918, los partidarios de la vuelta del Zarismo (terratenientes, ejército, etc.) o del liberalismo (burguesía) se levantaron en armas contra el gobierno de los Soviets. El denominado **Ejército Blanco** contó con la ayuda de tropas francesas, británicas, japonesas y norteamericanas, y se enfrentó al **Ejército Rojo**, organizado por los bolcheviques bajo la dirección de Trotski. Los tres años de Guerra Civil fueron de una gran crueldad para la población, tanto por la escasez de alimentos como por los muertos en combate. En 1921, el Ejército Rojo logró imponerse militarmente, pero el conflicto había contribuido al endurecimiento del régimen soviético.

El Monopolio del Poder y el Comunismo de Guerra

El Partido Bolchevique, que desde 1918 había tomado el nombre de **Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS)**, se hizo con el monopolio del poder, reprimió a todos los que se le oponían (zaristas, liberales, mencheviques, anarquistas, etc.) y organizó una policía política (la **Checa**) para perseguir las actividades contrarrevolucionarias. En el ámbito económico, se instauró el «Comunismo de Guerra», por el que se nacionalizó toda la industria, se colectivizaron las tierras y se obligó a los campesinos a entregar sus cosechas al Estado.

La Economía Mundial tras la Gran Guerra

A. Los desequilibrios económicos mundiales

Al terminar la guerra, Estados Unidos se había convertido en la primera potencia económica mundial. Además, muchos países de Europa estaban endeudados con Estados Unidos, como consecuencia de los préstamos de guerra. En contraste con la expansión estadounidense, la Guerra Mundial empobreció a los países europeos.

B. Los «Felices Años Veinte»

El crecimiento económico norteamericano se prolongó durante los diez años que siguieron al fin de la guerra (1918-1929). Fue una década de prosperidad, los llamados «Felices Años Veinte». Por un lado, el **Taylorismo** y el **Fordismo** contribuyeron a incrementar la productividad y a reducir costes. Por otro, el aumento de los salarios obreros, las campañas publicitarias, la compra a plazos y los préstamos bancarios abrieron el camino a la era del consumo de masas. La prosperidad se reflejó en un gran auge de la Bolsa. Los buenos resultados empresariales hicieron aumentar la demanda de acciones, cuyo valor subía constantemente.

C. El Crac Bursátil de 1929

Muchos accionistas eran conscientes de que la cotización de las acciones era muy superior a su valor real. La desconfianza cundió entre los inversores, y el 24 de octubre de 1929 (**Jueves Negro**), una gran oleada vendedora afectó a la Bolsa de Nueva York. De repente, todo el mundo quería vender sus acciones y nadie deseaba comprarlas. El valor cayó en picado, desencadenando el Crac Bursátil de 1929. Miles de inversores

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *