Los austrias menores


9.1. – La España de los Austrias menores:
Los validos y Los conflictos internos.
La monarquía española siguió siendo un conjunto de reinos con instituciones y leyes diferentes, a las que sólo la Corona daba cohesión. Los intentos que se realizaron para unificarlos se estrellaron contra los intereses de las clases dirigentes y contra el recelo que el dominio de Castilla suscitaba en los demás reinos.La principal novedad del siglo XVII, será la aparición del valido, figura similar a la de otros reinos europeos de la época. Se trataba de un personaje, casi siempre miembro de la aristocracia, en el cual el rey depositaba su absoluta confianza, entregándole las principales decisiones de su gobierno.
La mayor parte de los validos intentaron gobernar al margen de los Consejos, mediante juntas reducidas, compuestas por sus propios partidarios, con el fin de agilizar la administración y de evitar el control de los Consejos. Desde el poder, apartaban a sus enemigos y colocaban en los puestos más importantes a hombres de su confianza. La corrupción aumentó y los más atrevidos aprovecharon el apoyo del rey para controlar la concesión de cargos, pensiones y favores de todo tipo, que canalizaron hacia sus familiares y sus propios favoritos.Los validos fueron, en general, criticados. Se consideraban que, por parte del rey, significaba dejar sus responsabilidades en manos de otros que separaban al monarca de sus súbditos. Pero lo cierto es que las tareas de gobierno eran cada vez más difíciles, y que los Habsburgo del siglo XVII no mostraron una gran capacidad de trabajo. La oposición a los validos la encabezaron los letrados que formaban los Consejos, y los miembros de la aristocracia que eran apartados de la Corte por formar parte de facciones enfrentadas al valido de turno.Otra novedad fue la venta de cargos con carácter hereditario, como fórmula para conseguir dinero rápido en situaciones de emergencia. Apareció ya en reinados anteriores, pero fue con Felipe III cuando se utilizó de forma alarmante. Los cargos de más venta fueron los de corregidores de las ciudades, escribanías y otros oficios menores, pero también llegaron a venderse puestos en los mismos Consejos.Durante el reinado de Felipe III, los validos fueron el duque de Lerma hasta 1618 y el duque de Uceda hasta 1621. En el reinado siguiente, el de Felipe IV, el cargo será ocupado por el conde duque de Olivares, hasta 1643 y Luis de Haro hasta 1665. En el último reinado de los Habsburgo, el de Carlos II, el padre Nithard, jesuíta austríaco, primero y Fernando Valenzuela después, serán los que se ocuparán de las tareas de gobierno hasta que en 1676 la aristocracia recupere el control en la Corte.


9.1.La crisis de 1640


En 1640 se produjo la quiebra de la monarquía, con las rebeliones de Cataluña y Portugal. El enorme esfuerzo de guerra había multiplicado la presión fiscal y las medidas encaminadas a obtener dinero a toda costa. El descontento fue creciendo en todos los sectores sociales, y la aristocracia, indignada con el autoritarismo del conde duque de Olivares, optó por abandonar la Corte.El clima de enfrentamiento fue especialmente grave en Cataluña, donde el valido había fracasado de nuevo en su intención de implantar la Unión de Armas en 1632. Tras la entrada en guerra de Francia, la presencia de tropas castellanas acentuó la tensión, y en 1640 estallaron motines entre los campesinos de Gerona y los soldados que guardaban la frontera.l día del Corpus Christi los segadores entraron en Barcelona, y el motín terminó con el asesinato del virrey y la huida de las autoridades. Una Junta sustituyó a las Cortes. Más tarde y ante el avance del ejército castellano, los rebeldes optaron por aceptar la soberanía de Francia. Un ejército francés entró en Cataluña, derrotó al castellano en Montjuic y en 1642 conquistó el Rosellón y Lérida.En diciembre de 1640, estallaba también el levantamiento de Portugal, los portugueses llevaban muchos años soportando la invasión holandesa en sus colonias sin que hubiera ayuda alguna por parte castellana. Rechazaban, además, la presencia de los castellanos en el gobierno del reino, así como los perjuicios que la guerra ocasionaba al comercio luso, vital para su economía. No veían, pues, ventaja alguna en continuar bajo la soberanía de los Habsburgo. Por eso la rebelión se extendió rápidamente, en torno a la casa de los Braganza.9.5.Esplendor cultural.Siglo de oro(sin arketektura escultura y pintura)La sociedad española del s.XVII siguió apegada a los mismo valores aristocráticos y religiosos q regían la mentalidad colectiva en el siglo anterior.El ansia de ennoblecimiento hizo ke los cnceptos de dignidad y honor quedaran reivindicados, y lo mismo ocurrió con los trabajos manuales.Quienes tenían medios económics gastaban sus ingresos en casas,vestidoy s coches.Quien no podía,prefería la pobreza antes que manchar sus manos trabajando. Consecuencias de esta mentalidad fue el abandono de inversiones productivas, x lo ke no podemos hablar de una clase de mercadesres o fabricantes con espíritu empresarial.Para la mayor parte de los españoles, su fe cristiana marcaba totalmente el pensamiento y la vida cotidiana. En medio de una población analfabeta el acceso a la cultura era privilegio de grupos dominantes.El dominio qe la iglesia tuvo sobre la educación, provocó que la investigación estuviera ausente.

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