Organismos de oposición democrática tras la muerte de Franco

1. ¿En qué consistíó El disentimiento que menciona el texto?


A la muerte de Franco, el Jefe de Gobierno, Carlos Arias Navarro (sucesor de Carrero Blanco tras su asesinato), fue confirmado por el rey en su cargo y procedíó a la formación de un nuevo gabinete, con Fraga Iribarne y el monárquico José María de Areilza como personalidades destacadas.

Arias Navarro propuso algunas reformas políticas limitadas: libertad de prensa, el reconocimiento del derecho de reuníón y asociación y la reforma de las Cortes, pero dentro de los cauces del movimiento; lo cual provocó movilizaciones reivindicativas impulsadas por la oposición democrática, que defendían la llamada ruptura democrática y la uníón de todas las fuerzas antifranquistas. Dicha uníón se hizo realidad con el nacimiento de Coordinación Democrática tras la muerte de Franco (alianza de la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática – Platajunta), cuyo programa insistía en la petición de una amnistía general para los presos políticos del régimen, la legalización de los partidos y sindicatos prohibidos por la dictadura, la defensa de las libertades y la celebración de elecciones libres

En el año 1976 hubo una gran conflictividad social, con numerosas huelgas y manifestaciones que debilitaron tremendamente al gobierno de Arias Navarro. Las reivindicaciones de los manifestantes exigían libertades, amnistía y autonomía para las llamadas nacionalidades históricas.

Entre ellas destacaron; el movimiento juvenil que dejó al descubierto cuán anacrónica había quedado la dictadura, el movimiento vecinal que luchaba por unas condiciones de vida dignas dejando al descubierto los efectos de un desarrollismo que había creado barrios sin servicios mínimos, del movimiento de la Iglesia Católica que se había ido alejando del régimen tras el Concilio Vaticano II, del movimiento feminista que luchaba por quitarse de encima los viejos estereotipos sexistas de la Sección Femenina, del movimiento gay-lésbico por liberarse de los prejuicios que tantas vidas había arruinado injustamente, y un largo etc. De movimientos sociales que forzaron el fin de la dictadura y la conquista de la Democracia.


Coordinación Democrática exigíó como condición inexcusable para cualquier proceso de reforma democrática la liberalización de los presos políticos del franquismo. En el verano de 1976 se redactaría una reforma del Código Penal que en Septiembre permitíó una primera amnistía para delitos de opinión. La amnistía por decreto – ley no llegó hasta el 17 de Marzo de 1977, aunque sus efectos fueron limitados y continuaron en las cárceles bastante luchadores antifranquistas.


2. ¿Qué alternativas políticas se propónían tras la muerte de Franco y quiénes defendían cada una de ellas?


Los conflictos laborales surgidos por la congelación salarial eran también, en esa época, de contenido político. Arias Navarro, haciendo caso omiso a los requerimientos del rey, reacciónó de manera autoritaria para sofocar los conflictos.

Uno de los más graves tiene lugar en Vitoria con un saldo de cinco muertos y decenas de heridos o el choque en el monte navarro de Montejurra, entre las facciones franquista y demócrata de los carlistas, que se saldó con otros dos muertos entre estos últimos. Ante la situación, una parte de los herederos del franquismo, los llamados inmovilistas (búnker),

los que continuarían con una dictadura como la emprendida  en 1939, no aceptaban otra opción que la de reprimir por la fuerza las movilizaciones sociales. Pero otro sector del franquismo, los llamados reformistas, se esforzaron en desplazar del gobierno a los inmovilistas. Sin embargo, la oposición exigía una ruptura democrática, mientras que los reformistas defendían un cambio a partir de las leyes vigentes y sin ruptura.


Los aperturistas eran partidarios de conducir el régimen desde la dictadura hasta una democracia homologable a las europeas occidentales. A este grupo de los aperturistas pertenecían el propio príncipe, luego rey Juan Carlos I, y sus hombres de confianza: Manuel Gutiérrez Mellado, Torcuato Fernández y Adolfo Suárez. Eran partidarios de cambiar el régimen pero desde la legalidad, derogar el régimen franquista pero sin rupturas:  de la Ley a la Ley a través de la Ley.


Asimismo, muchos intelectuales y artistas como Blas de Otero, Goytisolo y Elías Queriyetas mostraban su desacuerdo en periódicos como el de ABC.

Por su parte, también en la oposición política, formada fundamentalmente por unos partidos de izquierdas muy atomizados (PSOE, PCE, PTE, ORT, …) y los de los nacionalismos periféricos (CDC, PNV, ETA, …), había distintos proyectos.

Por un lado, la Junta Democrática(promovida por el PCE) planteaba una ruptura democrática consistente en la disolución inmediata de las instituciones franquistas y la formación de un gobierno provisional que garantizase el establecimiento de estructuras democráticas.

Por otro lado, la Plataforma de Convergencia Democrática (auspiciada por el PSOE) planteaba una ruptura pactada o reforma de las instituciones franquistas, para que desde la legalidad se desembocara paulatinamente en el sistema democrático. Este proyecto coincidía con el de los aperturistas del régimen franquistas.

Ambas alternativas opositoras terminaron convergiendo en Coordinación Democrática.

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