Que grupos formaban las clases populares agrarias y urbanas en la sociedad española del siglo xIX

T 5.1. Población y agricultura en el siglo XIX

  • En el siglo XIX, la población española se incrementó en un 60%. Este aumento demográfico fue debido a una disminución de la mortalidad y a un mantenimiento de la natalidad.

  • El descenso de la mortalidad en España fue menor que en otros países industrializados, como consecuencia principalmente de las crisis de subsistencia.

  • Durante la segunda mitad del siglo XIX se produjo un incremento significativo de los procesos migratorios, por las escasas oportunidades de empleo.

  • Por un lado, se inició un éxodo rural hacia las zonas más industrializadas de la Península, que comportó un importante crecimiento de las ciudades, y por otro lado, hacia América Latina.

  • La reforma agraria liberal, llevada a cabo por los progresistas a partir de 1837, abolió el régimen señorial y desamortizó buena parte de las propiedades de la Iglesia (1836) y de los ayuntamientos (1855). De este modo, la tierra se transformó en propiedad privada:

    • Una parte de la tierra, adquirida por burgueses y campesinos acomodados, incrementó su producción. Pero la mayor parte quedó en manos de sectores con una mentalidad rentista.

    • La mayoría de los campesinos no accedieron a la propiedad de la tierra, y continuaron como jornaleros, o bien emigraron hacia las zonas urbanas.

  • La estructura de la propiedad, repartida excesivamente en latifundios y minifundios, no ayudó a mejorar el nivel de vida de los campesinos.

2. Los inicios de la industrialización

  • La industrialización española se caracterizó por la escasa capacidad de compra de la población, la falta de inversiones, la escasez de fuentes de energía y una posición alejada de España respecto de los núcleos más industrializados de Europa. Frente a la competencia extranjera, España recurrió al proteccionismo.

  • La industria textil catalana fue el primer sector en mecanizarse y, entre 1830 y 1860, se generalizaron los vapores. A partir de 1860, con el fin de aprovechar la fuerza hidráulica de los ríos, surgieron las colonias industriales.

  • La siderurgia en Andalucía sucumbió al no acceder al carbón de coque. Asturias también alojó hornos, pero se consolidó finalmente en el País Vasco, que exportaba hierro a Gran Bretaña a cambio de la importación de carbón de coque, de mayor poder calorífico.

3. Minería y ferrocarril

  • La producción minera quedó en buena medida en manos extranjeras y destinada a la exportación. Las dos principales actividades mineras, a partir de 1868, eran la extracción de carbón y de hierro, minerales indispensables para la industrialización.

  • La red ferroviaria se inició a mediados del siglo XIX, con materiales importados y siguiendo una estructura radial que dificultaba los intercambios con el resto de Europa. Pero a pesar de sus deficiencias, fue un gran progreso para el transporte de personas y mercancías.

4. La economía española en el cambio de siglo

  • A finales del siglo XIX la agricultura sufrió una grave crisis a causa de la importación de cereales a precios más baratos. Esto ocasionó una caída de los ingresos agrarios e impulsó la aplicación de medidas proteccionistas.

  • Asimismo, la viticultura sufrió la plaga de la filoxera procedente de Francia, que comportó la desaparición de casi la totalidad de las cepas.

  • En este período se inició la utilización de la electricidad y el petróleo:

    • La electricidad posibilitó una mecanización más amplia y una disminución de los costes de producción. Inicialmente se utilizó en la iluminación, y posteriormente su uso se extendió a la industria.

    • La difusión del petróleo y del motor de explosión generaron la industria del automóvil. En 1904 se creó la marca automovilística Hispano-Suiza.

    • También se desarrollaron otros sectores industriales, como el metalúrgico (construcciones mecánicas, industria naval) y el químico.

    • Desde finales del siglo XIX, la industrialización se expandió y se dibujó una España con profundos desequilibrios:
      Zonas fuertemente industrializadas, como Cataluña y el País Vasco, así como Madrid, Valencia y Asturias, se combinaban con regiones basadas en una economía agraria y tradicional, como Canarias, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía.

5. La sociedad española del siglo XIX

  • La sociedad española se transformó, pero el dominio del sector agrícola hizo que la influencia modernizadora de la burguesía fuese bastante débil.

  • Las nuevas clases dirigentes fueron:

    • La nobleza terrateniente, que conservaba la propiedad de buena parte de las tierras.

    • La alta burguesía, que compartía la hegemonía social y el control económico con la nobleza. Era la propietaria de las nuevas industrias.

    • La clase media, que se desarrolló escasamente.

  • El 65% de la población española eran campesinos, de los cuales el 80% no eran propietarios de las tierras que trabajaban, sino arrendatarios o jornaleros. Sus condiciones de vida eran muy precarias, y protagonizaron numerosas revueltas.

  • En las ciudades, junto a artesanos y empleados del sector servicios, surgió el proletariado industrial.
    El número de obreros era relativamente pequeño y se concentraba en Cataluña. Las precarias condiciones de vida y de trabajo de este grupo social afectaban también a mujeres y niños.

6. Los orígenes del movimiento obrero

  • Los primeros movimientos obreros se concretaron en:

    • Acciones de carácter ludista, como los sucesos de Alcoy, en 1821, y el incendio de la fábrica Bonaplata, en 1835.

    • La fundación de los primeros sindicatos en Barcelona, hacia 1840, y la primera huelga general en España, en 1855.

    • La creación de la Federación Española de la AIT, en 1870, vía de entrada del anarquismo y del marxismo.

  • El marxismo tuvo mayor influencia entre las clases populares de Madrid, el País Vasco y Asturias. Defendía la acción política, y creó el Partido Socialista Obrero Español (1879) y la Unión General de Trabajadores (1888).

  • El anarquismo tomó una singular fuerza entre los obreros de Cataluña y el campesinado andaluz. A finales de siglo, predominó el sector que fomentaba la acción directa contra el capitalismo. Más adelante, surgió el sector anarcosindicalista, y fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

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