Revolución de Febrero de 1917: Orígenes y Caída del Zarismo
La Revolución de Febrero sobrevino cuando el pueblo de Petrogrado protestó contra el régimen zarista por la escasez de comida en la ciudad. Existía también un gran descontento con la implicación en la Primera Guerra Mundial. A medida que las protestas crecían, muchos políticos reformistas se sumaron al descontento. A principios de febrero, las protestas se tornaron violentas cuando los ciudadanos se sublevaron y se enfrentaron a la policía y los soldados. Cuando el grueso de los efectivos destacados en la capital se unió a la sublevación, esta se convirtió en una verdadera revolución, obligando al zar a abdicar en una transición casi sin derramamiento de sangre.
Se constituyó un nuevo Gobierno Provisional, también llamado Duma, a la vez que se planeó la convocatoria de elecciones. Entre febrero y octubre, los revolucionarios intentaron fomentar cambios más radicales, bien a través del Sóviet de Petrogrado o de forma directa. En julio, los bolcheviques de Petrogrado, en colaboración con los anarquistas, promovieron una rebelión civil. Esta insurrección fracasó.
Causas del Fracaso del Gobierno Provisional
El experimento del Gobierno Provisional fracasó por varios motivos:
- La decisión de continuar la guerra, lo que impidió la celebración de elecciones.
- La debilidad de la burguesía y su temor a ser desbordada por otros sectores más radicales, lo que impidió acometer las esperadas reformas.
- La presión de los sóviets que buscaban un modelo de sociedad distinta a la burguesa.
Revolución de Octubre de 1917: El Ascenso Bolchevique
El creciente protagonismo de los sóviets creó en Rusia una dualidad de poderes: uno, el legal, encarnado en el Gobierno Provisional; y otro, el real, el de los sóviets liderados por Lenin. Estos, tras la constitución de un Comité Militar Revolucionario, planearon la insurrección armada contra el gobierno de Kerensky.
El 25 de octubre de 1917, los líderes bolcheviques Vladimir Lenin y León Trotski lideraron a los revolucionarios de izquierda en una revuelta contra el ineficaz Gobierno Provisional. La Revolución de Octubre culminó la fase revolucionaria instigada en febrero, reemplazando el Gobierno Provisional, encabezado por Kerensky, por el poder organizado y deliberativo de los sóviets de obreros, soldados y campesinos, verdaderos organismos de participación política y asamblearia por parte de las clases trabajadoras de la población.
Sin embargo, aunque muchos bolcheviques apoyaban una democracia soviética, el modelo de reformas desde arriba y del socialismo en un solo país ganó el poder definitivo en detrimento de la teoría de la revolución permanente de Trotski cuando Lenin murió y Stalin asumió el control de la URSS y del Partido Comunista de la Unión Soviética. Trotski, además de otros comunistas democráticos y anarquistas, fue perseguido y finalmente encarcelado o asesinado.
Consecuencias y Represión
Después de octubre de 1917, muchos miembros del Partido Socialista Revolucionario y anarquistas se opusieron a los bolcheviques a través de los sóviets. Cuando esto falló, provocaron varias revueltas en una serie de sucesos llamados la Tercera Revolución. Los ejemplos más notables fueron la Rebelión de Tambov, entre 1919 y 1921, y la Rebelión de Kronstadt en marzo de 1921. Estos movimientos, que exigían una extensa variedad de demandas y carecían de una coordinación efectiva, fueron finalmente aplastados durante la Guerra Civil.
Guerra Civil Rusa (1918-1920) y Consolidación de la URSS
Una vez que los bolcheviques se hicieron con el control, el nuevo gobierno puso fin a la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial a través de la firma de la Paz de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918. Los rusos se vieron obligados a entregar los Estados bálticos, Finlandia, Polonia y Ucrania. El pueblo se indignó por la pérdida de estos territorios, y la oposición al partido bolchevique provocó una guerra civil que se inició en 1918 y concluyó en 1920.
El gobierno de Lenin, establecido en Moscú —la nueva capital—, adoptó medidas para eliminar a sus rivales políticos. Aunque el campesinado no era seguidor de los comunistas, decidió apoyarles ante el temor de que una victoria de los ‘blancos’ acarreara la restauración de la monarquía. El Ejército Blanco, desorganizado y con escasos apoyos, fue derrotado en 1920 por el Ejército Rojo. Lenin y el Partido Comunista Ruso se hicieron con el control del país. Las huelgas de los trabajadores, las revueltas campesinas y la rebelión de la guarnición de Kronstadt, que reclamaba un gobierno formado exclusivamente por socialistas, fueron reprimidas en poco tiempo.
Establecimiento de la URSS y la Nueva Política Económica
En 1921, Lenin estableció la Nueva Política Económica para fortalecer al nuevo Estado. El 30 de diciembre de 1922 se constituyó oficialmente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En marzo de 1921, durante el X Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, Lenin recurrió a la unidad y la cohesión del partido, alertando sobre las amenazas de contrarrevolución. Los partidos y organizaciones políticas quedaban abolidos.
La URSS se estableció en diciembre de 1922 como una federación de repúblicas socialistas soviéticas integrada por Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia, con capital en Moscú. Estaba regida por un solo partido (PCUS), establecido en cada una de las repúblicas. Hasta 1945, la URSS constituyó el único estado comunista del mundo.
En 1923 se elaboró una nueva Constitución en la que se delimitaban las competencias del nuevo Estado en materia de planificación económica, defensa y el papel de las repúblicas, a las que se les reconocía el derecho de igualdad y se respetaba en teoría la posibilidad de abandono de la unión. El régimen legislativo residía en el Sóviet. Era elegido por sufragio universal e indirecto. Toda la organización política quedaba controlada por el Partido Comunista, muy jerarquizado, cuyo principal órgano era el Comité Central, dirigido por el Secretario General (en 1922 fue elegido Stalin). La misión del Partido era implantar la dictadura del proletariado como paso previo a la consolidación del socialismo y finalmente del comunismo. El control del Estado por parte del PCUS convirtió a la URSS en un Estado totalitario.
La Sucesión de Lenin y el Ascenso de Stalin
En 1924, la URSS normalizó sus relaciones con el exterior y numerosos países la reconocieron. La enfermedad y muerte de Lenin (1924) dejó en suspenso la cuestión de la sucesión del líder. A la muerte de Lenin se nombró una «troika» que se encargó de la dirección del Partido. En ella no participó Trotski, pero sí Stalin, que fue desplazando progresivamente a los viejos dirigentes revolucionarios hasta quedarse con el poder absoluto. En 1925, Trotski fue expulsado del PCUS. Desterrado en 1927, dos años más tarde se exilió de Rusia.