Tercera etapa de Goya

Francisco DE Goya

VIDA

(NO LO COPIES IGUAL, RESUMEN) teamo 🙂


VIDA (SU VIDA, SU Época, Y SUS OBRAS NO LAS MEZCLES, LAS 3 COSAS POR SEPARADO)

Francisco de Goya y Lucientes nacíó en Fuendetodos (Zaragoza), villa natal de su madre, el 30 de Marzo de 1746. Fue el tercero de cuatro hermanos.

La economía de Fuendetodos se basaba en una agricultura de secano y en una ganadería ovina, pero también ayudaba una singular fuente de ingresos, el hielo. Al este del pueblo había unos pozos de hasta cinco metros de profundidad en los que se depositaba nieve. Estos se cubrían de paja y cerraban por la superficie con una bóveda. En verano, aquella nieve era hielo, que cubierto de paja era transportado hasta Zaragoza para su venta. Pero también muchos habitantes próximos se acercaban a buscarlo, entre ellos los clérigos de la Cartuja de Aula Dei. Allí nacíó la amistad entre Francisco y los cartujos.

Los Goya se trasladaron a Zaragoza por lo que Francisco pasaría allí su infancia y su juventud. Esto fue debido a que su padre instaló en la ciudad su taller de dorador, allí Goya aprendíó el oficio. Acudíó a las Escuelas Pías, donde conocíó a Martín Zapater, al que le uniría una amistad para siempre.

A los trece años, en 1759 y hasta 1762, Francisco de Goya asiste a clases de pintura que imparte José Luzán y poco después entra a trabajar en su taller. En verano, durante la vendimia, va a Fuendetodos, y bajo la dirección de su propio padre realiza su primera obra, pinta el armario de las reliquias que posee la iglesia y se complementa con la decoración del muro al que va adosado el armario.

Por dos veces, a los diecisiete y a los veinte años, concursa, sin éxito, para obtener una pensión en la Academia de Bellas Artes de San Fernando; este doble fracaso le impulsa a viajar a Italia, donde aprende la técnica del fresco, que le servirá, a su regreso a España, para conseguir su primer encargo oficial en la Basílica del Pilar de Zaragoza.

Dos años después de su regreso a España, concretamente a Madrid, se casa con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu, pintor de la Cámara del Rey Carlos III. Este hecho favorecerá su ingreso como pintor de cartones en la Real Fábrica de Tapices. Trabajó allí desde los veintinueve a los cuarenta y cinco años, realizando sesenta y tres cartones para los palacios de El Escorial y El Prado.

A la muerte de Carlos III en 1788, su sucesor Carlos IV y la reina María Luisa le nombran pintor de Cámara, cargo que no abandonó hasta su exilio en Burdeos; comienza así a realizar los retratos oficiales de los Reyes. Su fácil acceso a las colecciones reales le permite copiar y grabar varios cuadros de Velázquez, asimilando así algunos de los secretos de su técnica.

A partir de ahora, Goya es ya un pintor consagrado: es elegido Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sus grandes protectores, los duques de Osuna, y, más tarde, los de Alba le introducen en la vida social haciéndole importantes encargos. Posarán para él los más destacados personajes; los retratos que hará a partir de entonces le convertirán en el cronista oficial de la aristocracia y los intelectuales de la época.

En 1792, durante un viaje a Andalucía, contrae una grave enfermedad que le dejó completamente sordo. Esta circunstancia, unida a las graves consecuencias que la Revolución Francesa tuvo en la Corte y para sus amigos ilustrados (destierros, encarcelamientos…), le sumirán en una profunda crisis que influirá en su carácter y en su pintura.

Durante la Guerra de la Independencia 1808-1814, Goya acentuó su pesimismo y mantuvo una actitud conservadora en su actividad pública, como se puede ver a través de sus históricos lienzos: El Dos de Mayo y Los fusilamientos del Tres de Mayo; y de sus grabados Los Desastres de la Guerra.

A los setenta y tres años, sordo, enfermo y desengañado, compra la «Quinta del Sordo» a las afueras de Madrid; allí se refugia con Leocadia Weiss, fiel compañera de su vejez, y ejecutará su obra más personal e inconfundible: Las Pinturas Negras. Viviría allí hasta 1823, fecha en que regala la finca a su nieto Mariano

En 1824 partía Goya hacia Francia, concretamente hacia Burdeos, en busca de tranquilidad y del cariño de todos aquellos amigos que allí se encontraban. Vivíó cuatro años más, con nuevas ilusiones que le permitieron seguir intentando nuevas formas y técnicas en su pintura hasta su muerte en 1828.

Época

La vida de Goya abarca un espacio de la vida española, un espacio muy importante y trascendental en sí mismo y en sus posteriores consecuencias.

Francisco de Goya fue un hombre situado entre dos épocas fundamentalmente: la etapa optimista de la Ilustración, que concluye con el reinado de Carlos IV, y el periodo de invasiones y luchas partidarias que se inicia en nuestro país a principios del S. XIX.

Durante su primera época reinaba Carlos III, monarca ilustrado que apoyó el liberalismo y trató de modernizar la sociedad española. Así, Goya se dedicó mayoritariamente a pintar escenas cotidianas de la vida del pueblo en las que se reflejaba su optimismo y retratos de ministros importantes como el Conde de Aranda, Gaspar M. De Jovellanos o el Conde de Floridablanca entre otros.

En 1788 subíó al trono Carlos IV, cuyo valido fue Godoy. Este fue un monarca absolutista y a los pocos meses de subir al trono estalló la Revolución Francesa. Así, Carlos IV cerró las fronteras de España para que no se contagiasen las ideas francesas. Godoy firmó el tratado de Fontainebleau, que permitíó la invasión francesa de la península. El descontento popular supuso que se llevase a cabo una resistencia nacionalista y finalizó con la subida al trono de Fernando VII tras el motín de Aranjuez. Este, a su vez, abdicó en favor de José I, hermano de Napoleón. Durante esta época Goya trabajó en la Corte de Carlos IV, donde pintó numerosos retratos de la familia real. Además siguió con sus temas costumbristas entre los que destacan los «Caprichos».

Durante la tercera etapa de Goya se llevó a cabo la Guerra de la Independencia en España, lo que dio lugar a la pintura dramática de Goya, que dejó de ser descriptiva. En 1814 se produjo el desastre francés y por lo tanto la deposición de José I.

Tras la invasión francesa regresó al trono Fernando VII, pero el rey que anteriormente había sido un monarca ilustrado se convierte ahora en un rey absolutista como consecuencia de la Restauración del Antiguo Régimen en Europa. Los temas que interpreta ahora Goya son en su mayoría históricos.

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