Territorios heredados por Carlos I

Felipe IIIntrod


Sucede a su padre, Carlos I, en el trono de España. Hereda todos los territorios de su padre excepto Austria y Alemania (donados por Carlos I a su hermano Fernando). Todos los monarcas españoles, y en especial Felipe II, mantuvieron el apelativo de “Rey Católico”.Al contrario que su padre, no abandonó nunca la Península y buscó una sede fija para su corte, estableciendo la capital en Madrid, aunque acabó retirándose en el monasterio de El Escorial desde donde ejercíó el gobierno y donde fallecíó.El predominio en Europa y la defensa del catolicismo siguieron siendo los objetivos de su política. Invirtió dinero en mantener una Europa unida y católica. En esta época se desencadenó un fuerte conflicto con Inglaterra, separada del catolicismo, con la que se inició una gran lucha marítima.Hubo de hacer frente a una casi continua rebelión en Flandes.Fue el monarca más importante de la dinastía de los Austrias, con él la monarquía española alcanzó su apogeo.
Se prohibíó la importación de libros, se impidió cursar estudios enel extranjero y la Inquisición prohibíó libros y registró bibliotecas para destruir todosigno de disidencia.Muchos problemas internos entre los cuales cabe destacar el de su hijo Carlos, su secretario Antonio Pérez y la guerra de las Alpujarras. Acabó con los focos protestantes en España.
El problema morisco(1568-1571). De esta situación surgíó uno de los grandes problemas de su política interior. En respuesta, los moriscos andaluces dirigidos por Fernando de Córdoba.Fue una guerra que comenzó con emboscadas que sorprendíó a Felipe II con la mayoría de sus tercios en los Países Bajos. Una vez sofocada la rebelión los moriscos de Granada fueron dispersados hacia otros lugares de la Corona de Castilla para evitar otra rebelión y para evitar cualquier intento de uníón entre ellos.Otro de los grandes problemas que tuvo que afrontar el rey en el interior, fue la revuelta de Aragón o el caso de Antonio Pérez, Antonio Pérez se vio envuelto en un complot político y acusado de traición y asesinato. Éste se negó a entregarlo a Felipe II.Felipe II acusó de herejía a Antonio Pérez ante la Inquisición, único tribunal común a todos los reinos. Pérez consiguió huir a Francia, pasando antes por Inglaterra. Una vez en territorio galo, Antonio Pérez recibíó el apoyo de Enrique IV, al poner en manos de éste atractivos proyectos desestabilizadores para España. El fracaso de los intentos de invasión francesa motivó el traslado de Pérez a Inglaterra donde también contó con importantes ayudas, ofreciendo interesante información que sirvió para el ataque inglés a Cádiz en 1596.Uno de los problemas más dolorosos para el monarca fue la actitud de su hijo, el heredero al trono. El príncipe Carlos nacíó en 1545, hijo de su primera esposaMaría de Portugal. Conspiró con losrebeldes contra su padre. Tras asombrosos escándalos relacionadoscon esto, como el intento de acuchillar en público al Duque de Alba, fue detenidopor su propio padre, procesado y encerrado en sus aposentos. Su padre Carlos I había gobernado como un emperador, y como tal, España y principalmente Castilla había sido fuente de recursos militares y económicos para unas guerras lejanas. Felipe II como su padre, fue un rey absolutista, continuó con las instituciones heredadas de Carlos I, y con la misma estructura de su Imperio y autonomía de sus componentes. Pero gobernó como un rey nacional, España y especialmente Castilla eran ahora el centro del Imperio, con su administración localizada enMadrid. Felipe II no visitó apenas sus territorios de fuera de la península y los administró a través de oficiales y virreyes quizá porque temía caer en el error de su padre, Carlos I, ausente de España durante los años de las rebeliones comuneras, a diferencia de su padre Felipe II se sentía profundamente español·Convirtió España en el primer reino moderno·Innovaciones militares·Destínó gran cantidad de dinero para mejorar la red de espionaje·El comercio con las colonias españolas estaba controlado·Felipe II se comunicaba casi diariamente con sus embajadores, virreyes y oficiales repartidos por el Imperio mediante un sistema de mensajeros·El gobierno mediante Consejos instaurado por su padre seguía siendo la columna vertebral de su manera de dirigir el estado. El más importante era el Consejo de Estado del cual el rey era el presidente·Durante su reinado, la Hacienda Real se declaró en bancarrota tres veces.
En política exterior hereda también los enemigos de su padre.

La enemistad con Francia

. Mantuvo guerra con Francia, por el apoyo francés a los rebeldes flamencos, obteniendo grandes victorias. Esto supuso el triunfo definitivo de España sobre Francia, y la renuncia de esta a los territorios italianos. Por este tratado Francia reconocíó la supremacía hispánica.Participó en la crisis interna que sufríó Francia debido a la guerra de religión que enfrentaron a hugonotes  y a los católicos a los que apoyó Felipe II.

Lucha con los turcos

Turquía, que ya había sido contrincante de Carlos I de España, se vuelve a enfrentar al Imperio español.El rey español, Felipe II, se alió con Venecia y con el papa en la Santa Liga contra los turcos, que habían reconquistado Túnez y Chipre y habían puesto sitio a Malta. La consecuencia de estos enfrentamientos fue el reparto del Mediterráneo entre el Imperio turco  y España.

Lucha en los Países Bajos

En los Países Bajos, loa intereses entre la nobleza de Flandes agrupada en la Uníón y la burguésía del norte protestante desencadenó una larga guerra contra España. El apoyo de Inglaterra a los rebeldes del norte fue decisiva.Felipe II nunca aceptó la libertad de cultos y se decidíó a combatir la herejía. Pero los rebeldes lo entendieron también como una lucha política, por la independencia.Felipe II acabó designando a su hija Isabel Clara Eugenia, gobernadora con derecho a sucesión. Pero al no tener hijos, los Países Bajos revertieron a la Corona española de nuevo y se reabríó el conflicto.

Lucha con Inglaterra

El fracaso posibilitó una mayor libertad al comercio inglés y holandés, un mayor número de ataques a los puertos. A partir de estos hechos y hasta el final de la guerra, España e Inglaterra consiguieron victorias a la par en los combates navales librados por ambos reinos, tanto en la mar como en tierra.La situación se equilibró cuando Felipe III firmó el tratado de Londres con Jacobo I, sucesor de Isabel IConcl. El Imperio fue acumulando graves problemas internos


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