Introducción al Tratado de París de 1898
Naturaleza y Contexto del Documento
Este documento es un fragmento histórico del Tratado de Paz, en concreto de cuatro artículos, firmado entre EE. UU. y España. Es de naturaleza jurídica y de tema político, con un carácter público destinado a la población de ambos países. Fue escrito por los representantes de EE. UU. y España, publicado el 10 de diciembre de 1898 en París y reproducido en 1978 en el libro Análisis y comentarios de textos históricos II por Mª Victoria López-Cordón y José Urbano Martínez. El contexto histórico se sitúa al final de la Guerra de Cuba, durante la Restauración, en el año 1898, tras la derrota de España frente a los Estados Unidos.
Contenido Clave del Tratado de Paz
Artículos Principales y Cesiones Territoriales
El fragmento contiene cuatro artículos del Tratado de Paz con EE. UU. En ellos se explica cómo España renuncia a sus derechos sobre Cuba y cómo, al abandonar la isla, tomará el relevo EE. UU., quien deberá cumplir con las obligaciones derivadas de la ocupación de Cuba. España, aparte de perder Cuba, también perdió Puerto Rico, las islas bajo su poder en las Indias Occidentales y la Isla de Guam, que pasaron a formar parte de EE. UU. Además, España cedió a EE. UU. las islas Filipinas, y tras este tratado, EE. UU. pagaría 20.000.000 de dólares a España. El último artículo de este fragmento estipula que España deberá liberar a todos los presos o detenidos durante las insurrecciones de Cuba y Filipinas y la guerra con EE. UU., y viceversa, ya que EE. UU. deberá hacer lo mismo.
Antecedentes del Conflicto Hispano-Cubano-Estadounidense
Causas de la Guerra de Cuba
Las causas de dicho conflicto cubano fueron, entre otras, las siguientes:
- La maduración del movimiento independentista cubano.
- Los errores cometidos por el gobierno español, que fue retrasando la concesión de autonomía prometida en la Paz de Zanjón y eludió un control real sobre los abusos que padecían los trabajadores locales.
- El respaldo norteamericano a los insurgentes.
Desarrollo de la Insurrección y la Intervención de EE. UU.
La respuesta independentista se inició en febrero de 1895 (el Grito de Baire) en la parte oriental de la isla. El gobierno liberal intentó una política de negociación y envió a Martínez Campos, pero tras el fracaso de la negociación y su negativa a aplicar medidas represivas sobre la población, se le sustituyó por Weyler. La ofensiva fue acompañada de la «concentración» de los campesinos en aldeas cerradas, lo que llevó consigo una elevada mortalidad de la población civil y de los soldados, ya que era difícil proveer alimentos y asistencia médica.
Tras el asesinato de Cánovas, el nuevo gobierno liberal decidió probar la estrategia de la conciliación. Relevó a Weyler del mando y concedió a Cuba un proyecto de autonomía, con un gobierno propio, un parlamento y los mismos derechos que los peninsulares.
Los EE. UU. decidieron intervenir y presionaban a favor de la guerra. Lo que propició esta guerra fue el estallido del acorazado estadounidense Maine, anclado en el puerto de La Habana. EE. UU. atribuyó toda la responsabilidad a España, a quien culpó de la seguridad del puerto.
EE. UU. propuso la compra de la isla, pero, al negarse España a venderla, EE. UU. emitió un ultimátum que amenazaba con la guerra si España no renunciaba a Cuba. El desarrollo de las operaciones fue rápido y contundente, y España acabó siendo derrotada.
Ante las aplastantes derrotas en Cuba y Filipinas, España tuvo que pedir un armisticio y en diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, por el que España renunciaba a Cuba, Filipinas y Puerto Rico.
El Desastre de 1898: Consecuencias para España
Las consecuencias del desastre colonial de 1898 fueron:
Consecuencias Humanas
- Murieron unos 600.000 soldados españoles.
- Hubo un elevado número de heridos, mutilados o incapacitados por problemas psicológicos, quienes al llegar a España apenas recibieron ayuda.
- Las clases populares apenas les importó la pérdida de las colonias, mientras que la élite intelectual y política experimentó un profundo sentimiento de desmoralización ante la pérdida colonial.
Consecuencias Económicas
- España quedó privada de los impuestos de las colonias.
Consecuencias Políticas
- El Partido Conservador y el Partido Liberal se vieron desgastados por los hechos, pero el desgaste fue mayor en el Partido Liberal de Sagasta.
Consecuencias Militares
- Crisis profunda debido a la dureza de la derrota.
Consecuencias Ideológicas y el Regeneracionismo
En el clima de la derrota surgieron una serie de críticas, entre las cuales destacaron las de los llamados regeneracionistas, quienes criticaban los siguientes aspectos:
- El aislamiento del cuerpo electoral del país.
- La corrupción de los partidos políticos.
- El caciquismo.
- El atraso económico y social de España.
Y proponían soluciones para abordar estos problemas:
- La limpieza del sistema electoral.
- La dignificación de la vida parlamentaria.
- La reforma educativa.
- Ayudas sociales.
Joaquín Costa y el Pensamiento Regeneracionista
Entre los regeneracionistas destacó Joaquín Costa, cuyas ideas más destacadas están recogidas en su obra Oligarquía y Caciquismo, donde se exponen tanto los problemas de España como sus posibles soluciones.
Legado del Regeneracionismo
La crítica realizada por los regeneracionistas dejó una profunda huella en el pensamiento político nacional, y estas ideas fueron recogidas por futuros políticos como Maura y Canalejas.