El Decreto de 1937 y la Abolición de los Conciertos Económicos Vascos

Decreto-ley de abolición de los Conciertos Económicos en Bizkaia y Gipuzkoa (23-06-1937)

Se me presenta para comentar un texto histórico titulado “Decreto-ley de abolición de los Conciertos Económicos en Bizkaia y Gipuzkoa (23-06-1937)”. Por su contenido, podemos clasificarlo como político-legislativo. Se trata de un fragmento de fuente primaria que situamos en junio de 1937, en plena Guerra Civil, justo cuando Bizkaia, la última provincia vasca fiel a la República, cayó en manos de los sublevados. Este texto fue redactado el 23 de junio de 1937 y publicado en el Boletín Oficial del Estado el 24, en Burgos, por ser la Capitanía General donde residía la Junta General que dirigía la guerra y a los sublevados. Dicha Junta General estaba dirigida por Francisco Franco, quien era considerado Generalísimo, y quien es también el autor del texto que comentamos. Franco fue uno de los últimos en incorporarse a la conspiración contra la República. Es un texto público destinado especialmente a los afectados por la ley, es decir, a las cuatro provincias vascas; y su finalidad es abolir los Conciertos Económicos en Bizkaia y Gipuzkoa, por considerarlas traidoras.

Análisis del Decreto

El tema de este fragmento es la utilización de los Conciertos Económicos para premiar a las provincias que se habían unido a los sublevados en la conspiración, y castigar a los fieles a la II República. Entre otros, en el texto aparecen argumentos que declaran que los Conciertos Económicos son un privilegio por dos razones: en primer lugar, implican una autonomía impositiva; en segundo lugar, se paga menos por las cargas públicas. Además, se explica que pese al favor que el Poder público dio a Bizkaia y Gipuzkoa, estas dos provincias se han levantado contra los nacionales, quienes se consideran el Poder público. Sin embargo, Navarra y Álava, dando gracias, se han sublevado a favor de los nacionales. Por lo tanto, este texto decreta que se les mantendrán los Conciertos, mientras que Bizkaia y Gipuzkoa serán castigadas con su abolición.

Contexto Histórico

Situamos este texto históricamente en el año 1937, en plena Guerra Civil, justo cuando Bizkaia, la última provincia vasca fiel a la República, acababa de caer en manos de los sublevados. Un año antes, tras las elecciones en las que triunfó el Frente Popular y Azaña fue llamado para formar gobierno, se produjeron agitaciones revolucionarias tanto en el campo como en la ciudad. El 12 de julio, unos falangistas asesinaron al teniente Castillo de la Guardia de Asalto, y al día siguiente, unos compañeros de Castillo asesinaron a Calvo Sotelo (líder de la derecha) como venganza. En un intento de alejar de Madrid a los militares sospechosos, el gobierno destinó al general Mola a Pamplona, lo que fue un gran error ya que allí se ganó el apoyo de los requetés (brazo armado del carlismo), convirtiéndose en el director de la conspiración que algunos monárquicos habían puesto en marcha. También los generales Franco y Goded, en sus destinos de Canarias y Baleares, lograron que el 17 de julio de 1936 el ejército de Melilla se sublevara y declarara el estado de guerra en Marruecos. Desde Canarias, Franco voló a Tetuán para ponerse al mando del ejército africano. Pronto el enfrentamiento entre sublevados y fieles a la República derivó en una Guerra Civil.

Divisiones Políticas en 1936

Las diferentes fuerzas y estrategias políticas en las cuatro provincias vascas se hicieron patentes tras las elecciones del 36: mientras que en Gipuzkoa y Bizkaia predominaba el PNV y el Frente Popular, en Álava y Navarra predominaban los carlistas en el partido llamado “Comunión Tradicionalista”, dotado de su brazo armado, los requetés. El 18 de julio el País Vasco quedó dividido geográficamente en dos zonas: la nacional, en la que Álava (excepto el valle de Ayala) se unía a Castilla, León y Navarra; y la leal a la República, formada por Bizkaia, Gipuzkoa, Santander y Asturias.

Inicio de la Guerra en las Provincias Vascas

Tanto en Álava como en Navarra la actuación de los requetés fue determinante, mientras que en Gipuzkoa, la sublevación de algunos militares derechistas quedaba sofocada y en Bizkaia, Echevarría Novoa, el gobernador civil, mantenía la calma, sin disturbios. Por lo tanto, el nacionalismo vasco se mantuvo fiel a la República excepto personas de las juntas de Navarra y Álava.

Desarrollo Militar y Político

Se constituyó una Junta de Defensa de Gipuzkoa, que estaba formada por las fuerzas del Frente Popular, el PNV y la CNT. Dados los desacuerdos, sobre todo entre anarquistas y nacionalistas, se provocaron disputas. A finales de agosto, el coronel Beorlegui, al mando de navarros y guipuzcoanos partidarios de los nacionales, realizó una ofensiva para tomar Irún, consiguiendo aislar la zona norte republicana de Francia. En San Sebastián, tras las disputas entre anarquistas (que querían defender la ciudad) y nacionalistas (que querían abandonarla), los navarros tomaron la capital, quedando Gipuzkoa a favor de los nacionales. El 12 de agosto, la Junta de Defensa de Bizkaia tuvo más participación nacionalista que en Gipuzkoa, pero para el 7 de octubre, al haberse aprobado el Estatuto de Autonomía, el recién creado Gobierno Vasco recibió competencias, y Manuel de Irujo se convirtió en el primer nacionalista que formaba parte del Gobierno español.

Acciones del Gobierno Vasco Autónomo

Debido a la guerra, el Gobierno Vasco controlaba solamente la provincia de Bizkaia, Eibar y el norte de Álava. El aislamiento del territorio vasco en la primera fase de la guerra les permitió funcionar como una gran autonomía, creando una moneda propia, la policía foral (Ertzaintza) y el ejército vasco (Euzko Gudarostea). Se organizaron batallones dirigidos por los diferentes partidos (no hubo un mando único), se practicó una política internacional propia (con delegaciones en Gran Bretaña y Francia) y se creó un Tribunal Popular de Euskadi, para juzgar delitos de rebelión y de guerra, creando una justicia excepcional.

Fin de la Guerra en el País Vasco

La Guerra Civil en las tierras vascas acabó en 1937 tras la rendición incondicional que pidió Franco al rechazar el Pacto de Santoña. Tras la caída de Euskal Herria en manos de los nacionales, los nacionalistas y socialistas vascos, junto con el Gobierno Vasco del lehendakari Aguirre, se exiliaron a Francia. La Guerra Civil duró pocos años en tierras vascas, y no fue tan dura como en otras provincias. La derrota de la República quedó sentenciada por el aislamiento del resto del territorio republicano y el aislamiento con Francia. También influyeron factores como la superioridad en aviación y artillería de los franquistas, la falta de coordinación del ejército vasco y el republicano del Norte, y la ideología del PNV, que impidió que la industria vizcaína produjera lo necesario para ganar estando bajo el control del Gobierno central, así como también impidió después que las instalaciones industriales se destruyeran. Por eso los franquistas pudieron hacer un uso inmediato de las mismas.

Consecuencias bajo el Régimen Franquista

Una vez ganada la guerra, el primer franquismo se caracterizaría por la homogeneidad en todos los aspectos, sobre todo en la dura represión que se ejerció en el ámbito cultural: maestros opuestos al régimen fueron perseguidos, medios de comunicación controlados y todo lo relacionado con la cultura vasca fue reprimido. En el terreno político, el franquismo supuso condenas de muerte, destierros, encarcelamientos, multas o trabas para los anteriormente nacionalistas o de izquierda. Por último, la población sufrió desabastecimiento, encarecimiento de productos de primera necesidad, bajos salarios y hambre.

Importancia del Decreto

La importancia de este texto reside en que en él, se declara que Bizkaia y Gipuzkoa son consideradas traidoras por no haber apoyado a los nacionales, lo que hará que sus Conciertos Económicos sean abolidos y que durante el régimen de Franco reciban un trato duro.

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