1. El reformismo dinástico
El desastre del 98 mostró las deficiencias del régimen de la Restauración y dio lugar a un reformismo político basado en ideas regeneracionistas. En 1899 se formó un gobierno conservador liderado por Francisco Silvela que inició la política reformista para hacer frente a las deudas de la guerra de Cuba. Estas reformas fiscales provocaron boicots y los ministros dimitieron, por lo que en 1901 la regente otorgó de nuevo el gobierno a los liberales.
En 1902 subió al trono Alfonso XIII. Dos años más tarde, el conservador Antonio Maura se convirtió en jefe de gobierno. Pretendía llevar a cabo la “revolución desde arriba”. En esa dirección llevó a cabo una reforma electoral (Ley Electoral de 1907) que no consiguió acabar con la corrupción, pero que dificultó el fraude. Maura procuró atraer al nacionalismo no republicano como el de la Lliga Regionalista. En el terreno social, aprobó algunas leyes y creó el Instituto Nacional de Previsión, dedicado a los seguros obreros.
En 1910, José Canalejas formó un nuevo gobierno liberal. Abordó la reforma sobre la financiación de la Iglesia y profundizó la separación entre Iglesia y Estado. Uno de los elementos más básicos de su política social fue la sustitución del impuesto de consumos por uno progresivo sobre la renta. Se reformó también la Ley de Reclutamiento, suprimiendo la redención en metálico. Se promulgaron leyes encaminadas a mejorar las condiciones laborales. Elaboró por último la Ley de Mancomunidades que aceptaba la posibilidad de unión de las diputaciones provinciales para hacerse cargo de la gestión de algunos servicios públicos.
2. Las fuerzas de oposición
Como oposición a los partidos dinásticos surgieron diferentes movimientos. El republicanismo fue la principal fuerza de oposición. Para dar homogeneidad al republicanismo, que estaba muy dividido, en 1903 nació la Unión Republicana liderada por Nicolás Salmerón y Alejandro Lerroux. Consiguió diversos éxitos electorales y se acercó a los nacionalismos regionalistas. Esto fue rechazado por un sector que se escindió y fundó en 1908 el Partido Radical, anticatalanista. La colaboración del republicanismo con el PSOE llevó a la creación, en 1909, de la Conjunción republicano-socialista, que obtuvo cierto éxito.
En Cataluña, destacó el predominio político de la conservadora Lliga Regionalista. Paralelamente se consolidó un catalanismo republicano. Como reacción al anticatalanismo del gobierno liberal se constituyó la coalición electoral Solidaridad Catalana que obtuvo gran éxito.
El nacionalismo vasco estuvo marcado por las disputas internas del Partido Nacionalista Vasco (PNV). A pesar de la fragmentación política, el gran auge económico favoreció el crecimiento del nacionalismo. En 1911, el PNV creó su propio sindicato católico, Solidaridad de Obreros Vascos (SOV), para atraer a los obreros.
El carlismo mantuvo su presencia y sus bases. Las disputas internas del partido fueron frecuentes. Desde 1917, fue quien más insistió en el peligro comunista y reclamaba una dictadura que impusiese el orden social.
Al comenzar el siglo XX, el PSOE era una fuerza pequeña, pero con sólidas bases que le permitieron un progresivo crecimiento. Fue presidido por Pablo Iglesias hasta su muerte. En 20 años multiplicó por 1000 sus afiliados. El sindicato socialista UGT creció aún más. Se mostró partidario de la acción política para conseguir reformas. A partir de 1917 el sindicalismo socialista empezó a crecer. En 1914 tenía 120.000 afiliados y diez años después, más del doble. La vinculación de PSOE-UGT era muy estrecha. En 1920 nuevos dirigentes se mostraron partidarios del parlamentarismo y de una política reformista y moderada. El estallido de la Revolución Rusa dio origen a la escisión de parte del PSOE formando el Partido Comunista.
El anarquismo estaba muy presente en España. Se creó en Barcelona la federación Solidaridad Obrera que impulsó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Este nuevo sindicato nació con el objetivo de extenderse por toda España y dar estabilidad al sindicalismo anarquista. La CNT se definía como revolucionaria y presentaba una ideología basada en la unidad sindical, derribar el capitalismo y la apoliticidad. La acción revolucionaria debía llevarse a cabo mediante huelgas generales como la convocada en 1917 con la colaboración de UGT.
3. Problemas y crisis de la época
A partir de 1900, España consolidó su penetración en el norte de África. Los tratados establecieron un protectorado en Marruecos por el que España dominaba el territorio del Rif. El interés por esta región venía dado por el deseo de restaurar el prestigio español tras el desastre de Cuba.
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
En 1909, las tropas españolas sufrieron la gran derrota del Barranco del Lobo, ocasionando numerosas bajas. Se decidió enviar más soldados, reservistas, y se dispuso que salieran de Barcelona. La movilización contra la guerra de Marruecos se inició en el puerto de donde salían el 18 de julio. El 26 de julio se convocó una huelga general en protesta que derivó en una revuelta popular. Hubo incidentes en la calle, enfrentamientos con las fuerzas del orden y un enorme sentimiento anticlerical. Las autoridades respondieron declarando el Estado de guerra y enviando refuerzos para reprimir las manifestaciones, lo que radicalizó aún más la insurrección, conocida como la Semana Trágica de Barcelona. La violencia fue controlada el 2 de agosto. La represión levantó una oleada de protestas por su virulencia y arbitrariedad. La oposición a Maura pidió su dimisión, lo que provocó que el rey disolviera las Cortes y pasara el gobierno a los liberales.
Impacto de la Primera Guerra Mundial y la Crisis de 1917
La Primera Guerra Mundial (PGM), en la que el gobierno declaró neutralidad, permitió exportar productos que Europa necesitaba y, por lo tanto, estaba dispuesta a pagar un precio alto. Los industriales hicieron grandes negocios. Sin embargo, los precios interiores aumentaron también y encarecieron la vida, un problema para las clases populares.
En 1917 surgió una protesta generalizada de carácter antigubernamental en tres sectores:
- El ejército: Estaba descontento porque los ascensos se obtenían por méritos de guerra y porque, al haber excesivos cargos, los sueldos eran bajísimos. Ese descontento desembocó en la formación de las llamadas Juntas de Defensa. Reclamaban un aumento salarial y los ascensos por antigüedad. El manifiesto de junio de 1917 culpaba al gobierno de los males del ejército y del país y llamaba a la renovación política. Las juntas eran un grupo de presión al servicio de sus intereses, por lo que no pudieron unirse al resto de protestas.
- La política: La situación política era grave. El gobierno del Conde de Romanones continuó con las prácticas de corrupción política y decidió cerrar las Cortes. En 1917 Eduardo Dato volvió al gobierno y los diputados exigieron la reapertura de las Cortes. El gobierno se negó y aumentó la censura de prensa. Como reacción se organizó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios que exigió la formación de un gobierno que convocase Cortes Constituyentes. El gobierno prohibió la convocatoria, pero se celebró y fue disuelta por la Guardia Civil. El movimiento no tuvo continuidad y desapareció sin conseguir la reforma constitucional.
- El movimiento obrero: En marzo de 1917, CNT y UGT firmaron un manifiesto que pedía al gobierno que contuviera los precios. La tensión estalló en agosto de 1917 y la UGT, apoyada por el PSOE, decidió llamar a la huelga general. La reacción del gobierno fue represiva: declaró la Ley Marcial y envió al ejército a aplacar el movimiento. La huelga general fracasó, pero tuvo consecuencias: debilitó más el régimen y radicalizó a la oposición.
4. La descomposición del sistema (1918-1923)
La Restauración entró en una progresiva descomposición por la falta de deseos de renovación de los partidos dinásticos. Estos se fragmentaron, con lo cual no era posible reunir mayorías suficientes para constituir gobiernos estables. En 1917 se recurrió a los gobiernos de concentración. Fracasaron y se volvió al turno dinástico. A pesar de recurrir al fraude electoral, ningún partido dinástico reunió la mayoría parlamentaria.
Conflictividad social y pistolerismo
En España, el final de la PGM provocó un cambio de las condiciones económicas que llevó de nuevo a la movilización obrera y a un crecimiento del sindicalismo. El movimiento huelguístico afectó a Barcelona, donde alcanzó mayores dimensiones. En 1919 se inició la huelga en La Canadiense, la cual finalizó con un acuerdo por el cual la patronal aceptaba la readmisión de los despedidos, aumentos salariales y la jornada laboral de ocho horas.
La conflictividad laboral generó una radicalización de los sindicatos. Para detener la fuerza sindical, los patronos instituyeron la Federación Patronal, contrataron a pistoleros para asesinar a los dirigentes obreros y fundaron el Sindicato Libre, que emplearon fomentando las acciones violentas contra el sindicalismo anarquista. Algunos grupos vinculados a la CNT respondieron a esta situación practicando también violencia y atentaron contra autoridades, patronos y fuerzas del orden. Esta época se conoce como pistolerismo.
En Andalucía, la miseria del campesinado provocó revueltas (el llamado Trienio Bolchevique). Se declaró el Estado de guerra, la ilegalización de las organizaciones obreras y la detención de sus líderes.
El Desastre de Annual y el camino a la dictadura
Al comenzar los años 20, en la zona oriental del protectorado marroquí, los rifeños golpeaban al ejército constantemente. El general Manuel Fernández Silvestre inició una ofensiva hacia el interior del territorio que acabó en un desastre. El ejército fue derrotado en Annual (1921), se perdió todo el territorio ocupado y se produjeron 13.000 bajas, incluida la de Silvestre. Este evento se conoce como el Desastre de Annual.
En 1923, el anuncio de que sería discutido en el Parlamento el caso de Annual (a través del Expediente Picasso) y de que se iban a pedir responsabilidades que podrían implicar al monarca, movilizó a sectores del ejército y de la derecha, que desde hacía tiempo veían la solución a la crisis en una dictadura militar.