Historia Medieval de España: Visigodos, Reconquista y Sociedad

Visigodos

Los visigodos vinieron a Hispania por primera vez en el 409, enviados por el Imperio Romano para expulsar a los vándalos, suevos y alanos. En el 507 fueron expulsados del sur de la Galia por los francos y se instalaron en Hispania fundando la monarquía visigoda con capital en Toledo, hasta su derrota por los musulmanes en el 711. Conservan la administración, idioma y las monedas romanas sobre la base de una monarquía y una administración controlada por el rey. Leovigildo, después de vencer a los suevos y bizantinos, inició el proceso de fusión de la población visigoda e hispanorromana, permitiendo los matrimonios mixtos e integrando a los hispanorromanos. Recaredo impuso la unificación religiosa con la conversión al catolicismo de los visigodos. Los visigodos eran el grupo dominante sobre la mayoría hispanorromana con una economía agrícola de subsistencia, con pequeños campesinos y con siervos que trabajaban las grandes propiedades controladas por los aristócratas visigodos. La monarquía visigoda desaparece en el 711 cuando los musulmanes derrotan al rey Rodrigo y deciden ocupar el territorio.

Judíos y Moriscos

Castilla tenía unos 5 millones de habitantes, Aragón un millón, Granada 800.000 y Navarra 10.000. Predominaba la población rural sobre la urbana, ya que solo destacaban algunas ciudades como Valencia, Sevilla, Barcelona… Esta escasez de población, además de las cuestiones económicas, es lo que hace más gravoso o perjudicial la expulsión de los moriscos y los judíos. Los Reyes Católicos (RRCC) quieren unificar religiosa y culturalmente el reino, para evitar enfrentamientos y divisiones internas y utilizarán la Inquisición, alimentando así la futura Leyenda Negra contra España, pero no olvidemos que los judíos ya habían sido expulsados de otros países europeos y que la guerra de religión y persecuciones religiosas serán como en toda Europa, incluida Gran Bretaña y Francia. La bula del Papa Sixto IV de 1478 autoriza la Inquisición contra los falsos conversos. El 31 de marzo de 1492, los RRCC decretan la expulsión de Castilla y Aragón de los judíos no convertidos al cristianismo. Las capitulaciones tras la conquista de Granada respetaban las costumbres y religión musulmana de sus habitantes mudéjares, pero ya en 1499 el cardenal Cisneros inicia la persecución y los decretos que obligaban a convertirse al cristianismo. Después de diferentes incidentes, como la rebelión morisca de la Alpujarra con Felipe II, son expulsados de Valencia acusados de practicar el islam.

Modelos de Repoblación

La Reconquista por los cristianos de territorios ocupados por los musulmanes desde el 711, se inició desde el mismo siglo VIII y tuvo como consecuencias la formación y expansión territorial de los reinos cristianos, gracias a la repoblación, que implicaba la repoblación demográfica del territorio conquistado y su explotación económica. Se utilizaron diferentes fórmulas según época y región:

La Presura

Predominó en el Duero, norte de Navarra y norte de Cataluña, en el siglo VIII-X. La monarquía y la nobleza animaban a los campesinos a instalarse libremente en las tierras reconquistadas, convirtiéndose en propietarios libres. Predominó sobre tierras y dio como consecuencia propiedades pequeñas y medianas.

La Repoblación Concejil por Fueros

Corresponde al Duero, Guadiana y norte de Levante en los siglos XI, XII y XIII. El rey concedía un fuero para atraer pobladores que se instalaban en una villa rodeada de un territorio agrícola llamado alfoz. Los repobladores obtienen tierras en propiedad y el concejo gestionaba los bienes comunales.

Las Repoblaciones por Donadíos Reales o Grandes Latifundios

Hicieron que se repartieran grandes propiedades a órdenes militares, a la nobleza o a la Iglesia, en regiones extensas y poco pobladas, que derivan en grandes latifundios eclesiásticos y en el dominio de la Mesta creada por Alfonso X.

La Repoblación por Repartimientos

Desde 1212 consistía en la concesión de un fuero a una ciudad y en el reparto entre los pobladores, según su importancia social.

La Corona de Castilla en el Siglo XIII

Después de la victoria sobre los almohades en la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, Alfonso VIII de Castilla tenía libre el camino hasta Andalucía. Posteriormente, Fernando III unifica Castilla y León en 1230 y conquista Extremadura y el valle del Guadalquivir. Alfonso X el Sabio incorpora el reino de Murcia y a finales del siglo XIII los reinos cristianos se dividían en el reino de Castilla, el reino de Aragón, Portugal y el reino de Navarra. Alfonso VIII ocupó el norte de Cáceres y Alfonso IX conquista Cáceres en 1227, Badajoz y Mérida en 1230. Toda Extremadura se incorpora a Castilla y su economía dependerá de la repoblación por donadíos. La Corona de Castilla abarcará Galicia, Asturias, León, Extremadura, Andalucía… Se organizará como una monarquía poderosa que controlaba muchas tierras de realengo, aunque también habrá muchos territorios dependientes de la jurisdicción nobiliaria y eclesiástica y ciudades con privilegios forales. No existía una capital fija y Castilla hereda la institución de las Cortes leonesas. Las Cortes tenían competencia para aprobar nuevos impuestos y tomar juramento al rey, y hasta el siglo XIV conservarán su importancia, que después perderán. Las Partidas de Alfonso X y el Ordenamiento de Alcalá de Alfonso XI, serán los principales códigos legales. El territorio se dividía en merindades gobernadas por un merino; los municipios eran gobernados por concejos abiertos de vecinos, pero desde el siglo XIII serán gobernados por una élite social que convierte los cargos municipales en patrimonios familiares.

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