El Antiguo Régimen: Concepto y Características Históricas

El Antiguo Régimen: Concepto y Contexto Histórico

El Antiguo Régimen fue definido por los historiadores como el sistema político, económico y social predominante en Europa y sus colonias entre los siglos XV y XVIII.

En Europa, hasta mediados del siglo XVII, la hegemonía correspondió a España, bajo el reinado de Carlos I. Esta situación propició numerosos enfrentamientos con Francia y otros estados europeos, que culminaron con la pérdida de parte de las posesiones españolas en el continente y con el predominio de Francia, personificado en el rey Luis XIV.

La hegemonía colonial fue ejercida, durante el siglo XVI, por España y Portugal a través de sus imperios coloniales. Sin embargo, los enfrentamientos con las demás potencias europeas provocaron la supremacía comercial en las colonias a favor de las Provincias Unidas, Gran Bretaña y Francia.

Características del Antiguo Régimen

  • Una demografía antigua
  • Una economía agraria
  • Una estructura social estamental
  • Una forma de gobierno absolutista

Una Demografía Antigua

  • Caracterizada por un escaso crecimiento natural: con altas tasas de natalidad contrarrestadas por altos índices de mortalidad (especialmente infantil).
  • Con un frágil equilibrio entre población y recursos: los escasos rendimientos agrícolas y la irregularidad de las cosechas desencadenaban reiteradas crisis de subsistencia que desembocaban en hambrunas y enfermedades epidémicas.

Sin embargo, a partir del siglo XVIII, se produjeron cambios muy positivos en ciertas zonas (como Inglaterra y Francia): aumentaron los excedentes alimentarios y una mejor nutrición condujo a la disminución de las hambrunas y epidemias.

Otro factor que influyó en esos cambios fue el progreso de la medicina.

El resultado fue un sustancial crecimiento demográfico, que contribuyó al aumento de la demanda de alimentos y manufacturas, así como a una mayor disponibilidad de mano de obra para el campo y la industria. Estos fueron factores esenciales en el fenómeno de la Revolución Agrícola e Industrial.

Una Economía Agraria

  • Una economía de base agraria, donde la principal fuente de riqueza era la tierra.
  • La industria, de carácter artesanal, conservaba todavía rasgos gremiales.
  • Los intercambios internos eran escasos y complicados, debido a las deficientes comunicaciones y a la inexistencia de un mercado interno unificado.
  • El comercio más relevante era el de larga distancia.
  • El desarrollo urbano era escaso: la aldea era el centro de organización y producción.
  • Eran escasas las ciudades con más de 50.000 habitantes.
  • La estructura de la propiedad era fundamentalmente de carácter señorial, herencia del feudalismo medieval.

A mediados del siglo XVIII, en Inglaterra, comenzó una importante emigración del campo a la ciudad. Ello repercutiría en un desarrollo sin precedentes del fenómeno del urbanismo.

Una Estructura Social Estamental

  • Articulada en estamentos o grupos sociales, definidos por un común estilo de vida y una función análoga. Era de carácter impermeable.
  • Los estamentos privilegiados eran la Nobleza y el Clero, que gozaban de privilegios como: ocupar los mejores puestos en la sociedad, no pagar impuestos y tener sus propios tribunales en caso de ser juzgados.
  • El estamento no privilegiado o Tercer Estado agrupaba a más del 90% de la población y carecía de privilegios, debiendo pagar impuestos. Este grupo social incluía a la burguesía, artesanos, campesinos, entre otros.
  • A raíz de los cambios producidos a lo largo del siglo XVIII, que desembocaron en la Revolución Francesa, se abrió paso a la sociedad capitalista, por lo que la rígida sociedad estamental entró en crisis.

Una Forma de Gobierno Absolutista

  • Un gobierno absolutista fundamentado ideológicamente en la fórmula de la «Monarquía de Derecho Divino«.
  • El monarca concentraba los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, controlando además la economía, la hacienda y el ejército.
  • Los órganos de gobierno donde estaban representados la Nobleza, el Clero y el Estado Llano, que eran convocados por el rey, apenas funcionaron a partir del siglo XVII.
  • El ejemplo más significativo de monarquía absoluta fue la francesa, personificada en Luis XIV (1643-1715), conocido como el «Rey Sol«.
  • El pueblo no participaba en el gobierno. La participación de los súbditos se limitaba a aprobar los impuestos solicitados por el rey.
  • Los sistemas políticos no absolutistas fueron escasos. Sin embargo, en Inglaterra, después de dos revoluciones contra el Absolutismo, se implantó una Monarquía Parlamentaria en el siglo XVII.
  • La crítica, en un principio, y la oposición frontal a la Monarquía Absoluta se produjeron a partir del siglo XVIII, donde se propuso una sociedad basada en la valía, el esfuerzo y el mérito personal. Este nuevo movimiento se conocería como la Ilustración.

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