El Movimiento Obrero y las Internacionales Socialistas: De la Utopía a la Acción Política

El Socialismo Utópico y los Orígenes del Movimiento Obrero

El término Socialismo Utópico surgió en Francia hacia 1830 y que se refería a la eliminación de la desigualdad social.

Objetivo del Movimiento Obrero

La clase obrera debía participar en la lucha política para conquistar el poder y transformar la sociedad.

Discrepancias Ideológicas en el Movimiento Obrero

Existían profundas diferencias en las estrategias y objetivos:

Los Seguidores de Proudhon

Defendían un socialismo moderado y no revolucionario, con las siguientes características:

  • Socialismo moderado.
  • No revolucionario.
  • No partidarios de la participación obrera en la lucha política.
  • No intervención del Estado en cuestiones laborales.
  • En definitiva, se oponían a las tesis de Marx.

Los Marxistas Radicales

Por su parte, los marxistas radicales defendían:

  • La utilización de la huelga como instrumento de lucha.
  • La participación obrera en la política.

La Primera Internacional (A.I.T.) y la Comuna de París

En 1868, Mijaíl Bakunin entró en la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.), lo que aumentó el enfrentamiento entre marxistas y anarquistas. Este conflicto ideológico culminó con el fracaso de la Comuna de París en 1871.

La Comuna de París (1871): Marzo a Mayo

Fue la primera vez que triunfó una revolución obrera. Tuvo lugar en París, tras la derrota de Francia en la guerra franco-prusiana y la caída del Segundo Imperio de Napoleón III.

Se organizaron elecciones que dieron la victoria a los conservadores. Ante esto, los obreros se sublevaron y en París se produjo una verdadera guerra civil. Los trabajadores de todas las tendencias políticas se hicieron con el control de la ciudad y de las fábricas, organizando París según los principios revolucionarios.

El Gobierno francés recurrió al ejército y los obreros fueron duramente reprimidos; varios miles fueron fusilados.

La derrota de la Comuna tuvo importantes consecuencias para la A.I.T. Karl Marx sostenía que el fracaso del primer gobierno obrero se debía a la falta de organización y de un programa político claro.

Bakunin, en cambio, defendía el carácter espontáneo, popular y sin organización de la revuelta. Estas discrepancias dieron lugar a que Bakunin y sus seguidores fueran expulsados de la Primera Internacional.

La mayoría de los gobiernos, alarmados por la Comuna de París, persiguieron a la A.I.T.

La Primera Internacional se disolvió en 1876. A partir de entonces, se fundaron partidos socialistas obreros en toda Europa.

La Segunda Internacional

Siguiendo las orientaciones de la Primera Internacional, en muchos países europeos se fundaron partidos socialistas de ideología marxista. El partido con más apoyo social fue el Partido Socialdemócrata Alemán, creado en 1875 en el Congreso de Gotha a partir de la fusión de organizaciones dirigidas por Lassalle, Liebknecht y Bebel. Antes de la Primera Guerra Mundial, contaba con una tercera parte de los escaños del Parlamento (el Reichstag), ejerciendo una notable presión para impulsar leyes y reformas sociales.

En España, se fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879. Poco más tarde, nacieron el Partido de los Trabajadores Socialistas en Francia y otras organizaciones similares en Austria, Bélgica, Países Bajos, Suecia y Dinamarca. Al mismo tiempo, surgieron numerosos sindicatos.

En el Reino Unido, el Independent Labour Party, precedente del actual Partido Laborista, no se creó hasta 1893. Este retraso se debía a la fortaleza de los sindicatos británicos. Este partido recogió pronto la afiliación masiva de los trabajadores pertenecientes al Trades Union Congress (TUC).

En 1889, coincidiendo con la Exposición Universal de París y con la celebración del primer centenario de la Revolución Francesa, se creó la alianza internacional formada por partidos socialistas obreros que mantenían una organización nacional autónoma y una ideología homogénea. Sin renunciar a la lucha de clases, las organizaciones adheridas aprobaban la participación del movimiento obrero en la vida política parlamentaria. La Segunda Internacional demostró la capacidad de acción de los partidos obreros y las conquistas sociales logradas en muchos países.

Tendencias de la Segunda Internacional

La Segunda Internacional tenía dos tendencias principales:

  • Reformista: Agrupaba a los partidos que aceptaban el sistema democrático y buscaban conquistas graduales a través de métodos pacíficos, participando en las elecciones de cada país.
  • Revolucionaria: Era una minoría que mantenía las tesis marxistas, defendiendo la conquista del poder mediante métodos revolucionarios, la destrucción del capitalismo y la instauración de una dictadura dirigida por representantes del proletariado.

Los debates entre reformistas y revolucionarios persistieron hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, y la Segunda Internacional no sobrevivió a la Gran Guerra.

La Segunda Internacional fue entonces reconstruida como Internacional Socialista. Los partidos comunistas, en cambio, se unieron en “secciones nacionales” a la Tercera Internacional, creada en 1919.

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