Era de Cambios: Industrialización, Expansión Colonial y la Primera Guerra Mundial

La Segunda Revolución Industrial: Innovación y Transformación

En el último tercio del siglo XIX, una serie de innovaciones tecnológicas impulsaron la Segunda Revolución Industrial. El avance tecnológico estrechó la relación entre la investigación científica y su rápida aplicación práctica en la industria. Las principales innovaciones fueron:

  • El uso de dos nuevas fuentes de energía, la electricidad y el petróleo, que destronaron al carbón. La electricidad, más limpia y barata, tuvo diversas aplicaciones: maquinaria, telecomunicaciones, la bombilla, el ocio y el transporte (tranvía y metro).
  • Nuevos medios de transporte redujeron el precio y la duración de los viajes. El petróleo fue fundamental para los primeros automóviles, barcos y aviones, que surgieron a principios del siglo XX.
  • Las redes de telegrafía y el teléfono permitieron la comunicación instantánea.
  • El desarrollo de nuevos productos, como el vidrio, los tintes químicos y los explosivos, impulsó nuevos sectores productivos. Las industrias química, farmacéutica, de construcción y alimentaria experimentaron grandes avances.

Estas innovaciones tecnológicas propiciaron una nueva organización del capital y del trabajo, conocida como taylorismo, que activó un proceso de concentración industrial.

También se transformó la estructura de la producción mundial, con una mayor especialización de las nuevas industrias de alta demanda, como la petrolera, la química y la automotriz.

Expansión Comercial y el Auge del Consumo de Masas

Entre 1850 y 1914, el volumen del comercio internacional se multiplicó por siete gracias a los progresos del transporte, como, por ejemplo, las redes de ferrocarriles y la apertura del Canal de Suez. La producción masiva de bienes cada vez más diversificados permitió una bajada de precios. El comercio interior también experimentó una gran expansión; el aumento de los salarios obreros y los nuevos sistemas de venta inauguraron la era del consumo de masas.

La creciente necesidad de generar más consumidores revolucionó los sistemas de venta. Por ello, aparecieron los grandes almacenes, superficies comerciales polivalentes que ofrecían una gran variedad de productos a un menor precio que en las tiendas tradicionales.

Crecimiento Demográfico y Grandes Migraciones

La población europea experimentó un notable crecimiento gracias a la mejora de la dieta (favorecida por los bajos precios de los alimentos), el desarrollo económico y los progresos médicos y sanitarios (como las vacunas) que ayudaron a combatir grandes epidemias como el cólera.

El aumento de la esperanza de vida se debió al descenso de la mortalidad. Las tasas de natalidad también aumentaron significativamente (pasando de 275 millones a 460 millones de habitantes).

Junto al aumento demográfico, se produjo una reducción del empleo, provocada por la llegada de granos y otros alimentos más baratos de América y Rusia. Esto, a su vez, impulsó un aumento de la emigración.

Nuevos Métodos de Producción: Taylorismo y Fordismo

En 1881, Frederick Winslow Taylor demostró que la eficiencia del trabajo aumentaba al optimizar el tiempo. Su objetivo era aumentar la productividad mediante la especialización del trabajo y la reducción del tiempo empleado, con el fin de abaratar los costes de producción y los precios finales.

Del taylorismo se pasó al fordismo (siglo XX), un sistema creado por Henry Ford que combinaba el taylorismo con incentivos salariales para los trabajadores. Este sistema estimuló la concentración de capitales y de empresas. Muchas empresas se unieron para pactar precios, distribuirse mercados (como los trusts) y conseguir exclusividad en la venta de un producto (monopolios). Algunas de estas empresas se convirtieron en multinacionales. La concentración vertical asociaba empresas que realizaban actividades complementarias, mientras que la concentración horizontal agrupaba a productores de un mismo ramo productivo.

Tipos de Concentración Empresarial

  • Cartel: Grupo de empresas similares que se asocian para fijar precios, cuotas de producción o distribuirse el mercado.
  • Trust: Unión de varias empresas bajo una misma administración para controlar un sector del mercado.
  • Holding: Sociedad financiera que posee participaciones de capital en diversas empresas, controlándolas.
  • Monopolio: Situación de mercado en la que un único productor o distribuidor tiene el control exclusivo sobre un producto o servicio.

Las Causas del Imperialismo del Siglo XIX

A finales del siglo XIX, el imperialismo surgió impulsado por el avance de la industrialización y la creciente competencia entre las potencias europeas.

Causas Políticas y Demográficas

Las colonias se convirtieron en enclaves estratégicos para las potencias europeas, buscando aumentar su poder militar y geopolítico en todos los continentes. Los territorios conquistados también permitieron el establecimiento del excedente de población europeo.

Causas Económicas

Europa dominaba la economía mundial, y sus industrias aspiraban a ampliar los mercados para vender sus excedentes de producción, asegurarse el abastecimiento de materias primas e invertir capitales en zonas donde pudieran obtener mayores beneficios.

Los europeos explotaron los recursos coloniales, aprovechando el bajo coste de la mano de obra indígena. Se apropiaron de vastos territorios para establecer plantaciones (cacao, té, azúcar, caucho, café…), explotaron los recursos mineros (cobre, oro, diamantes…) y construyeron grandes infraestructuras para facilitar el transporte (líneas ferroviarias, carreteras…).

Causas Culturales e Ideológicas

La conquista colonial, que aprovechó las rutas abiertas por los exploradores, se apoyaba en una concepción racista basada en la supuesta superioridad de la raza blanca. Los europeos consideraban que tenían una «misión civilizadora» sobre las razas supuestamente inferiores. El colonialismo también contribuyó a la exaltación nacionalista de los grandes Estados europeos.

La Expansión Colonial Europea

En el último tercio del siglo XIX, las potencias europeas se lanzaron a la conquista de zonas de África y Asia. La rivalidad entre potencias desató una carrera colonial por conquistar y dominar nuevos territorios.

África, un territorio relativamente poco poblado, fue el continente más colonizado. Más tarde, otros Estados (Alemania, Bélgica, Portugal…) también se asentaron en África. Esta rivalidad provocó la Conferencia Internacional de Berlín (1885).

En Asia, la colonización británica se centró en la India. Los británicos también se expandieron por Birmania y Malasia, y controlaron Australia.

Francia, por su parte, tuvo su centro de expansión en Indochina.

El Imperio ruso se expandió hacia Siberia y hacia el sur, ocupando la zona de Asia Central.

China no fue ocupada por ningún país en su totalidad, pero los ingleses consiguieron establecer algunos enclaves comerciales como Hong Kong. Entre 1885 y 1911, otras potencias (Francia, Estados Unidos, Alemania, Rusia, Japón) también obtuvieron zonas de influencia en China.

El Impacto del Colonialismo en los Pueblos Colonizados

Impacto Económico

El colonialismo comportó la expropiación de tierras a los nativos para crear grandes plantaciones, lo cual supuso un retroceso de la agricultura de subsistencia, la expoliación de las riquezas naturales (minerales, metales preciosos, petróleo…) y el inicio de una profunda dependencia económica. Las metrópolis impulsaron la construcción de grandes infraestructuras para explotar y comunicar los territorios conquistados.

Impacto Político y Social

La administración colonial puso fin a las estructuras y jerarquías tribales tradicionales e impuso una nueva élite dirigente, formada por europeos que gozaban de privilegios. Al crear numerosas fronteras artificiales, se establecieron límites entre imperios y se dividieron antiguas naciones, lo que generó multitud de conflictos. La introducción de vacunas y medidas higiénicas, así como la construcción de hospitales, redujeron la mortalidad y favorecieron el aumento de la población. Sin embargo, el desequilibrio entre población y recursos provocó problemas de abastecimiento de alimentos y hambrunas, que resultaron en una subalimentación generalizada en África.

Impacto Cultural

En África, donde predominaba la cultura oral, se produjo una notable aculturación y una mayor pérdida de identidad cultural que en Asia.

Estados Liberales Democráticos en Europa

Gran Bretaña: Monarquía Liberal y Reformas

Gran Bretaña fue una monarquía liberal durante el reinado de Victoria I (1837-1901), periodo conocido como la Era Victoriana. Su sistema político se basaba en el poder de dos grandes partidos: los tories (conservadores) y los whigs (liberales). El proceso de democratización del sistema liberal inglés se basó en diversas leyes de reforma (Reform Acts). Los gobiernos conservadores y liberales ampliaron progresivamente el derecho a voto y, en 1913, la mayoría de la población masculina podía votar, con la excepción de indigentes, sirvientes y mujeres.

A finales de siglo, la enseñanza se hizo obligatoria y gratuita de los 5 a los 13 años, se aprobó la reducción de la jornada laboral a 8 horas y se crearon seguros médicos, de vejez y de paro.

Francia: Del Segundo Imperio a la Tercera República

La derrota francesa en Sedán frente a Prusia (1870) provocó la caída del Segundo Imperio de Napoleón III y la proclamación de la República.

Así, Francia se convirtió en la única de las grandes potencias europeas con un régimen político republicano.

La Tercera República francesa tenía dos cámaras legislativas (Asamblea y Senado) y un presidente con poderes limitados. En este periodo se impulsó la democratización política: se restauraron las libertades públicas, se instauró el sufragio universal masculino, se eligieron a los alcaldes y se legalizaron los sindicatos obreros.

La opinión pública francesa estaba dividida por la relación con Alemania, muy conflictiva a raíz de la pérdida de Alsacia y Lorena, territorios cedidos a Alemania durante la Guerra Franco-Prusiana de 1870-1871.

La Alemania de Bismarck y el Segundo Reich

En 1870, Alemania inició la construcción de su nuevo Estado unificado y se convirtió rápidamente en una gran potencia que aspiraba a dirigir la política europea y a extender su poder e influencia por el continente.

La Alemania del Segundo Reich se consolidó bajo el liderazgo del canciller Otto von Bismarck y el emperador Guillermo I. El régimen político establecido con la Constitución de 1871 mostraba un fuerte componente autoritario. Existía sufragio universal masculino, pero solo para la elección de la cámara baja (Reichstag). Sin embargo, para evitar un estallido revolucionario, Bismarck adoptó una serie de reformas sociales que favorecieron a las clases populares: leyes de seguro de enfermedad, de accidentes de trabajo, de pensiones, etc.

Los Desafíos de un Imperio Plurinacional: El Austro-Húngaro

A finales del siglo XIX, el Imperio austrohúngaro continuaba siendo un complejo mosaico de nacionalidades y religiones. Existían aspiraciones nacionales sin resolver entre los pueblos del Imperio. Algunos de estos pueblos seguían sometidos a la monarquía y, por ello, se oponían al Imperio. A esta complicada situación interna se unía el conflicto generado en los Balcanes por la desintegración paulatina del Imperio Otomano (turco). El Imperio austrohúngaro pretendía influir en esa región y ampliar su espacio a costa del Imperio Otomano. En 1878, ocupó los territorios eslavos de Bosnia, lo que provocó la alarma de Serbia. La tensión en la zona de los Balcanes, exacerbada por el Imperio austrohúngaro, causó graves problemas que finalmente contribuyeron al estallido de la Primera Guerra Mundial.

Las Causas de la Primera Guerra Mundial

La Formación de Bloques de Alianzas

A comienzos del siglo XX, la mayoría de los países europeos formaban parte de un complejo sistema de alianzas entre Estados, creado desde finales del siglo XIX en la época de Bismarck, que contribuyó al estallido de la Primera Guerra Mundial.

El sistema de alianzas de Bismarck tenía como objetivo consolidar la hegemonía alemana en la política continental europea y la contención de sus rivales. Estas alianzas concluyeron con la firma de la Triple Alianza en 1882 entre Italia, el Imperio austrohúngaro y Alemania.

Francia y Rusia, que se sentían amenazadas por Alemania, firmaron un acuerdo en 1892. Posteriormente, Francia firmó con Gran Bretaña, que temía la creciente rivalidad alemana en el comercio marítimo y naval. Estas alianzas, destinadas a contener a Alemania, llevaron a la creación de la Triple Entente (1907).

Los Enfrentamientos Imperialistas

Alemania también rivalizaba con Francia y Gran Bretaña por el dominio de las colonias extraeuropeas y aspiraba a convertirse en una potencia colonial en África. A principios del siglo XX, las pretensiones de Alemania de introducirse en Marruecos generaron dos momentos de tensión que estuvieron a punto de desatar una guerra:

  • Primera Crisis Marroquí (1905): Guillermo II ofreció apoyo militar al sultán de Marruecos para resistir las presiones francesas. Para resolver el conflicto, se convocó la Conferencia de Algeciras en 1906, que estableció un protectorado compartido entre España y Francia en Marruecos.
  • Segunda Crisis Marroquí (1911): El gobierno de Berlín envió barcos de guerra al puerto de Agadir para proteger a los súbditos alemanes. Alemania acabó consiguiendo la ampliación de su colonia de Camerún a cambio de abandonar sus pretensiones sobre Marruecos.

Las Aspiraciones Nacionalistas en los Balcanes

Los intereses del Imperio austrohúngaro y del Imperio ruso chocaban al aspirar ambos a ampliar su influencia en los Balcanes. Para frenar el expansionismo austriaco, Rusia se convirtió en protector y aliado de Serbia.

En los Balcanes estallaron tres crisis sucesivas que agravaron la tensión:

  • Anexión de Bosnia-Herzegovina (1908): Provocó la indignación de Rusia y fue el origen de las dos guerras balcánicas.
  • Primera Guerra Balcánica (1912): El Imperio ruso apoyó la creación de una Liga Balcánica para enfrentarse al Imperio Otomano. Los otomanos tuvieron que abandonar los territorios europeos que aún poseían, excepto Constantinopla, y reconocer la independencia de Albania.
  • Segunda Guerra Balcánica (1913): Enfrentó a los serbios y a los búlgaros.

La Paz de Bucarest obligó a Bulgaria a ceder territorios a diversos países vecinos.

El Estallido de la Primera Guerra Mundial

El detonante final de la guerra fue el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando, heredero al trono austrohúngaro, el 28 de junio de 1914. Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia, acusada de organizar el atentado.

A partir de ese momento, se inició el complejo juego de alianzas, y en una semana toda Europa entró en guerra. Rusia apoyó a Serbia y declaró la guerra a Austria-Hungría. Alemania, aliada de Austria-Hungría, declaró la guerra a Rusia y a Francia. La invasión de Bélgica por parte de Alemania hizo que el Reino Unido declarara la guerra a Alemania y Austria-Hungría. Solo Italia se mantuvo neutral inicialmente.

De la Crisis de 1917 al Armisticio Final

El año 1917 fue crucial para el desarrollo del conflicto. Las deserciones aumentaron y se produjeron numerosos motines en el frente. Por otro lado, el triunfo de la Revolución Rusa hizo que el país firmase, en marzo de 1918, el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, retirándose de la guerra.

La entrada en guerra de Estados Unidos fue un punto de inflexión. La incorporación de 2 millones de soldados estadounidenses y el poderío industrial de EE. UU. inclinaron la balanza a favor de los Aliados.

En 1918 se produjo el desenlace definitivo del conflicto:

  • En el frente balcánico, británicos, franceses e italianos derrotaron, respectivamente, a turcos, búlgaros y austrohúngaros.
  • En el frente occidental, los Aliados lograron una victoria decisiva y forzaron la retirada del ejército alemán. El 9 de noviembre, el káiser abdicó, se proclamó una república en Alemania y se firmó el armisticio el día 11. La Primera Guerra Mundial había terminado.

La Conferencia de Paz de París y los Tratados Post-Guerra

En 1919, los países vencedores se reunieron en París para preparar los tratados de paz que remodelarían Europa. El presidente de EE. UU., Woodrow Wilson, propuso un programa de Catorce Puntos para negociar la paz, basado en el derecho de las naciones a la autodeterminación, la destrucción de los imperios, la consolidación de la democracia y la libertad de comercio internacional.

Se establecieron cinco tratados, cada uno dirigido a un país vencido. Todos ellos fueron obligados a ceder territorios, a pagar reparaciones por los daños ocasionados y a reducir su ejército. El más importante fue el Tratado de Versalles, el cual obligaba a Alemania a reconocer su responsabilidad en la guerra y le imponía condiciones muy severas. Alemania recibió este tratado como una imposición (Diktat), lo que generó un profundo descontento con graves consecuencias futuras.

Consecuencias Inmediatas de la Primera Guerra Mundial

Consecuencias Demográficas

La guerra tuvo un elevado coste humano. Murieron casi 10 millones de personas, y dejó a muchos inválidos y heridos. Se registró una alta mortalidad y una drástica disminución de la natalidad.

Consecuencias Económicas

El conflicto empobreció a los países beligerantes. Muchas ciudades y campos fueron destruidos. Numerosos países perdieron riqueza e industria. Las finanzas públicas de los Estados quedaron gravemente afectadas a causa de los empréstitos de guerra. Europa perdió su hegemonía en la economía mundial en beneficio de Estados Unidos, que se convirtió en el líder de las finanzas globales. La guerra también benefició a Japón, que aumentó su producción industrial y amplió sus mercados.

Consecuencias Sociales

Los años posteriores a la guerra estuvieron marcados por penurias económicas debido a la gran subida de precios. Esta situación provocó un aumento del malestar social, con numerosas huelgas y manifestaciones.

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