El Colapso de la Restauración Borbónica: De Maura y Canalejas a la Dictadura de Primo de Rivera (1902-1931)

Intentos de Modernización: Regeneracionismo y Revisionismo

Se realizaron diversos intentos de modernización del Sistema de la Restauración promovidos por los partidos del turno. Antonio Maura y José Canalejas serán los protagonistas políticos de este tiempo. Antonio Maura, conservador, mantuvo el protagonismo hasta 1909, y el liberal José Canalejas, desde 1909. Sus gestiones políticas finalizaron en fracaso, pese a ciertos logros puntuales, que se concretaron en la crisis de 1917.

Después del Desastre del 98, la regente María Cristina puso en el poder a los conservadores encabezados por Francisco Silvela, unidos a personajes como el general Polavieja. Buscaban la renovación intentando la descentralización administrativa, pero aumentaron los impuestos sobre los productos de primera necesidad. Alfonso XIII subió al trono con 16 años, lo que coincidió con la muerte de Sagasta. Antonio Maura le sucedió en el liderazgo del Partido Conservador.

El Regeneracionismo de Maura (1903-1909)

Maura gobernó entre 1903-1904 (gobierno corto) y 1907-1909 (gobierno largo). Maura y los suyos preconizaban la “revolución desde arriba”, es decir, la implantación de una serie de cambios profundos desde el Gobierno. Quiso finalizar con la farsa electoral anterior, para lo que se aprobó la Ley Electoral que pretendía acabar con el caciquismo, convirtiendo el voto en obligatorio. Realizó una reforma de la Administración con la Ley de Bases para la Administración Local, que iba a permitir las diputaciones o la creación de mancomunidades. El gobierno de Maura destacó por su enorme actividad en casi todos los ámbitos.

La llamada a filas de los reservistas de la ciudad de Barcelona produjo la Semana Trágica de Barcelona. Tras la caída de Maura, los liberales llegaron al poder con la figura de Segismundo Moret y, desde 1910, con José Canalejas.

El Liberalismo de Canalejas (1910-1912)

Canalejas presentó la oportunidad de los liberales para desarrollar su política de regeneración nacional. Su actuación más polémica fue la Ley de Asociaciones Religiosas, conocida como Ley del Candado, por la que se prohibía el establecimiento sin permiso de nuevas órdenes religiosas en España. Además:

  • Aumentó la protección legal de los trabajadores regulando la jornada máxima de trabajo y los contratos de aprendizaje.
  • Promovió la Ley de Mancomunidades en territorios como Cataluña.
  • Modificó el sistema de reclutamiento militar, sin poder evadir este reclutamiento por dinero (eliminación del sistema de cuotas).

Canalejas y Maura se llevaban bien, hasta el asesinato de Canalejas. Tras este hecho, el rey, en vez de llamar a Maura a formar Gobierno, llamó al conservador Eduardo Dato. Canalejas y Maura desaparecieron del ámbito político por diferentes circunstancias.

El Refuerzo de la Oposición

Al margen de los partidos dinásticos, la oposición fue reforzándose:

  • Republicanismo: Se amplió con la aparición de nuevos partidos, convirtiéndose en la principal fuerza opositora.
  • Movimiento Obrero: Se consolidó el socialismo (Partido Socialista Obrero Español, PSOE, con Pablo Iglesias como diputado, y la Unión General de Trabajadores, UGT) y el anarcosindicalismo (Confederación Nacional del Trabajo, CNT, el sindicato más influyente en el primer cuarto del siglo XX). En 1921 surgió el Partido Comunista de España (PCE).
  • Nacionalismos Regionales: Crecieron. En Cataluña destacó la Lliga Regionalista de Prat de la Riba. En el País Vasco, el principal partido era el PNV (que durante un tiempo se llamó Comunión Nacionalista Vasca), junto a los republicanos de Acción Nacionalista Vasca. El PNV creó su sindicato, Solidaridad de Obreros Vascos.
  • Carlismo: Mantuvo sus posiciones.

La Quiebra del Sistema: Conflictividad Social y Crisis de 1909, 1917 y 1921

Conflictividad Social

En España se desarrolló el movimiento obrero y un espectacular crecimiento del sindicalismo. Barcelona se convirtió en el epicentro de operaciones de este movimiento, destacando la huelga en la industria que abastecía a la ciudad de electricidad, conocida como “La Canadiense”. En Andalucía se desarrolló una revuelta campesina motivada por la situación de hambre que vivía el país. Se quemaron cosechas y se protestó con más de 30.000 trabajadores, dentro de un proceso que se denominó el Trienio Bolchevique.

El resultado de esta situación fue el apoyo de los políticos a los patronos, defendiendo a los pistoleros e incluso poniendo en marcha la Ley de Fugas, por la cual la policía podía disparar a los detenidos en caso de intento de fuga. Fue una época conocida como Pistolerismo entre 1916 y 1923.

Crisis de 1909: La Semana Trágica de Barcelona

La Semana Trágica de Barcelona (1909) fue la primera crisis grave que sufrió el Sistema de la Restauración tras la Guerra de Cuba. Esta sublevación fue una explosión de descontento popular motivada por el paro en el sector textil y el embarque de los soldados destinados a Marruecos en el puerto de Barcelona. Entre los amotinados había anarquistas, republicanos y catalanistas que tomaron las calles de la ciudad. Se desarrolló violencia contra la Iglesia y la quema de conventos, lo cual fue visto en la católica España como un signo de barbarie y desorden público.

La respuesta del gobierno de Maura contra la Semana Trágica fue el uso de la fuerza y una represión exagerada, lo cual le costó perder el poder. En la Semana Trágica de Barcelona estallaron a la vez todos los conflictos latentes en el Sistema de la Restauración ante la opinión pública y comenzó la lenta ruina de dicho sistema político.

El asesinato de Canalejas y los acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona abrieron un nuevo período en el que se manifestó la crisis de los Partidos del Turno y el propio Turno de Partidos. La crisis de los partidos del turno se debió a que dependían demasiado de líderes como Cánovas, Sagasta o Canalejas y, cuando estos desaparecieron, la falta de liderazgo produjo luchas internas por el poder.

Crisis de 1917: El Triple Desafío

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), España se mantuvo neutral, aunque la opinión pública se dividió entre aliadófilos y germanófilos. La guerra tuvo efectos económicos y sociales muy importantes en España. El país pasó a ser suministrador de materias primas y alimentos, lo cual hizo aumentar las exportaciones y mejoró la balanza comercial. Sin embargo, el aumento de la demanda exterior provocó un ascenso generalizado de los precios. Los beneficios obtenidos no se repartieron adecuadamente, ni se produjo un ascenso paralelo de los salarios. Las clases bajas perdieron poder adquisitivo y aumentó el descontento y la conflictividad social (afiliaciones a los sindicatos, huelgas).

Todos estos problemas económicos y sociales se unieron al problema político y al descontento en el ejército, y finalmente se precipitaron en la Crisis de 1917, que se manifestó en tres frentes:

  1. Las Juntas Militares de Defensa: La primera manifestación de esta crisis fue la creación de las Juntas Militares de Defensa, sublevaciones por el descontento contra la política del gobierno liberal de Romanones. El Manifiesto de las Juntas de Defensa supuso la reaparición del protagonismo del ejército en la política. El rey Alfonso XIII apoyó este movimiento, convencido de que el ejército era la mejor defensa contra la oposición política al Sistema de la Restauración.
  2. La Asamblea de Parlamentarios: Fue el segundo capítulo de la crisis de 1917. Se trató de una especie de “parlamento alternativo” a las Cortes. Pudo ser una revolución política incruenta, pues pretendía comportarse como una asamblea constituyente que modificara definitivamente el caduco sistema de Cánovas, pero fracasó.
  3. La Huelga General: Fue el tercer aspecto, promovida por socialistas y anarquistas, y que protestaba contra la pérdida de poder adquisitivo de los obreros. Es calificada como una Huelga Revolucionaria. La huelga tuvo éxito en zonas urbanas (Barcelona, Madrid, Vizcaya, Asturias, Zaragoza), pero apenas tuvo importancia en otras zonas como Andalucía.

Crisis de 1921: El Desastre de Annual

La Guerra de Marruecos fue un auténtico cáncer de la vida política española. Su origen está en la Conferencia de Algeciras, en la que las disputas entre las grandes potencias provocaron la concesión del Rif a España. El Rif era una zona pobre poblada por tribus belicosas llamadas kabilas que constantemente amenazaban los puertos de Ceuta y Melilla. El gobierno de Maura y el ejército español se plantearon la conquista de El Rif como una cuestión de honor y prestigio nacional que permitiera olvidar a la opinión pública el Desastre del 98.

La Guerra de Marruecos dividió a la sociedad española: los políticos se dividieron entre aquellos que apoyaban la conquista de Marruecos y los que preferían su abandono. Los militares se dividieron entre los africanistas y los juntistas. La Guerra de Marruecos agravaba el problema de los soldados de cuota que libraba del servicio militar a los hijos de las clases acomodadas (esto provocó la Semana Trágica de Barcelona).

El General Fernández Silvestre fue derrotado en Annual. La oposición acusó al gobierno e incluso al propio rey de ineptitud. El Desastre de Annual fue una de las causas más importantes del golpe de Estado del General Primo de Rivera (1923).

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

La Dictadura de Primo de Rivera surgió como la última oportunidad que tenía la monarquía de Alfonso XIII de perpetuarse mediante la solución de los problemas que aquejaban a España. Entre sus causas se encuentran la inoperancia de los Partidos del Turno, el estado de agitación social influido por la Revolución Rusa, el Desastre de Annual y el ejemplo del triunfo del Fascismo. El Golpe de Estado contó con el apoyo del empresariado catalán, interesado en acabar con el peligro anarquista, y del rey Alfonso XIII.

En su manifiesto inaugural, Primo de Rivera anunció su firme voluntad de acabar con los caciques y el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional.

El Directorio Militar (1923-1925)

Fue el primer período de la Dictadura. Se trataba de un gobierno formado por militares que suspendió la Constitución de 1876. Este primer período estuvo coronado por varios éxitos:

  • El Desembarco de Alhucemas (1925), que llevó a la derrota de Abd-el-Krim gracias a la colaboración con los franceses, poniendo fin a la Guerra de Marruecos.
  • La represión del anarquismo en Barcelona.

Una de las primeras medidas del Directorio Militar fue la creación del Estatuto Municipal y Provincial para intentar acabar con el caciquismo.

El Directorio Civil (1925-1930) y el Fin de la Dictadura

Primo de Rivera quiso crear un partido, la Unión Patriótica, formado por “notables locales” y no por auténticos políticos. Fue un partido gubernamental sin programa político, cuyo único objetivo era apoyar a Primo de Rivera. También quiso reformar la Constitución, pero no tuvo suficientes apoyos y se retiró de la política en 1930.

La oposición política se reflejó en los líderes políticos que participaron de conspiraciones militares para echar del poder a Primo de Rivera. En este periodo se creó un sindicato estudiantil: la Federación Universitaria Española (FUE), de carácter republicano. Políticamente, los republicanos se organizaron en la llamada Alianza Republicana y se convirtieron en la principal oposición a Primo de Rivera.

La retirada de Primo de Rivera llevó a la oposición política, ilegalizada durante la Dictadura, a firmar el Pacto de San Sebastián. En este pacto, la oposición se unió para derribar a la Monarquía, en principio mediante un pronunciamiento. Sin embargo, el fin de la Monarquía de Alfonso XIII provino de la voluntad popular, por los buenos resultados de la coalición republicana en las elecciones municipales de abril de 1931, que fueron entendidas como un plebiscito entre Monarquía y República. Alfonso XIII abdicó y abandonó España. Así se proclamó la II República Española.

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