El Camino a la Democracia en España: Las Reformas Clave de Adolfo Suárez

Las actuaciones de Adolfo Suárez para la reforma política del régimen franquista

El nombramiento de Suárez y la Ley para la Reforma Política

El 1 de julio de 1976, Adolfo Suárez fue nombrado presidente del Gobierno. Este nombramiento fue recibido inicialmente con desaliento por la prensa y la oposición, que no confiaban en que una figura procedente del falangismo pudiera liderar un cambio real. Sin embargo, Suárez tenía un plan claro para evolucionar hacia la democracia, como demostró desde el principio con medidas como una primera amnistía y manteniendo contactos periódicos con la oposición. Esto generó esperanzas de que la vía reformista fuera viable, lo que llevó a posponer el dilema “monarquía/república”.

Suárez consiguió que las Cortes franquistas aprobaran la Ley para la Reforma Política, que en la práctica desmantelaba el franquismo desde la legalidad. Esta ley, aprobada en referéndum, establecía el procedimiento para la creación de unas nuevas Cortes elegidas por sufragio universal y directo.

El camino a las elecciones: un clima de máxima tensión

El camino hacia la cita electoral no fue fácil, en especial por el recrudecimiento del terrorismo, tanto de la extrema derecha como de ETA y del GRAPO. El momento de máxima tensión se alcanzó a finales de enero de 1977 en Madrid, con varios sucesos graves:

  • Grupos incontrolados de extrema derecha asesinaron a un estudiante en una manifestación y, al día siguiente, provocaron la matanza de Atocha, al irrumpir en un despacho de abogados laboralistas (vinculados al PCE y CCOO) donde asesinaron a cinco de ellos e hirieron de gravedad a otros cuatro.
  • El GRAPO secuestró a un teniente general y posteriormente asesinó a dos policías y un guardia civil.

En este contexto, se promulgó la Ley sobre el Derecho de Asociación Política, que permitió la legalización de todos los partidos democráticos.

Las primeras elecciones democráticas y los Pactos de la Moncloa

El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas, con los siguientes resultados destacados:

  • Triunfó la UCD (Unión de Centro Democrático), una coalición con un amplio espectro ideológico que incluía a franquistas reformistas, demócratas moderados y socialdemócratas.
  • Le siguió en votos el PSOE, dirigido por Felipe González, que ofrecía una imagen de juventud y entusiasmo acorde con el deseo de cambio de gran parte de la sociedad.
  • Otros partidos relevantes fueron el PCE y Alianza Popular (AP) de Manuel Fraga, que representaba a la derecha política.

Tras los resultados, el rey encomendó a Adolfo Suárez, como líder de UCD, que formara su segundo gobierno, el primero democrático. En un contexto de grave crisis económica, agravada por la crisis del petróleo de 1973, se hizo necesario un gran acuerdo social que se materializó en la firma de los Pactos de la Moncloa. Suscritos por los principales partidos políticos, sindicatos, la patronal y el Gobierno, su objetivo era consensuar una política económica que garantizase la estabilidad social mientras se elaboraba la Constitución.

La Constitución de 1978

El proceso constituyente y el consenso

Una vez constituidas las nuevas Cortes democráticas, los representantes elegidos decidieron elaborar una nueva Constitución, convirtiéndose así en Cortes Constituyentes. El proceso se caracterizó por la búsqueda de un consenso generalizado. Se creó una ponencia constitucional, con los llamados “Padres de la Constitución”, en la que estaban representados UCD, PSOE, AP, el PCE y la minoría catalana. La ausencia del PNV tuvo consecuencias, ya que este partido no votaría a favor de la Constitución.

El texto fue aprobado en julio de 1978 por el Congreso, en octubre en sesión conjunta del Congreso y el Senado, y finalmente ratificado por el pueblo español en el referéndum del 6 de diciembre de 1978. Como fruto del consenso, la izquierda renunció a la República, la derecha admitió la democracia y las autonomías, y los catalanes aceptaron el término “nación española” a cambio del de “nacionalidad” para Cataluña. Sin embargo, el PNV no la aceptó por la afirmación de la “indisoluble unidad de la Nación española”, aunque la acató públicamente.

Características principales

  • Soberanía popular: Reside en el pueblo español y se expresa a través de los partidos políticos (pluripartidismo).
  • Forma de Estado: Se define a España como un Estado social y democrático de Derecho con una monarquía parlamentaria. El rey es el Jefe del Estado, con mando militar supremo, y actúa como poder moderador (“el rey reina, pero no gobierna”).
  • División de poderes:
    • Legislativo: Reside en las Cortes Generales, de estructura bicameral (Congreso y Senado).
    • Ejecutivo: Corresponde al Gobierno, que dirige la política interior y exterior, la administración civil y militar y la defensa del Estado.
    • Judicial: Compuesto por jueces y magistrados. El Tribunal Supremo es el máximo órgano de apelación. Se crean el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
  • Sufragio: Es universal y la mayoría de edad se establece a los 18 años.
  • Estado aconfesional: Se garantiza la libertad religiosa y la separación Iglesia-Estado.
  • Derechos y libertades: Se incluye una declaración muy amplia y detallada de derechos individuales y cívico-políticos, como el derecho a la educación, salud, vivienda, trabajo, reunión, manifestación, libertad ideológica y de culto. Se abole la pena de muerte.

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