La España de los Austrias y los Borbones: Del Imperio a la Ilustración (Siglos XV-XVIII)

Los Reyes Católicos y la Formación del Estado Moderno

En 1479, los Reyes Católicos unieron las coronas de Castilla y Aragón, con Isabel reconocida como reina de Castilla y Fernando como rey de Aragón, acordando gobernar conjuntamente. Su reinado sentó las bases de un Estado moderno y centralizado, promoviendo la unidad territorial, religiosa y la expansión exterior. Crearon el Tribunal de la Inquisición y en 1492 se expulsó a los judíos no conversos; la conversión forzosa de musulmanes llevó a muchos a convertirse en moriscos o a emigrar al norte de África.

La unión de las coronas fue dinástica, conservando cada reino sus leyes, instituciones y moneda. Se reforzaron organismos como Cortes, Consejos, secretarios reales y Chancillerías, se crearon virreyes, corregidores y la Santa Hermandad para mantener el orden. Tras la muerte de Isabel en 1504, su hija Juana heredó Castilla y, en 1517, Carlos I volvió a unir las coronas. La conquista de Granada (1483–1492) completó la unificación peninsular, marcando el fin del reino nazarí.

El Descubrimiento de América y la Expansión del Imperio

En 1492, los Reyes Católicos financiaron el viaje de Colón mediante las Capitulaciones de Santa Fe, que permitió llegar a las Antillas y establecer bases en Cuba y La Española. Colón realizó otros tres viajes y, con posteriores exploraciones, se confirmó la existencia de un nuevo continente, llamado América. La Casa de Contratación de Sevilla controló los viajes y el comercio con las Indias.

Bajo Carlos I y Felipe II se realizaron nuevas expediciones:

  • Núñez de Balboa descubrió el Pacífico.
  • Magallanes y Elcano dieron la primera vuelta al mundo.
  • Hernán Cortés conquistó el imperio azteca.
  • Francisco Pizarro conquistó el imperio inca.

Las conquistas provocaron un fuerte descenso demográfico indígena, destrucción cultural y desplazamientos forzosos, denunciados por Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria, mientras las Leyes Nuevas intentaron regular los abusos. El descubrimiento generó nuevas rutas comerciales, la llegada de metales preciosos y cultivos como el maíz, la patata y el tomate, fortaleciendo a España como potencia mundial, aunque también atrajo la piratería inglesa.

El Imperio de los Austrias (Siglo XVI)

El reinado de Carlos I (1517-1556)

Carlos I subió al trono en 1517 procedente de Flandes, rodeado de consejeros extranjeros y centrado en obtener la corona imperial, que logró en 1519 al ser coronado como Carlos V. Su ausencia provocó la Revuelta Comunera, liderada por Bravo, Maldonado y Padilla, que exigían más participación urbana, evitar la salida de metales, sustituir a los extranjeros por castellanos y que el rey residiera en Castilla; fueron derrotados en Villalar (1521). También se reprimieron las Germanías en Valencia y Mallorca. Carlos I fortaleció la autoridad real y apoyó su Imperio en Castilla, mientras en el exterior combatió a turcos, franceses y príncipes protestantes, firmando finalmente la Paz de Augsburgo (1555).

El reinado de Felipe II (1556-1598)

Felipe II fue coronado en 1556, hispanizó la política y fijó la corte en Madrid. Logró la unión ibérica al ser proclamado rey de Portugal en 1580 y afrontó la rebelión de los moriscos de las Alpujarras y los conflictos en Aragón. En política exterior defendió la hegemonía católica: venció a los turcos en la batalla de Lepanto (1571), combatió a franceses y protestantes en Flandes y se enfrentó a Inglaterra, aunque el fracaso de la Armada Invencible (1588) evidenció las dificultades de mantener el Imperio.

Sociedad y Cultura en el Siglo XVI

Durante el siglo XVI, España vivió un crecimiento demográfico y económico, con expansión de la agricultura, predominio de la ganadería lanar de La Mesta y auge del comercio internacional desde la Casa de Contratación de Sevilla. La mayor parte de la población era campesina, pero surgió una burguesía urbana junto a nobles y clero con privilegios. La cultura destacó por:

  • Espiritualidad: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
  • Literatura: Garcilaso de la Vega y la novela picaresca con El Lazarillo de Tormes.
  • Arquitectura: El Monasterio de El Escorial, el palacio de Carlos V y el estilo plateresco.
  • Pintura: El Greco.

La Crisis del Siglo XVII y los Austrias Menores

El Reinado de los Validos y la Crisis de 1640

En el siglo XVII reinaron los Austrias Menores, un periodo de decadencia marcado por el protagonismo de los validos, como el duque de Lerma con Felipe III y el conde-duque de Olivares con Felipe IV. Olivares impulsó la Unión de Armas, que provocó la crisis de 1640: en Cataluña estalló el Corpus de Sangre y comenzó una guerra civil que terminó en 1652, mientras que Portugal proclamó rey al duque de Braganza y logró su independencia.

La Pérdida de la Hegemonía Europea

En política exterior, Felipe III firmó la Tregua de los Doce Años (1609), pero España participó en la Guerra de los Treinta Años apoyando a los Habsburgo. La derrota se confirmó con la Paz de Westfalia (1648), por la que se reconoció la independencia de Holanda. La guerra con Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), que certificó la pérdida de la hegemonía española.

El Fin de la Dinastía: Carlos II (1665-1700)

A Felipe IV lo sucedió Carlos II, cuya debilidad física reflejaba la consanguinidad de la dinastía. Su reinado estuvo marcado por la regencia de Mariana de Austria y por el problema sucesorio. Al no tener descendencia, los pretendientes fueron el archiduque Carlos de Austria y Felipe de Anjou. Carlos II eligió a Felipe como heredero y, a su muerte en 1700, estalló la Guerra de Sucesión.

Sociedad y Cultura: El Siglo de Oro

El siglo XVII fue un periodo de crisis económica, social y demográfica, agravada por epidemias, la expulsión de los moriscos y la caída de la industria y el comercio. La mayoría de la población seguía siendo rural, con aumento del bandolerismo, la mendicidad y los motines por impuestos. Sin embargo, fue el Siglo de Oro en la cultura:

  • Teatro: Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca.
  • Narrativa: La novela picaresca y Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes.
  • Poesía: Francisco de Quevedo y Luis de Góngora.
  • Pintura: José de Ribera, Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Zurbarán y Diego Velázquez.

El Siglo XVIII: Los Borbones y la Ilustración

La Guerra de Sucesión y el Nuevo Orden Europeo (1701-1714)

La Guerra de Sucesión estalló tras la muerte sin descendencia de Carlos II, que dejó como heredero a Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia. Europa rechazó la posible hegemonía francesa y se formó la Gran Alianza para apoyar al archiduque Carlos de Austria. La guerra se libró en Flandes, Italia, las costas españolas y el Atlántico. En España se convirtió en una guerra civil, con la Corona de Aragón apoyando al candidato austriaco. Las tropas borbónicas triunfaron y Felipe V suprimió los fueros de Aragón con los Decretos de Nueva Planta.

La Paz de Utrecht (1713) reconoció a Felipe V como rey, pero España cedió sus territorios italianos y Flandes a Austria, y Sicilia a Saboya. Inglaterra obtuvo Gibraltar, Menorca y privilegios comerciales en América. Posteriormente, los Pactos de Familia con Francia permitieron a España intentar recuperar territorios y participar en conflictos europeos. Se consiguió para el infante Carlos el trono de Nápoles y Sicilia. Sin embargo, en la Guerra de los Siete Años y la Guerra de Independencia norteamericana, España perdió Florida y Sacramento, aunque más tarde recuperó Florida y Menorca, pero no Gibraltar.

Las Reformas Borbónicas en España

El reinado de los Borbones en el siglo XVIII reforzó un Estado centralizado. Tras la Guerra de Sucesión, Felipe V impuso el absolutismo y promulgó entre 1707 y 1716 los Decretos de Nueva Planta, que suprimieron las leyes e instituciones de la Corona de Aragón y unificaron la administración bajo el modelo castellano (salvo Navarra, que conservó sus fueros). Las principales reformas incluyeron:

  • Administración territorial: Se introdujeron instituciones de origen francés, como la división en provincias, las Capitanías Generales y los intendentes para la gestión económica.
  • Gobierno central: Los Consejos perdieron poder frente a las nuevas Secretarías de Estado.
  • Relaciones con la Iglesia: Se reforzó la autoridad del monarca (política regalista) y se expulsó a los jesuitas bajo el reinado de Carlos III.
  • Sucesión y ejército: Se implantó la Ley Sálica para regular la sucesión y se modernizó el ejército con regimientos mejor armados, la reconstrucción naval y el servicio militar obligatorio.

El objetivo fue modernizar la administración, reforzar la defensa y fomentar el progreso material, aunque las reformas resultaron insuficientes para consolidar plenamente el Estado.

Las Reformas Borbónicas en América

Las reformas borbónicas en los virreinatos americanos del siglo XVIII buscaron fortalecer el control y la eficiencia del gobierno colonial. Las medidas más importantes fueron:

  • Administración: Se reorganizaron los virreinatos y se crearon intendencias para mejorar la administración y la recaudación fiscal, con nuevos impuestos que generaron descontento entre los colonos.
  • Comercio: Se puso fin al monopolio de la Casa de Contratación y se crearon Reales Compañías de Comercio.
  • Economía: Se impulsó la agricultura, la minería y la reorganización del ejército colonial.
  • Cultura y religión: Se promovieron instituciones académicas y la enseñanza de ciencias y artes, y se limitó la influencia de las órdenes religiosas, culminando con la expulsión de los jesuitas con Carlos III.

Aunque estas reformas fortalecieron el control central y el desarrollo económico, también provocaron resistencia y sentaron las bases para los movimientos independentistas del siglo XIX.

La Ilustración en España: Economía, Cultura y Sociedad

Reformas económicas

Durante el siglo XVIII, las reformas ilustradas impulsaron la economía, la agricultura y la industria. Se promovió la ampliación de tierras de cultivo, la introducción de nuevos productos y la colonización de regiones como Sierra Morena. En la industria, se aplicó el proteccionismo, se crearon Reales Fábricas, se limitó el control de los gremios y se mejoró el comercio interior con la supresión de aduanas y un plan de carreteras. El Decreto de Libre Comercio favoreció especialmente el desarrollo textil en Cataluña. Sin embargo, los intentos de reforma fiscal, como el Catastro de Ensenada, se toparon con la resistencia de los estamentos privilegiados.

Cultura y sociedad

La Ilustración impulsó nuevas instituciones, bibliotecas, Reales Academias y Sociedades Económicas de Amigos del País. Destacaron Feijoo, Samaniego y Moratín en literatura, Goya en pintura y Ventura Rodríguez en arquitectura neoclásica. Con Carlos III, el despotismo ilustrado reforzó la autoridad real y promovió obras urbanas y decretos reformistas, aunque con la oposición de la nobleza y la Iglesia. La sociedad española seguía siendo jerárquica, con nobles y clero privilegiados y una mayoría campesina, con limitada movilidad social e igualdad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *