El Carlismo: Origen e Ideología
El carlismo es un movimiento político presente en la historia contemporánea de España, que surgió durante el reinado de **Fernando VII** en su última etapa. Recogía en su programa la defensa del **absolutismo** frente al liberalismo. Toma su nombre del pretendiente al trono, don **Carlos María Isidro**, hermano de Fernando VII.
Los factores que explican el surgimiento del carlismo se encuentran en la actitud de diferentes grupos sociales ante las reformas implantadas por el liberalismo:
- La **Iglesia** no aceptaba los principios de soberanía nacional, ni la desamortización de bienes eclesiásticos.
- El **campesinado** se sentía agraviado por haber sido desahuciado de las tierras desamortizadas sin recibir tierras en propiedad.
La ideología del carlismo se basaba en la negación absoluta del principio de la **soberanía nacional**, considerándola contraria a la doctrina tradicional que afirma el origen divino del poder. A lo largo del siglo se dieron tres sublevaciones carlistas frente al estado liberal.
Las Guerras Carlistas
Primera Guerra Carlista (1833-1840)
Las zonas de mayor implantación de la sublevación fueron el País Vasco y Navarra, y las áreas montañosas de Cataluña, Levante y Aragón. El general **Tomás de Zumalacárregui** dominó con facilidad las áreas rurales, pero murió en el sitio de Bilbao. El general carlista **Ramón Cabrera**, acompañado por el pretendiente a la Corona, llegó en una expedición desde la zona del Maestrazgo hasta las puertas de Madrid (Expedición Real de 1837).
Finalmente, en 1839, se llegó a un acuerdo de paz, el **Convenio de Vergara**, entre el general carlista Rafael Maroto y el general isabelino **Espartero**. El acuerdo garantizaba la conservación de algunos derechos forales y reconocía los empleos y grados militares. Don Carlos se exilió en Francia.
Segunda Guerra Carlista (1846-1849)
Tuvo lugar fundamentalmente en Cataluña. Las tropas carlistas, dirigidas por Ramón Cabrera y Tristany, fueron derrotadas por las tropas de Gutiérrez de la Concha.
Las Regencias y la Escisión del Liberalismo Español
El liberalismo español se dividió en dos tendencias claramente diferenciadas por sus programas políticos: moderados y progresistas.
Primer Período Moderado (1833-1835)
Bajo la dirección de los doceañistas, como **Martínez de la Rosa** —político andaluz de ideas liberales—, comenzó la regencia de **María Cristina**. Las medidas más notables fueron:
- La promulgación del **Estatuto Real**, que marca el intento de efectuar una transición pacífica del absolutismo al liberalismo.
- La nueva organización territorial del Estado, que se articuló en provincias con criterios de **centralismo**.
Los Progresistas en el Poder (1836-1843)
El liberalismo progresista tomó el poder mediante el **Motín de la Granja**. Las nuevas Cortes fueron constituyentes y elaboraron una nueva Constitución, la de **1837**, que incluía:
- Ampliación del sufragio (entre el 4,5 y el 6%).
- Reconocimiento de libertades públicas.
- Unidad jurisdiccional.
- **Milicia Nacional** organizada por los ayuntamientos.
Esta Constitución no afirmaba con rotundidad el principio de la soberanía nacional. Con este marco constitucional se pudieron promulgar algunas leyes revolucionarias, como la supresión de pagar diezmos a la Iglesia, la eliminación de aduanas interiores y la supresión de los gremios.
Los progresistas, bajo la dirección política de **Mendizábal**, acometieron la **desamortización** (venta en subasta) de gran parte de los bienes del clero regular (frailes y monjes).
La Regencia de Espartero
El general **Espartero**, vencedor de la guerra carlista, llegó a deponer a la regente María Cristina y a ostentar la regencia hasta la mayoría de edad de Isabel II (1843). Espartero gobernó de forma dictatorial, reprimiendo a los moderados hasta 1843. El regente se ganó el rechazo de todos con su política radicalmente **librecambista**, que ponía en peligro la incipiente industria textil catalana, por lo que los fabricantes catalanes rechazaron la política del gobierno.
Además, los políticos liberales moderados, desplazados del poder, comenzaron a organizar su ataque al Gobierno. Algunos sectores liberal-progresistas (los demócratas), que habían apoyado inicialmente a Espartero, se enfrentaron a él al no aceptar sus formas de gobierno. En 1843 se inició una revuelta militar que hizo caer el Gobierno.
El Reinado de Isabel II
La Década Moderada (1844-1854)
Un nuevo golpe de fuerza, dirigido por el general **Narváez**, dio inicio a este periodo. Durante diez años se acometieron reformas que limitaron el alcance de las progresistas:
- Creación de la **Guardia Civil**.
- **Concordato con el Vaticano** (1851).
- Promulgación de un nuevo Código Penal.
- Primera Ley de Ferrocarriles.
El cambio político fundamental se recogió en la nueva **Constitución de 1845**, que asumió los principios del **liberalismo censitario**: Senado de nombramiento real y vitalicio, sufragio muy restringido, pérdida de autonomía municipal, etc. El preámbulo de esta Constitución deja claro que la legitimidad y soberanía se encuentra en la Corona y en las Cortes.
El Bienio Progresista (1854-1856)
En 1854, un nuevo pronunciamiento progresista, la **Vicalvarada**, encabezado por O’Donnell, provocó el retorno de los progresistas al poder. En estos dos años se llevaron a cabo varias acciones:
- Se comenzó a redactar una nueva Constitución, que quedó en proyecto (la non-nata).
- Se reanudó la desamortización, que bajo la dirección de **Pascual Madoz** enajenó bienes sobre todo municipales.
- Se restauró la **Milicia Nacional**.
Durante el bienio, la preocupación de los progresistas por liberalizar los derechos individuales, ensanchando así la base de los votantes, facilitó que salieran a la luz corrientes políticas a la izquierda del progresismo. Se consolidaron las opciones **demócrata** y **republicana**, el socialismo y el federalismo. **Sixto Cámara** fue una de las figuras más relevantes de aquel grupo que exigía democracia, república y cambios sociales. Junto con **Fernando Garrido**, fundó en 1849 el periódico La Asociación, portavoz del grupo. Del año 1855 es también la Ley de Ferrocarriles, a partir de la cual se planificó la red ferroviaria.
El Bienio Progresista coincidió con un buen momento de la economía española, cuya razón de esta bonanza fue la **Guerra de Crimea** (1853-1856), que permitió el crecimiento de las ventas de harina y granos y que coincidió con años de buenas cosechas.
La Unión Liberal y el Final del Reinado
En 1856, bajo la dirección de **O’Donnell**, se produjo un nuevo golpe de fuerza y se creó un nuevo partido, la **Unión Liberal**, que pretendía sobre todo el mantenimiento del orden ante el desarrollo creciente del movimiento obrero y demócrata. Durante los años siguientes se produjeron avances en la expansión ferroviaria, expediciones coloniales a Marruecos y reorganización de los ayuntamientos.
A partir de 1866, el moderantismo fue acosado por tres graves problemas:
- La demanda social de participación política.
- La corrupción y descrédito de la Corte de Isabel II.
- El malestar provocado por una gravísima crisis económica y financiera.
Así, se produjo la alianza de sectores progresistas y demócratas, plasmada en el **Pacto de Ostende**, que llevaría a la **Revolución de Septiembre de 1868**, conocida como **La Gloriosa**.
