La Península Ibérica en la Edad Media: Conquista, Emirato y el Califato de Córdoba
En el año 711 (don Rodrigo es derrotado en la Batalla de Guadalete) se inicia la conquista por Musa, que durará hasta el 715. Conquistaron casi toda la península salvo la franja cantábrica (Batalla de Covadonga, 722) y la zona de los Pirineos (Poitiers, 732).
La conquista duró apenas tres años, pues no encontraron resistencia; se pactaron capitulaciones en las que se respetaba la religión y las propiedades a cambio de su sumisión y el pago de tributos.
- 711-756: Emirato Dependiente de Damasco (Al-Ándalus). Se produjeron enfrentamientos internos como la Rebelión Bereber (739-741) y la sublevación de los abasíes (750). La capital se trasladará de Córdoba a Bagdad.
- 756-929: Emirato Independiente. Se inicia cuando Abderramán I (proclamado emir) se hace con el control de la península. Poseía control político, pero no religioso. Fue una etapa de consolidación del poder musulmán, aunque hubo tensiones de carácter social (revuelta del Arrabal) y pugnas entre el poder central y los dirigentes.
- 929-1031: Califato de Córdoba. Abderramán III sofocó las rebeliones, se proclamó califa e impidió el avance de los cristianos. Posteriormente, Al-Mansur (Almanzor) asumió el poder (979-1002), transformando el califato en una dictadura militar. Tras su muerte, las luchas entre bandos acabaron con el califato en 1031, cuando se depuso al último califa, Hisham III, y Al-Ándalus se dividió en taifas.
Al-Ándalus: Reinos de Taifas y Reino Nazarí
1031: España estaba dividida en taifas. Eran frecuentes las discusiones entre ellas y las conquistas de las más fuertes a las más débiles.
1085: Los cristianos toman Toledo a manos de Alfonso VI e imponen el pago de parias a las taifas. Esto obligó a los reinos de taifas a solicitar ayuda a los Estados del norte de África.
- Primeros reinos de taifas: Pidieron ayuda a los almorávides, quienes en 1089 vencieron a las tropas de Alfonso VI en la Batalla de Sagrajas (Badajoz). Incorporaron las taifas al Imperio Almorávide, eliminaron las parias y se revitalizó la cultura andalusí gracias a las rutas del oro transaharianas.
- Segundos reinos de taifas: Pidieron ayuda a los almohades, quienes destruyeron el poder almorávide y unificaron las taifas. Sevilla se convirtió en la capital. Vencieron a los cristianos en Alarcos (1195), pero después fueron derrotados en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), lo que desintegró el imperio almohade.
- Terceros reinos de taifas: Solo sobrevivió el Reino Nazarí de Granada (1238-1492), que comprendía Almería, Granada y Málaga. Pagaban parias para evitar ser conquistados, pero entre 1482 y 1492, tras la Guerra de Granada, desaparece como Estado musulmán y se incorpora a la Corona de Castilla el 2 de enero de 1492, cuando Boabdil el Chico se ve obligado a rendir la ciudad.
Los benimerines también fueron derrotados por los cristianos en la Batalla del Salado (1340), cerca de Tarifa, Cádiz.
Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura
Economía
Basada en la agricultura de regadío, que trajo consigo novedades (noria, acequias, pozos) y nuevos cultivos (caña de azúcar, algodón, arroz), provocando el retroceso del trigo y la vid. Esto supuso un aumento de la población en los valles del Guadalquivir y del Ebro. Destacó la alta actividad artesanal y comercial, actuando como centro intermediario con Oriente, lo que impulsó el uso de la moneda (dinar de oro y dirhem de plata). También fue relevante la minería, la ganadería lanar (introducida por los bereberes) y el crecimiento de las ciudades con elementos típicos como mezquitas, la medina (núcleo administrativo), zocos, baños, el alcázar y barrios gremiales.
Sociedad
Era diversa en cultura y religión, dividida entre los conquistadores (árabes y sirios) e hispanogodos (muladíes o conversos al islam y mozárabes o cristianos en territorio musulmán). Existía una jerarquía de clases: grupo nobiliario, burguesía urbana, plebe y esclavos. Estas diferencias generaron tensiones, motines (Arrabal de Córdoba, 818) y rebeliones como la de Omar ibn Hafsún.
Cultura
La literatura y el arte se inspiraron en modelos árabes orientales. En ciencia, se tradujeron obras del árabe al latín, dejando un legado en álgebra, numeración e inventos como la pólvora y el papel. Destacaron escritores como Averroes y Maimónides (difusores de Aristóteles) e Ibn Hazm (El collar de la paloma). En el arte predomina la arquitectura con tres etapas: Arte Cordobés (VIII-XI), Reinos de Taifas (XI-XIII) y Arte Nazarí (XIII-XV). La síntesis entre lo cristiano y lo musulmán se refleja en el mudéjar (Toledo y Teruel).
Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la Reconquista. Modelos de repoblación
Los núcleos de resistencia aparecen tras el 711:
- Zona Cantábrica: Tras la Batalla de Covadonga (722), se consolida el reino cristiano. Alfonso I amplió dominios y Alfonso III llevó la frontera al Duero. La expansión fue frenada por las aceifas de Almanzor. Se formaron los reinos de Galicia, Castilla (Fernando I) y la Corona de Castilla (1230, Fernando III).
- Zona Pirenaica: Núcleos independientes de los francos (Navarra, Aragón, Sobrarbe y Ribagorza). En el siglo X, Sancho Garcés I llevó las fronteras al Alto Ebro.
- Zona Nororiental: La Marca Hispánica, dependiente de los francos, incluía los condados catalanes. En 1137, Aragón se une al Condado de Barcelona, surgiendo la Corona de Aragón.
Etapas de la Reconquista (722-1492)
- Fase 1 (S. VIII-X): Superioridad islámica; formación de los reinos cristianos.
- Fase 2 (S. XI-XII): Avance hacia el Tajo y el Duero. Conquista de Toledo (1085) y Zaragoza (1118).
- Fase 3 (S. XII): Conquista de los cursos del Júcar, Guadiana y Turia. Firma del Tratado de Cazola (1179) para el reparto de tierras.
- Fase 4 (S. XIII): Gran victoria en Las Navas de Tolosa (1212) contra los almohades.
- Fase 5 (S. XIV-XV): Finaliza con la conquista del Reino de Granada.
Modelos de Repoblación
- Presura (S. VIII-XI): Concesión de tierras a quienes las ocuparan y trabajaran.
- Concejil (S. XI-XII): Concesión de Cartas Pueblas o Fueros.
- Órdenes Militares (S. XIII): Grandes latifundios ganaderos divididos en encomiendas.
- Repartimientos (S. XIII): Entrega de grandes propiedades a la nobleza e Iglesia.
Los reinos cristianos en la Edad Media: Organización política, régimen señorial y sociedad estamental
De los núcleos de resistencia nacen los reinos cristianos. El monarca encabezaba el Estado, pero su poder efectivo era limitado.
- Siglos XI-XIII: Se intenta unificar el territorio mediante el Derecho Romano para delimitar el poder real frente a la nobleza. Se imponen impuestos y se amplía la Curia Regia. En 1188 nacen las Cortes de León.
- Alta Edad Media: Sociedad ruralizada con economía de subsistencia. Evolucionó con la inmigración de mozárabes y la repoblación. Era una sociedad estamental basada en relaciones de vasallaje.
- A partir del S. XI: Crecimiento demográfico y agrícola. Aparece la Mesta, ferias y mercados. Las ciudades se dinamizan con artesanos y burgueses, aumentando el comercio. Se consolidan las capitulaciones para integrar a los mudéjares.
Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra al final de la Edad Media
- Corona de Castilla: Monarquía unitaria (Castilla y León). Su estructura se basaba en:
- Monarquía: Alfonso X redactó el Código de las Siete Partidas. Se crearon la Audiencia y Chancillería (1371) y el Consejo Real (1385). Se establecieron impuestos como la alcabala.
- Cortes: Representantes de la nobleza, clero y ciudades con carácter consultivo y fiscal.
- Municipios: Poseían autonomía y Concejos Municipales.
- Corona de Aragón (1137): Unión dinástica de Aragón y el Condado de Barcelona. Formada por varios Estados (Cataluña, Mallorca, Valencia y Aragón) con leyes y lenguas propias, pero un mismo rey. Su monarquía era pactista: el rey estaba sometido a las Cortes, que tenían poder legislativo. Los municipios estaban controlados por oligarquías urbanas (destacando Barcelona).
- Reino de Navarra: Núcleo pirenaico donde los monarcas dependían de las Cortes y el poder señorial era muy fuerte. En 1512 se anexionó a la Corona de Castilla, pero conservando sus fueros e instituciones.
