Al-Ándalus: la crisis del Siglo XI. Reinos taifas e imperios norteafricanos

AL ÁNDALUS

1.- La conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y califato de Córdoba

En 711, Tarik, al frente de 7 000 bereberes desembarca en Gibraltar, derrota al rey
Rodrigo en Guadalete y entra en Toledo. En el periodo de 712 a 725, Musa acaba con la resistencia visigoda y Al-Ándalus se integrará como una provincia en el Califato de Damasco. La mayoría de la población hispanogoda se iría convirtiendo al islamismo (muladíes) al pagar menos impuestos u obtener la libertad (siervos).

Después de una etapa de inestabilidad política, se inicia un periodo de economía prospera, esplendor cultural y centralización administrativa.

En 929, Abd al-Rahman III se proclama Califa, independizándose religiosamente de Bagdad. Al-Ándalus llega al cenit político, económico y cultural, reunificando el reino y frenando la expansión asturleonesa. Almanzor es el máximo exponente de la política belicista, pero su muerte precipitará el fin del Callifato.

2.- Reinos de taifas. Reino nazarí

En 1031, ante la ilegitimidad dinástica de los sucesores de Almanzor, el califato se disgregó en treinta pequeños estados, las Taifas.

La debilidad militar y el enfrentamiento entre las taifas obligaron al pago de parias a los cristianos para garantizar periodos de paces, treguas o alianzas. Esta debilidad llevó a algunas taifas a solicitar ayuda al Imperio almorávide para hacer frente al emergente poder cristiano, especialmente el castellano.

Los almorávides, derrotan en 1086 a los castellanos de Alfonso VI, sometiendo posteriormente a las Taifas a su poder. La derrota cristiana en Uclés (1108) afianzó el dominio almorávide de Al-Ándalus. En 1144 ante las dificultades de los almorávides en África, se inicia un nuevo periodo de disgregación del poder (Segundas Taifas).

Los almohades, ocuparán la península en el Siglo XII. La derrota castellana de Alarcos de 1195 marca el cenit del dominio almohade. La derrota musulmana en las Navas


de Tolosa (1212) ante una coalición de reyes cristianos (Castilla, Aragón y Navarra), abríó el camino del desmoronamiento del poder almohade y al inicio de un nuevo periodo de Taifas.

En el año 1238 Nasar fundará el reino nazarí, que establecerá su capital en Granada. Será el último reino islámico de la Península. Apoyado en una economía próspera, una densa red urbana y su privilegiada posición entre los mundos cristiano y musulmán, mantendrá su independencia hasta 1492, cuando su último monarca, Boabdil, rinda Granada a los Reyes Católicos.

3.- Economía, sociedad y cultura

La organización social andalusí se articula en un triple eje: étnico, religioso y jurídico. Se reconocía una minoría de origen árabe que acaparaba las mejores tierras de la península y los principales cargos administrativos. Los beréberes se establecieron principal elmente en las cuencas del Duero y del Tajo. La mayor parte de la población la constituían los muladíes, descendientes de los hispano godos.

Desde el punto de vista religioso se diferenciaba entre musulmanes (árabes, bereberes y muladíes) y dimnies o protegidos (cristianos -mozarabes- y judíos). Estos últimos se encontraban en una situación de inferioridad social, obligados al pago de impuestos especiales a llevar símbolos de su inferioridad.

En el Al-Ándalus se diferenciaba entre libres y esclavos.

Los musulmanes mejoraron las instalaciones de regadío existentes en la Península, alcanzando grandes rendimeintos hortofrutícolas. Las actividades se vieron facilitadas por una intensa circulación monetaria de base bimetálica y una densa estructura urbana.

Los musulmanes introducirán en la Península elementos culturales propios y asimilados de los territorios conquistados (griegos, persas e indios). Aportes como la numeración actual, el álgebra, la trigonometría, llegan con la expansión islámica.


LOS REINOS CRISTIANOS

1.-Primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la Reconquista. Modelos de repoblación

Tras la invasión musulmana (711) van a surgir diferentes núcleos de resistencia. El primero se organizará en Asturias, en torno a la figura de Pelayo y a la batalla de Covadonga (722). La monarquía española se expandirá por el Cantábrico y el valle del Duero, donde se consolidará en 910, transformándose en reino astur-leones y, posteriormente, en reino de León. De este núcleo se independizará en 970 el condado de Castilla.

En torno a Pamplona surgirá otro foco de resistencia al poder musulmán. Y en la zona oriental del Pirineo se constituye la Marca Hispánica, bajo dominio Franco.

La repoblación se iniciará de forma espontánea en el siglo IX, ocupándose territorios despoblados mediante presura o aprisio. Esto supónía la ocupación del despoblado tras su desbroce y puesta en explotación, realizada por pequeños grupos familiares o monásticos. Esta primera repoblación permitirá la expansión de la pequeña propiedad campesina, desarrollándose el señorío sólo en un segundo momento.

El territorio de las Extremaduras se repoblará mediante la concesión de fueros  o cartas pueblas, que otorgaban privilegios a los repobladores. Tras la conquista de Toledo (1085), el territorio entre el Tajo y el Guadiana se dejó en manos de las Órdenes Militares, ya que eran las únicas capaces de enfrentar los ataques de almorávides y almohades.

La repoblación de Andalucía se realizó mediante la concesión de tierras por parte de la monarquía (donadios) o por repartimentos.

En la zona oriental se siguieron procedimientos similares a los castellanos



2.-Organización política, régimen señorial y sociedad estamental

Organización política. Los territorios cristianos en la Edad Media se articularon políticamente como monarquías. Sobre una base visiogoda, la monarquía medieval adquiríó rasgos feudales. El rey, cabeza de la estructura social, basaba su poder en vínculos personales con la nobleza (vasallaje) y en su capacidad de otorgar tierras y beneficios. Las ciudades se convirtieron en un agente de la vida política medieval, junto al clero y la nobleza. En 1188 se celebraron en León las primeras Cortes, reunidas por Alfonso IX.

El régimen señorial fue el marco principal de relaciones entre los distintos agentes políticos. El señorío supónía la cesión de derechos económicos (señorío territorial o dominical) o jurisdiccionales (señorío jurisdiccional) por parte del rey hacia un noble, institución eclesiástica o ciudad, surgiendo así territorios bajo dominio directo del rey (realengo) y de los señores laicos y eclesiásticos (abadengo) donde estos ejercían la jurisdicción.

La sociedad estamental. La sociedad medieval hispana era una división estamental propia del medievo. Un grupo de guerreros, que incluía a la alta y baja nobleza (infanzones), clérigos y campesinos. Esta sociedad presentaba una fuerte tendencia a la homogeneidad religiosa y cultural. Sin embargo, fue común la coexistencia de distintos grupos (cristianos, judíos y mudéjares) en las distintas poblaciones cristianas.


3.-Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra

Desde el Siglo XIII, la monarquía castellana intenta consolidar su poder. Los reyes ampliarán su Corte con cargos como Mayordomo, Chanciller o Condestable.

El Consejo Real sirve de consulta y apoyo al rey y la Audiencia imparte la justicia en su nombre.

Las Cortes tendrán una importancia menor, no tienen capacidad legislativa y los estamentos nobiliario y eclesiástico intervienen cada vez menos. Los procuradores de las ciudades son los más activos, pues el monarca les solicita impuestos que conceden a cambio de mantener su poder en los Concejos. El rey los controlaba a través del Corregidor.

En la Corona de Aragón los distintos territorios estaban dirigidos por un Lugarteniente (virrey en Mallorca). El Consejo Real y la Audiencia servirán de apoyo a la acción de gobierno.

Las Cortes tienen una mayor relevancia que en Castilla. El estamento nobiliar interviene en la labor legislativa y en la pollitica de expansión exterior necesitada de su ayuda económica. Este funcionamiento político se conoce como pactismo y en 1288 obligó a Alfonso III a jurar el Privilegio General y los Fueros. Las Cortes tuvieron un organismo permanente para vigilar los acuerdos alcanzados que acabó consolidándose como órgano de gobierno (Generalitat en Cataluña).

En Navarra las instituciones políticas se vieron influidas por modelos francés y españoles. El rey combinaba su papel como monarca con sus intereses como señor francés, estando ausente del reino en muchas ocasiones. El territorio estaba dividido en cinco merindades, al frente de las cuales se encontraba un merino como representante del rey.

Las Cortes reunía a los representates de los tres estamentos. La Cámara de Comptos, se ocupaba de gestionar la Hacienda real.

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