Características del gobierno de Hitler


¿QUÉ ES UNA DICTADURA?


Una dictadura es un sistema de gobierno cuya primera definición fue dada por el filósofo griego Aristóteles, que la calificó como una de las formas puras de gobierno, junto con la monarquía y la aristocracia, en oposición a la impura demagogia.

En Roma, se consideraba una magistratura suprema, decidida por los cónsules de acuerdo con el Senado, que, en tiempos de peligro para la República, permitía al dictador que la ostentara gobernar como soberano.

En la actualidad, la dictadura es una modalidad de gobierno que, invocando un pretendido interés público, identificado en la realidad con intereses de grupo, prescinde, para conseguirlo, de la voluntad de los gobernados. Es un poder ejercido por una persona o grupo al margen o por encima de las leyes, sin sometimiento a fiscalización ni control democrático alguno. La dictadura excluye u obvia, cuando no la elimina, una división de los poderes del Estado —legislativo, ejecutivo y judicial —, implicando la restricción o supresión de las libertades de expresión, reuníón y asociación. Por regla general, viene impuesta mediante golpes de Estado militares respaldados a su vez por sectores civiles que profesan una ideología concreta, con aspiraciones hegemónicas y programas autoritarios, en particular en situaciones de crisis económicas o políticas.

En la teoría marxista-leninista se habla de dictadura del proletariado para referirse a la forma de gobierno que la clase trabajadora implantaría una vez derrocado el sistema capitalista como fase previa al advenimiento de la sociedad comunista, para consolidar y desarrollar el proceso revolucionario socialista.

¿QUÉ ES EL TOTALITARISMO?


Antes de la primera Guerra Mundial el modelo de gobierno que habían adoptado los países europeos, con excepción de Rusia, era  el de la democracia liberal. En algunos de ellos el sistema funcionaba deficientemente y en otros la evolución hacia esta forma de gobierno todavía no era completa, pero la tendencia en todos era la de una competencia de partidos políticos, con representantes electos democráticamente y el Poder Ejecutivo en manos de un ministerio responsable ante el Parlamento.

    En cambio, en el periodo transcurrido entre las dos guerras mundiales, muchos países fueron cayendo en manos de dictaduras totalitarias. Estos regíMenes recibieron distintos nombres: En Rusia era comunismo, en Alemania nacional-socialismo y en Italia, fascismo, y aunque en cada lugar tuvieron sus carácterísticas propias, participaban de numerosos aspectos comunes: El jefe de gobierno era un dictador cuya voluntad era absoluta, solo se toleraba un partido político, y aunque generalmente seguían existiendo órganos representativos en el gobierno, los puestos eran cubiertos por adictos al partido o incondicionales del dictador. Toda la economía del país estaba controlada estrictamente por el gobierno y lo mismo sucedía con los sindicatos; se perfeccionaron al máximo los cuerpos policíacos y de espionaje y la vida de todos los ciudadanos estaba estrechamente vigilada, se establecíó un control absoluto de la prensa y de todos los medios de información, estaba prohibida la venta y hasta la posesión de numerosos libros, lo mismo que la representación de muchas obras de teatro y la exhibición de ciertas películas. En resumen, eran lo que se ha llamado gobiernos totalitarios, en que todas las actividades del individuo están subordinadas al Estado.

¿QUÉ ES EL AUTORITARISMO?


Autoritarismo, en ciencia política, sistema de Gobierno e ideología donde todas las actividades sociales, políticas, económicas, intelectuales, culturales y espirituales se hallan supeditadas a los fines de los dirigentes y de la ideología inspiradora del Estado. Varias carácterísticas importantes distinguen el autoritarismo —que es una forma de autocracia propia del Siglo XX—, de otras formas anteriores, como el despotismo, el absolutismo y la tiranía. En las formas anteriores de autocracia, la gente podía vivir y trabajar con una cierta independencia, siempre y cuando no se inmiscuyera en política. Sin embargo, en el autoritarismo moderno el pueblo se ve obligado a depender por entero de los deseos y caprichos de un partido político y de sus dirigentes, por regla general a causa de la adhesión de éstos a una ideología que lo engloba todo. Las autocracias anteriores estaban gobernadas por un monarca o por cualquier otro aristócrata, que gobernaba basado en un principio, como por ejemplo el derecho divino de los reyes, mientras que el Estado autoritario moderno está con frecuencia dirigido por un partido político, que encarna una ideología que dice tener la autoridad universal y no permite ninguna discrepancia de lealtad o conciencia.

¿QUÉ ES EL FASCISMO?


Forma de totalitarismo del Siglo XX que pretende la estricta reglamentación de la existencia nacional e individual de acuerdo con ideales nacionalistas y a menudo militaristas; los intereses contrapuestos se resuelven mediante la total subordinación al servicio del Estado y una lealtad incondicional a su líder. En contraste con los totalitarismos de izquierdas identificados con el comunismo, el fascismo basa sus ideas y formas en el conservadurismo extremo. Los regíMenes fascistas se parecen a menudo a dictaduras —y a veces se transforman en ellas—, a gobiernos militares o a tiranías autoritarias, pero el fascismo en sí mismo se distingue de cualquiera de estos regíMenes por ser de forma concentrada un movimiento político y una doctrina sustentados por partidos políticos al margen del poder.

El fascismo hace hincapié en el nacionalismo, pero su llamamiento ha sido internacional. Surgíó con fuerza por primera vez en distintos países entre 1919 y 1945, sobre todo en Italia, Alemania y España. En un sentido estricto, la palabra fascismo se aplica para referirse sólo al partido italiano que, en su origen, lo acuñó, pero se ha extendido para aplicarse a cualquier ideología política comparable. Del mismo modo, Japón soportó durante la década de 1930 un régimen militarista que presentaba fuertes carácterísticas fascistas. Los regíMenes fascistas también existieron en periodos variables de tiempo en muchos otros países. Incluso democracias liberales como las de Francia e Inglaterra tuvieron movimientos fascistas importantes durante las décadas de 1920 y 1930. Después de la derrota de las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokyo en la II Guerra Mundial, el fascismo sufríó un largo eclipse, pero en los últimos tiempos ha reaparecido de forma más o menos abierta en las actuales democracias occidentales, sobre todo en Francia y en Italia.

¿QUÉ ES EL COMUNISMO?


Ideología política cuya principal aspiración es la consecución de una sociedad en la que los principales recursos y medios de producción pertenezcan a la comunidad y no a los individuos. En teoría, estas sociedades permiten el reparto equitativo de todo el trabajo en función de la habilidad, y de todos los beneficios en función de las necesidades. Algunos de los conceptos de la sociedad comunista suponen que, en último término, no se necesita que haya un gobierno coercitivo y, por lo tanto, la sociedad comunista no tendría por qué tener legisladores. Sin embargo, hasta alcanzar este último estadio, el comunismo debe luchar, por medio de la revolución, para lograr la abolición de la propiedad privada; la responsabilidad de satisfacer las necesidades públicas recae, pues, en el Estado.

El concepto comunista de la sociedad ideal tiene lejanos antecedentes, incluyendo La República de Platón y las primeras comunidades cristianas. La idea de una sociedad comunista surgíó, a principios del Siglo XIX, como respuesta al nacimiento y desarrollo del capitalismo moderno. En aquel entonces, el comunismo fue la base de una serie de afirmaciones utópicas; sin embargo, casi todos esto primeros experimentos comunistas fracasaron; realizados a pequeña escala, implicaban la cooperación voluntaria y todos los miembros de las comunidades creadas participaban en el proceso de gobierno.

Posteriormente, el término `comunismo’ pasó a describir al socialismo científico, la filosofía establecida por Karl Marx y Friedrich Engels a partir de su Manifiesto Comunista. Desde 1917, el término se aplicó a aquellos que consideraban que la Revolución Rusa era el modelo político ideal, refundido el tradicional marxismo ortodoxo con el leninismo, creador de una verdadera praxis revolucionaria. Desde el inicio de aquélla, el centro de gravedad del comunismo mundial se trasladó fuera de la Europa central y occidental; desde finales de la década de 1940 hasta la de 1980, los movimientos comunistas han estado frecuentemente vinculados con los intentos de los países del Tercer Mundo de obtener su independencia nacional y otros cambios sociales, en el ámbito del proceso descolonizador.

DICTADORES DEL PASADO

Hitler, Adolf (1889-1945)


Político alemán de origen austriaco, uno de los dictadores más poderosos del Siglo XX, que transformó Alemania militarizando completamente su sociedad y llevó al país así como al resto del mundo a la II Guerra Mundial. Utilizó el antisemitismo como piedra angular de su propaganda y su política para hacer del partido nazi un movimiento de masas. La mayor parte de Europa y el norte de África estuvieron bajo su dominio durante algún tiempo. Fue el responsable de la ejecución de millones de judíos y de miembros de otros pueblos a los que consideraba seres inferiores.

Su juventud y sus comienzos en la política

Hitler nacíó en Branau am Inn (Austria) el 20 de Abril de 1889. Jamás llegó a finalizar sus estudios secundarios. Leía obras que alimentaban sus convicciones antisemitas y antidemocráticas y su admiración por el individualismo y el desprecio por las masas. Hitler se encontraba en Múnich cuando comenzó la I Guerra Mundial y se alistó como voluntario en el Ejército bávaro. Tras la derrota de Alemania en 1918, regresó a Múnich y permanecíó en el Ejército hasta 1920. Fue nombrado oficial de instrucción y se le asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. Se uníó al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en Septiembre de 1919, y en Abril de 1920 le dedicaba ya todo su tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido nazi).

El ascenso al poder

Hitler difundíó su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera. En Noviembre de 1923 encabezó una rebelión (putsch) en Múnich contra la República de Weimar. Hitler fue sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de Golpe de Estado, y dedicó los ocho meses de condena que cumplíó a redactar su autobiografía: Mein Kampf (Mi lucha).. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración de judíos y comunistas. Hitler consiguió atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional.

El dictador de Alemania

Hitler accedíó a la jefatura del gobierno, no tardó en autoproclamarse dictador de la nacíón. Ciudadanos contrarios al partido nazi fueron enviados a campos de concentración y se eliminó la oposición. Su mayoría parlamentaria le permitíó aprobar una ley que transfería al partido nazi el control de la burocracia y del sistema judicial, reemplazaba los sindicatos por un Frente del Trabajo alemán dirigido también por los nazis y prohibía todos los partidos políticos excepto el Nacionalsocialista. Las autoridades nazis tomaron el control de la economía, los medios de comunicación y todas las actividades culturales haciendo depender los puestos de trabajo de la lealtad a su ideología.

Hitler contaba con su policía secreta, la Gestapo, y con las cárceles y campos de concentración para intimidar a sus oponentes. El avance de la industria armamentística acabó con el desempleo, los trabajadores se vieron atraídos por un ambicioso programa de ocio y los éxitos alcanzados en política exterior impresionaron a la nacíón. De este modo, Hitler consiguió moldear al pueblo alemán hasta convertirle en la herramienta flexible que necesitaba para establecer el dominio de Alemania sobre Europa y otras partes del mundo. El dictador impuso su propio y brutal código moral tras desacreditar el poder de las autoridades eclesiásticas, acusándolas de corrupción e inmoralidad. Ridiculizó el concepto de igualdad entre los seres humanos y reivindicó la superioridad racial de los alemanes.

Hitler, resuelto a emprender la creación de su Imperio, inició el rearme de Alemania en 1935 (en contra de lo acordado en el Tratado de Versalles que había puesto fin a la I Guerra Mundial en lo referente a la derrotada Alemania), envió tropas a la regíón desmilitarizada de Renania en 1936, y anexiónó Austria y los Sudetes en 1938. El resto del territorio checoslovaco quedó bajo control alemán en Marzo de 1939. También acudíó en ayuda de las tropas rebeldes de la Guerra Civil española (1936-1939), encabezadas por Francisco Franco. Ninguno de los líderes de otros países se opusieron a estas acciones, desconcertados ante la estrategia de Hitler y ante el temor de que se produjera una nueva guerra.

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