Carlos V: El extenso patrimonio y los conflictos internos en la península ibérica

Carlos V: Patrimonio de Carlos V: La muerte de Fernando de Aragón puso fin al reinado Trastámara en la península ibérica; así Carlos I Habsburgo venía a hacerse cargo de su herencia materna (Aragón, Castilla y Navarra…). Él ya gobernaba los dominios paternos (Países Bajos, Franco Condado) y los dominios de su abuelo paterno (Alemania, Austria…). Finalmente heredó los derechos a la corona imperial con el nombre de Carlos V. Este extenso patrimonio estaba formado por un conjunto de estados con lenguas, culturas e instituciones diferentes. Los ingresos y el poder provenían de Castilla y de los metales de la India. Carlos V convirtió a Castilla en el centro de su política, aprendió así su lengua y se casó con Isabel de Portugal. Su hijo y heredero Felipe II nació en Castilla, donde Carlos se retiró y falleció. Conflictos Internos: Comunidades y Germanías. Era raro que el primer rey fuese extranjero y el único interés del monarca era la corona imperial. Por ello, Carlos V tuvo que enfrentarse a oposición en las cortes: le exigían respeto de leyes y que presidiera de colaboradores extranjeros. Además, el rey se ausentó del reino y partió a Armenia, pues esto supuso un inicio de rebelión en la oposición con revueltas en: Castilla, Valencia y Mallorca.

Comunidades 1520-22 (Castilla): Protagonizada por ciudades castellanas que se autoproclamaron comunidad. Se oponían a Carlos V y expulsaron a sus corregidores. Los partidarios de la revuelta se llamaron comuneros. Las ciudades del interior de Castilla impulsaron una rebelión de carácter político y querían imponer condiciones al monarca: prescindir de consejeros extranjeros, que acatara la voluntad del reino y también hicieron peticiones: limitación real, reducción de impuestos, protección de industria textil, reformas a favor de los plebeyos, disminuir el poder de la nobleza, etc. Pero todo acabó cuando fueron derrotados en la batalla de Villalar 1521.

Germanías 1519-23 (Valencia y Mallorca): Valencia: Fue una revuelta más social que política: artesanos y comerciantes se sentían indefensos tras la huida de la nobleza por la peste y a eso se sumó la huida del rey. Se negaron a obedecer al representante del monarca y la revuelta fue contra los señores feudales y los mudéjares (obligados a la cristiandad). Exigían: abolición de la jurisdicción señorial y de impuestos feudales, además querían el dominio de municipios que para ello los amenazaron con el reparto de tierras. Las tropas de Germanías eran: artesanos, campesinos, trabajadores y bajo clero que se oponían a señores y musulmanes. La rebelión fue dominada por las tropas reales y las ciudades fueron castigadas. En Mallorca: Hubo un movimiento similar: los artesanos de la Palma y campesinos se enfrentaron a los nobles y mercaderes (una oligarquía que controlaba la capital y las tierras fértiles). Germanías fue menor en política que Comunidades, pero la violencia dejó huella en la economía y sociedad. La monarquía fue la vencedora de ambas revueltas, los nobles se unieron a la corona y fueron fieles al rey. Una vez pacificada la península, Carlos V emprendió una política exterior ambiciosa y costosa.

Política exterior de Carlos: Tenía como objetivo la defensa de su herencia dinástica, tuvo que recurrir así a las guerras contra sus 3 enemigos: Francia, Imperio turco y Alemania. Para Castilla y Aragón, la defensa del Mediterráneo occidental era mejor que la turca, pero el monarca dio prioridad a la hegemonía europea, así emprendió guerras por todo el continente valiéndose de instrumentos heredados de Fernando de Aragón como: red de embajadores, ejército poderoso y mercenarios en tercios. La política exterior y las guerras fueron factibles gracias al oro y la plata procedentes de la India. Guerras: Francia: El rey de Francia Francisco I fue un gran rival de Carlos, sus dominios rodeaban el estado y dificultaban su avance a los Países Bajos. Carlos mantuvo guerras intermitentes contra Francisco I y luego con su hijo Enrique II. Los escenarios de estas guerras fueron: Pirineos, Países Bajos, Franco Condado e Italia. Francia se alió con turcos, berberiscos y alemanes, y Carlos y los Habsburgo se apoyaron en Inglaterra. Las consecuencias de la guerra fueron: 1o-Conquistas en Italia: Carlos se apoderó del ducado de Milán y Felipe II de la Toscana. También del norte de Italia, que le permitió comunicar por tierra todo su imperio y a la vez el control sobre Génova. 2o-Aumento de prestigio militar: Los ejércitos de los Habsburgo eran invencibles tras unas victorias. Triunfaron en Pavia, el Sacco di Roma y la de San Quintín por Felipe II. 3o-Ruina financiera: los gastos militares contra Francia y otros incrementaron las deudas. La mayoría de tratados se debieron a las finanzas imperiales. Felipe II recibió una costosa herencia de deudas y acreedores. Turcos: El imperio turco vivía su máximo esplendor con el sultán Solimán (El Magnífico) y amenazaban terrenos de Carlos en dos frentes: 1o-Europa occidental (Danubio): Serbia, Hungría y Viena. 2o-Mediterráneo: el imperio otomano se apoderó de la isla de Rodas, además se alió con los piratas que atacaban la península ibérica e itálica y las islas. Para Carlos, la guerra con los turcos no era una prioridad y mientras se encontraba en guerra con Francia, cedió sus posesiones austriacas a su hermano Fernando y solo intervino para evitar la caída de Viena en manos de los turcos. Pero la defensa del Mediterráneo era una gran preocupación para él. Sin embargo, creció una flota poderosa y se limitó a hacer algunas acciones espectaculares de poco éxito como la toma de Túnez. La expedición de Argelia fracasó y los turcos conquistaron Trípoli y Bugia. Alemania: Carlos se enfrentó al protestantismo, ya que Martín Lutero estaba expandiendo la reforma en el imperio con el apoyo de principados alemanes: desmantelando a la iglesia veían aumentar sus posesiones y rentas. Carlos condenaba las teorías de Lutero pero no apoyaba al papado, quería un compromiso entre luteranos y católicos y mediante un concilio solicitado por el papado. Así, él podría restablecer su autoridad y atraer a alemanes contra Francia. El concilio se retrasaba y mientras tanto, los protestantes formaron la Liga Esmalcada, de mucha influencia política y militar. Finalmente, llegó el concilio en Trento 1545-63 y los protestantes se negaron a asistir, es entonces cuando el concilio selló la ruptura con los protestantes. Carlos solo dio como solución la guerra política y en 1547 derrotó a la Liga Esmalcada en Alemania. El emperador no logró la reconciliación religiosa, aceptó su derrota y la imposibilidad de unidad religiosa de Alemania. Carlos renunció a los dominios de la península, Borgoña e Italia para ayudar a su hijo y heredero Felipe II. Así pues, cedió sus derechos a su hermano Fernando.

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