Clubes de la revolucion francesa


-La revolución francesa

Francia era en la segunda mitad del XVIII un país con una economía en expansión, una estructura social conflictiva y un Estado monárquico en crisis. El estado francés padecía una grave crisis financiera, la solución pasaba por una reforma fiscal que eliminara o mitigara los privilegios fiscales de la nobleza y del clero. Los primeros ministros de la monarquía ( Turgot, Calonne, Necker) no consiguieron que los estamentos privilegiados aceptaran pagar impuestos. Los notables exigieron que se reunieran los Estados Generales del Reino, asambleas de origen medieval en las que los estamentos se reunían por separado para dar su consentimiento a las propuestas reales. En la primavera de 1789 los electores de los tres estamentos iban entregando a sus representantes las quejas y las reivindicaciones que se debían llevar a la reunión de los Estados Generales. Una vez reunidos los representantes se comenzó a debatir si cada estamento debía tener un número igual de representantes y si debían votar juntos o cada estamento por separado. Los delegados del tercer estado se dirigieron a una sala próxima, la del Juego de la Pelota donde junto con algunos clérigos juraron no separarse jamás y reunirse cuando así lo exigieran las circunstancias. El 7 de julio Francia disponía de una Asamblea Nacional Constituyente. El rey y los sectores más conservadores se negaron a aceptar la liquidación del absolutismo. Comenzó entonces una revuelta popular en las calles de París. La multitud acudió en busca de armas y de pólvora a la fortaleza y cárcel de la Batilla, símbolo del poder absoluto, que fue ocupada el 14 de julio. El campo fue sacudido por una rebelión agraria. Durante la grande peur. Se suprimieron sin indemnización las servidumbres personales y los diezmos, se abolieron las justicias señoriales. La asamblea
Nacional destruye enteramente el sistema feudal, proclamaba la libertad, la igualdad entre los hombres y la soberanía nacional. El rey se negó a sancionar los decretos. La presión popular hizo que el Rey acabara firmando los mencionados decretos. Olimpia de Geuges reclama el derecho a la mujer y muere por ello. En la constitución se estableció una monarquía constitucional fundamentada en la división de poderes. El rey disponía de un poder ejecutivo limitado, y la Asamblea Nacional tenía todo el poder legislativo. El sistema electoral que se estableció era censitario. La Asamblea Constituyente estableció un sistema de impuestos directos, igual para todos y más justo. Nacionalizó los bienes del clero y estableció que los obispos y párrocos fueran elegidos, como otros funcionarios, y recibieran sus salarios del Estado; se acordó también la disolución de todos los conventos religiosos. La huida de la familia real en 1791 acabó de forma dramática el rey y sus familiares fueron identificados y detenidos. La asamblea suspendió temporalmente al monarca en sus funciones y los sectores populares manifestaron su hostilidad hacia Luis XVI. Aparecieron diversos partidos políticos o clubes que representaban los diferentes intereses y opiniones políticas, el más célebre de los clubes fue el de los jacobinos acabó dominado por Robespierre. A la izquierda de los jacobinos se situaban los cordeliers, sus posiciones políticas más radicales defendían el sufragio universal. Los cordeliers demandaban la eliminación de la monarquía y la instauración de una república y representaban al pueblo más humilde, los sas-culottes. Los girondinos defendían el sufragio censitario y propugnaban una monarquía constitucional y una política de reformas moderadas.

-La revolución industrial:

La primera revolución industrial se inició en Gran Bretaña, hacia las últimas décadas del siglo XVIII, disminución de la mortalidad mientras que la natalidad seguía creciendo. La consecuencia fue un espectacular crecimiento de la población. Otras causas que influyeron en el acelerado y continuo crecimiento demográfico fueron la mejora de la alimentación, y los progresos en la medicina y la higiene. A mayor población, mayor demanda de productos, en la vecina Irlanda la población se duplicó y este aumento tuvo como consecuencia la emigración masiva a partir de 1848. Cuando empezó a desarrollarse la gran industria, ya se practicaba una agricultura avanzada: una elevada productividad, un avanzado grado de mecanización y unos propietarios empresarios que querían obtener el máximo rendimiento de sus tierras. Esta revolución agrícola se puso de manifiesto en las numerosas transformaciones técnicas, y en las reformas de la estructura y la distribución de la propiedad. EL barbecho fue eliminado gradualmente y sustituido por la rotación de cultivos. Se intensificaba la especialización ganadera y la producción de carne y leche. La tecnología agrícola se transformó lentamente desde el arado hasta los primeros modelos de sembradoras o trilladoras mecánicas. La producción de excedentes permitió exportar cereales a mercados especializados. Al proceso de concentración de la propiedad contribuyeron las llamadas leyes de Cercamiento. En 1750, la mitad de Gran Bretaña tenía sus campos cercados y entre 1760 y 1820 se promulgaron 1800 Encolusure Acts. Los perjudicados por estos cambios fueron los campesinos, los pequeños propietarios no disponían de capital para cercar sus campos, la mayoría tuvo que vender sus tierras a los grandes propietarios y emigrar a los nuevos barrios industriales. Las transformaciones agrarias contribuyeron de tres formas a que se hiciera realidad la primera industrialización británica. Al constante crecimiento de la demanda interior se añadió la demanda exterior de la Europa continental y de sus posesiones de ultramar. La exportación de tejidos aumnetó notablemente y las relaciones comerciales con las colonias son otra clave del desarrollo económico británico. En la segunda mitad del XVIII el sector textil británico comenzó a producir tejidos de algodón. La revolución industrial comenzó en este sector y nació una gran industria de consumo. Este desarrollo del comercio exterior contribuyó a acelerar la Primera Revolución Industrial, proporcionó a la nueva industria materias primas, amplió la demanda de productos industriales,creó un excedente económico y una acumulación de capital. En Gran Bretaña el transporte y las comunicaciones eran fáciles y baratos. Durante el siglo XVIII se desarrolló un sistema de canales interiores, se mejoraron los procedimientos de construcción y mantenimiento de los caminos. La facilidad del transporte favorecía la formación de un mercado interior entre Inglaterra, Gales y Escocia. Gran Bretaña fue pionera también en la construcción del ferrocarril.

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