El Camino al Conflicto Global: Orígenes y Tensiones Pre-Segunda Guerra Mundial (1933-1939)

Orígenes y Causas del Conflicto Global

El periodo previo a la Segunda Guerra Mundial estuvo marcado por una serie de factores interconectados que desestabilizaron el orden internacional y sentaron las bases para el conflicto más devastador de la historia.

Política Exterior Totalitaria y Militarismo Creciente

En 1933, la Alemania nazi desarrolló una política exterior agresiva que desestabilizó el continente. Adolf Hitler expuso su teoría del espacio vital (Lebensraum) y canalizó los resentimientos de una población humillada por el Tratado de Versalles. Ante esto, las potencias europeas practicaron una política de apaciguamiento basada en concesiones territoriales. Alemania pactaría con la URSS el reparto de Polonia. La Italia fascista practicaría una política expansionista sobre Etiopía y los Balcanes, mientras Japón buscaría su expansión territorial en Asia continental.

El militarismo se impuso en las sociedades totalitarias. Uniformes, desfiles y concentraciones militares se convirtieron en elementos cotidianos. La política de desarme impulsada por la Sociedad de Naciones cayó en el olvido, incluso entre las democracias occidentales.

Factores Económicos y la Gran Depresión

La Gran Depresión puso fin a la colaboración económica entre las élites de los países occidentales. El recelo, el proteccionismo y la lucha por los mercados se impusieron. El hundimiento de las economías nacionales por razones externas y la falta de ayuda entre los Estados propiciaron un clima de desconfianza. La autarquía de países como Alemania o Italia se mostraría insuficiente para cubrir las necesidades de la industria nacional, lo que los impulsó a iniciar su expansión militar en busca de recursos y mercados, así como para colocar el excedente de población.

Reivindicaciones Territoriales No Resueltas

Las reivindicaciones territoriales, nunca resueltas, volvieron a esgrimirse. Alemania reivindicaba los Sudetes y la unión con Austria (Anschluss). También se disputaba con Francia las provincias de Alsacia, Lorena y el Sarre. La URSS deseaba recuperar los antiguos territorios bajo dominio zarista. Italia reclamaba territorios en los Balcanes y Bulgaria aspiraba a obtener una salida al mar Egeo. Japón buscaba imponer su supremacía sobre China, y también sobre Estados Unidos y el resto de potencias coloniales occidentales.

Relaciones Internacionales en el Periodo de Preguerra

El periodo de preguerra estuvo marcado por una serie de conflictos y movimientos estratégicos que redefinieron el mapa geopolítico y aceleraron el camino hacia la confrontación global.

La Guerra Sino-Japonesa: Expansión en Asia

En Japón se había instalado un régimen militarista que necesitaba materias primas en el continente para mantener su crecimiento industrial. En 1931, el Imperio japonés invadió la región china de Manchuria y estableció el Estado títere de Manchukuo. Japón se retiró de la Sociedad de Naciones. En 1937, el ejército japonés invadió el norte y el este de China. Tras la toma de Shanghái y Nankín, conquistaron toda la franja costera de China tras una contienda extremadamente cruel, que terminaría enlazando con la guerra en Europa a partir de 1939. Esta invasión japonesa causaría más de 13 millones de muertos y una cifra similar de heridos.

Aspiraciones Alemanas: Austria y el Sarre

En Austria, el canciller Engelbert Dollfuss fue asesinado en julio de 1934 por nazis austríacos partidarios de la unificación con Alemania. Hitler se planteó la invasión de Austria, pero Mussolini lo disuadiría.

Al año siguiente se produjo la incorporación del Sarre al Tercer Reich. Se trata de una región del oeste de Alemania, rica en minas e industria, que el Tratado de Versalles había cedido a Francia por quince años como forma de reparación económica. Tras esos quince años, sus habitantes debían decidir su futuro en referéndum. En enero de 1935, aprobaron la incorporación a Alemania. Una vez incorporada la potente industria del Sarre, Hitler pudo iniciar el rearme militar, que en pocos años le permitiría disponer de un ejército moderno y bien equipado. Poco después, Renania sería ocupada militarmente por los alemanes.

El Expansionismo Italiano: Abisinia y Albania

En 1935, Italia invadió Abisinia (actual Etiopía). Tras una corta y desigual guerra, Italia instaló un protectorado sobre el territorio. Italia abandonó la Sociedad de Naciones como respuesta a las sanciones que le fueron impuestas, lo que inició su acercamiento a la Alemania nazi.

En abril de 1939, las tropas enviadas por Mussolini ocuparon Albania, territorio sobre el que Italia ya venía ejerciendo una especie de colonialismo económico y político. Tras la huida de la casa reinante albanesa, Italia impondría un protectorado sobre el país.

La Guerra Civil Española: Un Campo de Pruebas

En julio de 1936, un golpe militar contra el Gobierno democrático de la República provocó el estallido de la Guerra Civil española. Con la excusa de la internacionalización del conflicto, se constituyó en Londres un Comité de No Intervención. Alemania e Italia participaron plenamente en la guerra del lado de los fascistas, mientras que una República aislada solo contó con el apoyo de la URSS. La victoria de los golpistas mostraría la debilidad de las democracias occidentales frente a la agresividad de los regímenes totalitarios. La Guerra Civil española contribuyó al acercamiento entre Italia y Alemania, que en septiembre de 1936 constituyeron el Eje Roma-Berlín. Alemania firmaría con Japón el Pacto Antikomintern, al que se sumaron la España franquista, Italia y Hungría, contra un supuesto expansionismo soviético.

El Expansionismo Alemán: De Austria a Checoslovaquia (1937-1939)

Tras las muestras de debilidad de las democracias occidentales, Hitler pensó en integrar dentro del Reich a todos los territorios con población de habla alemana de Europa. El plan trazado fue recogido en el Protocolo Hossbach (1937), donde se recogía la teoría del espacio vital para defender esta expansión territorial en el este. El primer paso se daría con la anexión de Austria en 1938 (el Anschluss). Meses después, en la Conferencia de Múnich, Francia, Reino Unido e Italia permitieron la anexión al Tercer Reich de los Sudetes, una región checoslovaca de habla alemana, con la promesa de Hitler de no reclamar más territorios. Esta conferencia supondría la desaparición de Checoslovaquia como Estado, tras su derrota militar al intentar hacer frente en solitario a la invasión nazi. Eslovaquia quedaría como Estado sometido a recortes territoriales por parte de Hungría y Polonia.

Después de la anexión de Checoslovaquia, Hitler formuló su intención de hacerse con el corredor polaco, que separaba a Prusia Oriental de Alemania desde el fin de la Primera Guerra Mundial. En mayo de 1939, Alemania firmó el Pacto de Acero con Italia, que establecía el apoyo mutuo en caso de guerra. Con la firma del Pacto Germano-Soviético de no agresión y neutralidad, tanto Alemania como la URSS intentaban ganar tiempo para una futura guerra que ambas potencias sabían que no tardaría en llegar. Este pacto también recogía el reparto de Polonia entre ambas.

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