Introducción
La Transición Española (1975-1982) es el período histórico donde España deja la dictadura de Franco y pasa a regirse por una Constitución que consagra un Estado social, democrático y de derecho. Este proceso fue posible gracias al pacto entre el rey Juan Carlos I, Adolfo Suárez al frente de la UCD, los partidos obreros como el PSOE y el PCE, los partidos nacionalistas vascos y catalanes, y los sindicatos de izquierdas. La actitud de la población española fue indispensable para devolver la democracia al país.
La Transición Política Española (1975-1982)
Del Gobierno de Arias Navarro al de Adolfo Suárez (1975-1977)
La Transición Democrática Española es el proceso de restablecimiento de las instituciones democráticas que se inició en 1975 con la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey y Jefe de Estado, y culminó en 1982 con la victoria electoral del PSOE.
Características Clave del Proceso
- No se produjo una ruptura clara entre ambos sistemas. Hubo un cambio político sustancial, que alteró el sistema de gobierno basado en la autoridad del caudillo, pero sin reemplazar a quienes ostentaban el poder en el régimen franquista. No se sustituyó al Jefe de Estado, Juan Carlos I, ni tampoco al presidente del gobierno, Adolfo Suárez, quienes fueron los principales impulsores del proceso de transición.
- Fue fruto del acuerdo y del consenso entre dirigentes y políticos del Estado franquista y la oposición, a la que se facilitó la integración en el sistema a cambio de suprimir los aspectos más radicales de sus programas.
- El pueblo español jugó un papel decisivo al respaldar los cambios que se daban a su alrededor y la decidida marcha hacia la democracia. Las masas populares fueron partícipes activas en el proceso con su colaboración y apoyo a los políticos.
El Gobierno de Arias Navarro (Enero 1974 – Julio 1976)
Los primeros pasos se dieron durante el gobierno de Carlos Arias Navarro (enero de 1974 – julio de 1976). Tras el juramento de Juan Carlos de Borbón como rey el 22 de noviembre de 1975, Carlos Arias Navarro fue confirmado en su cargo. Pero su continuidad chocaba con la actitud personal del monarca, partidario de una democratización plena del sistema y no de una monarquía franquista como pretendía Arias. Antes y después de la muerte de Franco, la actividad de la oposición, las protestas y la politización de la vida pública reclamaban reformas más profundas.
Entre diciembre de 1975 y marzo de 1976 hubo problemas de orden público, huelgas en medio de una crisis económica y atentados terroristas de ETA y GRAPO. Arias Navarro dimitió, presionado por el rey, en julio de 1976.
El Gobierno de Adolfo Suárez (Julio 1976 – 1977)
El nuevo presidente sería designado por el monarca: Adolfo Suárez. Suárez era un desconocido para la opinión pública, pero el rey le encargó la formación de un nuevo gobierno. Reunió a políticos de su misma generación que no habían vivido la guerra. También atrajo a la democracia a antiguos partidarios del franquismo y contó con el apoyo del PSOE y el PCE.
Su gobierno promovió la aprobación de la Ley para la Reforma Política (noviembre de 1976), que establecía unas nuevas Cortes bicamerales, encargadas de redactar una nueva Constitución, elegidas por sufragio universal. La ley fue aprobada en las Cortes franquistas.
El siguiente paso fue legalizar los partidos políticos que debían participar en las elecciones a celebrar después de proclamar la Constitución. La mayoría de partidos aceptaron, pero la legalización del PCE suscitaba muchos recelos y odios entre las derechas españolas y el ejército por su anticomunismo y los recuerdos de la Guerra Civil. A través de reuniones secretas en la Moncloa, Suárez hizo efectiva su legalización en Semana Santa (abril de 1977). El PCE fue legalizado a cambio de renunciar al uso de la bandera republicana y comprometerse a acatar la monarquía como forma de gobierno.
La Consolidación Democrática y los Partidos Nacionalistas
Adquirieron gran influencia los partidos nacionalistas. En el País Vasco, junto al PNV, surgió una izquierda nacionalista muy radicalizada con su brazo político armado, ETA, que cometió asesinatos, atentados y secuestros durante toda la Transición. En Cataluña, junto a Esquerra Republicana de Catalunya, se consolidó un partido de derecha nacionalista moderada, CiU. A ellos se unieron los nacionalistas del BNG, el Partido Andalucista y Unió Valenciana.
El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas, libres y plurales. Ganó la UCD del presidente Suárez, aunque no alcanzó la mayoría absoluta.
Del Gobierno de Suárez al Primer Gobierno del PSOE (1977-1982)
El nuevo gobierno de Suárez se planteó elaborar una nueva Constitución, crear el Estado de las Autonomías y salir de la crisis económica. En esta etapa predominó la política de acuerdos y consenso entre las fuerzas políticas y sociales. Los frutos de este consenso fueron la Constitución de 1978, los Pactos de la Moncloa y el restablecimiento de la Generalitat de Cataluña.
Hitos del Consenso
Los Pactos de la Moncloa (octubre de 1977) constituyeron un acuerdo económico que proponía un nuevo modelo de relaciones laborales y diversas medidas económicas, políticas y sociales, pero sus efectos se vieron limitados por los efectos negativos sobre la inflación de la nueva subida de los precios del petróleo.
En septiembre de 1977 se restauró la Generalitat de Cataluña y su presidente regresó del exilio. En Cataluña y otras 13 regiones españolas se estableció un régimen preautonómico mientras se articulaba el nuevo sistema recogido en la Constitución de 1978. Tras la aprobación de esta en referéndum, en diciembre de 1978, se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones para marzo de 1979. De nuevo ganó la UCD, pero gobernando con minoría parlamentaria. Se diseñó el actual mapa autonómico y municipal, desarrollando el Estado de las Autonomías.
Reformas y Cambios Políticos
En su mayoría, el PSOE y el PCE accedieron a la alcaldía de muchas grandes capitales. Se aprobaron muchas e importantes leyes como un nuevo Estatuto de los Trabajadores (1980) y la Ley del Divorcio (1981). España ingresó en la OTAN (1982).
Políticamente, el PCE sufrió una crisis interna debido a las disidencias, y AP de Fraga se reforzó con la incorporación de miembros de la UCD. El partido de Suárez entró en decadencia debido a la heterogeneidad de sus miembros y la moción de censura presentada por el PSOE en 1980. Ante las presiones, Suárez presentó públicamente su dimisión en enero de 1981. La UCD designó como sucesor a Leopoldo Calvo-Sotelo, quien el 23 de febrero de 1981 sufrió un fallido golpe de Estado. Finalmente, las elecciones generales (octubre de 1982) dieron un vuelco al panorama político español. El PSOE logró una mayoría absoluta, lo que le permitió tener un amplio respaldo parlamentario y social para estabilizar y consolidar el Estado democrático.
Conclusión
La Transición, llena de dificultades y problemas, fue un exitoso proceso por el que España pasó de una dictadura inmovilista a una democracia plena. Su resultado fue la aprobación de la Constitución de 1978, la creación del Estado de las Autonomías y del actual Estado democrático y de derecho. Su ejemplo inspiraría a diversos procesos democráticos en países iberoamericanos y del este de Europa, demostrando su eficacia y vigencia.