El Conflicto de 1936-1939: Orígenes, Desarrollo y Legado de la Guerra Civil Española

Introducción: El Fin de la Modernización Republicana

La Guerra Civil Española (1936-1939) puso fin abruptamente a la modernización política y social impulsada por la II República. Este conflicto no solo fue un precedente de la II Guerra Mundial, sino también un episodio clave en la ofensiva global de los regímenes autoritarios.

Causas y Consecuencias del Conflicto

Sus causas profundas se encuentran en:

  • El abismo ideológico entre las ‘dos Españas’.
  • El auge de los autoritarismos, tanto de izquierdas como de derechas.
  • La grave crisis económica y social.
  • El deterioro del orden público y la incapacidad institucional para consolidar la democracia.

Las consecuencias fueron catastróficas: miles de víctimas, el exilio masivo de republicanos, hambrunas, destrucción de infraestructuras y, finalmente, el establecimiento de una dictadura que se prolongó durante casi 40 años.

Desarrollo del Conflicto

1. La Sublevación Militar y la División del País

Desde la proclamación de la República en 1931, una parte del ejército ya había mostrado su hostilidad al nuevo régimen, como evidenció el intento de golpe del general Sanjurjo en 1932. Tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, la tensión se disparó.

La Preparación del Golpe

El Gobierno de la República intentó neutralizar a los generales sospechosos enviándolos a capitanías poco importantes o a islas: Franco fue destinado a Canarias, Manuel Goded a Mallorca y Emilio Mola a Pamplona. Sin embargo, desde abril, Mola comenzó a organizar una red golpista clandestina para derrocar a la República.

El golpe de Estado, inicialmente previsto para el 18 de julio, se adelantó. La sublevación militar se inició en Melilla el 17 de julio de 1936. Franco se trasladó desde Canarias a Marruecos para ponerse al frente del crucial Ejército de África. Entre el 18 y el 19 de julio, ciudades clave como Sevilla y Cádiz se unieron a la rebelión, mientras el general Mola declaraba el estado de guerra en toda España.

La División Territorial

La insurrección no tuvo un éxito inmediato debido a la resistencia organizada por los partidos de izquierda, los sindicatos y una parte leal del ejército. El país quedó dividido en dos zonas:

  • Zona Rebelde (Nacional): Había triunfado principalmente en la España rural, controlando regiones como Castilla y León, Aragón, Galicia y Navarra.
  • Zona Republicana: Conservaba las ciudades más importantes y las zonas industriales, incluyendo la cornisa cantábrica y el País Vasco.

Intervención Internacional

Internacionalmente, varios países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia optaron por una política de no intervención. En contraste, la Italia fascista y la Alemania nazi apoyaron activamente a los rebeldes. Portugal, por su parte, cerró la frontera a los republicanos. El Gobierno republicano, en cambio, obtuvo la ayuda de la Unión Soviética (URSS de Stalin) y de las Brigadas Internacionales.

Tras el levantamiento, en la zona republicana se crearon comités locales y provinciales que asumieron la administración de los ayuntamientos. También se formaron milicias populares que asumieron el esfuerzo militar. En la zona nacional, la represión fue inmediata, fusilando a alcaldes, gobernadores y jefes militares. Así comenzaba una larga guerra civil (1936-1939).

2. Fases Militares Cruciales del Conflicto

A. La Marcha hacia Madrid (Julio – Septiembre 1936)

El primer objetivo militar de los sublevados era la ocupación de Madrid. Mola envió sus columnas desde el norte, mientras Franco, tras entrar en Córdoba y Granada desde Sevilla y unirse a Queipo de Llano, hizo avanzar sus tropas hacia Madrid a través de Extremadura.

Las columnas del sur tomaron Badajoz y liberaron el Alcázar de Toledo, un acto simbólico que, sin embargo, retrasó el avance decisivo hacia la capital. En el frente norte, en septiembre, las tropas de Mola ocuparon Irún y San Sebastián, mientras que las tropas de Galicia acabaron con la resistencia republicana en Oviedo.

B. La Batalla de Madrid (Noviembre 1936 – Marzo 1937)

En esta etapa, el conflicto se transformó en una guerra de desgaste. Los frentes se estabilizaron, la intervención extranjera aumentó y se comenzó a crear un nuevo Ejército Popular Republicano. El Gobierno de la República se trasladó a Valencia.

No obstante, la resistencia del pueblo madrileño, dirigida por una Junta de Defensa, triunfó bajo el lema «¡No pasarán!». Las tropas franquistas intentaron conquistar la ciudad mediante maniobras de cerco, atacando primero por la carretera de La Coruña, luego por el valle del río Jarama y, finalmente, por Guadalajara. Tras estos fracasos, Franco decidió centrar su ataque en Andalucía, logrando la toma de Málaga en febrero de 1937.

C. La Campaña del Norte y la Ofensiva Republicana (Marzo 1937 – Marzo 1938)

Tras el fracaso en Madrid a comienzos de 1937, Franco, con el apoyo del ejército italiano y alemán, inició una campaña militar decisiva en el frente norte. La Legión Cóndor alemana bombardeó Guernica en abril de 1937, un acto de terror que conmocionó a la opinión pública mundial.

El ejército de Franco ocupó Vizcaya en marzo y Bilbao en junio. Posteriormente cayeron Santander (agosto) y Asturias (octubre), liquidando la resistencia republicana en el Cantábrico.

El Ejército Popular de la República trató de detener el avance franquista mediante ofensivas de distracción, destacando las batallas de Brunete y Belchite. Finalmente, en diciembre de 1937, las tropas republicanas lanzaron una ofensiva contra Teruel.

3. Consecuencias Inmediatas y a Largo Plazo de la Guerra

El saldo del conflicto fue devastador:

  • Demográficas: Se estima medio millón de muertos. Miles de exiliados huyeron a Francia, México, la URSS y diversos países de Iberoamérica.
  • Culturales: Numerosos escritores, artistas y científicos abandonaron el país, provocando una diáspora intelectual.
  • Económicas: Pérdida masiva de recursos e infraestructuras, sumiendo al país en la posguerra.
  • Políticas y Sociales: Se impuso un clima de represión, persecución y total falta de libertades, estableciendo la dictadura franquista.

Conclusión: El Legado de la Guerra Civil

La Guerra Civil Española puso fin a toda labor reformadora y democrática que la II República había intentado impulsar. La violenta reacción de la derecha y el ejército ante la victoria electoral del Frente Popular en febrero de 1936 consolidó la división irreconciliable entre dos formas opuestas de entender España.

La victoria final del bando franquista no solo supuso el fin del régimen republicano, sino también la persecución y el exilio de miles de representantes y militantes republicanos e izquierdistas, marcando el inicio de una larga etapa de autoritarismo.

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