Origen y Estructura del Feudalismo Medieval
¿Por qué se implantó el feudalismo?
1.1 El feudalismo surgió…
A partir del siglo X se difundió una nueva forma de organizar y gobernar la sociedad, conocida con el nombre de feudalismo. Esta nueva organización social se basó en el establecimiento de unas relaciones de dependencia mutua entre los diferentes estamentos sociales. Estas relaciones fueron principalmente dos: el vasallaje y la servidumbre.
1.2 …durante una época de inseguridad…
Entre los siglos IX y X, la división del Imperio Carolingio en diferentes reinos debilitó a los monarcas, que se enfrentaron entre sí.
Esta situación de gran inestabilidad política se agravó como consecuencia de una serie de nuevas invasiones, que devastaron y acabaron de fragmentar Europa.
Estos pueblos invasores atemorizaron a la población, que se sentía muy desamparada ante los ataques violentos, los continuos saqueos y robos, la destrucción de aldeas, el corte de puentes y caminos.
1.3 … que llevó a la pérdida de la autoridad real…
Los monarcas no pudieron hacer frente a esta grave situación de inseguridad. No disponían de medios para recaudar los impuestos necesarios y mantener un ejército con el que poder proteger a la población.
Así que delegaron parte de su poder a los nobles, que organizaron ejércitos privados y se convirtieron en vasallos del rey.
A cambio de fidelidad y ayuda militar, los nobles recibieron territorio, que conocemos como feudo, y pasaron a convertirse en señores feudales con un gran poder.
1.4 … favoreció el vasallaje…
El vasallaje era un pacto de fidelidad establecido entre el rey y los nobles o entre nobles de diferente rango social. El señor recibía bajo su protección al del rango inferior, que se convertía en su vasallo; de modo que el vasallo del señor podía tener sus propios vasallos.
Así, muchos nobles se convirtieron en señores feudales, y fueron transmitiendo el cargo por herencia a sus hijos.
El pacto de vasallaje se celebraba en una ceremonia que comprendía dos partes: el homenaje y la investidura.
1.5 … y la servidumbre…
Ante estas imágenes tan sangrientas, numerosos campesinos acudían a los nobles para solicitar su protección. Así, muchas familias campesinas se pusieron bajo el amparo de los nobles, que tenían castillos fortificados y sus propios ejércitos.
El noble les garantizaba protección y les cedía una porción de tierra para que cultivasen y les diera sustento. Los campesinos perdieron entonces su libertad y se convertían en siervos de un señor feudal, al que debían entregarle parte de su cosecha y someterse a su justicia.
La Sociedad Estamental: Privilegios y Obligaciones
¿A quién beneficiaba la sociedad estamental?
2.1 Una sociedad profundamente desigual:
La sociedad feudal se hallaba dividida en estamentos u órdenes. Cada estamento constituía un grupo cerrado sin apenas movilidad social, al que se pertenecía por nacimiento y para toda la vida.
La pertenencia a uno u otro se consideraba voluntad de Dios, y cada persona debía resignarse al grupo que le estaba destinado. En esta sociedad, la ley y la justicia no eran iguales para todos. Se dividía en dos grandes grupos: los privilegiados y los no privilegiados, que se diferenciaban porque los privilegiados tenían todos los privilegios y ninguna obligación, y el resto tenía todas las obligaciones y pocos derechos.
2.2 Los privilegiados:
Los privilegiados constituían la minoría de la población. Ostentaban el poder social y económico, y gozaban de todos los derechos:
Poseían la mayor parte de las tierras.
No tenían que trabajar y vivían de las rentas que les proporcionaba su tierra.
Estaban exentos del pago de impuestos.
Tenían reservados los altos cargos del reino.
Se distinguían dos estamentos u órdenes: la nobleza y el clero.
2.3 Los no privilegiados:
Su función era trabajar y mantener a los otros dos estamentos.
Carecían de cualquier derecho y estaban sometidos a fuertes impuestos.
Según la actividad que desarrollasen, se diferenciaban en campesinos y artesanos.
2.4 La Monarquía:
El rey tenía un carácter sagrado y se le consideraba elegido por Dios para ordenar la sociedad de la tierra y defender la cristiandad.
Los territorios que el monarca tenía bajo su autoridad componían su reino, y eran considerados como su dominio personal.
El rey compartía el gobierno con la gran nobleza y las autoridades religiosas.
Contaba con la ayuda de la Curia o Consejo Real, formada por un grupo de notables que le aconsejaban a la hora de tomar decisiones. Muchos reyes no disponían de residencia fija y se trasladaban a algunas de las ciudades o los castillos de su reino.
Atribuciones del Rey:
Dirigir campañas militares, a las que debían acudir los vasallos con su ejército.
Recaudar impuestos.
Ejercer de juez supremo en pleitos, pero sin interferir en los feudos de sus nobles o de la Iglesia.
El Feudo: Centro del Poder Señorial
El Feudo:
El feudo era la tierra entregada por el rey o un noble a un vasallo, el cual se convertiría en señor feudal. Las tierras no podían venderse, y el señor feudal podía sacar beneficio de la tierra y darla en herencia a sus descendientes.
El feudo se organizaba en dos partes:
La reserva señorial o dominio: formada por las mejores tierras y donde se encontraba el castillo.
Los mansos: parcelas de tierra que el señor entregaba a siervos o campesinos libres a cambio del pago de una renta.
Señor Feudal: Obligaciones y Derechos
Obligaciones: proteger a la población, dar alimento en época de hambruna y dar semillas y aperos de labranza.
Derechos: imponer normas y leyes, juzgar e imponer multas, y crear impuestos y peajes.
La Nobleza: El Estamento Militar
La Nobleza:
Era el estamento privilegiado que debía proteger militarmente a la sociedad. Estos podían habitar en castillos, poseer caballos y costearse su armamento. Estaba compuesta por duques, condes, barones, y su poder dependía de la tierra que poseía y de los vasallos que le juraban fidelidad.
Nobles y Caballeros:
Su actividad más importante era entrenarse para el combate. Cuando el rey los convocaba para la guerra, debían acudir con sus huestes. Debían recaudar impuestos, revisar las armas e impartir justicia. A veces daban banquetes donde los juglares y trovadores deleitaban al público. Los nobles practicaban la caza y la cetrería.
Damas:
Eran las responsables de la educación de sus hijas, se preocupaban de los asuntos domésticos del castillo y practicaban la caza. Muchas veces aportaban una gran dote y, cuando el señor se ausentaba o moría, se quedaban al cargo de todo. Muchas de ellas tenían cierto nivel cultural.
El Clero y la Influencia de la Iglesia en la Edad Media
El Clero:
En la Edad Media la mayor parte de los habitantes de Europa eran cristianos.
La creencia religiosa regía toda la vida. La iglesia era el edificio más importante de cualquier núcleo urbano.
La Iglesia organizaba las ceremonias que marcaban los grandes acontecimientos de la vida y regulaba las fiestas. Los cristianos debían cumplir con sus obligaciones religiosas y era recomendable peregrinar a lugares en los que se conservaban reliquias de santos.
La Iglesia proponía una “Tregua de Dios” en las guerras de jueves a domingo.
¿Cómo vivían los campesinos?
6.1 Los campesinos cultivaban la tierra…
Los campesinos trabajaban de sol a sol, y la mayoría vivían muy pobremente. Su vida transcurría monótonamente, y año tras año cultivaban la tierra al ritmo que marcaban las cuatro estaciones. Toda la familia participaba en las tareas agrícolas. Los hombres realizaban los trabajos de mayor fuerza física. Las mujeres colaboraban en la siega y la vendimia, cultivaban el huerto y mantenían las aves de corral. Como las técnicas y los instrumentos eran muy rudimentarios, los rendimientos solían ser bajos.
6.2 … y obtenían escasos rendimientos:
Los campesinos practicaban una agricultura de subsistencia, destinada al autoconsumo.
Una sequía o una helada podía malograr su cosecha y sumirlos en el hambre. La mala alimentación, la falta de higiene y las hambrunas periódicas comportaban una mortalidad muy elevada.
El comercio era escaso y las familias elaboraban sus propios productos. A veces debían comprar algún producto, como la sal y utensilios de hierro o cobre.
Su alimentación era escasa y poco variada. Comían pan negro, el alimento básico, gachas de harina, potaje de verdura, legumbres, queso y huevos. En contadas ocasiones comían carne, normalmente de cerdo o de ave, siendo más habitual el consumo de despojos.
La Organización de la Iglesia:
Todos los hombres y mujeres que dedicaban su vida a la Iglesia constituían el clero. En la cúspide de la jerarquía se hallaba el Papa, que residía en Roma. Según su destino y dedicación, el clero se dividía en:
Clero secular: compuesto por sacerdotes, párrocos, obispos y cardenales, que atendían a los creyentes.
Clero regular: integrado por monjes y monjas dedicados al trabajo y la oración. En el campo vivían en monasterios y en las ciudades vivían en conventos.
No todos los clérigos gozaban del mismo nivel de vida:
El alto clero: disfrutaba de los mismos privilegios que los nobles.
El bajo clero: llevaba una vida similar a los campesinos.
La Iglesia: Poder y Función Social
Era propietaria de muchas tierras y edificios los cuales daban muchos beneficios. En su dominio se cobraba el diezmo y recibían donaciones de sus feligreses. Algunos de ellos legaban sus bienes a la Iglesia al morir. La Iglesia también cumplía una función social y cultural.
7.1 Las Cruzadas:
Fueron grandes expediciones militares organizadas por la Iglesia para conquistar los Santos Lugares donde había vivido Cristo y que estaban bajo poder musulmán. A cambio se les prometió la salvación eterna.
El Arte Románico: Expresión de la Fe Medieval
7.2 La Arquitectura Románica:
En la Europa feudal (siglos XI-XIII) se desarrolló un nuevo estilo conocido como Románico. Debido al crecimiento de la población, surgieron aldeas con sus parroquias.
Debido a la gran influencia de la religión en la sociedad, el arte Románico ensalzaba la gloria divina y promovía la fe cristiana.
Las iglesias y monasterios fueron las edificaciones más importantes, con forma de cruz latina, sólidos y gruesos muros, enormes columnas, torres campanarios y rosetones encima de grandes puertas de entrada.
La Pintura y la Escultura Románica: ¿Un Arte Esencialmente Religioso?
La pintura y la escultura románicas tuvieron un carácter religioso y estuvieron muy supeditadas a la arquitectura. Además de su función decorativa, tenían un objetivo didáctico y moralizante. No debemos olvidar que la inmensa mayoría de la población era analfabeta. Por esa razón, las imágenes se convirtieron en el libro donde los fieles podían leer y aprender sobre la religión.
8.1 La Pintura:
La pintura cubría la mayor parte de los muros y de los ábsides de las iglesias. Todas ellas poseían una gran fuerza expresiva, pero técnicamente eran muy sencillas: se trazaban los dibujos con tonos oscuros y el color se extendía uniformemente. No había profundidad, volumen ni perspectiva, y la disposición de las figuras se adaptaba al marco arquitectónico. Los personajes se ordenaban según la perspectiva jerárquica, que representaba al más importante con mayor tamaño. También, se tendía a no dejar ningún espacio vacío.
La pintura al fresco: sobre el muro se extendía una capa de yeso y se pintaba sobre él para que se fijaran mejor los colores.
Las tablas o frontales: maderas cubiertas con una fina capa de yeso. La tabla cubría los frontales de los altares o las cabeceras de la iglesia.
El Pantocrátor:
Los motivos más utilizados en la pintura románica eran las representaciones del Pantocrátor, que se situaban en el ábside y ocupaban una posición central dentro de la iglesia. Siempre seguían un mismo modelo:
La figura de Cristo aparecía de cuerpo entero dentro de una forma almendrada llamada Mandorla.
Con su mano derecha bendecía, y con la izquierda sostenía un libro con la frase “Yo soy la luz del mundo”.
Estaba rodeado de la representación simbólica de los cuatro evangelistas.
8.2 La Escultura:
La escultura tenía una fuerte dependencia de la arquitectura. Las figuras solían adoptar las proporciones y la forma de la superficie sobre la que eran esculpidas. La temática era también religiosa y representaba figuras hieráticas, rígidas y sin perspectiva.
Se ubicaban preferentemente en las portadas, columnas y capiteles. En los capiteles, además de temas bíblicos, se realizaban figuras vegetales y geométricas, y escenas de la vida cotidiana. Aisladas del marco arquitectónico, también eran abundantes las tallas religiosas esculpidas en madera y policromadas en vivos colores.
Se solían colocar en los altares de iglesias, monasterios o ermitas, y los principales motivos representados eran la crucifixión de Cristo, la figura de la Virgen sentada en un trono con el Niño Jesús y las imágenes de santos.