El Frente Popular y el Sistema Político durante la Segunda República Española

El Frente Popular durante la Segunda República

Las elecciones de febrero de 1936 serían las últimas elecciones democráticas en España hasta 1977. Durante la época de las elecciones, la sociedad estaba extremadamente polarizada:

Los partidos de izquierdas constituyeron una gran coalición electoral denominada Frente Popular, incluyendo republicanos, socialistas, comunistas y nacionalistas catalanes y gallegos. Los partidos de derechas, aglutinados en la CEDA, no fueron capaces de alcanzar acuerdos políticos con otros movimientos. El centro político se encontraba completamente desdibujado.

La participación fue aproximadamente de ¾ de la población y la diferencia de votos no fue abrumadora, pero sí en escaños. Azaña formaría un gobierno integrado solo por republicanos de izquierdas, con los socialistas y comunistas dando apoyo parlamentario.

El nuevo gobierno se centró en cumplir las promesas electorales, siendo estas el restablecimiento de la Generalitat y la amnistía a los presos de la revolución de 1934. Mientras tanto, la CEDA parecía empezar a colaborar con el gobierno, pero una serie de acontecimientos colocaron al país en la senda de la guerra civil:

  • La destitución de Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República por un voto de desconfianza al disolver las Cortes más de dos veces, desapareciendo el freno de radicalización al ser sustituido por Manuel Azaña en la “jaula de oro” de la presidencia.
  • La intensificación incontrolada de la reforma agraria, con campesinos distribuyéndose la tierra de manera ilegal y el gobierno legitimando sus acciones e ignorando a los propietarios.
  • El deterioro del orden público ante la violencia política tanto de izquierda como de derecha, con grupos de paramilitares, organizaciones de juventudes comunistas y socialistas, y pistoleros falangistas luchando entre sí. La iglesia volvió a ser víctima del extremismo y las constantes huelgas en casi todos los sectores económicos organizadas por la UGT y la CNT.
  • Es muy importante también el papel de la crisis económica de 1929, que sumada al déficit heredado de la dictadura de Primo de Rivera, provocaron un corte en los presupuestos de infraestructura e inversión en industrias y el freno de los programas de modernización y la reforma agraria. Todos estos problemas se concretaron en el aumento constante del paro, que sumado con la depresión económica, crearon un ambiente ideal para la crítica del sistema democrático y el aumento de seguidores de ideologías más radicales.
  • El desorden público que el gobierno se mostraba incapaz de controlar y la racionalización en el Congreso solo pudieron tener dos consecuencias: el derrumbe espontáneo del régimen republicano que pusiera en marcha la revolución y los movimientos conspiratorios de carácter fascista en el ejército.

Sistema Político y Económico de los Bandos de la Guerra Civil

Bando Republicano

Tras el desorden del verano de 1936, fue necesario establecer un gobierno central para organizar el esfuerzo de la guerra, pero los republicanos fueron incapaces de sobrepasar sus divisiones internas entre anarquistas, comunistas y socialistas, y los nacionalistas vascos y catalanes aprovecharon la situación para conseguir sus propios objetivos.

El gobierno de José Giral, establecido en junio y formado exclusivamente por partidos republicanos de izquierda, fue sustituido por Francisco Largo Caballero en septiembre, formando un gobierno de unidad antifascista con comunistas, PSOE y nacionalistas.

Se mantuvo la ficción de la normalidad constitucional y Largo Caballero intentó estabilizar la situación con diversas medidas, como la transformación de las milicias en un auténtico ejército regular. La centralización encontró muchos obstáculos y el gobierno no fue capaz nunca de controlar todo el territorio republicano.

En mayo de 1936 estalló la crisis entre los anarquistas y sus aliados del POUM y el gobierno, al no ceder el control del orden público y el aparato productivo en Cataluña. El enfrentamiento generó choques armados en Barcelona que causaron 500 muertes y la caída de Largo Caballero, para sucederle el 17 de mayo Juan Negrín. Negrín no contó con la CNT y continuó el proceso de centralización, trasladando el Gobierno de la República de Valencia a Barcelona.

Ante el empeoramiento de la situación, Negrín se vio obligado a incluir en el gobierno elementos de los anarquistas y el golpe del coronel Casado provocó una guerra civil en la República, siendo que se rindiese.

Durante este periodo, las organizaciones obreras asumieron el control de la economía e intentaron eliminar la propiedad privada. La zona republicana tuvo graves problemas de abastecimiento de productos de primera necesidad.

Bando Nacional

El 24 de julio se constituye la Junta de Defensa Nacional, presidida por el general Miguel Cabanillas, evidenciando la necesidad de un mando único tanto militar como político. El 1 de octubre de 1936 se designó a Franco como Generalísimo y jefe de Estado.

El primer acto de Franco fue nombrar una Junta Técnica de Estado integrada por generales y tecnócratas. A pesar de la aparente unidad de mando militar, el bando nacional era un conglomerado de grupos políticos muy distintos (monárquicos, cedistas, falangistas, católicos…)

El impulsor del proceso fue Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco. En abril de 1937 se publica el Decreto de Unificación por el que se funda la Falange Española Tradicionalista, con la JONS como único partido permitido. La resistencia de los falangistas y monarquistas fue importante.

En enero de 1938, Franco nombra su primer gobierno y se sustituyó a la Junta Técnica por el aparato de control estatal del «nuevo Estado», pues mirando el catolicismo y el falangismo.

La Iglesia Católica apoyó con entusiasmo la causa franquista, que las autoridades franquistas apoyaron promoviendo una auténtica recatolización de la sociedad.

La zona nacional no conoció las estrecheces de los republicanos desde el punto de vista económico gracias a la continua expansión del territorio y de no tener que alimentar a las grandes ciudades. Esto produjo la devolución de tierras a los propietarios y se creó el Servicio Nacional de Trigo para controlar las existencias. En materia industrial, se promulgó un decreto en 1937 de protección y fomento de la industria nacional, con lo que se pusieron las bases para un régimen autárquico.

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