El reinado de Isabel II y la Regencia de María Cristina de Borbón

11.1 El reinado de Isabel II

Durante el reinado de Isabel II, que duró desde 1833, se pasó por las siguientes etapas:

Minorías: María Cristina de Borbón y Espartero

Reinado de la Década Moderada, Bienio Progresista y Gobierno de Unión Liberal y Crisis. Este reinado simboliza el proceso de implantación del sistema liberal en España, en sustitución del antiguo régimen, y consistió en los siguientes cambios:

  • POLIT: Paso del absolutismo al gobierno constitucional
  • SOC: Se pasó de la sociedad estamental a la clasista
  • ECO: Existencia de la propiedad privada, industrialización y fin de todas las propiedades vinculadas de la nobleza por medio de la desamortización
  • JURID: Fin de los privilegios
  • IDE: Pérdida del poder de la iglesia

El reinado se caracterizó por ser conservador, predominar los militares en la política, y tener una participación de los partidos burgueses, etc.

Oposición al liberalismo

La cuestión sucesoria: El pleito dinástico comenzó en 1830 al publicarse la Pragmática Sanción que anulaba la ley sálica de Felipe V y no publicada por Carlos V, que impedía que gobernara su hermano. Los liberales apoyaban a Isabel y los absolutistas a Don Carlos. En 1833, Fernando VII murió y este pleito se convirtió en una guerra civil, la primera guerra carlista.

El carlismo

Es un movimiento sociopolítico de carácter antiliberal y contrarrevolucionario que busca mantener el antiguo régimen. Su origen está en los absolutistas apostólicos que apoyan a Don Carlos y se llamaron carlistas, defendían el tradicionalismo, el absolutismo y la primacía de la iglesia católica y privilegios forales.

La primera guerra carlista

Es una guerra civil y dinástica que encubre las tensiones provocadas por el fin del antiguo régimen. Los bandos eran los absolutistas (carlistas) que unían a todos los habitantes de las zonas forales del país vasco, Navarra y Cataluña, y los isabelinos (liberales) que formaban los habitantes de las zonas no forales. Las causas fueron la crisis económica, malestar por los cambios, crisis social por la desamortización. La guerra fue muy cruel por ser civil y religiosa, afectando a la población. Las etapas fueron la fase inicial (1833-1835) con predominio carlista, la fase intermedia (1835-1839) de guerra de desgaste, y la fase final (1839) con predominio liberal.

11.2 La regencia de María Cristina de Borbón

Los liberales apoyaron a Isabel en el pleito dinástico y en la primera guerra carlista y se dividieron en progresistas y liberales. Los periodos políticos de la regencia fueron:

Transición: 1833-1834

Gobiernan los absolutistas como Cea Bermúdez o Javier de Burgos, que realizan una división en España en provincias y la creación de un gobernador civil como jefe de las provincias. Los liberales exigieron un cambio para entrar en el gobierno, aprovechando las derrotas ante los carlistas.

Gobierno moderado: 1834-1836

La reina elige al moderado Martínez de la Rosa como presidente y redacta un estatuto real, intento de unir liberalismo y el antiguo régimen. Era una carta otorgada por la reina en la que se intentaba llegar a un sistema político muy moderado. La reina nombra a Juan Mendizábal jefe de gobierno, que suprimió el estatuto real y reimplantó la constitución de 1812, inició la desamortización, y creó diputaciones. Posteriormente, este ganó las elecciones, pero la reina nombró a Istúriz como jefe de gobierno.

Gobierno progresista: 1836-1837

Dirigida por Calatrava, ayudado por Mendizábal, presentaron la constitución de 1837. Esta constitución era progresista, sustituía a la de 1812, establecía la soberanía nacional, derechos individuales y eliminaba el régimen señorial. Los progresistas perdieron las siguientes elecciones y los moderados ocuparon el poder.

Gobierno moderado: 1837-1840

Se usó la constitución de 1837, fue el final de la guerra, y el intento de reformar la constitución llegó a un pronunciamiento, enfrentamiento entre María Cristina y Espartero hasta que la regente dimitió y se exilió de España.

Regencia de Espartero

Su poder se basaba en haber derrotado a los carlistas y por ser el político más famoso. Perdió el apoyo popular de los progresistas, lo que supuso una división en esparteristas, progresistas y demócratas. El apoyo popular lo perdió por su política económica libre-cambista, que perjudicaba al comercio y a la industria española. Así se formó una coalición entre moderados, progresistas y demócratas que obligaron a dimitir a Espartero, quien se exilió para evitar nuevas regencias y se adelantó la edad de Isabel II.

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