España en 1917: La Triple Crisis que Desestabilizó la Restauración

La Neutralidad Española y sus Consecuencias (1914-1917)

España se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial o Gran Guerra (1914-1918). Esta posición provocó un acelerado crecimiento de la economía española, que se dedicó a abastecer a los países beligerantes. Sin embargo, este rápido crecimiento económico se realizó sobre bases muy frágiles y causó graves desajustes sociales, manifestados en:

  • Una elevada inflación en los precios.
  • El desabastecimiento de algunos productos básicos, que se vendían preferentemente al exterior.
  • El aumento de la desigualdad social y regional.
  • Una corriente migratoria del campo a las ciudades para trabajar en la industria.
  • Un aumento de la afiliación sindical y de la actividad huelguística.

La situación social era explosiva. Todo esto dio lugar, en 1917, a la crisis más aguda de todo el reinado de Alfonso XIII. Ante las críticas, el gobierno respondió con la supresión de las Cortes, la detención de los líderes de la UGT (Largo Caballero y Julián Besteiro) y la restricción de los derechos civiles. En medio de este ambiente, en 1917, coincidieron varios conflictos:

La Triple Crisis de 1917

Conflicto Militar: Las Juntas de Defensa

El Ejército tenía un gran poder como garante del orden político y social del sistema. En julio estalló un enfrentamiento entre el Gobierno y el Ejército. El malestar entre los militares era importante debido al atraso técnico, la falta de medios y los bajos salarios. Este malestar creció por la decisión del gobierno de primar con ascensos rápidos a los «africanistas», lo que implicaba para los «peninsulares» verse postergados en el escalafón.

Con la finalidad de defender sus intereses, se formaron las Juntas de Defensa. Eran ilegales, pero fueron toleradas y crecieron rápidamente. El gobierno de Eduardo Dato se plegó a las exigencias de las Juntas y las reconoció como órganos representativos del Ejército. Estas solicitaron una subida de salarios y demandaron la convocatoria de unas Cortes Constituyentes.

Conflicto Político: La Asamblea de Parlamentarios

Las fuerzas políticas no integradas en el sistema político (catalanistas, socialistas, reformistas y republicanos) propusieron la formación de un gobierno provisional y la convocatoria de unas Cortes Constituyentes. Estas Cortes deberían establecer un sistema cuyo pilar fundamental fuera el Parlamento, eliminando las prerrogativas del rey y reconociendo los nacionalismos.

Para ello, se convocó en Barcelona, por iniciativa de Francesc Cambó, una Asamblea de Parlamentarios de los partidos antisistema que elaborase la Constitución. Pero el miedo producido entre la burguesía catalanista, dirigida por Cambó, ante la huelga general y la intención de la Corona de formar un gobierno de unidad nacional, llevó al político catalán a abandonar la Asamblea y formar parte del nuevo gobierno dinástico.

Conflicto Obrero: La Huelga General de Agosto de 1917

La UGT y la CNT habían firmado en 1916 un acuerdo de colaboración. Ante la creación de las Juntas militares y la Asamblea parlamentaria, convocaron una huelga general. Las causas fueron el intento de cambiar la situación existente ante la crisis social, económica y política que se estaba viviendo (un proceso de inflación ante el que el gobierno era incapaz de adoptar medidas eficaces).

Paralelamente al conflicto militar y parlamentario, se fueron ultimando los preparativos. La huelga iba a tener un doble carácter:

  • Económico: con demandas salariales y de jornada laboral.
  • Político: con la exigencia de cambios profundos en el gobierno.

Los sindicatos convocaron una huelga ferroviaria en todo el país para el día 10 de agosto. La huelga del día 10 se convirtió en un paro general y tuvo un seguimiento muy importante en algunas ciudades como Madrid, Bilbao, Oviedo y Gijón, que quedaron totalmente paralizadas.

La respuesta del gobierno fue durísima: sacó al ejército a la calle, hubo cerca de 200 muertos y 2000 detenidos. Entre ellos, el comité de huelga, formado por Largo Caballero, Besteiro, Saborit y Anguiano, fue condenado a muerte, aunque su pena se conmutó por cadena perpetua.

Las Juntas, en el momento definitivo, apoyaron fielmente al gobierno y abandonaron cualquier intento de tipo reformista. Presionaron hasta que se logró formar un gobierno de concentración con De la Cierva como primer ministro y la incorporación de la Lliga con Cambó al gobierno. Esto fue visto por el movimiento de los parlamentarios como una verdadera traición.

La huelga general fracasó por la no incorporación de los campesinos, el miedo de la burguesía y el apoyo del ejército.

Consecuencias y el Fin de la Restauración

La triple crisis de 1917, aunque aparentemente había sido superada por el sistema de la Restauración, lo dejó herido de muerte. Ante la inestabilidad y la radicalización progresiva, se recurrió a los gobiernos de concentración, con la inclusión de los políticos más importantes de las distintas tendencias (Maura, Romanones, Cambó…). Sin embargo, las disputas internas y las presiones externas hicieron imposible su consolidación.

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