Europa Sociales

Europa bajo el dominio nazi (1939-1941)

7.1. Las grandes ofensivas alemanas

Con la invasión de Polonia, Hitler inició la llamada guerra relámpago (Blitzkrieg), basada en la utilización combinada de divisiones acorazadas (los panzer) y de un importante apoyo aéreo, que permitía al ejército un rápido avance. Por otra parte, los ejércitos soviéticos invadieron Polonia por el Este y el país se hundíó en tres semanas. Según lo que se había acordado en el Pacto Germano-Soviético, Polonia fue dividida entre Alemania y la URSS.

Los aliados iniciaron un bloqueo naval de Alemania para impedir el aprovisionamiento de hierro que llegaba a través de Noruega. En respuesta, en Abril de 1940, los ejércitos alemanes invadieron Dinamarca y Noruega.

En Mayo, la Wehrmacht inició la ofensiva contra los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Francia. El ejército francés fue vencido en cinco semanas y el territorio de Francia quedó dividido en dos zonas: la Francia ocupada por los alemanes, en la parte Norte y Oeste, y la llamada Francia de Vichy, Estado bajo el control alemán. Alsacia y Lorena fueron anexionadas al territorio alemán, y en Junio, Italia entró en guerra al lado de Alemania.

En el verano de 1940, sólo el Reino Unido resistía a Alemania. Para preparar un posible desembarco en Gran Bretaña, la aviación de guerra alemana, la Luftwaffe, bombardeó los puertos y las ciudades británicas en la llamada Batalla de Inglaterra (Julio-Octubre de 1940). El nuevo primer ministro británico, Winston Churchill, estimuló la resistencia a ultranza.

Gracias a las defensas organizadas por la RAF (Royal Air Force) y a la utilización de radares, el Reino Unido resistíó el ataque aéreo y Hitler tuvo que renunciar al desembarco. En Octubre de 1940, Hitler decretó el bloqueo de las Islas Británicas y desencadenó la Batalla del Atlántico para impedir la llegada de suministros a los británicos.

7.2. La mundialización del conflicto

A partir de 1941, la guerra se mundializó, extendíéndose más allá de Europa. En el Norte de África y en Oriente Próximo, italianos y alemanes se batieron contra el ejército británico. Con el objetivo de impedir el acceso de los británicos al canal de Suez, el Afrikakorps* desembarcó en Libia en Febrero de 1940 y se internó en Egipto.

Yugoslavia y Grecia fueron también conquistadas en Abril de 1941, y en Junio, Hitler lanzó la Operación Barbarroja contra Rusia. El ejército ruso no pudo frenar la ofensiva y los alemanes llegaron con rapidez hasta las puertas de Leningrado (nombre que había adoptado San Petersburgo tras la muerte de Lenin) y Moscú.

La expansión japonesa en el Pacífico decidíó al presidente norteamericano Roosevelt a decretar un embargo sobre el acero y el petróleo destinados a Japón. En respuesta, en Diciembre de 1941, Japón atacó a la flota estadounidense en Pearl Harbor y Estados Unidos le declaró la guerra. A finales de 1941, el conflicto había alcanzado dimensiones planetarias y el Eje Roma-Berlín-Tokyo parecía invencible.

7.3. El sometimiento de los países ocupados

Los alemanes quisieron imponer el nuevo orden nazi sobre el conjunto de Europa. Para ello, organizaron los territorios conquistados en regiones incorporadas al Reich (Alsacia, Lorena, Luxemburgo, Bohemia…), Estados satélites con gobiernos colaboracionistas con la ocupación (la Francia de Vichy, Eslovaquia, Rumanía…) y territorios ocupados (Polonia oriental, países bálticos…).

La ocupación nazi tenía como finalidad la explotación de los territorios sometidos en beneficio de Alemania. Así, estos territorios eran obligados a contribuir al esfuerzo de guerra alemán y a proveer al Reich de materias primas, productos agrícolas y bienes industriales. Además, se obligó a trabajadores a desplazarse para trabajar en Alemania, mientras los prisioneros de guerra eran utilizados como mano de obra para las industrias alemanas.

Los alemanes encontraron colaboracionistas*
entre la población civil de los países ocupados, que apoyaron la ocupación e incluso se alistaron en el ejército alemán para luchar en Rusia. Muchos de los que no aceptaron el orden nazi organizaron una Resistencia*
clandestina y apoyaron el avance de los aliados mediante atentados y sabotajes al ejército alemán.

Los nazis implantaron un régimen de violencia y terror. La Gestapo y las SS, junto a la políCía de los regíMenes colaboracionistas, ejercieron una fuerte represión sobre la población civil, especialmente los resistentes, que fueron detenidos, deportados o ejecutados. En todas partes se impuso la persecución de los judíos, que fueron trasladados en masa a campos de concentración.

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