Conceptos Clave del Periodo
- New Deal
- Proyecto desarrollado por el gobierno estadounidense bajo la presidencia demócrata de F.D. Roosevelt, con el objetivo de buscar soluciones para la Gran Depresión (Crack de 1929). La medida más importante fue la intervención gubernamental en el terreno de la economía, en contradicción con el liberalismo estadounidense.
- Putsch de la Cervecería
- Levantamiento o golpe de Estado llevado a cabo por bandas armadas nazis, lideradas por Adolf Hitler, en una cervecería de Múnich (1923), imitando la Marcha sobre Roma de Mussolini. Hitler fue detenido y encarcelado, usando el tiempo en prisión para escribir su libro Mein Kampf (Mi Lucha) y preparar el siguiente asalto al poder.
- Autarquía
- Sistema económico de un país o región que se esfuerza en ser autosuficiente y limitar todo intercambio económico y comercial con el exterior. Por ello, debe producir todo lo que necesite y dejar de depender de las importaciones.
- Führer
- En la ideología nazi (nacionalsocialista), guía, líder carismático de corte dictatorial destinado a dirigir a las masas y llevar a cabo el destino del pueblo alemán. Este papel fue desempeñado por Adolf Hitler en Alemania (1933-1945).
- Duce
- En la ideología fascista, líder carismático de corte dictatorial que reunía todos los poderes políticos en sus manos (Jefe del Gobierno, Primer Ministro, etc.), con capacidad para nombrar y retirar ministros, y legislar por decreto controlando el poder ejecutivo y legislativo. Este papel fue desempeñado por Benito Mussolini en Italia (1922-1943).
1. Las Revoluciones Rusas y la Formación de la URSS
1.1. La Revolución Rusa de 1905
Las primeras protestas fueron manifestaciones pacíficas de obreros ante el palacio imperial, en busca de mejores condiciones laborales y mayor libertad. Estas manifestaciones fueron disueltas con disparos del ejército y resultaron en muertos, por lo que se conocen como el «Domingo Rojo». Desde este momento, los deseos de revolución crecieron en Rusia, apoyados por la crisis económica y la derrota en la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905). Huelgas, manifestaciones y motines del ejército se extendieron por todo el territorio, formándose los primeros soviets o asambleas de obreros para organizar las protestas. El zar aprobó un manifiesto imperial por el que se comprometía a crear una Duma (parlamento) con partidos políticos elegidos por el pueblo, además de mejoras laborales y sociales. Los partidos de izquierda (bolcheviques) criticaron esta Duma, dominada por la burguesía.
1.2. La Revolución de Febrero de 1917 (Revolución Burguesa)
El origen de esta revolución fue la decisión del zar Nicolás II de involucrar a Rusia en la Primera Guerra Mundial en el bando de la Triple Entente, respetando los acuerdos internacionales firmados (Francia). Además de las razones diplomáticas, existía el deseo imperialista ruso de controlar los Balcanes. La entrada en la guerra llevó a la sociedad rusa al límite, con manifestaciones de mujeres que protestaban contra el hambre, la crisis económica y la falta de libertad. Los bolcheviques comenzaron a dirigir huelgas de obreros, y las tropas del ejército empezaron a sumarse a las protestas. Surgieron de nuevo los soviets o asambleas, que pasaron a controlar las principales ciudades rusas. Mientras, la Duma eligió un Gobierno Provisional apoyado por la burguesía.
Ante esta situación, el zar Nicolás II abdicó y Rusia se convirtió en una República Parlamentaria (modelo liberal/burgués británico) presidida por Kerensky. Lenin llegó a San Petersburgo en abril de 1917, publicando sus famosas «Tesis de Abril», en las que adelantaba los pasos a seguir por la revolución bolchevique: la conquista del poder por el proletariado de campesinos y obreros unidos en los soviets.
1.3. La Revolución de Octubre de 1917 (Revolución Bolchevique)
En octubre de 1917, los soviets de San Petersburgo y Moscú se hicieron con el control de las dos ciudades más importantes de Rusia, bajo el lema «Todo el poder para los soviets». Los bolcheviques, liderados por Lenin y con el apoyo de Trotsky y Stalin, se hicieron con el poder de los dos grandes focos industriales y obreros del país. Las medidas que tomaron los bolcheviques tras hacerse con el poder se resumen en:
- Negociación con Alemania para salir de la Gran Guerra.
- Confiscación de los bienes del zar, la nobleza y el clero por los soviets para su reparto entre la población.
- Reconocimiento del derecho de autodeterminación de los pueblos del Imperio Ruso (paso previo a la creación de la Unión Soviética).
- Control por los soviets de las empresas y bancos para su nacionalización.
1.4. La Guerra Civil Rusa y la Formación de la URSS (1918-1921)
La Revolución Bolchevique tuvo éxito en muchas zonas del país, pero también encontró oposición entre los fieles al régimen del zar (el Ejército Blanco), la burguesía y los conservadores, apoyados por los mencheviques (izquierda moderada contraria a los bolcheviques), además del apoyo de potencias extranjeras (Reino Unido, Francia, Japón), que temían no recuperar los préstamos dados a Rusia durante la guerra. Frente al Ejército Blanco, los bolcheviques organizaron el Ejército Rojo, destinado a consolidar la revolución.
Las fuerzas antibolcheviques nunca terminaron de unirse dentro del Ejército Blanco, y aunque la guerra se alargó tres años, finalmente los bolcheviques vencieron y pasaron a controlar todo el territorio. Durante la guerra civil, el colapso de la economía rusa llevó a organizar el denominado «Comunismo de Guerra», paso previo a la Nueva Política Económica (NEP) de Lenin (1921).
Finalizada la guerra, nació la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922, con una estructura federal (múltiples repúblicas en el territorio del antiguo Imperio Ruso) liderada por el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), nuevo nombre que recibió el partido bolchevique, liderado por un secretario general. Se estableció un sistema totalitario disfrazado de dictadura del proletariado.
2. El Crack de 1929 y la Gran Depresión
Estados Unidos fue uno de los países más beneficiados por la Primera Guerra Mundial: se convirtió en el primer país exportador de mercancías, la Bolsa de Nueva York se consolidó como principal centro financiero internacional y el dólar como divisa más potente. Reino Unido comenzó su decadencia y Estados Unidos emergió como primera potencia mundial.
2.1. Expansión Económica de Estados Unidos: Los «Felices Años Veinte»
Entre 1922 y 1929, la economía estadounidense vivió un ciclo de expansión conocido como los «Felices Años Veinte», basado en la reconversión industrial (pasar de una industria de guerra a otra civil) y la producción en serie a gran escala. Surgieron nuevos productos accesibles a la mayor parte de la población (facilidades de pago, perfeccionamiento de la producción, publicidad y marketing, etc.), lo que marcó el inicio de la sociedad de consumo. Dos nuevas industrias se desarrollaron con rapidez: la del automóvil y la eléctrica. El paro se redujo a niveles muy bajos (2%) y el nivel de vida era elevado en comparación con otros países del mundo. Sin embargo, la economía estadounidense ya presentaba algunos aspectos negativos: el principal, el desequilibrio de precios entre los productos agrícolas (más baratos) e industriales (cada vez más caros), lo que afectaba a la capacidad económica de los agricultores.
2.2. Primeros Síntomas de la Crisis Económica Global
Durante la década de 1920, algunos síntomas de inestabilidad económica ya adelantaban el Crack de 1929.
- En primer lugar, el nacionalismo económico. Cuando Europa concluyó su reconstrucción tras la Gran Guerra (1925) y comenzó a producir industrialmente, la única forma de que esas industrias no desaparecieran ante la competencia de Estados Unidos fue aplicar medidas proteccionistas, sobre todo aranceles (impuestos a los productos de otros países). Todos los países tomaron medidas para proteger sus productos frente a la competencia exterior, lo que frenó el comercio internacional y creó tensión en la economía de muchas naciones.
- En segundo lugar, los problemas relacionados con las reparaciones de guerra alemanas y la deuda de los aliados de Estados Unidos. El Tratado de Versalles (1919) impuso a Alemania el pago de reparaciones de guerra a los vencedores (costes de la guerra, daños ocasionados a otros países). La suma era imposible de pagar por Alemania, y menos en las condiciones tan duras que impuso Francia. Cuando en 1923 Alemania no efectuó el pago, Francia ocupó militarmente la región industrial alemana del Ruhr como compensación. Como solución a esta inestabilidad, Estados Unidos tomó las riendas y organizó el Plan Dawes, que fijó una suma a pagar realista y dio facilidades de pago a Alemania (créditos o préstamos). La mayoría de las reparaciones de guerra alemanas de los años siguientes se pagaron gracias a los créditos estadounidenses. Unido al problema de las reparaciones estaba el de la deuda de los aliados de Estados Unidos. Estados Unidos había concedido durante la guerra muchos créditos a los países de la Triple Entente para que pudieran comprar material de guerra. Reino Unido, Francia e Italia eran los principales países acreedores. Estos países intentaron unir el problema de su deuda con el de las reparaciones de guerra alemanas: si Alemania no pagaba, ellos tampoco estaban obligados a hacerlo. De este modo, se creó un circuito de intercambio: Alemania conseguía dinero de Estados Unidos para el pago de las reparaciones a los aliados, y estos, con ese mismo dinero que recibían de los alemanes, pagaban la deuda que mantenían con Estados Unidos. Así, el dinero que salía de Estados Unidos volvía a Estados Unidos, lo que hacía a la economía de Alemania y de toda Europa muy vulnerables ante la posible reducción de los préstamos estadounidenses.
- En tercer lugar, la inestabilidad de Alemania. Tras la Primera Guerra Mundial, toda Europa vivió una grave crisis económica, siendo el caso más destacado el de Alemania: en 1923 el marco (moneda alemana) perdió totalmente su valor (el dinero en Alemania se volvió inservible) por los problemas que generaban las reparaciones de guerra y la falta de confianza en el gobierno de la República de Weimar. Pero gracias a los créditos estadounidenses, la economía alemana inició una lenta recuperación.
- En cuarto lugar, los problemas de sobreproducción. A partir de 1925, la producción superó las necesidades reales de consumo: se produjo más de lo que se consumía (superproducción). El origen de este fenómeno fue la recuperación europea tras la guerra, el avance industrial de países como Japón y Canadá, y la expansión global de la economía estadounidense.
2.3. El Crack de la Bolsa de Nueva York (1929)
En octubre de 1929, las cotizaciones (precio de las acciones) de la Bolsa de Nueva York no mostraban valores reales en relación con los beneficios que generaban: las acciones se vendían a un valor mucho mayor del real, lo que se denomina especulación. Esto se produjo gracias a las declaraciones optimistas por parte del sector empresarial (ganar dinero invirtiendo en bolsa es fácil) y por la compra de acciones a crédito (facilidades de pago, pago a plazos). Todo el proceso dependía de la credibilidad colectiva: si un inversor empezaba a vender sus acciones por miedo a una bajada de precios, los precios de las acciones ciertamente empezaban a bajar, lo que incitaba a otros inversores a vender sus acciones antes de perder más dinero. Y todo esto provocó el hundimiento del mercado. Esto es lo que tuvo lugar en octubre de 1929, el conocido como «Jueves Negro»: una gran oferta de acciones tuvo una respuesta de compra casi nula, cundió el pánico y los inversores comenzaron a vender sus acciones en masa. Los precios de las acciones se hundieron, y para frenar la caída de la bolsa, los bancos comenzaron a comprar acciones. Gracias a esto, la situación se salvó el viernes. Pero al empezar la nueva semana, volvió la dinámica negativa: el «Martes Negro» los bancos dejaron de inyectar dinero (comprar acciones) y las cotizaciones (valor de las acciones) se desplomaron sin solución. La venta masiva de acciones hizo que estallara la burbuja de la economía de Estados Unidos, provocando la ruina de la economía estadounidense primero, y del resto del mundo (salvo la URSS) después.
2.4. La Gran Depresión en Estados Unidos y su Expansión Global
Al Crack (hundimiento) de la Bolsa de Nueva York le siguió una gran depresión económica en Estados Unidos. Dada la posición internacional de Estados Unidos, convertido en primera potencia mundial, la crisis se extendió a todo el mundo. La Gran Depresión tuvo dos efectos claros para la sociedad estadounidense:
- Primero, el descenso del poder adquisitivo de millones de consumidores arruinados, lo que redujo la demanda de productos.
- Segundo, el fin de las inversiones y créditos que recibían las empresas al poner sus acciones en bolsa.
El sistema bancario de Estados Unidos estaba muy fragmentado (gran cantidad de pequeños bancos locales, solo unos pocos muy grandes). El hundimiento de los precios agrícolas hizo que muchos agricultores no pudieran devolver los préstamos recibidos, lo que provocó la bancarrota de muchos de estos pequeños bancos. Los bancos más grandes también se vieron afectados por el desplome de la bolsa, ya que una parte de sus clientes no podían devolver sus préstamos, o retiraban sus ahorros por miedo a posibles bancarrotas y a que su dinero desapareciera. La respuesta de los bancos fue cortar la concesión de créditos y préstamos, ante la posibilidad de que sus clientes solicitaran la devolución de sus ahorros. Esta medida fue muy negativa para la actividad empresarial: muchas empresas, al no recibir créditos de los bancos, terminaron cerrando. La quiebra de las empresas y la falta de créditos hizo que la población tuviera menos recursos y menor capacidad adquisitiva, lo que trajo una bajada del consumo y la acumulación de stocks: productos que no se vendían y no paraban de bajar de precio.
La bajada de precios y del consumo supuso también un descenso de la actividad industrial (si no se vende, no hace falta fabricar), el despido de trabajadores y el aumento del número de parados. Todo esto empeoró aún más la escasa demanda (la economía de los parados no les permitía grandes gastos) y la crisis económica. Desde Estados Unidos se produjo la internacionalización de la crisis de forma rápida por la retirada de los créditos estadounidenses. Con los problemas internos de la economía de Estados Unidos, los bancos estadounidenses comenzaron a reclamar la devolución de los préstamos concedidos a empresas y países europeos, además de cortar el envío de nuevos préstamos. Esto afectó a países muy dependientes del dinero estadounidense: Alemania (por las reparaciones de guerra) y países de América Latina, cuya economía dependía principalmente de la venta de materias primas a Estados Unidos.
2.5. Consecuencias Económicas de la Gran Depresión
La primera consecuencia económica fue el descenso de la producción industrial y agrícola. En materia de industria, ya hemos visto la bajada de la demanda y la caída de los precios, lo que redujo la producción en las fábricas (menos turnos, despidos). En la agricultura, la bajada de los precios, el aumento de la oferta (superproducción) y la escasa demanda provocaron la crisis de los países cuyo comercio exterior dependía de las materias primas (Argentina, Chile, Australia).
En segundo lugar, la caída de la industria y la agricultura arrastró al comercio internacional. La autarquía, el intento de tener una economía autosuficiente y limitar los intercambios comerciales con el exterior, se convirtió en la política económica más común de los años treinta.
En tercer lugar, el aumento sin precedentes del paro (niveles de desempleo históricos). Esta situación fue peor en países donde no existía un sistema público de seguridad social, como Estados Unidos. El desempleo se convirtió en la principal y más importante consecuencia de la Gran Depresión para la población: sin empleo no hay ingresos, no se consume y toda la estructura económica del país se resiente.
La primera respuesta a la crisis económica fue la aplicación de medidas proteccionistas: barreras de aranceles a productos extranjeros, lo que afectó gravemente al comercio internacional, que ya estaba muy débil por el descenso de la demanda de productos industriales y agrícolas. En segundo lugar, los países cerraron acuerdos bilaterales o preferentes, como los que firmó la Alemania nazi con sus países vecinos, para garantizar un mínimo comercio internacional.
2.6. Consecuencias Políticas de la Gran Depresión
La primera consecuencia política de la Gran Depresión fue el cambio político. Lo normal es que el gobierno en el poder al estallar la crisis perdiera en las siguientes elecciones debido al descontento de la población ante la complicada situación económica y social.
En segundo lugar, la Gran Depresión golpeó muy duro al viejo liberalismo del siglo XIX y propició el nacimiento de tres nuevas opciones políticas que buscaron sustituirlo:
- El comunismo marxista, con la URSS como ejemplo de país que no se vio afectado por la crisis económica mundial.
- El capitalismo reformado, con países que se mantuvieron liberales pero desarrollaron una mayor intervención del Estado en la economía.
- El fascismo, cuyo ascenso no se entiende sin la crisis económica mundial y que dio lugar a regímenes nacionalistas y belicistas en Japón, Italia y Alemania.
2.7. Búsqueda de Soluciones en Estados Unidos: El New Deal
En 1933, el nuevo presidente demócrata de Estados Unidos, F.D. Roosevelt, planteó un proyecto de medidas para buscar soluciones a los graves problemas económicos y sociales de la Gran Depresión en Estados Unidos: el New Deal («nuevo trato»). El aspecto que más destacó de este New Deal, y el que lo hizo más complicado de asumir para los estadounidenses, fue la intervención del gobierno en la economía del país, algo contrario a la política ultraliberal estadounidense, centrada en dejar que la economía se regulara por su cuenta. Las reformas del New Deal afectaron a tres áreas principales:
- En cuanto al dinero, se realizaron reformas bancarias que dieron seguridad a los ahorradores y permitieron al presidente emitir más moneda (dólar) para fortalecer la economía estadounidense.
- En materia agrícola, se limitaron las cosechas y se indemnizó a los agricultores que reducían su superficie cultivada (para reducir la superproducción existente), además de elevar los precios y fijar precios mínimos para mejorar la economía de los agricultores.
- En materia industrial, la creación de la ley NIRA fue un intento de reactivar la producción industrial limitando la producción (acabar con la superproducción), además de mejorar las condiciones de los trabajadores (salario mínimo, libertad sindical y derecho de asociación). Esta NIRA permitió al gobierno estadounidense financiar obras públicas (autopistas, presas, estaciones) que redujeron considerablemente el paro al contratar miles de desempleados y reactivaron la economía (sectores secundario y terciario).
3. Los Totalitarismos del Siglo XX: Estalinismo, Fascismo y Nazismo
3.1. Estalinismo: Stalin en el Poder
En 1924, la muerte de Lenin abrió una lucha por el liderazgo del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) entre dos de los dirigentes del bolchevismo: Trotsky y Stalin. Ambos representaban dos modelos distintos de revolución. Trotsky era partidario de un modelo de «socialismo internacional», según el cual el marxismo no podía triunfar en la URSS si esta se mantenía como un país aislado y atrasado. Stalin era partidario del modelo de «socialismo en un solo país», según el cual era necesario fortalecer el marxismo en la URSS sin esperar a que se extendiera y triunfara en otros países. Una vez que la URSS fuera una gran potencia, entonces se convertiría en foco de expansión de revoluciones comunistas a los países vecinos. Gracias a contar con más apoyos dentro del partido (y haber eliminado a los apoyos de Trotsky), Stalin consiguió hacerse con el liderazgo, eliminando a Trotsky: primero políticamente (expulsado de la URSS en 1929) y luego físicamente (asesinado en México en 1940). Con ello, comenzó el camino hacia la dictadura de Stalin. Una de las primeras medidas de Stalin fue abandonar la Nueva Política Económica (NEP), planteada por Lenin tras la Guerra Civil Rusa, y poner en marcha grandes cambios en materia económica con el primero de los Planes Quinquenales (1928). Estos planes quinquenales establecieron una serie de medidas para la economía:
- La colectivización de los medios de producción (tierras agrícolas, fábricas, etc.).
- La organización de las tierras en cooperativas de agricultores (koljoses) o granjas del Estado (sovjoses).
- Una profunda industrialización del país en base a la industria pesada.
- El dirigismo estatal, por el cual el PCUS decidía las medidas a tomar en la producción agrícola e industrial.
Gracias a estos Planes Quinquenales, en 1940 (año de entrada en la Segunda Guerra Mundial), la URSS era la tercera potencia industrial del mundo (tras EE. UU. y la Alemania nazi). Sin embargo, la agricultura soviética sufrió un gran atraso y la estatalización, al depender completamente de la maquinaria de la burocracia soviética (atrasos, sobornos, etc.), dificultó su actividad. Este sería uno de los puntos débiles de la URSS hasta su disolución en 1991.
3.2. La Dictadura de Stalin
Como secretario general del PCUS, Stalin llevó a cabo la concentración de todo el poder político en su persona, utilizando varios instrumentos para la creación de una dictadura personal: el culto a la imagen (gracias a la propaganda y la censura) y las purgas, eliminando a todos los opositores o rivales políticos dentro del PCUS, el ejército soviético o entre la propia población (1935-1938). En 1936, se aprobó una nueva Constitución que dio un «disfraz» de democracia a la URSS (la denominada «democracia soviética»), ya que permitía libertad política siempre que no se atacara: el liderazgo absoluto del PCUS, la propiedad socialista y los medios de producción socializados. En otras palabras: que no se atacara el modelo soviético establecido.
3.3. El Fascismo Italiano: Mussolini y la Toma del Poder
Como respuesta a la Revolución Marxista de Octubre de 1917 en Rusia (liderada por Lenin), los totalitarismos se extendieron por Europa occidental, aprovechando el descontento generado por la crisis económica provocada por el Crack de la Bolsa de Nueva York (1929). En Italia tuvo lugar la Marcha sobre Roma (1922), liderada por Benito Mussolini y formada por los «camisas negras»: grupos paramilitares que desarticulaban huelgas, atacaban a obreros y campesinos, y asesinaban a líderes políticos rivales (socialistas, comunistas).
Mussolini se convirtió en Primer Ministro de Italia como líder del Partido Nacional Fascista. En 1925, consiguió el poder absoluto de manos del rey Víctor Manuel III gracias a la manipulación electoral, la corrupción y las acciones de bandas armadas fascistas. Ese mismo año se aprobó el decreto de disolución de las Cortes (Parlamento y Senado) y comenzó la dictadura totalitaria del Duce.
3.4. Sistema Político del Fascismo Italiano
Desde 1925, Mussolini estableció una dictadura con un control absoluto del Estado, basada en una serie de ideas:
- La negación total del individuo, ya que las masas populares ganaron todo el protagonismo, como demostraban los discursos multitudinarios del Duce.
- La estatalización de la economía, con el desarrollo de una política de autarquía, aunque se mantuvo el apoyo del Estado fascista a grandes empresas privadas (FIAT).
- La eliminación del concepto «lucha de clases» (marxista) por el de «sociedad armónica» (una «armonía» impuesta a la fuerza por los grupos paramilitares).
- La imposición de un partido único (Partido Nacional Fascista) con un líder carismático, Mussolini (el Duce). Esto supuso, además, la concentración de todos los poderes en manos de Mussolini.
- El sentimiento nacionalista radical, que colocaba a la nación italiana por encima de todo, y el intento de revivir el Imperio Romano con una política exterior agresiva.
El fascismo italiano logró mantenerse en el poder dominando la sociedad italiana hasta la Segunda Guerra Mundial por el control de los medios de comunicación (censura), las asociaciones laborales (control del derecho de reunión y asociación) y el monopolio de la educación de la juventud (colegios, institutos y universidades) a través de los «Balillas»: una organización que adiestraba a los niños italianos en el servicio al Estado fascista, de un modo similar a las Juventudes Hitlerianas en Alemania o el Komsomol (juventudes del PCUS) en la URSS.
3.5. El Nazismo Alemán: De la República de Weimar al III Reich de Adolf Hitler
El origen del nazismo se encuentra en la Alemania de la posguerra, con la República de Weimar (sus representantes firmaron el armisticio de la Gran Guerra y el Tratado de Versalles). En 1920, el Partido de los Obreros Alemanes, una asociación de ciudadanos entre cuyos miembros estaba Adolf Hitler, pasó a llamarse Partido Nacional Socialista Alemán (NSDAP). Este partido comenzó a ganar apoyo entre la población alemana por la complicada situación política y económica que atravesaba el país.
En 1923, ante el impago alemán de las reparaciones de guerra de la Primera Guerra Mundial, el ejército francés ocupó la región industrial alemana del Ruhr. Los nacionalsocialistas denunciaron la debilidad de la República de Weimar y Hitler protagonizó el Putsch de la Cervecería en Múnich: un intento de golpe de Estado. Hitler fue detenido y encarcelado, aprovechando su estancia en prisión para poner por escrito su ideario político en su libro Mein Kampf (Mi Lucha).
En 1924, gracias a la mejora de la situación política internacional, Alemania comenzó a salir de la crisis en la que estaba desde el final de la Gran Guerra. Una mejor situación económica (Plan Dawes) y cierta estabilidad política causaron el desprestigio de los nacionalsocialistas, y muchos afiliados abandonaron el partido. Pero al estallar la crisis económica del Crack de 1929, Hitler apareció de nuevo como un salvador. Alemania fue el país europeo más afectado por la Gran Depresión: 6 millones de parados, un gran aumento de los votos para los partidos de izquierda y el temor de las clases medias ante una posible victoria del comunismo de la URSS (ejemplo de la Revolución de Octubre de 1917). El Partido Nacionalsocialista hizo una intensa propaganda marcada por la actitud violenta y el nacionalismo, aprovechando la evidente debilidad de la República de Weimar. Con el gobierno alemán en crisis, Hitler se convirtió en canciller de Alemania de manera legal (1933). Poco después, gracias al incendio del parlamento alemán (Reichstag), Hitler solicitó recibir poderes dictatoriales, reuniendo todos los poderes del Estado en su persona por la grave emergencia nacional. Este fue el inicio del Estado Nazi.
3.6. El Estado Nazi: Consolidación del Poder
En 1933, gracias a la Ley de Plenos Poderes, el Gobierno alemán pudo modificar la Constitución a su antojo, sin ningún tipo de control. Desde ese momento, el presidente de la República, Hindenburg (gran general de la Primera Guerra Mundial), perdió cualquier tipo de poder sobre Hitler. En 1934, Hitler se proclamó presidente del Reich, nombramiento aprobado en referéndum con el 80% de los votos favorables. Con esto, Alemania se convirtió en un Estado totalitario (fin del modelo federal, disolución de partidos políticos y purga del NSDAP con la «Noche de los Cuchillos Largos»). Las herramientas usadas por Hitler para eliminar cualquier idea contraria fueron la Gestapo (policía secreta), los Tribunales del Pueblo (eliminación de contrarios a la ideología nazi) y los campos de concentración.
3.7. El Programa Económico Nazi
El primer paso de la nueva economía de la Alemania nazi fue la eliminación de los sindicatos, sustituidos por el Frente Nacional del Trabajo, además de un gran control del empresario de toda la actividad industrial, con la supervisión del Estado. De esta forma, Hitler controló la industria alemana, aunque quedó en manos privadas. Esto se explica por el gran apoyo (sobre todo económico) de los industriales alemanes al Partido Nazi por temor al avance del comunismo alemán. Con los graves efectos del Crack de 1929, la autarquía y la autosuficiencia se convirtieron en el objetivo principal para solucionar los problemas más importantes de Alemania: el paro (construcción de obras públicas, aumento de la industrialización para el rearme del país) y la inflación (el papel moneda pasó a estar 100% garantizado por el Banco de Alemania).
En lo referente a la política exterior de la Alemania nazi, se basó en un comercio internacional muy limitado, siguiendo el modelo de autarquía. Se intercambiaron algunas materias primas (petróleo rumano, trigo polaco) por productos sintéticos creados por la potente industria química alemana (caucho, plásticos). Estos acuerdos bilaterales (entre Alemania y un país vecino) se llevaron a cabo gracias al dinero de la economía alemana en recuperación, pero también por las amenazas de la agresiva política exterior nazi. Los acuerdos bilaterales permitieron a Alemania mantener buenas relaciones comerciales con los países vecinos, en muchos casos como paso previo a su posterior anexión al Reich.
3.8. «Un Pueblo, Un Imperio, Un Líder»: Ideología Nazi
Todo el ideario político de Hitler quedó recogido en su obra Mein Kampf (Mi Lucha), redactada en prisión tras el fracaso del golpe de Estado del Putsch de la Cervecería en Múnich (1923). Entre esas ideas destacaron, por sus repercusiones posteriores, el antisemitismo y la idea de Reich o Imperio Alemán.
En cuanto al antisemitismo, los judíos eran una minoría en Alemania (menos de un millón de personas), por lo que su persecución no supuso una pérdida electoral para los partidos de izquierda (que tenían mala imagen de los capitales judíos por influencia del antisemitismo ruso) ni tampoco para los de derecha (que consideraban a los revolucionarios judíos como una amenaza). En 1935, las Leyes de Núremberg describieron las características ideales que debía tener el ciudadano alemán, siendo una de ellas la «limpieza de sangre» (no tener ningún antepasado judío). Estas leyes fueron el principio de la persecución antisemita en el Reich Alemán que culminaría en los campos de concentración y exterminio.
En esta sociedad, el papel de la mujer quedó fuera de la educación y la mayoría de puestos de trabajo, encaminada a las tareas domésticas y la cría de los hijos (simple esposa y madre). En esto, la Alemania nazi se identificó con la Antigua Grecia, en concreto con Esparta: las mujeres alemanas como las antiguas espartanas, destinadas únicamente a ser las madres de futuros soldados (del Reich). En cuanto a la juventud, el futuro del «Reich de los Mil Años» quedó en manos de los jóvenes agrupados en las Juventudes Hitlerianas, a la vez que se purgó de los puestos educativos en universidades, bibliotecas y museos a todos aquellos contrarios o no muy partidarios de la propaganda del partido.
Según el nazismo, el Reich o Imperio abarcaba todos aquellos territorios donde se hablaba alemán. Esto sirvió a Hitler para justificar su política del «espacio vital» (Lebensraum): la necesidad de Alemania de expandir sus fronteras, uno de los detonantes de la Segunda Guerra Mundial.
El Imperio necesitaba un Führer, un guía capaz de «llevar al pueblo alemán hacia su destino». La misión de Hitler como Führer de Alemania era revisar los acuerdos firmados en el Tratado de Versalles, así como la conquista de países vecinos para ponerlos al servicio de la raza aria alemana; y la destrucción del bolchevismo (expansión natural de Alemania hacia el este).
El funcionamiento del Reich Alemán se basó en una extensa burocracia formada por miembros del NSDAP, funcionarios del Estado adictos al régimen y miembros de las SS (núcleo duro del partido nazi). Con el fin de las instituciones democráticas (no había parlamento), Hitler y su círculo concentraron todos los cargos y tareas de gobierno. Se desarrolló un culto a la personalidad (igual que en el caso de Stalin y Mussolini) basado en símbolos y una fuerte propaganda que controlaba y censuraba todos los medios de comunicación (importancia de la radio, sin conexión con emisoras internacionales). Las artes y las ciencias también quedaron bajo el estrecho control del Partido Nacionalsocialista, provocando el exilio de científicos (Einstein) y artistas (Thomas Mann).