Transformaciones Sociales y Orígenes del Movimiento Obrero en la España del Siglo XIX
Este documento aborda las profundas transformaciones sociales que experimentó España durante el siglo XIX, el crecimiento demográfico asociado, el paso de una sociedad estamental a una de clases, y la génesis y desarrollo del movimiento obrero.
1. Evolución Demográfica en el Siglo XIX
En el siglo XIX se produjo un incremento de la población en España. Las causas principales fueron el descenso de la mortalidad, las mejoras en la dieta, las condiciones higiénico-sanitarias y la desaparición de la mortalidad catastrófica.
Este crecimiento, sin embargo, fue menor que en el resto de Europa y presentó grandes desigualdades territoriales: la población se estancó en el centro de la península (excepto Madrid), mientras que experimentó un gran desarrollo en la periferia, especialmente en Cataluña. Esto dio lugar a importantes corrientes migratorias:
Migraciones Externas
Campesinos jóvenes de Galicia, Levante, Canarias y otras regiones se desplazaron a América, Argelia o Francia. El flujo migratorio fue mayor entre 1882 y 1914, se interrumpió por la Primera Guerra Mundial, pero se reanudó en los años 20.
Migraciones Internas
Se produjo una fuerte migración del campo a la ciudad. Campesinos de Andalucía, Aragón y Murcia se dirigieron a Cataluña, el País Vasco, Valencia, Sevilla, Málaga y, especialmente, a Madrid y Barcelona. Esto provocó un fuerte crecimiento de la población urbana y un gran desarrollo de las ciudades.
Este crecimiento originó problemas en las infraestructuras urbanas; los inmigrantes construían los barrios obreros, con viviendas de mala calidad, carencia de agua corriente y alcantarillado. En otras ocasiones, surgieron los “ensanches”, nuevos barrios planificados con construcciones de calidad y equipamientos modernos. También comenzaron a aparecer infraestructuras para el servicio general, sobre todo en el transporte, como el “Metro” de Madrid, inaugurado en 1919.
2. La Estructura Social en la España del Siglo XIX
La sociedad del siglo XIX en España experimentó profundos cambios como consecuencia de las reformas liberales, destacando dos procesos fundamentales:
Abolición de la Sociedad Estamental
La Iglesia llevó mal la pérdida de sus privilegios, lo que provocó su fuerte rechazo hacia el liberalismo y su unión con las posturas políticas más conservadoras. Esto, a su vez, motivó un fuerte anticlericalismo en los sectores liberales.
La nobleza soportó mejor el fin de sus privilegios, ya que en general conservó sus tierras y sus riquezas.
Surgimiento de la Sociedad de Clases
Se produjo la aparición de una sociedad de clases, organizada por la riqueza y la propiedad privada, donde, al menos en teoría, existía la igualdad jurídica.
Sin embargo, el papel de la mujer apenas cambió. Se mantuvo firme la idea de que su función principal era la de esposa y madre. Las mujeres obreras tenían jornadas laborales en las fábricas iguales a las de los hombres, pero peor pagadas. La discriminación femenina tenía bases legales: las mujeres no podían participar en política y estaban sometidas a la autoridad masculina. Esta situación no cambiaría significativamente hasta la llegada de la II República (1931).
Principales Grupos Sociales
La clase alta, formada por la Nobleza y la Alta Burguesía, intentaba imitar a la nobleza y aspiraba a formar parte de ella. Se diferenciaba entre la burguesía terrateniente (muy beneficiada por la desamortización) y la burguesía industrial, dinámica pero muy conservadora.
La clase media, muy heterogénea y sin una conciencia de clase definida, aspiraba a imitar los modos de vida de la alta burguesía. El sufragio censitario la alejó de la participación política. Dentro de este grupo se encontraban:
- La pequeña burguesía urbana (comerciantes y artesanos), que crecería a finales del siglo XIX en Bilbao, Valencia y Barcelona.
- Propietarios rurales y arrendatarios acomodados.
- Funcionarios públicos.
- El ejército.
- La nobleza arruinada.
La clase baja, formada por:
- En el campo: arrendatarios y jornaleros o proletariado rural. Habían sido perjudicados por la desamortización, y sus condiciones de vida eran miserables.
- En la ciudad: servicio doméstico, asalariados artesanales, trabajadores manuales y, especialmente, obreros o proletariado industrial. Este grupo era abundante en las zonas industriales (Barcelona, Asturias, Vizcaya, Málaga) y sufría unas duras condiciones laborales, ya que el Estado no intervenía en la economía.
3. Génesis y Desarrollo del Movimiento Obrero en España
Esta situación, que beneficiaba a la burguesía y mantenía a los obreros en un estado de explotación, llevó a que estos empezaran a tomar conciencia de sus intereses comunes. Así, se iniciaron movimientos encaminados a defender sus derechos. Los primeros pasos fueron:
El Ludismo
Movimientos espontáneos y mal organizados de artesanos contra las máquinas, a las que culpaban de eliminar puestos de trabajo.
El Asociacionismo
Agrupaciones de trabajadores de un mismo oficio y localidad. Eran organizaciones de ayuda mutua que intentaban cubrir las necesidades básicas de sus miembros.
Durante el Sexenio Democrático (1868-1874), el movimiento asociacionista vivió un cierto apogeo, extendiéndose a Madrid, Andalucía y Valencia. Este asociacionismo sería el germen de futuras organizaciones como el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y la UGT (Unión General de Trabajadores).
Paralelamente, comenzaron a extenderse las ideologías obreras, que atacaban la propiedad privada y defendían que los medios de producción debían ser colectivos, sin distinción de clases. Se diferenciaban principalmente dos corrientes:
El Socialismo: Para alcanzar la sociedad sin clases, era preciso conquistar el poder mediante la lucha política y sindical, apropiándose el Estado de todos los medios de producción.
El Anarquismo: Rechazaba toda autoridad, ya que consideraba que el poder corrompía al ser humano.
El movimiento obrero fue ilegal hasta la década de 1880, y no supuso un problema significativo para el régimen hasta el siglo XX, cuando su mejor organización y crecimiento lo convirtieron en uno de los factores de desestabilización. Los principales grupos obreros eran:
Anarquistas
Se distinguían dos tendencias principales:
- Los anarcocomunistas, partidarios de llegar a los cambios mediante acciones terroristas. Entre sus acciones destacaron: sendos atentados fallidos, con disparos, contra Alfonso XII; diversos atentados con bombas, sin víctimas, en Barcelona; un atentado fallido contra Cánovas del Castillo; y el asesinato a tiros del Presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas.
- Los partidarios de la acción sindical, que fueron los que se acabaron imponiendo. En 1910 crearon la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), que se convertiría en el principal sindicato español en los años 20.
Socialistas
Implantados principalmente en Madrid, Asturias y Vizcaya, destacaron por su mejor organización, su participación en política y su oposición a los métodos terroristas, lo que les hizo ganar mucha influencia.