Historia de España: Desde la Prehistoria hasta la Restauración Borbónica (Siglo XIX)

1. La Prehistoria y las Primeras Culturas en la Península Ibérica

1.1. Sociedad y Economía en el Paleolítico y Neolítico. Pinturas Rupestres

El Paleolítico, un periodo que se extiende por miles de años, y el Neolítico, que en la península ibérica se sitúa hacia el 5000 a.C., marcan los inicios de la historia humana. La hominización y la evolución de los homínidos son temas centrales. Estos seres, de origen africano, presentan dos teorías distintas de evolución: la lineal y la arborescente. La idea de la evolución arborescente es la más común, organizándose desde la base de un árbol (las formas más básicas) hasta las ramificaciones (las más avanzadas). Los restos homínidos más antiguos en la península se encuentran en Atapuerca, datando de 800 mil años. Los seres más comunes de este periodo fueron el Homo neanderthalensis y el Homo sapiens (cromañones), siendo estos últimos los más modernos, con una mayor capacidad craneal y posición erecta. La cultura paleolítica se basaba en la caza y recolección.

Arte Paleolítico

Los primeros ejemplos artísticos se encuentran en el Paleolítico Superior, con el arte franco-cantábrico, que consiste en pinturas en cuevas que representan animales y leves escenas de caza. Se cree que esta pintura tenía un carácter propiciatorio o mágico-religioso (similar al vudú), favoreciendo la buena caza. La Cueva de Altamira es la más antigua en cuanto a arte rupestre se refiere. Para pintar se usaban pigmentos naturales y, posiblemente, sangre.

Arte Mesolítico

En el Mesolítico, destaca la Escuela Levantina. Los protagonistas de las obras son las personas, con un estilo más abstracto y menor presencia de animales, encargándose de representar escenas. En ocasiones, incluían referencias sexuales.

Neolítico (5000 a.C. en la Península Ibérica)

En este periodo, se desarrolló una economía productora basada en la agricultura y la ganadería. Surgieron poblados sedentarios, lo que propició un aumento de la población y una mejora en las condiciones de vida. Este periodo fue anterior en Oriente Próximo, hacia el 10000 a.C., mientras que a la península llegó tras su difusión y el descubrimiento autóctono.

Edad de los Metales

Se comenzaron a utilizar armas metálicas, inicialmente de cobre y posteriormente de hierro. La construcción de megalitos se generalizó, siendo utilizados principalmente como tumbas colectivas (dólmenes). Los primeros metales fueron introducidos por pueblos orientales en el II milenio a.C. En este periodo se fundó el primer poblado importante fortificado y elevado: Los Millares, en Almería, habitado por hasta mil personas.

1.2. Los Pueblos Prerromanos. Colonizadores Históricos

I Milenio a.C. en la Península

En el I milenio a.C., se establecieron pueblos de origen mediterráneo. Pertenecientes a la zona del Mediterráneo estaban los fenicios, griegos y cartagineses. Del norte de Europa e indoeuropeos, como los celtas, que introdujeron la cultura de los campos de urnas y los enterramientos, además de los castros (asentamientos fortificados).

Colonizaciones Históricas

Fueron llevadas a cabo por los pueblos del Mediterráneo oriental en busca de materias primas y minerales, ya que la península era rica en estos recursos. Se fundaron factorías, pequeñas ciudades costeras con función comercial. Los colonizadores influyeron cultural y religiosamente, además de introducir nuevos materiales y cultivos como la tríada mediterránea (trigo, vid y olivo). Los primeros en llegar fueron los fenicios y fundaron Gadir, la actual Cádiz y la ciudad más antigua de Europa. Tras la llegada de los griegos, estos se situaron en la península y fundaron Ampurias. En el siglo VI a.C. llegaron los cartagineses, conquistando militarmente Andalucía. Estos eran una gran potencia mediterránea que, en medio de su conflicto con los romanos, buscaron territorios en la península para reclutar soldados y establecer bases. Fundaron la ciudad de Cartagena. Posteriormente, fueron derrotados por los romanos.

Pueblos Prerromanos

Eran pueblos autóctonos con economía ganadera y agrícola, anteriores a la llegada de los romanos. Conocían la metalurgia del hierro y presentaban una organización política diversa. Los más desarrollados eran los pueblos del sur y sureste, debido a su contacto con las colonizaciones. Entre ellos tenemos a:

  • Los Tartesos: Se localizaban en Andalucía. Se sabe que fueron muy ricos, como atestigua el oro presente en sus tumbas. Poseían una sociedad desigual y desaparecieron en el siglo VI a.C. por razones desconocidas.
  • Los Iberos: Se situaban en el Mediterráneo y recibieron influencia griega. Estos pueblos presentaban distintos niveles de desarrollo.

En la zona central se encontraban los celtíberos y en la noroccidental los cántabros, astures y lusitanos.

1.3. Conquista y Romanización de la Península Ibérica. Primeros Aportes Romanos en el Ámbito Socioeconómico y Cultural

La conquista fue lenta y duró desde el siglo III a.C. al siglo I a.C. Los romanos tenían un gran poder militar, pero se toparon con el resistente pueblo de los Lusitanos que, con Viriato a la cabeza, y la resistencia de la ciudad de Numancia, empleando tácticas de guerrilla, retrasaron notablemente la conquista romana. A esto se sumó el desorden inicial de los romanos en la conquista de la península, lo que también contribuyó al retraso. Primero, conquistaron el Mediterráneo, luchando contra los cartagineses. Luego, se dedicaron a conquistar territorios en busca de botines de guerra y prestigio en Roma. Por último, se produjo una guerra de propaganda; Augusto buscó el prestigio en Roma, por lo que conquistó el área más difícil y apartada de la península, los cántabros. Tras la conquista se produjo la romanización, proceso por el cual las poblaciones autóctonas adquirieron la cultura romana. Se llevó a cabo de dos maneras principales:

  • Pacífica: Mediante el comercio, lo que impulsó la necesidad de aprender el latín. Los matrimonios mixtos generaban descendencia romana, y la colonización de tierras permitía poblar los territorios vacíos de la península.
  • Violenta: Se realizaba mediante la deportación, trasladando a las poblaciones contra su voluntad, lo que también contribuía a la difusión del latín.

Los romanos dividían sus territorios en provincias y el papel de Hispania era suministrar materias primas a Roma (trigo, vid y olivo). Los romanos dejaron un legado basado en la lengua latina, de la cual surgieron las actuales lenguas de la península; dejaron la religión, inicialmente politeísta y luego cristiana, además de una gran riqueza arquitectónica como puentes, acueductos y sistemas de alcantarillado. Los teatros son uno de sus mejores legados, siendo edificios públicos donde se realizaban eventos. Nos legaron el Derecho Romano, con temas como la herencia y regulaciones familiares (patria potestas). Finalmente, su economía era esclavista, lo que generalizó esta práctica.

1.4. El Reino Visigodo: Origen y Organización Política. Los Concilios (Siglo V a Inicios del Siglo VIII)

El Imperio Romano cayó en el siglo V debido a crisis internas (general, económica y social), además de la presión de los pueblos bárbaros que invadieron Roma en el siglo V. Tres pueblos llegaron a la península: los suevos, situados en Galicia, los vándalos y los alanos. El último pueblo y el más poderoso fue el pueblo bárbaro visigodo. La llegada de los visigodos se remonta a cuando atacaron Roma; tras ello, se firmó un pacto con el Imperio Romano en el que Roma les cedió un territorio en la actual Francia. Ya en ese territorio fundaron Tolosa. Más tarde fueron invadidos por los francos, otro pueblo germano. Debido a esto, los visigodos se trasladaron a la península y establecieron su capital en Toledo. Consiguieron unificar la península tanto política como religiosamente, ya que el rey Recaredo se convirtió al catolicismo. Sin embargo, esta fue también una época de gran inestabilidad por varios motivos, siendo uno de ellos la transición a la Edad Media y el feudalismo. El problema demográfico se hizo notar, ya que solo 200.000 efectivos llegaron a la península ibérica y crearon una monarquía electiva, siendo el rey elegido por los nobles y el clero. Se creó el Aula Regia, un órgano consultivo encargado de asesorar al rey y formado por nobles y el propio rey. También se crearon los Concilios, que consistían en reuniones eclesiásticas para tratar temas y crear leyes.

2. La Edad Media

2.1. Al-Ándalus: La Conquista Musulmana de la Península Ibérica. Emirato y Califato de Córdoba (Siglo VIII a Siglo XI)

Al-Ándalus fue la España musulmana, que ocupaba la actual Andalucía y la zona mediterránea, extendiéndose hasta la meseta, ocupando así prácticamente toda la península menos el norte. El periodo de Al-Ándalus se extiende del siglo VIII al siglo XV (desaparecerá según avanza la Edad Media). Los musulmanes son los seguidores del Islam; los árabes eran procedentes de la Península Arábiga; los moros venían del noroccidente de África y los bereberes del norte de África. En el siglo VIII se produjo la conquista de la península, que duró seis años. El reino visigodo se encontraba en crisis, esto es demostrado por la Batalla de Guadalete (711), tras el desembarco de los musulmanes, en la que el rey visigodo fue traicionado por su hermano y derrotado por los musulmanes. Los conquistadores establecieron acuerdos con los conquistados. Los musulmanes llegaron hasta Poitiers y fueron derrotados por los francos. Regresaron a la península y establecieron un emirato dependiente de Damasco, pasando a formar parte del Imperio Musulmán. A mediados del siglo VIII, Al-Ándalus se independizó de Damasco debido a crisis internas. Se estableció entonces una monarquía absoluta gobernada por el emir, con un sistema de impuestos y burocracia. Se creó también un ejército permanente formado por contingentes tribales y mercenarios. La inestabilidad entre árabes y bereberes ocasionaba choques por el reparto del botín. Vencieron finalmente los árabes, quedándose con la zona más rica: el sur y el Mediterráneo de la península. Ya en el siglo X, surgieron conflictos con los muladíes (habitantes convertidos al Islam). Se produjo la sublevación del arrabal de Córdoba y la rebelión de Omar. También hubo conflictos con los mozárabes del norte.

El Califato

Fue una época de esplendor en la que el califa obtuvo poder absoluto. El más conocido fue Abderramán III. Proporcionó estabilidad mediante la alianza entre el monarca y la nobleza hispanoárabe. Se produjo una expansión exterior hacia el norte de África y hacia el norte de España contra los reinos cristianos. A inicios del siglo XI, el califato se dividió en los reinos de taifas debido a la inestabilidad interna.

2.2. Al-Ándalus: Reinos de Taifas. Reino Nazarí de Granada

Debido a las crisis, Al-Ándalus se fragmentó, dando lugar a los reinos de taifas. Eran una veintena de reinos gobernados por la nobleza hispanoárabe, muladíes y burócratas. Existió una notable pujanza económica y cultural, pero también una gran debilidad política y tensión debido a la presión cristiana. Esta presión culminó con la derrota de los musulmanes por parte de los cristianos, convirtiéndolos en vasallos. Los reinos, aún existentes, pagaban tributos a los cristianos.

Segundo Reino de Taifas e Invasión Almohade (Siglos XI y XII)

Tras esto, los imperios norteafricanos llegaron como ayuda para los reinos de taifas, atraídos por las riquezas de la península, con el objetivo de frenar el avance cristiano, establecer una religión tribal y rigurosa, y volver a unificar Al-Ándalus. Nuevamente, surgieron rebeliones internas, esta vez debido a la radicalidad religiosa norteafricana.

Victoria Cristiana: Al-Ándalus Reducida a un Reino (Siglo XIII)

Tras este debilitamiento, los cristianos aprovecharon y derrotaron a los árabes. De esta manera, quedó el último reino de Al-Ándalus: el Reino Nazarí de Granada.

Reino Nazarí de Granada

Sobrevivió por dos siglos, siendo el último reino de Al-Ándalus, y poseía una gran riqueza económica debido al comercio de intermediación. Sin embargo, era débil políticamente, además de ser vasallo de Castilla, a la que debía tributos.

2.3. Sociedad y Economía en Al-Ándalus

La sociedad que se desarrolló en Al-Ándalus se configuró debido a la expansión árabe por el norte de África y al encuentro del Islam con la población visigoda. Se distinguen varios grupos:

  • Los musulmanes, como conquistadores, ocupaban la cúspide social.
  • Los visigodos mantuvieron su jerarquización previa a la conquista islámica.
  • Los árabes mantenían un lugar superior a los bereberes, poseyendo mejores tierras y cargos políticos (esto causó conflictos entre ambos grupos).
  • El musulmán era el grupo dominante por cuestiones religiosas.
  • Cristianos y judíos pudieron desarrollar su religión gracias a la tolerancia islámica. Sin embargo, no estaban exentos de pagar tributos, lo que provocó disturbios.

Economía

La base de su economía fue la agricultura, centrada en el perfeccionamiento de las técnicas de regadío. El arroz, la naranja, el azúcar, el algodón, entre otros, fueron introducidos en la península por ellos. Además, la economía se complementaba con el comercio y la artesanía, siendo estos otros de los motores de la economía andalusí.

La Cultura en Al-Ándalus

Fue una de las más ricas y poderosas de la época. El centro cultural por excelencia fue Córdoba. En el campo científico, se destaca a Abulcasis Maslama, el matemático más importante de la Edad Media, o Azarquiel, uno de los astrónomos más influyentes del Medievo. Se recuperó la filosofía, el pensamiento y la ciencia grecolatinas. Destacan Avempace y Averroes, quien redescubrió la figura de Aristóteles. La poesía fue uno de los géneros más sobresalientes, destacando el nombre de Ibn Hazm. En cuanto al arte, se mezcló el arte islámico con las tradiciones romanas y visigodas. Destacan los dobles arcos y las decoraciones geométricas. La obra más importante es la Alhambra.

2.4. Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana. Etapas de la Reconquista, Modelo de Repoblación (Siglos VIII al XIII)

Existían núcleos muy precarios en zonas apartadas y montañosas de difícil acceso. Había dos zonas principales: la occidental y la oriental. La zona oriental era la frontera con el Imperio Carolingio. La crisis del siglo XI mostró cómo el imperio de Carlomagno se fragmentó y la Marca Hispánica (que era de Carlomagno) se dividió en condados: Pamplona, Aragón, Barcelona, Sobrarbe y Ribagorza. En la zona occidental, los núcleos surgieron de alianzas entre refugiados visigodos que se unieron a las poblaciones autóctonas (cántabros, astures). De esta manera, surgió el Reino de Asturias tras la Batalla de Covadonga, donde el rey Pelayo derrotó a los musulmanes. Este reino más tarde se convertiría en el Reino de León.

La Reconquista de la Península

Desde el siglo XI se inició la Reconquista, un largo proceso que terminó en el siglo XV. Durante este periodo, los núcleos cristianos se expandieron a costa de Al-Ándalus. También hubo épocas de paz y relaciones comerciales. Los conflictos eran interminables: enfrentamientos entre cristianos, y entre cristianos y musulmanes. Las cruzadas eran comunes, y los reinos cristianos occidentales avanzaban más deprisa que los reinos orientales porque no se toparon con tantos enemigos en el camino. Los reinos más poderosos de esta época fueron Castilla, León, Portugal y Aragón. La Reconquista fue acompañada por una repoblación que fortaleció la causa.

  • Presura: Una pequeña propiedad que los nobles tomaban al llegar a un lugar.
  • Repartimiento Concejo: Al conquistar ciudades, se repartían los terrenos de manera jerárquica.
  • Reparto: Distribución de latifundios para la nobleza y órdenes militares.

2.5. Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Organización Política, Régimen Señorial

El tipo de organización política era monárquico-patrimonial. Era feudal, es decir, formada por territorios llamados feudos que se entregaron en la Reconquista y eran gobernados por señores feudales. El rey no poseía mucho poder, ya que este estaba más distribuido entre los señores feudales. En la península, los reyes tenían más poder que en el resto de Europa, ya que tras la Reconquista, podían entregar más feudos y establecer más condiciones. Se formaron ciudades e instituciones como el Consejo Real (formado por nobles y clérigos que asesoraban al rey) y las Cortes.

Cortes Medievales

Aprobaban impuestos, se presentaban quejas, contaban con representantes de algunas ciudades y eran convocadas por el rey para solicitar dinero.

Cortes Actuales

Dirigen el poder legislativo, eligen los gobiernos y representan al ciudadano. Las ciudades se autogobernaban y solían tener fueros, es decir, leyes propias de un lugar, y se controlaban por una oligarquía.

Régimen Señorial

Los nobles formaban grandes latifundios y en ellos impartían justicia, además de cobrar rentas a los campesinos. También se encargaban de la defensa de las fronteras.

Sociedad

La sociedad era estamental, dividida en dos grupos principales: privilegiados y no privilegiados. Entre los privilegiados se encontraban, por encima, el rey, luego los nobles y el clero, y finalmente las órdenes militares. Entre los no privilegiados estaban los campesinos, judíos y mudéjares.

2.6. Organización Política de las Coronas de Castilla, Aragón y Navarra al Final de la Edad Media (Siglos XIV a XV)

La monarquía se fortaleció, siendo menos feudal, y los reyes esta vez no dividieron sus reinos. La nobleza perdió poder político debido a las guerras civiles. Los reyes contaron con el apoyo de las ciudades. Se desarrollaron el Consejo Real y las Cortes. Fue una época de crisis social, económica y política (en este periodo se desarrolló la Peste Negra).

Navarra

Era un reino debilitado y con poco poder real porque, al ser las Cortes tan fuertes, tenían poco poder de decisión, además de poseer un fuero general.

Castilla

Era el mayor reino de la península, muy rico gracias a una gran expansión en la ganadería ovina y de lana. Poseía mucho poder político gracias a los beneficios territoriales obtenidos en la Reconquista. No convocaba tantas Cortes y mantenía contenta a la nobleza, lo cual le otorgaba más poder. El reino se expandía hacia el sur, llegando hasta las Islas Canarias, y hacia el oeste, limitando con Portugal.

El Reino de Aragón

Se expandió por el Mediterráneo, conquistando ducados en Atenas y zonas al sur de Italia. La conquista se realizó por una razón dinástica. El Reino de Aragón no era muy poderoso, por lo que necesitaba más recursos y, debido a ello, convocaba más Cortes. Debido a esto, se creó la Diputación Permanente (la Generalitat), donde se trataban los temas de las Cortes, además de los de justicia y el pactismo, es decir, el respeto de las leyes de otras ciudades.

3. La Formación y Expansión Mundial de la Monarquía Hispánica (1474-1792)

3.1. Los Reyes Católicos: Unión Dinástica e Instituciones de Gobierno (Último Cuarto del Siglo XV)

Los Reyes Católicos fueron Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Su matrimonio unió los dos reinos, pero fue una unión personal, es decir, cada reino mantuvo sus leyes e instituciones. Su unión se formalizó en el Acuerdo de Segovia. Fue una unión desigual. Castilla siempre fue más poderosa que Aragón, y se proporcionaron valores distintos para cada reino. A esto se sumó que Aragón no había superado la crisis del siglo XIV y poseía un rey más débil. Además, los conflictos sociales todavía estaban latentes. En este periodo, se mantuvo una guerra civil en Castilla durante el reinado de Enrique IV entre Juana la Beltraneja (hija de Enrique) e Isabel. Entre el apoyo que recibía Enrique estaba Portugal, ya que supuestamente Juana era hija de una princesa portuguesa y Enrique, lo cual realmente no era así. Finalmente, Isabel se alió con Aragón y vencieron la guerra.

Fortalecimiento del Estado

Se produjo la consolidación de un Estado moderno, ya que se crearon instituciones dispuestas a favorecer más a la monarquía. Estas instituciones fueron los Consejos, que esta vez eran temáticos. Esto supuso que los consejos trataran un solo tema a la vez, lo que desembocaría en el futuro en lo que ahora conocemos como ministerios. Se creó la Santa Hermandad, que era, en pocas palabras, una policía rural encargada de mantener la seguridad en los campos. Se crearon también las Audiencias, con función de tribunales donde tomar decisiones y ejercer la justicia. Por último, se creó también la figura del corregidor, que controlaba el gobierno en la ciudad. Todas estas medidas se crearon, sobre todo, en Castilla. Esto fue así porque poseía más poder.

Política Religiosa

Se llevaron a cabo medidas para alcanzar la unidad religiosa. Esto se conoce como la Inquisición. De esta manera, se expulsó a los judíos o se les forzó a la conversión, al igual que con los musulmanes. Los Reyes Católicos fueron tan poderosos que sentaron las bases de una política exterior.

3.2. El Significado de 1492. La Conquista de Granada y el Descubrimiento de América (Finales del Siglo XV y Principios del XVI)

En 1492 ocurrieron dos sucesos importantes para el reino. El primero fue la conquista del Reino Nazarí de Granada. Este fue el último reino de Al-Ándalus, formado por Granada, Málaga y Almería. Era un reino de gran riqueza debido a su comercio de intermediación. Sin embargo, y a pesar de su poder, todavía debía tributos a Castilla. Pero surgió una nueva crisis en el Reino de Granada. El problema venía de las rutas comerciales por parte del Imperio Otomano, que se encargaba de cortar estas rutas al controlar la zona más oriental. Además, la crisis política era latente debido a la disputa entre padre, hijo y otro pretendiente al trono. Castilla se recuperó de la crisis económica en el siglo XV, lo que le dio cierta estabilidad. Posteriormente, se unió Aragón, proporcionando más fuerza militar. El título de Reyes Católicos les fue otorgado por sus intensas campañas con motivos religiosos. La conquista de Granada fue larga debido a su situación geográfica. Fueron 10 años (1482-1492) que terminaron con el acuerdo de las Capitulaciones de Santa Fe, implicando la rendición de Granada y el respeto de Castilla a las costumbres, religiones y propiedades de sus habitantes. Sin embargo, los Reyes Católicos no cumplieron este acuerdo, lo que dio origen a la sublevación de los moriscos.

Descubrimiento de América

Todo se remonta a la expansión y el aumento del comercio con Oriente, impulsado por la búsqueda de especias, muy apreciadas en Occidente. En el Mediterráneo, los turcos se apoderaron de la zona y el comercio con las Indias se dificultó, ocasionando que se buscara (y encontrara) la ruta marítima por el este, llevada a cabo por Portugal con Vasco de Gama. Grandes avances técnicos, como la carabela, la brújula y el astrolabio, posibilitaron estos descubrimientos. También se difundieron mitos para incentivar a los marineros a echarse a la mar. El descubrimiento de América fue llevado a cabo por Cristóbal Colón, navegante y explorador. Buscaba llegar a Asia por el oeste y pidió ayuda a Portugal. Esta le fue negada, y acudió a los Reyes Católicos para solicitar fondos para la exploración. Así pues, mediante las Capitulaciones de Santa Fe, obtuvo barcos y tripulación, además de la potestad de gobernar lo que descubriera. Para los Reyes Católicos, se estipulaba la quinta parte de las ganancias y la soberanía sobre el territorio. En expediciones posteriores, Américo Vespucio se dio cuenta de que el territorio no era la India, y fue él quien le dio el nombre de América. Núñez de Balboa fue quien encontró el Pacífico. Magallanes y Elcano dieron la primera vuelta al mundo, la cual duró 3 años. Las relaciones con Portugal resultaron bastante complejas, incluyendo el Tratado de Alcaçovas, llevado a cabo por la guerra entre Portugal y Castilla. Este tratado dividió el mundo entre Portugal y España.

3.3. El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I, Polémica Interior y Conflictos Europeos (Primera Mitad del Siglo XVI)

Carlos I se convirtió en emperador y se le llamó Carlos V. También heredó conflictos con Francia y conquistó Milán en una batalla. Al ser emperador, tuvo que defender la cristiandad y libró guerras contra el Imperio Otomano. También tuvo enemigos interiores, los protestantes, y al final firmó la Paz de Augsburgo. Tuvo conflictos internos como el rechazo en las Comunidades hacia los extranjeros que llegaron con Carlos I. Las ciudades tenían crisis en la industria textil, y los comuneros se rebelaron para mantener sus libertades, aunque fueron derrotados en Villalar. Se produjo la revuelta de las Germanías en Valencia, de carácter social, protagonizada por los sectores pobres frente a la nobleza y los moriscos.

3.4. La Monarquía Hispánica de Felipe II: Gobierno y Administración, Problemas Internos. Guerras y Sublevaciones en Europa (Segunda Mitad del Siglo XVI)

Felipe II recibió todos los territorios de su padre, excepto Austria y el derecho a ser emperador. Su maquinaria se centró en Castilla, e incorporó Portugal a sus reinos, ya que no tenían rey y Felipe II tenía derechos de herencia en Portugal. Se hizo rey de Portugal derrotando a los demás, y el reino se gestionó creando un solo consejo. Los portugueses eran dueños del comercio. La Monarquía Hispánica era una suma de reinos con sus propias leyes, tradiciones, etc. El reino se gobernaba mediante consejos, pero el límite fue la lentitud burocrática. Al defender el cristianismo, heredó las guerras de su padre y luchó contra los turcos en la Batalla de Lepanto, derrotándolos. También luchó contra Francia y los derrotó en la Batalla de San Quintín, y se le sumaron dos conflictos más: la guerra naval contra Inglaterra en el Atlántico y otra contra los Países Bajos. Felipe II representó la culminación de la Monarquía Hispánica.

3.5. Exploración y Colonización de América. Consecuencias de los Descubrimientos en España, Europa y América

La conquista fue facilitada por la superioridad militar española, la existencia de imperios americanos dominantes con divisiones internas, y la diversidad de pueblos, algunos muy centralizados. Una de las consecuencias fue el desastre demográfico en América. La colonización, en la segunda mitad del siglo XVI, consistió en aventuras privadas de nobles que firmaron pactos con el rey, llevándose la quinta parte de lo conquistado. Hubo choques entre colonizadores y los reyes de Castilla. La Iglesia fue importante porque evangelizó a las poblaciones de América. Se ocuparon zonas de grandes imperios y vías de comercio. América se gobernaba desde la península a través del Consejo de Indias. También existía la Casa de Contratación, que controlaba el monopolio comercial y las flotas. La principal institución fue el virreinato.

3.6. Los Austrias del Siglo XVII: El Gobierno de Validos. La Crisis de 1640 en la Primera Mitad del Siglo XVII

Siguió reinando la dinastía austriaca, pero los reyes vivieron una decadencia monárquica, considerándoles Austrias Menores. La decadencia se notó cuando la nobleza recuperó el poder político, manifestándose en la corte y en la venta de realengos. El sistema de consejos estaba en decadencia por su lentitud y se reemplazó mediante juntas. Apareció la figura del valido, que era un alter ego del monarca. En este contexto, el Duque de Lerma y el Conde-Duque de Olivares intentaron reformar la Monarquía Hispánica para reforzar el poder real. Los dos reyes de este periodo fueron Felipe III y Felipe IV, considerados débiles e incapaces. La crisis económica coincidió con la crisis de 1640. La primera revuelta fue el Motín de la Sal de Vizcaya y la segunda, la revuelta de Cataluña. Portugal se rebeló por el rechazo al aumento del poder del rey, el malestar por el aumento de enemigos debido a la unión con España y el rechazo a la Inquisición.

3.7. La Guerra de los Treinta Años y la Pérdida de Hegemonía Española en Europa (Años Centrales del Siglo XVII)

El reinado de Felipe III fue pacífico, porque el reino estaba agotado. Firmó una Tregua de los Doce Años con los holandeses. El reinado de Felipe IV fue bélico, con muchas guerras. Fue decisivo el papel del Conde-Duque de Olivares, cuyo planteamiento era que la monarquía había perdido prestigio y había que recuperarlo en el exterior. Puso fin a la Tregua con Holanda por dos motivos: beneficiaba al comercio holandés y por la «lógica del imperio». Al atacar a los holandeses, esto precipitó la guerra contra Inglaterra y estalló la Guerra de los Treinta Años, por motivos religiosos y políticos. Los Habsburgo lucharon contra los príncipes alemanes para decidir qué reino era el más poderoso. En ella lucharon los Habsburgo contra alemanes, Holanda, Dinamarca, Suecia y Francia. Todo esto culminó en la Paz de Westfalia, que terminó con la derrota del emperador y Alemania arrasada, siendo Francia la más beneficiada. Esta guerra representó el colapso de la Monarquía Hispánica, debido a los muchos frentes abiertos y conflictos interiores.

3.8. Sociedad y Economía del Antiguo Régimen

En el siglo XVIII, aumentó la nobleza de toga (nobles titulados como recompensa por sus servicios). Además, estaban los hidalgos, limpios de sangre pero carentes de fortuna. Estos comenzaron a desarrollar actividades de valor económico y cultural de gran importancia. El clero era otro grupo privilegiado, distinguiéndose entre alto y bajo. Clero y nobleza acumulaban el poder económico mediante el sistema de manos muertas (posesiones de la Iglesia que no podían ser vendidas) y del señorío. Existían tres tipos: el jurisdiccional, el solariego y el mixto. A finales del siglo XVII, la mitad del territorio español pertenecía a la nobleza y el clero, sin llegar a interponerse con la monarquía. Por debajo de los privilegiados estaba el estado llano, un grupo que debía pagar impuestos y se formaba por:

  • Funcionarios, comerciantes, artesanos y, por debajo, jornaleros y mendigos en la ciudad.
  • Labradores en la Submeseta Norte, campesinos del sur, y campesinos sometidos a foros en Galicia en el ámbito rural (Foro: contrato consensual por el cual alguien cede a otra persona un dominio útil durante tres generaciones).

A pesar de todo, la economía experimentó un crecimiento sostenido a lo largo del siglo XVIII, gracias a la política mercantilista y el planteamiento de autoabastecimiento del país. La agricultura también se incrementó en producción, pero continuaba la mala calidad de la tierra. Cabe destacar la Ley Agraria de Jovellanos en 1794 y la ganadería trashumante regulada por la Mesta. En la industria continuó el modelo artesanal, y destacamos la fundación de las Reales Fábricas dedicadas a la producción de artículos de lujo. El comercio se convirtió en el sector más dinámico. Se establecieron aduanas en el interior y se trazó la red de carreteras. Pero el mayor beneficio llegaba del comercio colonial.

3.9. Crisis y Decadencia de la Monarquía Hispánica: El Reinado de Carlos II y el Problema Sucesorio (Último Tercio del Siglo XVII)

Continuaron las guerras con Francia, que terminaron con la Paz de los Pirineos, siendo la primera vez que la monarquía perdía territorios. El rey era limitado y, además, no tuvo descendencia, lo que hizo que durante su reinado en Europa empezaran a surgir planes para repartirse la Monarquía Hispánica, y existía un sector profrancés. En esta época, Carlos II gobernó mediante validos. En los últimos años, los historiadores actuales han reivindicado este reinado, ya que, aunque fue de crisis económica, comenzó a haber una recuperación económica, especialmente en la periferia: Cataluña y País Vasco. Además, apareció la figura de los novatores, intelectuales que plantearon reformas que anticiparon la Ilustración del siglo XVIII.

4. La España del Siglo XVIII: Los Borbones y la Ilustración

4.1. Guerra de Sucesión y Paz de Utrecht. Los Pactos de Familia

La Guerra de Sucesión Española ocupó los 13 primeros años del siglo XVIII y se caracteriza por la decadencia de la monarquía y la ambición de otros reinos por repartírsela. Hubo problemas en la sucesión porque, al no tener hijo, había muchos candidatos, por ejemplo, Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos. Esto provocó la Guerra de Sucesión Española, ya que estaba en juego la hegemonía en Europa. A Felipe le apoyó Francia, y a Carlos le apoyaron los Austrias, Holanda, Inglaterra, Portugal, Saboya y los príncipes alemanes. Hubo una guerra interna en la que Castilla apoyó a Felipe, y Aragón a Carlos, porque Carlos prometía mantener los fueros. Felipe renunció al trono de Francia, pero Carlos se convirtió en emperador de Austria. La guerra acabó con la victoria de Felipe porque Carlos se fue debilitando por el abandono de sus aliados. Felipe V se convirtió en rey y esto tuvo consecuencias políticas: se produjo un cambio en la dinastía, la Monarquía Hispánica perdió sus posesiones europeas con la Paz de Utrecht. A partir de entonces, España estuvo en la órbita de Francia mediante los Pactos de Familia.

4.2. La Nueva Monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y Alcance de las Reformas

Reinado de Felipe V (primera mitad del siglo XVIII). Felipe V, al ganar la guerra, trajo el modelo francés, que era centralizado. Proclamó los Decretos de Nueva Planta, que eliminaban los fueros de Aragón. Se mantuvieron el Consejo de Castilla y las Cortes, y a raíz de esto se crearon Secretarías. También desaparecieron los reinos y se crearon intendencias que tenían poder militar, además de mantener los corregidores. Los Borbones realizaron reformas culturales, como la creación de academias y las Sociedades Económicas de Amigos del País. También llevaron a cabo reformas económicas buscando la libertad económica y fomentándola. Promovieron la libre circulación de mercancías, como la eliminación de peajes, establecieron la honorabilidad en algunas profesiones y, por último, realizaron reformas de Hacienda, ya que los Borbones querían tener más ingresos.

4.3. Expansión de Transformaciones Económicas: Agricultura, Industria y Comercio con América. Causas del Despegue Económico en Cataluña

En el siglo XVIII hubo una recuperación económica, muy relacionada con el descenso de guerras. En la agricultura se introdujeron nuevos cultivos y técnicas, y hubo colonización de territorios. La expansión agrícola tuvo límites, como la propiedad de manos muertas. La industria creció y la monarquía creó Reales Fábricas. América fue importante en la recuperación económica, ya que se controlaba mediante el pacto colonial: las colonias estaban obligadas a comprar a España, se les daba un territorio para explotarlo y la monarquía se llevaba parte del beneficio. Aumentó el comercio, reduciendo el monopolio de los puertos. Cataluña experimentó una expansión económica, comenzando a vender la vid al mercado de España y América, y desarrollando la industria textil, favorecida por la libertad de circulación interior y por el monopolio del mercado americano.

4.4. Ideas Fundamentales de la Ilustración. Despotismo Ilustrado. Carlos III (Primera Parte de la Segunda Mitad del Siglo XVIII)

La Ilustración fue un movimiento político-filosófico que planteó la supremacía de la razón y la crítica a la religión y la sociedad estamental. En esta época surgió el despotismo ilustrado, una teoría política por la cual los monarcas absolutos plantearon reformas ilustradas para enriquecerse y tener reinos más prósperos, pero sin contar con el pueblo. Carlos III fue el principal exponente del despotismo ilustrado, realizando reformas centralizadas y creando los primeros símbolos nacionales. También hubo reformas educativas y de fomento económico. Otra reforma importante fue el regalismo, para limitar el poder y la independencia de la Iglesia y aumentar el control del Estado sobre ella. Las reformas fueron tímidas, superficiales y no cuestionaron el fondo de la sociedad. En un momento dado, Carlos III frenó las reformas, coincidiendo con el Motín de Esquilache.

5. Crisis del Antiguo Régimen y Revolución Liberal (1808-1833)

5.1. La Guerra de Independencia. Antecedentes y Causas. Bandos en Conflicto y Fases de la Guerra

Desde finales del siglo XVIII hasta 1814, la Guerra de Independencia se produjo entre 1808 y 1814. La monarquía en España en esta época era transatlántica y estaba en crisis. Por una parte, era una crisis social debido al Antiguo Régimen, caracterizado por ser absoluto y tener una sociedad estamental con incipientes cambios capitalistas. Esta sociedad recibió críticas contra los privilegios por parte de la burguesía y los ilustrados. Esto provocó que las reformas se frenaran por el Motín de Esquilache y por el miedo a la Revolución Francesa. Por otro lado, había una crisis fiscal por la escasez de recursos, ya que los privilegiados no pagaban impuestos, y por los gastos en las guerras contra Francia e Inglaterra. Por último, había una crisis política porque el rey Carlos IV era una figura débil. Además, apareció la figura de Manuel Godoy, una especie de ministro que acaparó el poder, pero fue criticado por la nobleza por ser advenedizo. Godoy incorporó algunas reformas ilustradas, aunque fue criticado por el clero. A esta oposición se sumó el príncipe heredero Fernando, que tenía celos y miedo de Godoy. Esto dio lugar al Motín de Aranjuez, donde se obligó a Carlos IV a abdicar y Godoy cayó. España en este momento estaba llena de ejército francés porque Godoy y Napoleón firmaron el Tratado de Fontainebleau para invadir Portugal y repartirlo. Napoleón secuestró a Carlos IV y Fernando, obligándoles a abdicar y poniendo como rey a José I, quien planteó reformas ilustradas y aprobó la Constitución de Bayona. El reinado de José I fue aprobado por algunas autoridades, pero no por otros sectores, lo que provocó la Guerra de Independencia. Esta guerra estalló el 2 de mayo de 1808. Ese día, unos rebeldes del pueblo de Madrid se lanzaron a luchar contra el ejército francés mientras se desalojaba a los últimos miembros de la familia real del palacio. Al día siguiente, el alcalde de Móstoles realizó un bando por el que declaraba la guerra a Francia. En las semanas siguientes, en muchas poblaciones se declararon juntas locales, las cuales tomaron el poder. Las juntas locales más tarde formaron las juntas provinciales, y estas formaron la Junta Central que dirigiría la guerra contra Francia. En esta Junta Central surgieron diferencias políticas entre absolutistas y liberales. Esto marcó el inicio de la Guerra de Independencia (1808-1814). Se caracterizó por ser una guerra internacional donde Inglaterra apoyó a España y dirigió las operaciones militares. Fue una guerra civil, ya que un sector apoyaba a los franceses (afrancesados). Este grupo era pequeño pero cualitativamente importante, porque muchos eran antiguos ilustrados. Además, fue una guerra popular porque la población civil participó activamente en la guerra a través de las guerrillas. La propaganda fue importante porque era usada por los dos bandos durante la guerra. Además, hubo una revolución política que se reflejó en las Cortes de Cádiz. Las consecuencias de la guerra se debieron a su larga duración (1808-1814), con una lucha permanente. Esto supuso una alta mortalidad, debido a la continua guerra. No se supo cuánta gente murió porque no había censo, y hubo muertes indirectas por la escasez durante la guerra. En segundo lugar, hubo mucha destrucción económica. Todo esto provocó que el Estado español estuviera en ruinas, es decir, entró en crisis. Además, la independencia americana hizo que la crisis creciera porque el comercio con América se acabó.

5.2. Cortes de Cádiz y Constitución de 1812 (1808-1814)

Durante la Guerra de Independencia, el poder político se derrumbó porque el rey había tenido que dejar el trono. Se constituyeron las juntas durante la Guerra de Independencia, pero el problema era que España estaba en guerra y la mayoría del territorio estaba ocupado por los franceses, excepto Cádiz, porque al estar en la costa podía recibir la ayuda de Inglaterra por mar. La burguesía comercial era muy importante para Cádiz, y la ciudad era más abierta por la llegada de más personas e ideologías, lo que la hizo muy liberal. Durante esta guerra hubo debates políticos entre absolutistas y liberales. Los absolutistas defendían que había que ganar la guerra y que volviera el rey para seguir con su reinado. En segundo lugar, estaban los reformistas, que planteaban que volviera el rey pero con cambios, como el hecho de gobernar con las Cortes medievales. El tercer grupo eran los liberales, que planteaban convocar Cortes donde estuvieran los representantes. El último grupo que apareció fueron los americanos, que pedían más autonomía y representación. Al final de los debates, los liberales querían unas elecciones. Estas fueron irregulares porque, como había guerras, elegían los de Cádiz y las ganaban los liberales. Las Cortes crearon la Constitución de 1812. La Constitución la hicieron España y la América española. Tenía unas características en las que figuraba la división de poderes: el ejecutivo y judicial los tenía el rey, y el legislativo las Cortes. En caso de negación, el rey podía vetar las leyes durante 3 años; tras ese tiempo, sería obligatoria aprobarlas. Además, el pueblo tenía poder para elegir, y los indios castellanos podían tener nacionalidad española, pero las castas no. Y, por último, las Cortes tenían más poder que el rey, y eso no le gustaba. La nación estaba por encima del rey y este tenía que aceptar la Constitución. Tampoco había libertad religiosa, lo que iba en contra del liberalismo. La Constitución fue muy importante, ya que fue adoptada por otros países de América, Portugal y zonas de Italia. También fue importante por ser muy idealizada entre liberales españoles durante 20 años, porque pensaban que resolvería todos los problemas. El problema era que dejaba al rey en una posición subordinada, y como el rey no se sentía cómodo, quitó la Constitución. Las Cortes crearon leyes, estableciendo el sufragio universal masculino para mayores de 25 años. Los criados tampoco podían votar porque votarían lo mismo que sus dueños. Las castas tampoco podían. Este sufragio fue indirecto porque el pueblo elegía a un representante que era el que tenía que ir a la provincia para votar, que solían ser de los más ricos. Otra ley fue abolir la Inquisición, buscando aumentar la libertad económica, como la de acotar (que podían vender sus tierras), poner fin a los gremios, libertad de precios y también se abolía la Mesta. La última medida que hubo fue la desamortización, que eran expropiaciones, como las de los afrancesados. Se quitaron también tierras a los militares y algunos conventos. La última ley fue la abolición del régimen señorial, donde se estableció una justicia real pública.

5.3. El Reinado de Fernando VII: Liberalismo frente a Absolutismo. El Proceso de Independencia de las Colonias Americanas (1814-1833)

El reinado de Fernando VII abarcó desde 1814 hasta 1833. Hubo una pugna entre absolutismo y liberalismo. También se produjo una crisis del Estado, que venía desde el siglo XVIII. Después, la Guerra de Independencia hizo que la crisis creciera. A esto se le añadió la Guerra de Independencia de América, y esta crisis se vio reflejada en la marginación internacional: cuando Napoleón fue derrotado, España no fue invitada al Congreso de Viena. A raíz de esto, se creó una imagen de rey deseado como monarca absoluto, quien resolvería todos los problemas. En esta situación, un grupo de diputados redactó un manifiesto, el de los Persas, donde planteaban la vuelta al absolutismo porque se consideraba lo más racional y justo, y además, una ley divina. Con esto, querían derogar la Constitución de Cádiz. En la vuelta al absolutismo lo apoyaron los sectores privilegiados, pero también tuvo apoyo popular porque, al ser nuevo, tenían esperanza en él. El rey se fue a Valencia y dio un golpe de Estado, tomando el poder, donde derogó la Constitución y todas las leyes que habían aprobado las Cortes de Cádiz. Con esto, se inició el periodo del reinado de Fernando VII. Se restauró el absolutismo y las instituciones que existían. Hubo un gobierno personal del rey, influido por camarillas, que eran grupos de gente cercana al Rey. También se restauró la Inquisición y se persiguió a los enemigos del absolutismo, como los afrancesados y liberales. Estos grupos tuvieron que exiliarse, y se inició un fenómeno triste de la historia contemporánea. Otros organizaron pronunciamientos, que eran golpes de Estado militares que fueron continuos en el siglo XIX. Estos estaban ligados a un grupo político. Este periodo fue de crisis total del Estado. Era una crisis hacendística que ya venía de antes y que aumentó por la Guerra de Independencia, por una crisis económica internacional. Tenían deudas, pero por la crisis, esas deudas aumentaron. Por último, a esto se le sumó que América se estaba independizando, lo que no aportaría recursos a la economía. En 1820, hubo un pronunciamiento exitoso, el de Riego (un golpe militar en Cádiz), donde se rebeló un ejército destinado a ir a América. En ese ejército había liberales que intentaron sublevarse. Con esto se inició el segundo periodo, llamado Trienio Liberal, que abarcó desde 1820 hasta 1823. Volvió la Constitución cuando los liberales recuperaron el poder. Hicieron dos leyes: las desvinculaciones, que suprimían los mayorazgos, y la ley de aprobación del Código Penal. Los liberales se encontraron con varios problemas. El rey, por ejemplo, vetó todas las leyes que aprobaban los liberales y conspiró pidiendo ayuda al extranjero. Otro problema fueron los absolutistas. Estos consiguieron crear un pequeño estado en Lérida, llamado la Regencia de Urgel. Otro problema es que eran minoritarios, ya que, aunque las burguesías urbanas apoyaban a los liberales, las clases bajas rurales a menudo no lo hacían. Los liberales empezaron a dividirse en dos: los moderados y los exaltados.

6. La Construcción del Estado Liberal (1833-1874)

6.1. El Reinado de Isabel II (1833-1868): La Primera Guerra Carlista. Evolución Política, Partidos y Conflictos. El Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845

Este tema abarca la minoría de edad de Isabel II y su reinado. Tras la muerte de Fernando VII, se produjo una crisis sucesoria, ya que su descendencia era una hija, y según la Ley Sálica, las mujeres no podían reinar. En esta situación, se produjo una lucha por el trono: el hermano de Fernando VII, Carlos, reclamó el trono. Frente a este, María Cristina de Borbón, la madre de Isabel, se opuso a Carlos y reclamó el trono para su hija. El bando carlista apoyó a Don Carlos, mientras que detrás de María Cristina estaban los sectores más reformistas en un conflicto de índole política. El rey fue presionado por ambos lados, y al final aprobó la Pragmática Sanción, que anulaba la Ley Sálica y permitiría a su hija Isabel ser reina. Pero Fernando enfermó, y el lado absolutista volvió a presionar, amenazándole con no ir al cielo tras morir si no volvía a aprobar la Ley Sálica, ya que la Iglesia no aceptaba que una mujer gobernara. Volvió a anular la Ley Sálica, y después murió. Carlos no aceptó a su sobrina como reina y así comenzó la Guerra Carlista. El Carlismo fue un movimiento de masas, con mucho apoyo social y de larga duración (hasta la Guerra Civil del siglo XX). Podemos hablar de cultura carlista, es decir, se transmitía generacionalmente. Fue protagonista de tres grandes Guerras Civiles:

  • Primera Guerra Carlista (1833-1839)
  • Segunda Guerra Carlista (1872-1876)
  • Participación activa en la Guerra Civil Española (1936-1939), aunque no fue una guerra carlista como tal.

Podemos definir el Carlismo mediante el lema: «Dios, Patria, Fueros, Rey». El Carlismo fue antiliberal; es decir, defendía el Catolicismo, la tradición (unida a los fueros) y un rey absoluto. Fue defendido por la Iglesia, en las zonas más católicas, las zonas forales (Aragón, Navarra, País Vasco, Valencia) y en las zonas rurales (debido a la influencia de la Iglesia y al rechazo a la desamortización). La Guerra Carlista se inició. Se caracterizó por una violencia sin precedentes. Fue internacional: el carlismo fue apoyado por las potencias más absolutistas (Rusia, Austria, el Papado). Isabel fue apoyada por Inglaterra, Francia y Portugal, lo cual la favoreció, ya que se encontraban más cerca. El escenario de la guerra fue sobre todo el País Vasco y Cataluña. Los carlistas fracasaron en el intento de conquistar ciudades y de extender la guerra a nivel nacional. La guerra terminó con el Convenio de Vergara. La victoria fue para Isabel, ya que a cambio de reconocer los títulos de los soldados y generales carlistas, y mantenerles los fueros, estos apoyaron a Isabel como reina.

Regencia de María Cristina

Al mismo tiempo que ocurría la Guerra Carlista, se inició la Regencia de María Cristina. En esta época, la regencia necesitó más ayuda, aparte de la de los reformistas. Por ello, María Cristina intentó atraer a los liberales exiliados de vuelta. Para ello, realizó algunas reformas económicas y aprobó una especie de constitución en 1834, llamada el Estatuto Real, que era una carta otorgada. En este estatuto se establecieron unas Cortes con dos cámaras (una cámara alta formada por los nobles y otra baja elegida por la gente con cierta renta). Estas cámaras solo asesoraban al rey. Se realizó la división provincial. Estas reformas no convencieron a los liberales y se rebelaron en 1835. Llegaron al poder los liberales progresistas, dirigidos por Mendizábal. Se formaron dos grupos dentro de los liberales: progresistas y moderados.

Progresistas

  • Libertad económica.
  • Más liberales (predominio del Parlamento).
  • Sufragio más amplio.
  • Más derechos.
  • Descentralización.
  • Milicia Nacional.

Moderados

  • Libertad económica.
  • Más autoritarios (predominio del rey y gobierno).
  • Sufragio restringido.
  • Menos derechos.
  • Centralización.
  • Rechazo de la Milicia Nacional.

Constituciones de 1837 y 1845

La Constitución de 1837 reconocía la división de poderes (judicial, ejecutivo y legislativo). Los poderes que le otorgaban al rey eran nombrar y suspender a los jueces, ejecutar o vetar leyes, controlar el ejército, podía disolver las Cortes y compartía el poder legislativo con estas y el ejecutivo con el Gobierno. Establecía un sufragio censitario e indirecto (Ley Electoral). Era una constitución liberal (Progresista). La Constitución de 1845, de carácter moderado, sustituyó la soberanía nacional por la soberanía conjunta del rey y las Cortes, aumentó los poderes del rey y el número de votantes se redujo al 1% de la población. La administración local y provincial se puso bajo el control del gobierno central.

Regencia de Espartero

Los Moderados echaron a los Progresistas, pero en 1840 estos volvieron con la Revolución de ese mismo año. Aquí, echaron a María Cristina, y un militar progresista, Espartero, se convirtió en regente. Espartero tuvo conflictos, ya que defendía posiciones librecambistas (facilitar la entrada de productos extranjeros). Todo esto generó un gran conflicto en Barcelona, que resolvió atacándola, lo que agravó su caída (la de Espartero) y provocó el regreso de los moderados con un golpe militar, donde estuvieron en el poder durante diez años. En este tiempo, se construyó un Estado Liberal. Ahora se inició el reinado de Isabel II, con un régimen parlamentario y liberal, donde había parlamento, elecciones, etc. Sin embargo, este sistema estuvo lleno de apariencias, ya que quien tenía el dominio era la reina, quien nombraba los gobiernos, los que después amañaban las elecciones para asegurar su victoria. La oposición, para llegar al poder, solo podía dar un golpe militar (como los de Narváez y O’Donnell), lo que dio un gran protagonismo al ejército. Como prueba, los gobernantes casi siempre eran militares; otra opción era conspirar en la Corte.

6.2. El Reinado de Isabel II (1833-1868): Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. De la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases

El Liberalismo durante el reinado de Isabel II triunfó y cambió la sociedad española. Uno de los elementos clave fueron las desamortizaciones. Hubo dos y estuvieron protagonizadas por los progresistas (una desamortización es una expropiación de tierras de un propietario colectivo). La primera fue la de Mendizábal, que fue eclesiástica y se aprobó en 1837. Se expropiaron tierras de la Iglesia y se vendieron a particulares. Tenía objetivos económicos (obtener recursos para pagar las deudas) y también objetivos políticos (buscar apoyos a la revolución liberal con intereses creados). La última causa era ideológica, considerando la propiedad privada como la mejor opción. El objetivo político se cumplió, pero el económico a medias (por cómo se hizo la venta, en subasta, que se pagaba a través de metálico o con títulos de deuda) porque eliminó deudas pero por menos de lo que se debería. Otra consecuencia de la desamortización es que mejoró la agricultura porque aumentó la producción agrícola. La última consecuencia fue social, ya que los que compraban las tierras eran los burgueses y nobles, quedando como arrendatarios los campesinos más pobres o jornaleros. Esto tuvo la consecuencia llamada «hambre de tierras». La segunda fue la de Madoz, que se dio en el Bienio Progresista. Se expropiaron dos tipos de tierras: las del ayuntamiento (bienes de propios), que solían alquilarlas a campesinos; y las llamadas tierras comunales (de la comunidad), que podía usar todo el mundo. El Estado se las quitó y las vendió. Esto tuvo consecuencias: el Estado recibió ingresos en metálico. También tuvo consecuencias sociales, dejando a los ayuntamientos en ruinas y siendo peor para los campesinos, ya que no podían usar algunas tierras comunales. La sociedad liberal fue una sociedad de clases donde existía la igualdad ante la ley, pero desigualdad económica, a diferencia de la estamental, donde había desigualdad jurídica, con privilegiados y no privilegiados con distintas leyes basadas en el nacimiento. La sociedad liberal española fue oligárquica, es decir, el poder y la riqueza estaban concentrados en pocas manos, como las de la clase dominante (nobleza-mayorazgo). La nobleza fue el ideal social. Junto a ellos, había una gran burguesía, también propietaria de tierras, industrias, finanzas, etc. Además, controlaba la política y se veía beneficiada por el sistema fiscal (Hacienda). Los liberales tenían que pagar impuestos, unos directos y otros indirectos, que había de dos tipos: el de Consumos, que afectaba a la clase baja; y el de aranceles, impuesto en las aduanas, que afectaba a los productos de importación. También había una clase media, formada por urbanos y pequeños propietarios, cuyo rasgo es que eran muy pocos. Por último, apareció la clase baja, que era mayoritaria, y estaba formada por el campesinado arrendatario y jornalero, y en las ciudades por los trabajadores de talleres y fábricas. La frontera entre el trabajador y la pobreza era muy difusa. La mujer tenía un papel secundario en la sociedad, con un papel fundamental como madre y en el ámbito doméstico, variando según la clase social. En la clase baja, solo salía de casa para ir a trabajar con el marido. Las mujeres de clase media y alta, en cambio, no necesitaban trabajar y solo salían para ir a misa. Las mujeres de estas clases no eran analfabetas, para poder enseñar a los hijos y dar buena imagen.

6.3. El Sexenio Democrático (1868-1874): La Constitución de 1869. Evolución Política: Gobierno Provisional, Reinado de Amadeo de Saboya y Primera República

El final del reinado de Isabel II fue una época de crisis total. En primer lugar, fue una crisis económica internacional, lo cual afectó a España porque bajaron las exportaciones y también las inversiones extranjeras. A esto se sumaron cuestiones como la mala cosecha, subiendo los precios y reduciendo el poder adquisitivo. Por eso bajó la demanda de productos textiles, y como las industrias cerraban, la gente se iba al paro. Se añadió también una epidemia de cólera que afectó sobre todo al Mediterráneo. El último elemento fueron las ruinas de los ferrocarriles, que afectaba a personas de clase alta. El malestar de la crisis afectó a todo tipo de clases. Además, hubo una crisis política, ya que los moderados, que gobernaban, eran cada vez más reaccionarios, además de estar muy influidos por las ideas neocatólicas contrarias a la libertad de pensamiento, y en algunos casos, próximos al Carlismo. Hubo un exclusivismo moderado, que amañaba las elecciones, por lo cual, aumentaron los pronunciamientos de los progresistas y los demócratas, que aparecieron en esta época, defendiendo el sufragio universal, derechos políticos muy amplios y el republicanismo. A esto se añadieron dos demandas muy importantes: la abolición de los Consumos y la abolición de las Quintas (es decir, que todos fueran al ejército). Además, las ideas demócratas crecieron y hubo conflictos estudiantiles.

Manifiesto Fundacional del Partido Demócrata

  • Sufragio Universal.
  • Derecho de petición.
  • Son republicanos.
  • Piden abolición de los Consumos.
  • Piden la abolición de las Quintas.

Cádiz perdió importancia en la política y se organizaron Juntas. Desde el Sur, donde estaban más revolucionados, los golpistas se dirigieron a Madrid y lo tomaron, derrocando la Monarquía. Aparte de un movimiento militar, fue un movimiento popular. Al triunfar la Revolución, la reina Isabel II se fue al exilio y temporalmente terminó la Monarquía Borbónica. Durante el Sexenio Democrático (1868-1874) hubo un régimen democrático, con un gobierno provisional formado por una coalición entre tres partidos:

  • Unión Liberal (partido centrista, entre los Moderados y los Progresistas, que gobernó varios años durante el reinado de Isabel II y se alejó de ella por el dominio de los Moderados. Tenía mucho apoyo de los militares).
  • Progresistas.
  • Demócratas.

Se eligieron unas nuevas Cortes (mediante sufragio universal) y se creó una nueva Constitución (1869), que estableció una soberanía nacional, junto a muchos derechos, como el sufragio universal masculino. Respecto a la religión, por primera vez se estableció libertad de culto. El Estado sería una Monarquía, lo que creó divisiones entre los revolucionarios. Los problemas del Régimen del Sexenio fueron: crisis económica y fiscal (el Estado gastaba más de lo que recibía), la rebelión de Cuba (se querían independizar, lo que generó más gastos al iniciarse la guerra y el envío de muchos soldados elegidos mediante las Quintas), y las divisiones de los revolucionarios por la cuestión de la Monarquía. Hubo insurrecciones republicanas, pero fueron derrotadas. No había rey, por ello estaban en búsqueda de uno. Se adoptó una política librecambista. Se estableció la peseta como moneda. Se buscó un rey durante casi dos años, porque se necesitaban varios requisitos: que fuera liberal, que quisiera ser rey de España y que fuera aceptado por otros países europeos. La elección del rey provocó una guerra en Europa.

Monarquía de Amadeo de Saboya

Al final, Amadeo de Saboya fue elegido rey (italiano). Reinó durante dos años, y su reinado fue muy inestable. Además de los problemas anteriores, los carlistas se rebelaron contra el rey extranjero (Segunda Guerra Carlista, 1872-1876). Además de esto, los revolucionarios se dividieron definitivamente, por el asesinato de Prim, el jefe de gobierno. Este hecho debilitó completamente a Amadeo. Se sucedieron gobiernos muy inestables, por lo que Amadeo abdicó y así se inició la Primera República.

La Primera República se proclamó debido al vacío de poder, y duró un año, con cuatro presidentes distintos (periodo inestable). Los republicanos no eran la mayoría del país, a pesar de ser importantes. Además, estaban divididos entre Unitarios (república centralista) y Federales (formada por estados independientes que se unen). Los Federales eran mayoritarios y a su vez se dividían entre Benévolos (que querían cambiar de arriba-abajo, que las Cortes formasen una Constitución Federal) e Intransigentes (que querían cambiar de abajo-arriba, defendían que cada población crease su propio estado). Con esto, los Federales redactaron una Constitución Federal que era muy democrática y dividía el país en 17 estados distintos, incluidas las tres colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Se aprobaron unas medidas sociales, como la abolición de la esclavitud en Puerto Rico o la ley que controlaba el trabajo infantil. La inestabilidad heredada siguió ahí y se le añadió el Cantonalismo (en muchas poblaciones como Andalucía y Levante, los intransigentes tomaron el poder y crearon estados independientes, como Málaga). Cada uno de los estados tenía su moneda. En general, los cantones fueron derrotados por los ejércitos, salvo alguno como Cartagena. Esta situación dio mucho protagonismo al ejército, que acabó dando un golpe militar (Golpe de Pavía): la Guardia Civil entró en el Congreso de los Diputados, echándolos y cerrando el congreso. Esto dio lugar a una Dictadura Militar dirigida por el General Serrano, y pocos meses después hubo un nuevo golpe militar, el de Martínez Campos. Con este golpe se restauró a los Borbones. Volvió al trono el hijo de Isabel II: Alfonso XII.

7. La Restauración Borbónica (1874-1902)

7.1. La Restauración Borbónica (1874-1902). Cánovas del Castillo y el Turno de Partidos. Constitución de 1876

Tras la crisis del Sexenio y el golpe militar de Martínez Campos, volvieron los Borbones con Alfonso XII (Restauración Borbónica). Estando en el exilio, Alfonso XII hizo un manifiesto llamado «Manifiesto de Sandhurst» (Alfonso XII defendía la Monarquía Hereditaria y Constitucional, y que las Cortes eran necesarias para gobernar. Era liberal y católico, y buscaba apoyo a través de este manifiesto. Defendía que no reinaría como su madre Isabel II, sino que tendría en cuenta las Cortes y su religión). Tuvo como apoyo a los sectores conservadores (clases altas) por el miedo a perder sus propiedades; los esclavistas cubanos, para no perder sus derechos sobre los cubanos, pagaron/financiaron el golpe militar; la Iglesia, que no quería la libertad religiosa, respaldó la Restauración; el ejército también la apoyó por el miedo al Cantonalismo (que hacía que el ejército se disolviera); y el último grupo que apoyó fueron las élites políticas, ya que durante el Sexenio se les sustituyó por gente de clase media (desplazados). La Restauración representó la estabilización política conservadora, debido al fin de la Guerra Carlista (se derrotó a los carlistas), aunque en Navarra y el País Vasco se garantizó un concierto económico. También se puso fin a la Guerra de Cuba, pero con promesas (pacto) que dieron lugar a la Paz de Zanjón, y que abolirían gradualmente la esclavitud, y prometían hacer reformas en la isla (que no se cumplieron), lo que dio a Cuba una inestabilidad hasta 1895, cuando estalló una nueva rebelión que llevaría a la independencia. Otro elemento de inestabilidad es que irían terminando poco a poco los pronunciamientos. Durante la Restauración se estableció un sistema canovista, ideado por Cánovas del Castillo, un político conservador que observó cuál era el país más estable e intentó imitarlo, como el de Inglaterra, que era bipartidista. Pero Cánovas planteó que en España no se podía hacer porque no estaba preparado. Entonces, para ello, el rey tenía que ser neutral y dar el poder una vez a unos y otra a otros. Unido a esto, Cánovas planteó que para evitar que los militares dieran golpes, había que atraerlos dándoles puestos, privilegios, etc. Este modelo se plasmó en la Constitución de 1876, que es una mezcla de dos constituciones anteriores: la de 1845 (moderada, donde el poder era compartido, el rey tenía poder porque podía vetar, nombrar el gobierno, etc., y que aportó el centralismo y el voto censitario) y la de 1869 (del Sexenio Democrático, de carácter democrático, donde había muchos derechos y además tolerancia religiosa). El sistema de la Restauración tuvo una gran crisis cuando murió el rey Alfonso XII. Esta crisis se resolvió con el Pacto de El Pardo, en el que los líderes Cánovas y Sagasta llegaron a un acuerdo para turnarse en el poder pacíficamente, es decir, cada cuatro años se cambiaban. Para que esto funcionara, las elecciones tenían que estar amañadas. Todo este fraude fue posible porque se generalizó sobre todo en el campo (el caciquismo), donde el cacique era quien tenía poder e influencia en una zona, porque tenía contacto con el poder y le permitía hacer favores e influir en la zona. Cuando no había elecciones, el gobierno recurría a los caciques.

7.2. La Restauración Borbónica (1874-1902): Los Nacionalismos Catalán y Vasco y el Regionalismo Gallego. El Movimiento Obrero y Campesino

Los liberales y conservadores controlaban el poder en la Restauración. Además, había un grupo llamado «no turnistas», que no eran ni liberales ni conservadores. Los republicanos siguieron divididos (divisiones internas) entre federales y centralistas, y también por la táctica: algunos defendían el pronunciamiento militar (golpe de Estado), pero otros decían que había que llegar a la República mediante elecciones, lo cual exigía primero una labor de educación de la población (difundir dichas ideas). Este grupo político tenía mucha importancia en el país y fuerza en las ciudades (donde funcionaba menos el caciquismo). Además, en este período se fueron modernizando, lo que se ve en el Partido Radical, cuyo líder fue Lerroux. Este partido era un partido de masas (con muchos militantes-miembros), e incorporó un programa social para atraer a los obreros; a su vez, fue muy españolista y nacionalista. Surgieron grupos nacionalistas (no españoles, grupos que defendían otras naciones alternativas/periféricas). El nacionalismo es un movimiento político que plantea la existencia de una nación, y los nacionalistas son un grupo de personas con elementos comunes que los diferencian de otros. Tienen derecho a autogobernarse (sus naciones), derecho a ser libres. En esta época se consolidó un nacionalismo español con dos variantes: uno liberal (que planteaba que el pueblo español tenía el amor a la libertad) y otro conservador (que defendía el Catolicismo). Este movimiento tuvo límites a pesar de ser exitoso. Hubo dos instituciones que reforzaron el españolismo: la escuela y el ejército; pero no funcionó bien. Surgieron partidos alternativos: catalán, vasco y gallego.

Nacionalismo Catalán

Surgió con una reivindicación de la personalidad catalana mediante un movimiento cultural llamado «La Renaixença» (orgullo nacional y reivindicación). También surgió debido al fracaso del federalismo en la Primera República. Un hito en la Restauración fue el Memorial de Agravios, redactado por Almirall, un escrito que mandaron al rey Alfonso XII exponiendo quejas sobre la mala gobernanza de Cataluña. Años después, los nacionalistas redactaron una especie de constitución catalana, que se llamó «Bases de Manresa». De esta manera, durante la Restauración se consolidó un nacionalismo conservador, católico y burgués. Los sectores nacionalistas fueron las clases medias y medias-altas. Los nacionalistas pueden ser independentistas o autonomistas. El nacionalismo catalán fue autonomista (no querían salir de España ni crear un nuevo país), y su planteamiento fue que eran la zona más avanzada de la Península, debido a la industria abundante, y por ello querían autogobernarse y ayudar a España a regenerarse para que mejorara. Prat de la Riba fue el fundador del nacionalismo catalán, quien fundó la Lliga Regionalista, que consiguió ganar las elecciones, rompiendo el caciquismo.

Nacionalismo Vasco

Nacionalismo racial (física y moral) y racista (porque se creían superiores). Por los anteriores factores, eran independentistas, pero luego evolucionaron al autonomismo. El nacionalismo fue defendido por las clases medias-bajas y surgió como una reacción a la industria siderúrgica, a la cual iban personas de diferentes lugares (como Castilla) a trabajar. Los vascos se sentían invadidos, cultural y territorialmente, por los españoles de otras zonas de España. Este nacionalismo lo fundó Sabino Arana, al igual que el Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Regionalismo Gallego

El regionalismo es un colectivo con unas características determinadas sin llegar a ser nacionalista. En Galicia hay una cultura e idioma propio, y en esta época el crecimiento del regionalismo gallego fue lento, destacando en el campo. El movimiento surgió para recuperar la cultura (Rexurdimento).

Movimiento Obrero

Se inició en el Sexenio, cuando entraron en España las ideas anarquistas y marxistas; ideas revolucionarias que querían acabar con el Capitalismo. El Anarquismo defendía la libertad total, por ello, rechazaba todo lo que limitaba esa libertad: el Estado (leyes, policía, etc.); los partidos políticos (ya que tomaban decisiones por otros); la religión (eran ateos) y la propiedad privada. Ensalzaban la ciencia y defendían una sociedad en la cual existía propiedad colectiva, formada voluntariamente. Existían normas, que debían ser aceptadas por todos (si alguien no las aceptaba, no tenía alternativa que marcharse a otro lugar) y se organizaban en sindicatos. El primer sindicato fue la Federación de la Región Española, y años más tarde la Federación de Trabajadores de la Región Española. El Anarquismo triunfó en Andalucía, entre los jornaleros (campesinos que trabajaban las tierras de otros) y en Cataluña entre los trabajadores de la industria textil (la clase media era nacionalista, y la clase baja anarquista). Las tácticas que usaron los anarquistas para conseguir una revolución fueron tres: la primera era la educación, convencer a la gente de la bondad del anarquismo; la segunda fue el terrorismo, que por una parte tuvo éxito ya que consiguieron matar a gente importante, como a Cánovas del Castillo, pero por otra parte no, ya que eran un grupo muy reprimido. La «Mano Negra» (1880): en Sevilla hubo actos de violencia que se creía que eran obra de la «Mano Negra», y los policías pensaban que eran los anarquistas y les persiguieron, a veces imponiendo la Ley de Fugas (simulaban que les dejaban ir, pero igualmente les mataban). Esta «Mano Negra» desapareció con el paso del tiempo. La tercera táctica fue el Sindicalismo Revolucionario: el objetivo era fortalecer el sindicato para que en un momento dado se pudiera hacer una huelga general para paralizar el sistema, haciendo así que se derrumbase y así llegar a la nueva sociedad.

PSOE (1879) Socialismo Marxista

Era minoritario; los socialistas formaron el PSOE, partido político, en 1879. Su fundador fue Pablo Iglesias. Este partido era revolucionario, ya que quería terminar con la división de clases, que los trabajadores tuvieran poder político (Estado dirigido por trabajadores), y hasta conseguirlo, el objetivo era conseguir reformas/mejoras para los trabajadores (menos horas, huelgas, voto, mejores condiciones laborales). El socialismo también creó un sindicato llamado UGT (Unión General de Trabajadores), y su crecimiento fue muy lento.

7.3. El Problema de Cuba y la Guerra entre España y Estados Unidos. La Crisis de 1898 y sus Consecuencias Económicas, Políticas e Ideológicas

Último cuarto del siglo XIX, durante la Restauración. En 1898, España tenía cuatro colonias: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las Islas de Micronesia. Los problemas del imperio colonial español fueron: las colonias estaban muy lejos de la metrópoli y dispersas (mala comunicación, difícil de controlar que otros países las conquistaran) y dificultad de defensa. Otro problema que tenía España era su dificultad militar (ejército caro, pero poco eficaz). Su colonialismo era arcaico (anticuado), poco integrador debido a los problemas económicos, ya que Cuba importaba a Estados Unidos en vez de a España, y no importaba que rompieran lazos (modelo del siglo XVI); y debido a la política, ya que en España se gobernaba de una manera y en Cuba a través de las Leyes Especiales (gobierno militar, donde quien mandaba era el capitán general). La colonia más importante fue Cuba, ya que era la más rica y la más poblada. En el siglo XIX, Cuba era el mayor productor mundial de azúcar (trabajado mediante esclavos). Sin embargo, a lo largo del siglo, el azúcar entró en crisis debido a: el encarecimiento de los esclavos (la trata de esclavos se prohibió, aunque igualmente había contrabando de estos); otro problema fue el surgimiento de competidores. Esta crisis estuvo detrás de la Crisis de 1868, lo que llevó a una guerra: la Guerra de los Diez Años, la cual terminó con la Paz de Zanjón. La situación se complicó con otros dos factores externos: Estados Unidos, que tenía muchos intereses económicos en Cuba, lo que hacía que quisieran estabilidad en la isla; además, había sectores anexionistas (que querían que Cuba formara parte de EE. UU.); y otro factor fue la presión de los sectores colonialistas (de la Península), que querían que Cuba siguiera siendo española y que no se hicieran reformas, ya que les beneficiaba. Estos sectores fueron: la industria textil catalana y los harineros castellanos (ya que vendían a Cuba y solo podían comprar en España); otro sector fueron los navieros vascos (se iba y venía a Cuba en barco, así los navíos crecían económicamente); y por último, los militares (eran muchos, pero muy pobres; pero yéndose a Cuba ganaban más dinero y podían ascender). Así, en 1895 estalló una nueva rebelión en Cuba que duró hasta 1898. Estalló la rebelión en toda la isla y España respondió militarmente. Cánovas dio un discurso en el Congreso de los Diputados, diciendo que gastaría el dinero que fuera necesario para que Cuba siguiera siendo española. Se enviaron 200.000 soldados. Hubo varios problemas, como las enfermedades y la guerra de guerrillas. Se usó la táctica de contrainsurgencia (reconcentración), que consiste en llevar a un grupo de personas a campos de concentración, y así los guerrilleros tienen menos apoyos, debilitándolos. Al hacer esto, muchos civiles morían, lo que llevó a que se dijera que España era sanguinaria. En Filipinas estalló una rebelión también, con la presencia del gobierno escasa y muy poca población española. El conflicto se complicó por el estallido de la guerra con los Estados Unidos. Sucedió por el hundimiento de un barco de guerra norteamericano, el acorazado Maine (Incidente del Maine), que estando en la costa de La Habana, explotó; se echó la culpa a los españoles. Rasgos de la guerra: fue una guerra moderna, rápida, duró tres meses. La guerra se resolvió con dos batallas navales (una en Santiago de Cuba y otra en Cavite). Toda la flota española se hundió y acabaron rindiéndose debido al agotamiento. Consecuencias: demográficas (50.000 muertos, problema social de los repatriados); pérdidas territoriales (terminó con la Paz de París, donde España le cedió a Estados Unidos: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y le vendió a Alemania las islas de Micronesia); económicas (fueron positivas para España debido a la reducción de gastos y la repatriación de capitales de la industria y la banca, que se invirtieron en España y fomentaron la economía); y políticas (no hubo un cambio de régimen, pero sí un impacto en la conciencia nacional). Lo que sí hubo fue un fortalecimiento de los nacionalismos alternativos, catalán y vasco, que aumentaron su crítica sobre el país. Consecuencias ideológicas: el regeneracionismo (muy importante en el siglo XX) y un impacto en la cultura ideológica española. Regeneracionismo: su impulsor fue Joaquín Costa, quien quería «levantar» el país, ya que estaba muy debilitado. Con esto conseguiría mejorarlo. Quería mejorar la agricultura mediante la técnica del regadío.

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