La Guerra de Sucesión Española y el Sistema de Utrecht
Con la muerte de Carlos II, quien murió sin descendencia, estalló una Guerra de Sucesión al trono español, de carácter civil e internacional, entre los candidatos:
- Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, apoyado por la Corona de Castilla, que apostaba por una monarquía centralizada.
- El archiduque Carlos de Austria, apoyado por las Provincias Unidas, Inglaterra y la Corona de Aragón, a favor de un estado confederal y pactista.
Los ingleses tomaron Gibraltar en 1704. Destacan las victorias borbónicas de Almansa y Villaviciosa.
La proclamación de Carlos como nuevo emperador de Austria alarmó a Inglaterra, por lo que, para evitar la formación de un vasto imperio, propuso firmar el Tratado de Utrecht (1713-1714). En este tratado, se reconoció a Felipe V como rey de España y se repartieron algunos territorios, resultando Inglaterra beneficiada: recibió Gibraltar y Menorca, y obtuvo el navío de permiso, que le permitía comerciar con las Américas españolas.
Los países europeos que firmaron la Gran Alianza de La Haya fueron: Austria, Inglaterra y los Países Bajos.
Los Pactos de Familia
Felipe V quiso recuperar los territorios perdidos en Italia. Para ello, se sellaron tres Pactos de Familia, mediante los cuales los hijos de su segunda esposa, Isabel de Farnesio, consiguieron situarse al frente de estados italianos.
Fernando VI impulsó una política de neutralidad en las relaciones internacionales y modernizó el ejército.
Carlos III se alió con Francia en la Guerra de los Siete Años contra Inglaterra. Esta guerra finalizó con la Paz de Versalles, donde se reconoció la independencia de EE. UU., las conquistas españolas y se devolvió Menorca a España.
La Nueva Monarquía Borbónica
Con la victoria de Felipe V en la Guerra de Sucesión, la dinastía borbónica comenzó a gobernar España. Felipe V instauró el absolutismo monárquico, donde el rey concentraba todos los poderes. Contaba con personas de confianza para gobernar, como su esposa Isabel de Farnesio.
Modelo de Estado y Alcance de las Reformas
Se aplicó un programa de reformas basado en la centralización y la uniformidad: el monarca adoptaba las medidas y estas se aplicaban a todos los territorios por igual. La organización político-administrativa se asemejaba a la de Castilla y el castellano fue la lengua oficial.
Los Decretos de Nueva Planta
Mediante los Decretos de Nueva Planta, se suprimieron instituciones como la Generalitat o las Cortes, las aduanas y los sistemas fiscales y monetarios propios de los antiguos reinos de la Corona de Aragón.
Se sustituyó el sistema polisinodial por uno de Secretarías de Estado. Destacan: la Secretaría de Estado, la de Hacienda y la de Gracia y Justicia. Se instituyó la Junta Suprema de Estado, que reunía a todas las Secretarías de Estado.
En la administración territorial y local, aparecieron las figuras de Capitanes Generales, los Intendentes y los Corregidores.
En cuanto al ejército, se implantó el sistema de quintas; los Tercios fueron sustituidos por los regimientos; se renovó el armamento y se fundó la Academia de Guardiamarinas.
Se reorganizó la Hacienda, centralizando la recaudación de impuestos en el Banco Nacional.
El monarca se situó por encima de la Iglesia. Los reyes elegían los altos cargos eclesiásticos y se expulsó a los jesuitas por atentar contra el poder del Estado.
Se extendió la cultura a través de las Reales Academias, como la Real Academia Española, la Real Academia de Medicina o la de Bellas Artes de San Fernando. La economía se reguló con la limitación de privilegios de la Mesta y la libre circulación de mercancías, entre otras medidas.
La España del Siglo XVIII: Expansión y Transformaciones Económicas
La economía española creció durante el siglo XVIII gracias a las reformas de los Borbones. La política económica osciló entre el mercantilismo, la defensa del proteccionismo, la libertad de comercio y la desaparición de aduanas.
Debido a la disminución de guerras y al desarrollo económico, se produjo un crecimiento demográfico desigual.
Agricultura, Industria y Comercio con América
La agricultura era la principal base económica del país. Los ilustrados defendieron proyectos para mejorar la agricultura (por ejemplo, Jovellanos).
La industria continuó siendo artesanal. El Estado patrocinó las Manufacturas Reales para fomentar la competitividad de los productos.
El comercio fue el sector que más creció gracias a la eliminación del monopolio comercial americano. Se mejoró el transporte y la comunicación interna del país (como el Canal de Castilla).
El comercio con América se vio impulsado con el Decreto de Libre Comercio de 1778, que permitió la libertad de intercambios entre puertos españoles y americanos.
Causas del Despegue Económico en Cataluña
En el siglo XVIII, Cataluña experimentó un crecimiento económico y demográfico superior al resto de España. En la industria se produjo un gran avance gracias a la implantación de fábricas de algodón.
Este crecimiento en la industria fue posible gracias al auge comercial de vinos y aguardientes, y al comercio americano. También se impulsó el sector textil gracias a la maquinaria industrial que compraron a los ingleses.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado
Ideas Fundamentales de la Ilustración
La Ilustración fue un movimiento cultural e ideológico cuya base fue la razón, y sus partidarios defendían el progreso y la educación. Defendía el poder del Estado por encima de la Iglesia. Lo conformaron un grupo de intelectuales que, a través de ensayos, comentaron sobre política, economía y ciencia (ej.: Feijoo).
Estuvo en pleno auge durante el reinado de Carlos III y prosperaron las ciudades como Madrid y Barcelona.
El Despotismo Ilustrado en España
La vertiente política de este movimiento se denominó Despotismo Ilustrado, donde los monarcas no renunciaban a la soberanía absoluta, pero debían lograr la felicidad y el bienestar de sus súbditos ejerciendo un correcto gobierno e interviniendo en las actividades económicas.
Durante el reinado de Carlos III, continuaron los conflictos con Francia, lo que dificultó el desarrollo de programas de reformas. Estas reformas fueron promovidas por ministros extranjeros.
Destacó Esquilache, quien fue el causante de un motín al cambiar las costumbres de vestir y subir los impuestos.
Desde ese momento, Carlos III se rodeó de ministros castellanos como Floridablanca, Campomanes y Aranda, quienes llevaron a cabo reformas como:
- La creación de Manufacturas Reales para fomentar la competitividad de los productos.
- La reforma de la Hacienda.
- El fomento del comercio mediante una red de carreteras radial.
También durante su reinado se expulsó a los jesuitas y se fundaron algunas Academias; aparecieron las Sociedades Económicas de Amigos del País (cuya función era desarrollar el conocimiento) y nació el periodismo, que fue un medio de propagación del pensamiento ilustrado.
Introdujo amplias avenidas y espacios destinados a la ciencia, como el Observatorio Astronómico, el Jardín Botánico y un sistema de alcantarillado.