Historia del Movimiento Obrero Internacional y la Era Bismarckiana: De la I Internacional a la Paz Armada

La Primera Internacional: Orígenes, Conflictos y Disolución

Orígenes, Formación y Objetivos

Su origen fue la reunión celebrada en Londres entre líderes obreros franceses y británicos en 1862. Esta reunión se reanudó en julio de 1863, en un mitin organizado en Londres. Se inició su preparación en 1864 con la invitación a sindicalistas británicos, mutualistas franceses y otros grupos más o menos clandestinos, así como exiliados alemanes, italianos, suizos y polacos residentes en Londres desde las revoluciones de 1848.

La Asociación Internacional de Trabajadores o Primera Internacional se fundó en el mitin celebrado en 1864 en el Saint Martin’s Hall de Londres.

En la Primera Internacional los exiliados tuvieron un influyente papel. Se encargó a Marx la redacción del Manifiesto Inaugural y del proyecto de estatutos de la nueva organización. El lema más famoso fue “Proletarios de todos los países, uníos”, la misma frase con que finalizaba el Manifiesto Comunista de 1848. Se alentaba la conquista del poder político por el proletariado.

Problemas Internos y División Ideológica

En la Primera Internacional convivían sindicalistas y socialistas. Frente al sector más autoritario dirigido por Marx y Engels, que pretendían reforzar el Consejo General, surgió un movimiento que defendía la autonomía de las organizaciones locales y nacionales y que veía con más simpatía el antiautoritarismo de Bakunin.

Los socialistas moderados fueron desplazados por las tesis radicales de Marx, que defendían la huelga y que querían la socialización de los medios de producción, sobre todo la tierra, las minas y los transportes. El enfrentamiento se radicalizó a partir de 1868, cuando Bakunin ingresó en la Primera Internacional. Marx y Bakunin mostraron su primera discrepancia grave cuando Bakunin propuso la abolición del derecho a la herencia. Lo que llevó a la ruptura fue el rechazo bakuninista a toda posible intervención de los trabajadores en la política burguesa.

En 1871 estalló en París un movimiento denominado la Comuna. Fue un levantamiento patriótico contrario a las cláusulas del tratado de paz que puso fin a la guerra entre Francia y Prusia, y se convirtió en una revolución proletaria. La Comuna fue aplastada por el ejército tras una semana de luchas. El fracaso de la Comuna formalizó el enfrentamiento entre Marx y Bakunin. Fue el detonante del choque frontal entre ambas tendencias que tuvo lugar en 1872 en el Congreso de La Haya, donde se decidió expulsar a Bakunin y trasladar el Consejo General de la Primera Internacional a Nueva York.

El Final de la Primera Internacional

Tras la separación, suizos, italianos y españoles abandonaron el Consejo General y acordaron formar una nueva internacional antiautoritaria basada en el anarquismo de Bakunin.

Se rechazaba toda acción política, incluso la formación de un Estado obrero y la autonomía de las federaciones. Esto debilitó la posición de Marx, que apoyaba la Asociación Internacional de Trabajadores. El movimiento obrero fue abandonando la vía del internacionalismo. En Nueva York, la Primera Internacional fue extinguiéndose y en julio de 1876, en la Conferencia de Filadelfia, se decidió su disolución. Bakunin la abandonó en 1874.

La Segunda Internacional: Consolidación y Crisis del Socialismo Europeo

Surgimiento y Expansión de Partidos Socialistas

El aumento del número de trabajadores industriales cristalizó en la formación y la expansión de los partidos socialistas y de las organizaciones sindicales nacionales. Uno de los primeros fue el Partido Socialdemócrata Alemán, fundado en 1875. Adoptó un programa revolucionario marxista sin renunciar a la lucha parlamentaria, solicitando mejoras en las condiciones de las clases trabajadoras y reformas democráticas como el sufragio universal, incluido el voto femenino. Las décadas finales del siglo XIX fueron claves en la fundación de otros partidos socialistas como el Partido Socialista Obrero Español (1879), el Partido Obrero Belga (1885) y el Partido Socialista Italiano (1892).

En 1905 se creó en Francia la Sección Francesa de la Internacional Obrera, fruto de la unión de dos partidos: uno de orientación marxista revolucionaria y otro parlamentario y reformista. En el Reino Unido se formó el Partido Laborista.

El aumento de las fuerzas obreras se tradujo en el impulso de los sindicatos. En Alemania se organizó en 1892 la Unión General de Sindicatos Alemanes y en España se creó en 1888 la Unión General de Trabajadores.

Tendencias y Divisiones en el Seno del Socialismo

Los partidos socialistas no presentaban uniformidad ideológica a pesar de la influencia teórica de la ideología marxista. Se fue adquiriendo una impronta más parlamentaria, lo que favoreció la vía reformista. A finales del siglo XIX se perfilaron tres tendencias:

  • La revisionista, liderada por la Socialdemocracia Alemana. Eduard Bernstein criticó la doctrina de Marx y negó que el sistema capitalista estuviera próximo a su fin y que el cambio social solo pudiera lograrse mediante la lucha de clases y la revolución. Creía en la transición al socialismo y que era posible gracias a la acción parlamentaria en el seno de las democracias liberales. Pensaba que el socialismo no se impondría por la violencia, sino por medio de reformas sucesivas.
  • La izquierdista, que englobaba a la corriente revolucionaria del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán) y a un sector del Partido Socialdemócrata Ruso. Defendía la lucha de clases y la revolución como únicas vías al socialismo.
  • La centrista, que fue la que sostuvieron la mayoría de los partidos socialistas europeos. En la Socialdemocracia Alemana, Karl Kautsky y otros teóricos criticaron y rechazaron la postura de Bernstein de abandonar los dogmas del marxismo.

De la Fundación a la Crisis de la Segunda Internacional

La Segunda Internacional se fundó en el Congreso de 1889 en París. Adoptó una clara orientación marxista, excluyó a los anarquistas y se organizó como una federación de partidos socialistas nacionales autónomos. En 1900 se creó un Buró Socialista Internacional con sede en Bruselas. Su objetivo fundamental era lograr una legislación laboral favorable para los trabajadores.

A comienzos del siglo XX, la Segunda Internacional tuvo que enfrentarse a intensos debates sobre la cuestión colonial y la guerra, tratando de llegar a propuestas conciliadoras. El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 mostró la impotencia del socialismo. La ruptura definitiva se produjo con el triunfo en Rusia de la Revolución Bolchevique y la decisión de los comunistas soviéticos de fundar una nueva internacional, la Tercera Internacional Comunista (Komintern) en 1919.

Estados Unidos: De la Expansión a la Guerra Civil y Reconstrucción

Construcción Nacional y Democratización Política

En Estados Unidos, a inicios del siglo XIX, se afianzaron los sentimientos nacionalistas apoyándose en la Doctrina Monroe (“América para los americanos”).

Durante la presidencia de Andrew Jackson se consolidó la democratización del sistema político con la extensión del sufragio universal a todos los varones blancos y la renovación de los partidos políticos.

Se impulsó la Expansión hacia el Oeste mediante la construcción del ferrocarril, debido al descubrimiento de minas de oro, la existencia de grandes praderas para el ganado y tierras vírgenes para el cultivo.

Se produjeron guerras con las tribus indias que vivían en esas tierras. Las “Guerras Indias” acabaron con la reclusión en reservas de los indios supervivientes.

El Conflicto Norte-Sur: La Guerra de Secesión

El conflicto regional Norte-Sur fue generado principalmente por el problema de la esclavitud, aunque también debido a la existencia de dos sistemas económicos y sociales diferentes.

En el Norte había una economía industrial y una sociedad heterogénea sin esclavos, y en el Sur una economía agraria y una sociedad dominada por los blancos en la que existía la esclavitud.

La expansión hacia el Oeste incrementó las tensiones. En 1820, con el Compromiso de Misuri, este estado se incorporó a Estados Unidos como estado esclavista a cambio de la prohibición de la esclavitud al norte del paralelo 36°30′ N.

La elección como presidente de Estados Unidos de Abraham Lincoln, conocido antiesclavista, desencadenó la crisis. El 12 de abril de 1861 comenzó la Guerra Civil o de Secesión. La victoria del Norte en 1865 consolidó a Estados Unidos como nación. En 1865 se aprobó una enmienda a la Constitución en la que se abolía la esclavitud.

La Reconstrucción del Sur

El presidente Lincoln y su sucesor Johnson mostraron una postura moderada. Finalmente, el Congreso votó la Enmienda XV, que garantizaba el derecho de voto a los afroamericanos. La situación empeoró con la política de segregación racial de los gobiernos sureños.

Las Relaciones Internacionales (1870-1914): La Era Bismarckiana y la Paz Armada

Desde 1870, final de la Guerra Franco-Prusiana, hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), se desarrolló un pulso por la hegemonía en Europa.

La Europa de Bismarck (1870-1890)

El canciller Otto von Bismarck impuso los intereses de Alemania al resto de los países europeos. Tenía tres objetivos:

  • Mantener a Francia en un aislamiento diplomático, como forma de debilitarla.
  • Mediar entre Rusia y Austria-Hungría, que se enfrentaban por el control de los Balcanes.
  • Desarrollar una política de rearme bélico, lo que desencadenó una carrera armamentística con otros países.

La política de Bismarck anteponía los resultados a los principios morales.

Los Sistemas Bismarckianos

La política exterior de Bismarck se fundamentó en tres sistemas o fases mediante un sistema de alianzas cuyo objetivo principal era mantener la paz y, además, aislar a Francia.

La Preponderancia Alemana o Primer Sistema Bismarckiano (1871-1879)

En esta época se firmaron dos acuerdos en 1873: uno germano-ruso y otro austro-ruso.

Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Ruso formaron la Entente de los Tres Emperadores, a la que en 1874 se unió Italia.

En 1878 se firmó el Tratado de San Stefano que creaba un estado eslavo en los Balcanes, la Gran Bulgaria.

También en 1878, Bismarck convocó el Congreso de Berlín en el que se revocaron los acuerdos anteriores. La Gran Bulgaria se disolvió, Austria-Hungría se hizo cargo de la administración de Bosnia-Herzegovina y el Reino Unido obtuvo la cesión de Chipre por los otomanos. Rusia, humillada, se alejó de la Entente.

La Plenitud del Sistema Bismarckiano o Segundo Sistema (1879-1885)

En 1879 se firmó la Dúplice Alianza entre Alemania y el Imperio Austrohúngaro. En 1881 se renovó la Entente de los Tres Emperadores. Y en 1882 se creó la Triple Alianza entre Alemania, Austria-Hungría e Italia.

El segundo sistema se basaba en el respeto del statu quo en los Balcanes. Fue una larga etapa de paz hasta la década de 1910. Se denominó la Paz Armada a la época que va desde el año 1879 hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.

El Final del Sistema Bismarckiano o Tercer Sistema (1885-1893)

El sistema bismarckiano entró en crisis. Bismarck consiguió la firma de dos nuevos tratados que garantizaban el equilibrio en los Balcanes y aislaban a Francia.

El sistema de alianzas comenzó a desmoronarse. Entre 1891 y 1893, Francia firmó con Rusia dos tratados. El fin del aislamiento francés y el alejamiento de Rusia significaron el final de la era bismarckiana.

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