El Sexenio Democrático (1868-1874): Amadeo I y la I República
Fundamentos de la Revolución de 1868: Desarrollo de «La Gloriosa» y pronunciamiento militar
De 1868 a 1874 se suceden diversos acontecimientos y formas políticas: la caída de la monarquía borbónica, el establecimiento de un gobierno provisional, una regencia, la monarquía de Amadeo I, la I República y, finalmente, el gobierno autoritario de Serrano. En este periodo asistimos a la consolidación del régimen liberal.
Causas de «La Gloriosa» (revolución que puso fin al reinado de Isabel II):
- La deteriorada situación económica propició el descontento generalizado tanto de los grupos dirigentes (debido a una errónea política isabelina para sus intereses) como de la población trabajadora (afectada por el paro, el hambre y la represión).
- Las causas políticas, unidas a las crisis de gobiernos autoritarios e incapaces de resolver problemas, hicieron que en 1868 casi nadie defendiera la causa isabelina.
Desde 1863, los progresistas no se presentan a las elecciones y se han producido diversos pronunciamientos militares; algunos de los más serios fueron el del cuartel de San Gil o los graves episodios de la Noche de San Daniel, ambos reprimidos con gran dureza, provocando muertos y heridos. Finalmente, el Pacto de Ostende, firmado por republicanos, demócratas y progresistas, conseguiría el destronamiento de Isabel II y la convocatoria de elecciones a Cortes.
La Gloriosa fue un golpe militar encabezado por Topete, Prim y Serrano. El apoyo popular llega con la creación de los llamados voluntarios de la libertad. Tras la sublevación de Topete en Cádiz y Serrano en Alcolea, se produce el exilio de Isabel II atravesando la frontera de Irún.
Tras la muerte de Narváez, llega al gobierno González Bravo, quien gobernó como un dictador. Además de intentar mantener el orden, desterró a Canarias a destacados militares y generales unionistas, culpándolos de conspirar contra la reina (entre ellos, Dulce y Serrano). Al enfado del ejército por dichos destierros se le sumó la reducción drástica de los presupuestos en los días anteriores al 19 de septiembre.
La revolución de 1868 fue esencialmente política y triunfó gracias al apoyo de los sectores industriales y financieros, que veían cómo no se solventaba la crisis económica; incluso hubo apoyos de la oligarquía terrateniente. Los militares se unieron en recuerdo de la matanza del cuartel de San Gil, y el pueblo lo hizo ante las promesas del sufragio universal, la supresión de los consumos y de las quintas.
El gobierno provisional del general Serrano: Cortes Constituyentes y Constitución de 1869
Tras exiliarse la reina, se constituye un gobierno provisional con Serrano (presidente), Prim (Ministerio de Guerra) y Sagasta (Gobernación). Sus objetivos principales fueron:
- Detener la revolución, devolver el orden y garantizar el control político.
- Convocar elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino para los mayores de 25 años.
Fue una campaña con abundantes mítines y actos electorales, donde cada partido fue apoyado por diversos periódicos. Durante la campaña existía la polémica sobre la forma de Estado: Monarquía o República. Votó el 70% del electorado. El nuevo arco parlamentario lo formaban cuatro grandes grupos: la coalición antiborbónica obtuvo la mayoría de escaños, seguida de republicanos, carlistas y grupos monárquicos conservadores.
Con Serrano frente al poder ejecutivo y Rivero como presidente de las Cortes, se elabora en tiempo récord una nueva carta magna, aprobada en junio.
La Constitución de 1869
Es la primera constitución democrática de nuestra historia y una de las primeras de Europa. Su anteproyecto se realizó por una comisión de 14 personas. Sus características principales son:
- Soberanía nacional.
- Derechos fundamentales: Derechos individuales, derecho al voto, libertad de enseñanza y expresión, inviolabilidad del domicilio, derecho de reunión y asociación.
- División de poderes: Ejecutivo, legislativo y judicial.
- Sufragio: Activo.
- Parlamento: Bicameral.
- Forma de gobierno: Monarquía democrática y parlamentaria. El Rey tiene competencias limitadas: sanciona y promulga las leyes, pero no las dicta.
- Otros datos: Libertad de culto. Se intenta regular la situación de las colonias, aunque tardíamente, pues la Guerra Independentista ya había estallado en Cuba.
- Vigencia: 1869-1873.
Regencia de Serrano: A la búsqueda de un Rey
Tras aprobar la Constitución, Serrano es elegido regente y Prim jefe de gobierno. Sus objetivos fueron unir a los partidos políticos, estabilizando el régimen, desarrollar la legislación de la Constitución y buscar un candidato al trono. Se aprueba una amplia legislación; en el terreno económico, la política es librecambista y se reforma la moneda.
El nuevo régimen afrontó una doble crisis: la Guerra de Cuba y la agitación social. En octubre de 1868 estalló la revolución dirigida por Céspedes, que acabó en una guerra civil prolongada durante 10 años. El conflicto cubano hipotecó la Hacienda e impidió al gobierno la aplicación de las reformas prometidas; Cuba fue una sangría humana y económica.
La continua agitación social en España provocó el estallido de una sublevación republicana. Ante este panorama, Prim emprendió la tarea de buscar un rey, eligiendo finalmente a Amadeo de Saboya.
Unos dos tercios de los diputados votaron a favor, aunque la elección disgustó a unionistas y a la Iglesia Católica. Días antes de la llegada de Amadeo a España, Prim era asesinado en Madrid. Su ausencia tuvo grandes repercusiones en la evolución política de los años siguientes.
El reinado de Amadeo I (1871-1873)
Su reinado fue un fracaso completo por diversas razones. El asesinato de Prim dividió al partido progresista en dos:
- Partido Constitucional de Sagasta: Cuyo objetivo era hacer recortes a los avances democráticos.
- Partido Radical de Zorrilla: Cuyo objetivo era llevar la democracia hasta las últimas consecuencias.
Amadeo I tampoco contaba con el apoyo de aristócratas, industriales, financieros, carlistas ni republicanos. Fueron dos años de gobierno inestable. En el segundo año, el conflicto cubano se agravó y estalló la Tercera Guerra Carlista en el País Vasco y Cataluña.
El rey abdicó el 11 de febrero de 1873. La renuncia coincide con Ruiz Zorrilla como jefe de gobierno, tras nombrar este como capitán general de Cataluña al general Hidalgo de Quintana. Los oficiales del cuerpo de artillería, marcadamente conservador, pidieron su destitución porque había participado en la Cuartelada de San Gil. Zorrilla se negó y pidió al rey la disolución del cuerpo para manifestar la obediencia de los militares al poder civil. Ante los militares, el rey se negó, y Zorrilla presentó una moción de confianza ante las Cortes. Las Cortes le apoyaron y el rey tuvo que firmarlo, pero también firmó su renuncia. Esa misma noche, la Cámara proclamó la República.
Proclamación de la I República
Fue una medida de emergencia, sin convocar elecciones. Una mayoría de radicales, a los que les importaba la democracia y no la monarquía, votaron la opción republicana (288 sí y 32 no). Se proclama la República y el Congreso elige a Figueras, republicano moderado, como jefe del ejecutivo.
La República nace de forma irregular y sin apoyos. Fue reconocida por Estados Unidos y Suiza, pero los gobiernos conservadores europeos la asociaban con la revolución social. En el interior fue rechazada por los conservadores; los carlistas recrudecieron la guerra en el norte y los alfonsinos recibieron apoyos entre las clases medias y altas.
Ni los partidarios de la República tenían una visión común: los federalistas creían en la división del territorio en varios Estados con autonomía plena, mientras que los unionistas creían en un Estado centralista. La impaciencia de las masas populares hizo que se viviera una «revolución dentro de la revolución».
Las elecciones de mayo de 1873 dieron una aplastante mayoría republicana, aunque no reflejaba el apoyo real debido a una abstención del 60%. Tras dimitir Figueras, Pi i Margall se convierte en presidente. Se redacta un proyecto de Constitución que establece una república federal de 17 Estados. Dentro de cada Estado, los municipios tendrían una constitución local y división de poderes:
- Nivel local: Ejecutivo (alcaldía), legislativo (ayuntamiento) y judicial (tribunal local).
- Nivel estatal: Gobierno (ejecutivo), dos cámaras de elección directa (legislativo) y Tribunal Supremo con tres magistrados de cada Estado (judicial).
Se estableció una amplia declaración de derechos, se reguló el trabajo infantil, se rebajó la mayoría de edad a los 21 años y España se convirtió en un Estado laico. Sin embargo, la Constitución no llegó a entrar en vigor.
En julio se desencadenó la Revolución Cantonal; este proceso revolucionario hundió la República. El 7 de julio estalló una guerra general y los grupos federalistas se sublevaron en Cartagena. El cantonalismo pretendía dividir zonas de la península en Estados soberanos. Fue un movimiento radical y violento, formado por artesanos y asalariados.
Los carlistas aprovecharon el caos para consolidarse, controlando parte del País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón. Al no poder solventar los problemas, el 18 de julio Pi i Margall dimite.
Salmerón fue el nuevo presidente, iniciando un giro a la derecha; dio pleno poder al ejército e intentó restablecer la pena capital, pero en septiembre dimitió. Le sustituyó Castelar, más autoritario. Apoyado por los militares, suspendió las garantías constitucionales, restableció las quintas y ordenó un aislamiento masivo para acabar con la revolución. Solo Cartagena resistió. Conservadores y monárquicos le apoyaron para acabar con la República.
El fin de la I República y la Dictadura de Serrano
El 2 de enero de 1874, el gobierno de Castelar es derrotado en una moción de confianza. Cuando se votaba el nuevo gobierno, el presidente de la Cámara anunció que fuerzas del ejército habían ocupado puntos clave de la capital. Posteriormente, el general Pavía y sus tropas entraron en el edificio, disolvieron el Congreso y anunciaron la creación de un gobierno de emergencia presidido por Serrano. Sería el fin de la I República.
Del 3 de enero al 29 de diciembre de 1874 se desarrolla el periodo de la República de Serrano. Fue el epílogo del Sexenio y el prólogo de la Restauración. Se trató de una dictadura militar que, para mantener el orden, llevó a cabo objetivos como la censura, la suspensión de las Cortes y la Constitución, la clandestinidad de la AIT y la represión del republicanismo.
