Industria textil de Cataluña

La agricultura, entre la reforma y el estancamiento

Durante la primera mitad del s. XIX, se produjo la reforma agrariliberal, que formó parte del proceso de sustitución del Antiguo Régimen por la sociedad liberal capitalista. Se completó con medidas encaminadas a dar libertad a los propietarios para poder disponer de sus tierras y frutos. Las reformas transformaron la tierra en una mercancía que podía ser vendida y comprada. Esto consolidó la propiedad privada. El proceso de privatización de la propiedad de la tierra la posó en manos de individuos que querían beneficios rápidos sin invertir. En la darreria del s. XIX, las tierras quedaron en manos de antiguos propietarios o nuevos inversores que no eran los cultivadores directos.//La consecuencia más importante de la reforma agraria liberal fue el aumento de roturación de tierras, que supuso el aumento de la superficie cultivada de 10 millones de hectáreas a 16 millones. La expansión más grande de cultivo fue de cereales. El aumento de producción permitíó prescindir de las importaciones y esto favorecíó el crecimiento de la población. La viña fue un producto de exportación, se extendíó el cultivo de maíz y patatas, mejoró la venta de óleo de oliva y aumentó la superficie de cultivo de naranjas.

La ganadería ovina tuvo un gran retroceso por la bajada de exportaciones, la supresión de los privilegios de la Mesta y las nuevas roturaciones, aunque la cabaña porcina aumentó. El aumento de producción agrícola se consiguió gracias a un incremento de la superficie cultivada, pero no hubo una modernización de técnicas de cultivo. El sector agrario no se estancó pero hubo pocos progresos. Este aumento lento de productividad se puede atribuir también a un marco natural poco favorable, pero sobre todo a una estructura de propiedad que no fomentaba las mejoras técnicas. Esto ocurría con las pequeñas propiedades (minifundios) donde la producción era insuficiente para alimentar una familia. Por eso, toda la producción se destina al autoconsumo. A la gran propiedad (latifundio), los grandes propietarios no estaban interesados a invertir para mejorar las técnicas de cultivo y esto frenó la innovación agrícola.//Además, la nueva estructura de propiedad y de las relaciones contractuales perjudicó los pequeños campesinos que trabajaban en las tierras de una propiedad señorial. Después de la reforma, muchos campesinos se convirtieron en arrendatarios de un propietario privado sin derecho sobre la tierra. Esto agravó el problema de quienes iban a jornal y de los arrendamientos a corto plazo.

Inicios de la industrialización

La expansión de la industria moderna en la España del Siglo XIX empezó en Cataluña con el sector algodonero. La importancia de esta moderna industria textil se debe a que fue un sector dedicado a producir para el mercado y no para el autoconsumo. Al resto de España, la actividad industrial no experimentó el mismo proceso de modernización.//La industria algodonera en CataluñaSe produjo el inicio de la industria moderna en Cataluña debido a los cambios del Siglo XVIII: una manufactura importante dedicada a la producción de indianas, empresarios dispuestos a intervenir y capital procedentes de la agricultura y el comercio.//Los primeros cambios tuvieron lugar hacia el 1780, en que empezaron a introducirse las nuevas máquinas de hilar inglesas. Pero la consolidación definitiva se produjo el 1820, cuando España se prohibíó que entrara algodón hilado y se frenó con la Guerra de la Independencia (1808-1814). Acabado el conflicto la expansión de la producción se retomó con rapidez, puesto que el mercado principal de la industria textil era el interior.//A partir del 1830, la industria textil progreso. EL 1832 se instaló la primera máquina de vapor y la mecanización recibíó un buen impulso. El 1861 los husos mecánicos sustituyen los manuales. La escasez de mano de obra fue una de las causas de la rápida mecanización.



Esto, hizo aumentar el coste del trabajo y convirtió la mecanización en la opción más rentable. La mecanización disminuyó los costes y estimuló una mayor demanda.//Los límites de la industria textil El desarrollo de la industria textil tuvo que enfrentarse con dos limitaciones muy importantes: /

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La escasez de carbón de la minería catalana y las dificultades del transporte para proveerse de hulla asturiana. Esta estimuló la proliferación de colonias industriales a la orilla de los ríos para aprovechar la energía hidráulica./

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La debilidad del mercado español, formado por un campesinado con poca capacidad adquisitiva hace que la demanda sea débil. Debido esto, las industrias textiles exigieron en el gobierno mesuras proteccionistas para compartir con los tejidos extranjeros.//A partir del año 1874 empezó una fase expansiva marcada por la mecanización de los tejidos, la renovación de la estructura industrial y la aparición de numerosas colonias industriales.//El crecimiento de la industria algodonera consiguió desplazar, gracias a una mejor calidad a un precio más bajo, la tradicional industria textil no algodonera dispersa por el conjunto de España. Además, el volumen del sector algodonero catalán fue suficiente para industrializar Cataluña, pero no para arrastrar el conjunto de la industria española.

Minería y siderurgia

1. La expansión de la minería La legislación minera del 1868 (Ley de minas) permitíó la liberalización de este sector y la entrega de concesiones de explotación a numerosas compañías. La expansión y la liberalización de la producción minera se explica por el aumento de la demanda internacional debida a la industrialización, al progreso en las técnicas de explotación y al endeudamiento crónico de la hacienda española, que impulsó la concesión de la explotación de los yacimientos a compañías extranjeras (francesas e inglesas).//El caso más evidente de esta cesión a compañías extranjeras es el de las minas de Almadén, gracias a la cual se pudo paliar la insuficiencia de ingresos de la hacienda pública. Fueron importantes los yacimientos de plomo al sur peninsular (Linares y La Carolina), los de cobre de Riotinto (Huelva), los de Mercurio de Almadén (Ciudad Real) y los de zinc de Reocin(Cantabria).La mayor parte del mineral extraído fue exportado. Entre el 1899 y el 1908, las exportaciones de metales y de minerales representaban un tercio de las exportaciones totales españolas.


2. Carbón y hierro El aumento de la demanda de carbón fue favorecida por la máquina de vapor y por el desarrollo de la siderurgia. Estuvo en Asturias donde la minería del carbón se desarrolló más debido a la abundancia de este combustible y a la facilidad para acceder al transporte marítimo, a pesar de que era de baja calidad. La minería del hierro fue un sector que tuvo una expansión importante, sobre todo a partir de la difusión del convertidor Bessemer, que requería un mineral sin fósforo, una carácterística del hierro del País Vasco poco frecuente al resto de Europa. Además, las minas estaban cerca del mar, hecho que abarataba el transporte. La escasez de la demanda interior hizo que la mayor parte de la producción se destina a la exportación (Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica). España se va convirtieron el proveedor principal de mineral de hierro de Europa.


3. La industria siderúrgica A la segunda mitad del Siglo XIX, la siderurgia. Fue el sector que acompañó el sector textil en su desarrollo. Estuvo muy ligada al desarrollo de la minería del hierro y del carbón, debido a que necesitaban este combustible para la producción de hierro laminado. Los primeros intentos de crear una siderurgia moderna tuvieron lugar a partir del 1826 en Málaga, aprovechando el hierro de Ojén, pero, treinta años después, fracasaron a causa del uso que se hacía de carbones vegetales (elevaban los costes de producción). De este modo se tuvo que recurrir a la hulla asturiana, la cual convirtió esta regíón en el centro siderúrgico de España entre el 1864 y el 1879. La producción de hierro crecíó con rapidez y mantuvo la primacía hasta que el carbón galés (con grande poder calorífico) lo derribó.


3.1. La preponderancia de la siderurgia de Vizcaya Vizcaya poseía extensas minas de hierro y una tradición de herrerías, pero no ser hasta la llegada del carbón de coque galés a Bilbao que se consolidó la industria siderúrgica en el País Vasco gracias a la creación del eje comercial Bilbao-Cardiff, el cual se basaba en la exportación de mineral de hierro en la Gran Bretaña y en la importación de carbón galés para los altos hornos vascos. A las dos últimas décadas del siglo se constituyeron las grandes empresas siderúrgicas vascas:/·/Altos Hornos de Vizcaya (1880) construyó varios altos hornos./·/ Sociedad Anónima Altos Hornos y Fábrica de Hierro y Acero de Bilbao (1882).El 1885 Altos Hornos de Vizcaya instaló el primero convertidor Bessemer en España (fabricaba acero en serie a partir de un lingote de hierro) y al final de la década se posó en funcionamiento el primer horno Martín-Siemens (producía acero de una gran calidad)./·/De este modo, la producción de hierro en Vizcaya pasó a representar casi dos terceras partes del total nacional. La influencia de este eje comercial Bilbao-Cardiff se hizo notar también en Cantabria, donde se constituyó Nueva Montaña S.A. (1899).

La población, un crecimiento limitado

La población española crecíó en el Siglo XIX. El aumento de la producción agrícola permitíó alimentar una población en crecimiento, pero la limitada industrialización frenó el éxodo rural y retrasó el proceso de urbanización.6.1 El aumento de la población La población española va aumenta 5,1 millones de habitantes del 1797 al 1900. La tasa de crecimiento fue más grande a la primera mitad del siglo (0,63%) y a la segunda (0,43%). Las causas más importantes fueron: la desaparición de la epidemia ( aunque la cólera siguió afectando), la mejora de la dieta y la expansión de algunos cultivos, como el maíz.//El crecimiento demográfico español fue uno de los más bajos de la Europa occidental, y hubo una alta mortalidad y natalidad elevada. En relación con los países del norte de Europa, la natalidad española era más elevada y la mortalidad era superior a la media europea. La esperanza de vida el 1900 era de los 34’8 años, cuando en Francia, Gran Bretaña y Suecia superaban los 45. Se mantuvo la tendencia del crecimiento demográfico de la periferia, con la excepción de la capital, Madrid.


6.2 Éxodo rural y urbanización A partir del 1860 la población inició un lento éxodo rural que comportó el aumento de la población urbana. El crecimiento más importante se produjo a Madrid, que era el centro político ,y a Barcelona, el principal núcleo industrial y el punto de destino de los flujos de población más importantes, no tanto por la demanda de trabajadores como por la miseria rural, que hacían preferible el éxodo.//Como consecuencia del atraso agrario, obligaba a la población a producir alimentos y quedarse al campo, el proceso de urbanización en España fue limitado. Pero la mayoría de la población continuaba siendo rural. 6.3 La emigración a ultramar A las últimas décadas del Siglo XIX, el desequilibrio entre el aumento de la población y las pocas oportunidades de trabajo llevaron a emigrar españoles a ultramar para mejorar las condiciones de vida. El destino principal fue América Latina y también el norte de África. Los focos de migración más importantes fueron Galicia, Asturias, Cantabria y las Canarias, zonas con poca tierra y pocos puestos de trabajo. También Cataluña proporciónó un contenido migratorio importando en Cuba. Se calcula que hasta el 1860 salieron más de 200000 personas hacia América. El último tercio del siglo llegaron a ser 100000 los inmigrantes anuales. Los gallegos fueron los más numerosos.

Transporte, ferrocarril y mercado

7.1. La insuficiencia de los transportes

A mediados de Siglo XIX en España el transporte estaba atrasado. Dispónía de menos de 10.000 kilómetros de carreteras y caminos y no había una red hidrográfica que permitiera el transporte fluvial. Por eso, a los problemas económicos se añadían los problemas por la falta de redes de transporte que facilitarán los intercambios y que el trigo de la Meseta pudiera llegar a la zona mediterránea o el carbón de Asturias a Castilla. Por eso, el ferrocarril parecíó una oportunidad para mejorar la economía intermediado el mercado nacional, puesto que el ferrocarril era muy rápido y supónía la reducción de costes del transporte.7.2. La construcción del ferrocarril. El primer trazado ferroviario español se inauguró el 1848 uniendo Barcelona con Mataró. Esta construcción tuvo que esperar la Ley general de ferrocarril. Después se abríó una etapa intensa de construcción donde se construyeron muchos kilómetros.//Al 1866 hubo una crisis financiera que provocó la caída de las acciones del ferrocarril a la bolsa y se paralizaron las construcciones. Al 1876 se retomaron las obras. El gobierno dio subvenciones a las compañías ferroviarias por eso fue una construcción muy rápida y hubo un volumen enorme de capital. Otras decisiones estatales condicionaron la historia económica española durante las décadas siguientes: se consolidó la vida ferroviaria española con centro a Madrid, se establecíó una anchura entre carriles más grande que el de casi la totalidad de las líneas europeas y se autorizó las compañías a importar, libres de aranceles.


7.3. Ferrocarril y mercado interior. A pesar de los problemas que fueron surgiendo, el ferrocarril resultó indispensable para dotar España de un sistema de transporte masivo, rápido y barato capaz de favorecer el intercambio y aumentar el comercio interior. El problema principal para articular el mercado interior fue el escaso desarrollo industrial y el hecho que predomina una economía agrícola con una productividad muy limitada y poca capacidad adquisitiva de la burguésía. Esta carencia de demanda dificultó el crecimiento de la producción y redujo los intercambios interiores.7.4. El comercio exterior. La energía del vapor se aplicó a las embarcaciones y la navegación aconteció un elemento dinamizador del comercio a larga distancia. Durante el Siglo XIX se produjo un incremento del comercio exterior. Las exportaciones crecieron por encima de PIB y las importaciones lo hicieron con una tasa ligeramente menor.//A primeros del siglo las exportaciones eran de óleo y vino y las importaciones de tejidos de algodón y lino. Al final de siglo, los minerales y los tejidos de algodón se habían añadido a las exportaciones, y el algodón en rama y el carbón pasaron a ser las importaciones principales. El peso dominante de los productos agrarios pasa de manifiesto los límites de la transformación económica y el escaso desarrollo del sector industrial.//Después de la pérdida de las colonias americanas España se fue vinculante a las economías más avanzadas de Europa. Francia y Gran Bretaña pasaron a absorber muchas explotaciones, además las importaciones procedentes de estos países fueron relevantes.

Hacienda, banca y moneda

Los problemas de la Hacienda

Los problemas de la Hacienda, es decir, el desequilibrio entre ingresos y gastos, fue una constante a lo largo del siglo, y eso tuvo reflejos en la vida política y en la vida cotidiana de los ciudadanos.El sistema tributario (los impuestos que se pagaban) antes de 1845 era totalmente caótico, arbitrario e ineficaz, pasaba lo mismo que con la moneda, los pesos y las medidas. Abundaban las exenciones fiscales entre la nobleza, el clero y algunos territorios… y había que poner orden en todo eso si se quería progresar y modernizar el Estado y hacerlo más eficaz, pero todos los intentos de reforma fracasaron por razones políticas o técnicas.La reforma definitiva llegó en 1845 con Ramón Santillán como primer gobernador del Banco de España y Alejandro Mon como ministro de Economía, por eso se la conoce como reforma Mon-Santillán. Se basó en los siguientes puntos:/·/Se simplifica el sistema impositivo con la creación de dos tipos de impuestos:directos e indirectos. Los directos se basan en la contribución territorial de las propiedades agrarias y el subsidio industrial y de comercio para esas actividades.Los indirectos se llamarán consumos porque gravaban la compra-venta de productos de primera necesidad y serán odiados por las masas populares./·/Se establece por primera vez los presupuestos generales del Estado, es decir, la previsión de ingresos y gastos para un año. Se adoptan medidas para reducir la deuda pública. Con todo, el problema de la deuda es una constante en todo el siglo y fracasaron todos los intentos de sanear el presupuesto.


/·/Se va a producir un fracaso en el intento de crear un inventario de todos los bienes por localidades e individuos, el nivel de ocultación de datos al fisco era espectacular y este fracaso va a reducir la capacidad recaudatoria por parte del Estado.Esta reforma se mantuvo con pocos retoques hasta principios del s. XX.La persistencia del endeudamientoLas finanzas del Estado perpetraron otra vez el déficit de la hacienda pública se financió apelando al crédito exterior. Para poderse financiar, el Estado hizo concesiones a grupos extranjeros a cambio de fondo (como las concesiones mineras). Así, los capitales extranjeros penetraron parte de la estructura productiva y financiera española. También fue constando la emisión de deuda pública.Unificación monetaria y bancaEl 1848 la Ley de Reforma Monetaria adoptó el real como unidad monetaria básica en que se creó una nueva moneda oficial, la peseta de 100 céntimos, que posó fin a la diversidad de monedas en España.Hasta mediados de Siglo XIX, los primeros bancos coexisten con instituciones propias del Antiguo Régimen. El banco español más grande del comienzo del Siglo XIX era lo Banco Español de San Fernando. La promulgación de la Ley de bancos y sociedades de crédito (1856) se considera el punto de partida de la modernización del sistema bancario español. El 1856 el antiguo Banco de San Fernando se transformó en el Banco de España, que obtuvo la concesión del monopolio. También se crearon numerosas sociedades de créditos, destinadas a gestionar los negocios, y lo Banco Hipotecario, especializado en operaciones de préstamo a largo plazo. Nacieron el Banco de Bilbao (1856) y lo Banco de Vizcaya (1902).


La configuración de una sociedad de clases

El fin de la sociedad estamental


Con la configuración del Estado liberal al Siglo XIX, las nuevas leyes impusieron igualdad jurídica a todos los ciudadanos, es decir, se posó fin a los privilegios por nacimiento, todos pagaban impuestos, eran juzgados por las mismas leyes y tribunales y tenían los mismos derechos políticos, aunque estaban limitados por el liberalismo censitario. Por eso, las clases se establecieron según la riqueza.La situación de la nobleza y el clero Dada esta supresión de los privilegios, la numerosa población que pertenecía a la pequeña nobleza sufríó un deterioro económico y social que los diluyó entre el grupo de la clase mediana. El alta nobleza y la media conservaron su importancia social, económica y política y conservaron patrimonios que las hacían muy poderosas económicamente.La gran burguésía mantuvo el poder porque aceptaron el nuevo sistema. Por el que hace la Iglesia, las leyes desamortizadoras, la supresión de conventos, la eliminación del diezmo…, empobrecíó parte del bajo clero, aunque su influencia y participación política continuó (por vinculaciones con la corona).


Por eso, mantuvo el poder social e ideológico y se siguieron celebrando actos religiosos.

La sociedad de clases

Los estamentos fueron sustituidos por las clases sociales, dividiendo España en dos grandes grupos sociales:/·/Las clases dirigentes- poseedores de riquezas o propiedades (aristocracia, altas jerarquías del clero y la burguésía, ejército y administración)./·/Las clases populares- solo tenían el que conseguían de su trabajo (obreros, artesanos, campesinos y jornaleros).//Entre estos grupos se desarrolló una clase mediana que no tenía mucha riqueza pero vivían en mejores condiciones. Estos grupos eran abiertos, es decir, la clase a la que pertenecían dependía de su riqueza y propiedades.

Un nuevo tipo de conflicto social

Esta situación dio lugar a nuevos movimientos sociales, puesto que los más desfavorecidos reclamaban mejoras salariales y sociales y denunciaban el capitalismo. Además de las revueltas desorganizadas contra la justicia, sucedieron conflictos de clases en las que se opónían ideologías nuevas y formas nuevas de organización ante el liberalismo capitalista.


Los nuevos grupos dirigentes

Una nueva élite privilegiadaLa élite dirigente de la sociedad española del s.XIX se estructuró a manera de una simbiosis entre la antigua aristocracia y los nuevos grupos burgueses. La burguésía aportaba nuevas formas jurídicas y políticas, el derecho a la propiedad y el dinero; pero la nobleza todavía manténía sus patrimonios. Las dos clases tenían el poder económico e implantaron un régimen liberal censatario con el voto restringido en las clases ricas. Mantuvieron el monopolio del poder político durante 10 años. La alta burguésíaJunto con los grandes propietarios agrarios, procedentes de la vieja nobleza, se fue conformando una alta burguésía vinculada a los negocios. Desde la época de Mendizábal, una serie de negociantes agrandaron sus fortunas, comprando la deuda pública e invirtiendo en bolsa. También grande parte de esta burguésía se sintió más atraída por la inversión en tierras, y adquirieron propiedades para arrendarlas.//El centro de negocios de esta burguésía se encontraba a Madrid, a pesar de que muchos procedieran otras regiones. También había grupos burgueses que se encontraban en las regiones para administrarlas propiedades.


La burguésía industrial La burguésía industrial, básicamente catalana y vasca, estaba arraigada en los territorios respectivos y ocupaban la dirección de sus industrias. Lejos de las esferas de poder, ocupaban un lugar secundario y se preocuparon por la política proteccionista para su industria. La insuficiencia numérica, la localización periférica y la escasez de su poder económico, dificultó que se desarrollara un modelo de sociedad industrial. Las clases medianasLas clases medias estaban entre los poderosos y los asalariados, pero constituyen no más del 15% de la población, y la constante lucha entre ricos y pobres, era un reflejo de la debilidad de la industrialización y de la urbanización.//Este grupo estaba formado por medios propietarios, comerciantes, empleados de la administración, miembros del ejército, etc. También eran los profesionales liberales relacionados con las leyes, con la construcción y con la salud.Su riqueza, poder y su influencia eran muy menores a las de las clases dirigentes.Tenían formas de ocio y nivel instructivos similares, pero su forma de vida era más privativa. Las clases medias eran en gran parto conservadores y defendían la orden y la propiedad. Pero también salieron grupos de intelectuales que criticaban la sociedad liberal y defendían el republicanismo.


Las clases populares

Las Clases Humildes Pese a la desaparición de los privilegios gremiales en la década de 1830, se continuó manteniendo un fuerte sector artesanal encargado de la producción manufacturada. Debido al crecimiento urbano y la nueva estructura liberal del Estado, una serie de trabajadores de servicios se empezaron a concentrar en las ciudades. Estos se encontraban en el límite entre las clases medias y las populares. Entre las clases más humildes se encontraban las mujeres empleadas del trabajo doméstico, los mozos de comercio y los vendedores autónomos. Dichas mujeres realizaban largas jornadas laborales con un bajo salario. Por debajo de estas clases se encontraban las personas sin trabajo o enfermas, que no tenían mayor remedio que mendigar o realizar trabajos ocasionales.Organización Del TrabajoLa aparición de la industria moderna fomentó una nueva organización del trabajo en la cual se hacía uso de la mano de obra asalariada. De esta manera, los patronos, burgueses propietarios de las fábricas, máquinas, materias primas y los productos, empleaban a los obreros, el proletariado, para trabajar. Estos vendían su único recurso, la fuerza, a su patrón y trabajaban durante innumerables horas por un salario mínimo, dependiendo de su trabajo para sobrevivir.


//A mediados del s. XIX, el número de obreros era reducido pero fue aumentando con el tiempo en Asturias y el País Vasco debido al crecimiento de la minería y la siderometalurgia. Desaparición Del Régimen  Señorial A pesar de la disolución del régimen señorial y las desamortizaciones, los antiguos señores conservaron sus propiedades, otros arrendatarios se convirtieron en propietarios y se permitíó la compra de propiedades por parte de agricultores acomodados o burgueses urbanos. Se podían observar tres tipos de campesinos: el pequeño propietario, el arrendatario sometido a la libertad de mercado y el criado o jornalero sin tierras. Por ende, los campesinos seguían sometidos al poder de la moneda y la influencia del rico.Los Jornaleros Los jornaleros eran campesinos con pequeñas parcelas o sin tierras que, al no tener la opción de la industria, permanecieron en el campo con un salario mínimo y condiciones de vida pésimas. Debido a la continuación del hambre de tierras, estos se endeudaron y no producían los suficiente, por lo que hubieron de vender sus tierras.


Los orígenes del movimiento obrero

Los trabajadores fueron tomando conciencia del hecho de pertenecer en una clase social diferente. En la busca y lucha por la igualdad, dieron origen a un nuevo tipo de conflictividad social, del cual posteriormente surge el movimiento obrero. Dentro de la primitiva legislación liberal se prohibía explícitamente la asociación obrera, el cual supuso dentro de las primeras protestas un carácter violento, clandestino y espontáneo, pero que pronto los trabajadores supieron controlar y organizar.El nacimiento del movimiento obrero En la década del 1820, la introducción considerable de máquinas nuevas, provocó las primeras acciones de protesta. El año de 1821, un número de trabajadores de la industria artesanal asaltaron la ciudad de Alcoi y quemaron los telares mecánicos, a pesar de que el incendio más relevando estuvo en la fábrica Bonaplata de Barcelona. Eran de acciones violentas que conocemos con el nombre de ludismo. Todo esto, hasta que los trabajadores comprendieron que sus problemas no eran las máquinas, sino las condiciones de trabajo. En la década del 1830, en Cataluña, surgíó un primer embrión de asociacionismo obrero. De manera parecida a un grupo de tejedores que presentaron un documento contra la decisión de alargar el tamaño de las piezas, se crearon otros del mismo estilo. Estas organizaciones funcionaban como sociedades de protección mutua. La primera fue la Sociedad de Protección Mutua de los tejedores del Algodón.


Por otro lado, el asociacionismo se desarrolló a lo largo de la década del 1840, contra la oposición de los empresarios y de las autoridades gubernativas. Incluido las huelgas estaban prohibidas, unos instrumentos para presionar los patrones, que mientras duraban, los obreros subsistían gracias a las cajas de resistencia.La expansión de la obrerismeEl asociacionismo obrero se extendíó por muchos lugares de España. Reivindicaba sobre todo el aumento de los salarios y la disminución del tiempo de trabajo. Las huelgas proliferaron en las décadas de 1840 y el 1850, tanto a las ciudades como al campo. El hecho de más trascendencia fue la primera huelga general declarada en España el año de 1855, durante el Bienio Progresista. Su origen fue a Barcelona y fue causada como reacción a la introducción de unas nuevas máquinas que ahorraban la mano de obra y dejaron a muchos obreros en paro.Las revueltas agrarias A partir del Bienio Progresista, las insurrecciones agrarias acontecieron una constante al campo andaluz. La nueva desamortización de Madoz había ahogado cualquier esperanza de un reparto más beneficioso para los jornaleros. El levantamiento campesinos consistía sobre todo en ocupaciones ilegales de tierras y reparto entre jornaleros. El 1855 tuvo lugar en Andalucía, Aragón y Castilla un fuerte movimiento de ocupación de tierras y en 1857, una revuelta sacudíó los pueblos de Utrera y Lo Arahal, a Sevilla. La carencia de un verdadero apoyo político y el miedo a la radicalidad del movimiento lo hizo fracasar finalmente. Aunque, el afán de tierras y revueltas continuó durante un largo tiempo.


La llegada del internacionalismo: marxismo y anarquismo

Los primeros filósofos de carácter socialista se interesaron a principios del Siglo XIX por las duras condiciones de vida del proletariado impuesto por el capitalismo industrial. Estos filósofos se denominaron socialistas utópicos, y defendían una sociedad organizada en cooperativas de producción. Los principales pensadores utópicos europeos fueran Fourier y Saint-Simón. Al ámbito nacional y durante el Siglo XIX se destacaron los utopistes Joaquím Abreu, Fernando Garrido i Felip Monlau, que extendieron la ideología a partes diferentes de España como por ejemplo Madrid, Andalucía y Barcelona. Unos años más adelante surgiría otra rama del socialismo, denominada socialismo científico y creada por Karl Marx y Friedrich Engels. Ambos pensadores propusieron un modelo diferente del de los utópicos, y que se caracterizaba por la conquista del estado por parte del proletariado mediante una revolución violenta que abandonaría la burguésía de la dirección de este, acabándose así la etapa de la dictadura de la burguésía e iniciándose la dictadura del proletariado. La revolución tiene que ser dirigida por un partido de vanguardia, el Partido Comunista. Eventualmente, las diferencias entre los individuos de la sociedad desaparecerían y eventualmente lo haría el mismo estado, acabando así la explotación del hombre por el hombre. Otro pensador coetáneo a Marx, Mikhaïl Bakunin, creó otra ideología que perseguía el mismo objetivo (extinción del estado), pero mediante otras vías.


Los seguidores de Bakunin, denominados anarquistas, creían en la extinción del estado inmediatamente después de una revolución, es decir, sin conquistarlo.Los anarquistas creían también que la revolución no tiene que ser organizada por un partido político, los cuales son rechazados completamente (apoliticismo). Defendieron también la completa libertad del individuo rechazando cualquier tipo de autoridad. Los pensadores socialistas se organizaron en la E Internacional (AIT), un intento de congregar todos los filósofos afines al socialismo, el 1864 en Londres. Entre estos pensadores estaban Karl Marx y Friedrich Engels, y el 1868 Bakunin incorporó su formación al Internacional, cosa que posteriormente causaría tensiones entre los socialistas científicos y los anarquistas debido a las diferencias ideológicas. El AIT llegó a España durante el Sexenio Democrático, aprovechando una política más laxa respecto a las asociaciones obreras. Por lo tanto, las ideas socialistas y anarquistas empezaron a arraigar en el país. El anarquismo en el país fue ampliamente extendido por Fanelli, un enviado anarquista del AIT en España. Fanelli creó los primeros núcleos de afiliados del AIT a Barcelona y Madrid, los cuales se pensaron que el anarquismo era la ideología oficial de la Internacional. Por lo tanto, estos primeros afiliados (principalmente proletarios industriales catalanes y campesinos andaluces) integraron algunas ideas anarquistas como por ejemplo la apoliticismo, que además se vio acentuado a causa del desencanto con los partidos políticos vigentes.


Las afiliaciones obreras se extendieron en todo el país a partir de 1869, con unos 25000 miembros. Las ciudades más importantes con núcleos del AIT fueran Madrid, Barcelona, Córdoba, Málaga y Cádiz.MEl aumento de la actividad obrerista condujo el 1870 a celebrar el I Congreso de la Federación Regional Española (FRENO), que formaba parte del AIT. Durante el congreso se adoptaron principios claramente anarquistas, como la huelga como arma proletaria y la revolución social.Todo y la amplia difusión de las ideas anarquistas en España, las teorías marxistas fueran también introducidas al país gracias a Lafargue, yerno de Marx. Lafargue creó un grupo de socialistas científicos a Madrid conformado por Pablo Iglesias, Francisco Mora y José Mesa, los cuales distribuirían la teoría marxista mediante el diario La emancipación. Las dos corrientes de la Internacional en España entraron en conflicto cuando la FRE fue expulsada del AIT, integrándose a esta la Nueva Federación Madrileña, de carácter marxista. Encara así, la mayoría de organizaciones obreras en España manténían los ideales anarquistas. Durante la I República la Internacional tuvo su punto álgido, puesto que se produjeron varias insurrecciones anarquistas con el fin de destruir el estado. Las revoluciones resultaron infructuosas y la AIT perdíó fuerza. Durante la Restauración perdíó todavía más fuerza a causa de su ilegalización y posterior pase a la clandestinidad.


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