Instituciones de los Reyes Católicos


Tema 4 –

Los Reyes

Católicos
La construcción del Estado Moderno: una monarquía autoritaria frente al modelo feudal. Los Reyes Católicos reforzaron su poder frente a la nobleza y la Iglesia. La uníón de Castilla y Aragón fue meramente dinástica ya que cada reino conservó su lengua, monedas y sus propias leyes e instituciones. Hubo una cierta castellanización de todos los reinos por su mayor peso económico, demográfica, etcétera. Eso fue posible por la finalización de los conflictos internos y la pacificación social. La conquista de Granada, la expansión mediterránea y atlántica pusieron las bases de la Monarquía hispánica, potencia hegemónica durante el s. XVI.
Enrique IV nombró heredero a su hermanastro Alfonso.
El monarca accedíó en principio, pero después se retractó, ante lo cual los nobles le depusieron en efigie en la humillante Farsa de Ávila.
En 1468, murió Alfonso y la nobleza rebelde ofrecíó la Corona a su hermana Isabel, que rehúsó aceptarla mientras viviera el rey.
Isabel se consideraba la legítima heredera, con más derechos que la hija de Enrique IV, Juana la Beltraneja.
El monarca cedíó a las presiones y nombró heredera a Isabel en el Tratado de los Toros de Guisando, con la condición de que se casara con Alfonso V, rey de Portugal.
Al morir Enrique IV, Isabel se proclamó reina de Castilla en Segovia. Poco después, Alfonso V de Portugal invadíó Castilla y reivindicó esta corona para Juana la Beltraneja. Así pues, la Guerra Civil por la sucesión había comenzado y se prolongó porque las fuerzas estaban muy equiparadas, pero finalmente se impuso el bando isabelino. Al año siguiente de acordarse la paz con Francia, se firmó el Tratado de Alcaçovas con Portugal.
Fernando II estaba casado con Isabel I de Castilla. El matrimonio supuso la uníón personal, no institucional, de dos reinos con modelos políticos y potencialidades económicas y demográficas diferentes. Cada reino mantuvo instituciones, leyes, monedas y organización propias.
La Santa Hermandad en Castilla fue creada en las Cortes de Madrigal de 1476. Su función era unificar los cuadrilleros que existían desde el s. XI, con la misión de mantener el orden público en las zonas rurales y ejercer de jueces sumarios en delitos de robo o asesinato. Su financiación corría a cargo de los Concejos Municipales. Fue un cuerpo armado dispuesto a obedecer a los Reyes y un complemento del ejército en la Guerra de Granada.
Fue el inicio de un ejército regular y finalmente se suprimieron ya que pervivieron las hermandades locales.
Estalló una nueva rebelión remensa en 1484. La Monarquía estaba a favor de los señores y los sublevados fueron ajusticiados. El rey Fernando dictó la Sentencia Arbitral de Guadalupe imponiendo la abolición de los malos usos, el pago de las rentas atrasadas y compensación a los señores. Además, los campesinos tenían un dominio útil de la tierra y no eran siervos.
La nobleza estaba apartada de Consejos, mandos militares y alta burocracia y sus cargos fueron ocupados por juristas pagados por la Corona, limitando su poder político. En las Cortes de Toledo se acordó la devolución de las tierras que la nobleza se había apropiado desde 1464 y conserva las anteriores a este año. En las Cortes de Toro en 1505, se aprobaron leyes reguladoras del mayorazgo, consolidando así el poder social y económico. La reorganización social supuso el predominio de la mesta, frenó la expansión agrícola, los campesinos estaban sometidos al señorío, la reglamentación de los gremios y la creación de los Consulados del Mar.

Las órdenes militares eran Instituciones con grandes propiedades (encomiendas)
Y rentas. Limitaron su poder político y económico. Para ello, el procedimiento que utilizaron consistíó en nombrar al rey como gran maestre de cada una de ellas.
Había unas Cortes en cada reino que juraban al rey y aprobaban nuevos impuestos.
Aragón, Cataluña y Valencia velan por los fueros de cada reino perdiendo su poder legislativo. En cuanto a las de Castilla, más fáciles de dominar por la monarquía, los Reyes Católicos se sirvieron de ellas para fortalecer su poder con el apoyo de los representantes de las ciudades.
En relación con los municipios castellanos, los Reyes Católicos continuaron la tendencia intervencionista que consistía en la supervisión y control del gobierno de las ciudades mediante la figura del corregidor. En Castilla el rey nombra corregidores los cuales eran pagados por los municipios. Sus funciones eran: presidir el ayuntamiento, representar el poder del rey, la comandancia militar, recaudar impuestos y la función judicial.
El objetivo de la administración central era crear una monarquía autoritaria y limitar el poder de la nobleza y la Iglesia. A la nobleza se le aparta de su poder político y se consolida su poder económico y a la alta nobleza se le apartada de los Consejos que quedan en manos de juristas. Los secretarios reales proceden de la baja nobleza o la burguésía.
En hacienda y justicia se crea la Contaduría Mayor de Hacienda que recuda impuestos entre los no nobles y la Contaduría general de cuentas y resultas que controlaba los ingresos y los gastos. Se pasó la audiencia itinerante a una inicial organización territorial de la justicia:
Chancillerías (tribunales superiores) en Valladolid y Gradada, Audiencias (tribunales de rango inferior) en Santiago y Sevilla. En Aragón se mantiene la figura del Justicia Mayor y una audiencia en cada uno de los reinos.
La autoridad sobre la Iglesia comenzó con las Regalías, poder que se concedía a los reyes sobre la iglesia. Su función era la comunicación previa de los nombramientos realizados por el papa, examinar y dar validez a los documentos papales antes de su publicación. Durante su mandato se produce la reforma de la disciplina del clero. Más tarde su autoridad pasó a la Inquisición, la cual estaba bajo autoridad de los reyes con la bula en 1478. Buscaban la unidad religiosa, persiguieron la herejía, superstición y brujería. Se extendíó a Aragón y fue un procedimiento odioso. Finalmente se produjo el uniformismo religioso en el que se produce la expulsión de los judíos (que provocó el exilio de unas 70000 personas, la conversión de unos 50000 que quedaron bajo vigilancia de la Inquisición, la perdida demográfica y económica y la mentalidad antiburguesa) a los cuales se les obligó antes a vivir en barrios separados y el hostigamiento y conversión forzosa de los mudéjares debido a la persuasión de Hernando de Talavera a la conversión forzosa con Cisneros. Se produce la rebelión del Albaicín y las Alpujarras, debido al descontento de la población islámica.
En política exterior, Castilla y Aragón mantienen intereses diferentes entre el Atlántico y el Mediterráneo. Hubo enfrentamientos con Francia, Portugal y los turcos y control de la costa norte de África.
Mantuvo alianzas con Inglaterra, Países Bajos y el Papado.
Hubo un acercamiento a Portugal con el Tratado del Alcaçovas y Tordesillas.
Hubo guerras con Italia con el objetivo de recuperar el reino de Nápoles y una política matrimonial con sus hijos.
Durante el reinado de los Reyes Católicos se impuso la autoridad monárquica sobre los desórdenes de la nobleza en el periodo anterior, se finalizó la reconquista y se implantó una política de intolerancia y la unidad religiosa. La uníón de Castilla y Aragón fue solo personal, se mantuvo una corte itinerante, dirigían la guerra en persona y la reorganización del estado que emprendieron se limitó a desarrollar en muchos casos las instituciones medievales preexistentes.

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