Contextualización histórica del documento (1898-1923)
El texto se enmarca entre 1898 y 1923, periodo que marca la crisis y el final del sistema de la Restauración, instaurado en 1875 por Cánovas del Castillo bajo la monarquía de Alfonso XII y mantenido por su hijo Alfonso XIII. Este sistema se basaba en el turno pacífico entre conservadores y liberales y en el control electoral, lo que aseguraba estabilidad, pero también una falta de democracia real.
El Desastre colonial de 1898, con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, provocó una profunda crisis moral y política. Surgió entonces el Regeneracionismo, con autores como Joaquín Costa, que pedían reformas profundas. Sin embargo, los gobiernos de Silvela, Maura y Canalejas no lograron transformar el sistema debido a la persistencia del caciquismo.
Durante el reinado de Alfonso XIII, aumentaron los conflictos sociales, con huelgas impulsadas por la UGT, el PSOE y la CNT, además del auge de los nacionalismos periféricos. La neutralidad en la Primera Guerra Mundial agravó la desigualdad, y el Desastre de Annual (1921) evidenció la corrupción del ejército y el desprestigio del rey.
Finalmente, el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, apoyado por Alfonso XIII, puso fin al sistema de la Restauración y abrió una etapa de dictadura militar.
Análisis de la caída del sistema
Se trata de un texto histórico y expositivo, con un lenguaje formal, que explica la crisis del sistema político de la Restauración (1875-1923) y las causas que provocaron su caída. El documento muestra cómo el sistema creado por Cánovas del Castillo se fue debilitando por la corrupción, los conflictos sociales y el desgaste de la monarquía, hasta terminar con el golpe de Primo de Rivera en 1923.
Se describen la pérdida de las colonias en 1898, el fracaso de las reformas regeneracionistas, la intervención del rey Alfonso XIII en la política, el aumento de las huelgas obreras, el crecimiento de los nacionalismos y el Desastre de Annual en 1921. Todos estos hechos provocaron la descomposición del sistema y abrieron paso a la dictadura de Primo de Rivera.
El texto se sitúa entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, un periodo de crisis del sistema de la Restauración, basado en el turno de partidos y el caciquismo. Este modelo aseguraba estabilidad, pero sin verdadera democracia. Tras el Desastre del 98, surgió el Regeneracionismo, que pedía cambios políticos y sociales. Sin embargo, los intentos de reforma fracasaron.
Durante el reinado de Alfonso XIII, aumentaron los conflictos laborales liderados por la UGT y la CNT, mientras los nacionalismos catalán y vasco ganaban fuerza. Además, el Desastre de Annual mostró la corrupción del ejército y dañó la imagen del rey. Por tanto, ante el caos político y social, el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) fue presentado como una solución temporal, pero significó el fin de la Restauración.
Las bases del sistema político de la Restauración
Tras el caos del Sexenio Democrático (1868-1874), el golpe de Martínez Campos restauró la monarquía borbónica con Alfonso XII. Cánovas del Castillo diseñó un sistema político estable basado en la Constitución de 1876, que establecía una monarquía constitucional, soberanía compartida entre el rey y las Cortes, y el catolicismo como religión oficial.
El régimen se sustentaba en el turno pacífico de partidos entre conservadores (Cánovas) y liberales (Sagasta), garantizado por el caciquismo y el fraude electoral. Así se evitaban golpes de Estado y se aseguraba la estabilidad.
Aunque el sistema aparentaba ser liberal, en realidad era oligárquico: las elecciones estaban manipuladas y el poder concentrado en una minoría. Fuera del sistema quedaban republicanos, carlistas, obreros y nacionalistas.
El régimen logró mantener el orden durante varias décadas, pero su falta de reformas y su carácter antidemocrático provocaron un desgaste progresivo, que desembocó en la crisis final de la Restauración a comienzos del siglo XX.
La política colonial de España (1868-1921)
En el siglo XIX, España conservaba pocas colonias: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y territorios africanos. Durante el Sexenio Democrático, estalló la Guerra de los Diez Años (1868-1878) en Cuba, que terminó sin resolver el problema.
En 1895 comenzó una nueva guerra independentista liderada por José Martí. La intervención de Estados Unidos provocó la Guerra de 1898, donde España fue derrotada y perdió sus colonias mediante el Tratado de París.
El Desastre del 98 causó una profunda crisis moral y política, impulsando el Regeneracionismo, que pedía modernizar el país.
Después, España centró su expansión en África, especialmente en el Protectorado de Marruecos, pero el Desastre de Annual (1921) evidenció la corrupción y la debilidad del ejército. Estas derrotas aceleraron el fin del sistema de la Restauración y el desprestigio de Alfonso XIII.
