La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Introducción
Comenzó el 13 de septiembre de 1923 con el golpe de Estado de Primo de Rivera, con la finalidad de «normalizar» y solucionar los graves problemas del reinado de Alfonso XIII, quien apoyó este golpe al igual que las élites sociales como la alta burguesía, el alto clero, algunos militares, la nobleza y altos funcionarios del Estado. El objetivo era establecer el orden social, eliminando las libertades individuales que otorgaba la Constitución de 1876.
Los grupos sociales que se opusieron fueron los sindicatos (CNT) y, sobre todo, el Partido Comunista (PCE), así como algunos intelectuales como Manuel Azaña o Unamuno. Lo paradójico fue la colaboración del PSOE con la dictadura, que podemos dividir en dos períodos:
- El Directorio Militar (1923-1925)
- El Directorio Civil (1925-1930)
Desarrollo del Régimen
El Directorio Militar (1923-1925)
El Directorio Militar fue una solución temporal en la que Primo de Rivera ejercía como «ministro único» y el resto de los miembros del ejército eran vocales. El estado de guerra se mantuvo hasta 1925. Aunque no se derogó la Constitución, se suspendieron ciertas garantías constitucionales:
- Se disolvieron las Cortes.
- Los gobernadores civiles fueron sustituidos por militares.
- Se nombraron delegados gubernativos.
- Se militarizó la Administración.
El Directorio Civil (1925-1930)
El Directorio Civil se creó en 1925. Con esta institución, el dictador demostró su voluntad de permanecer en el poder y construir un régimen estable. Para ello, formó un Gobierno constituido por una mayoría de civiles de extrema derecha. Entre sus miembros destacaron José Calvo Sotelo, ministro de Hacienda, y Eduardo Aunós, titular del Ministerio de Trabajo.
Para afianzar su gobierno, Primo de Rivera llevó a cabo dos acciones clave:
- Creó la Unión Patriótica (1924), un partido único (siendo los demás partidos ilegales).
- Convocó una Asamblea Nacional Consultiva (1927) para aprobar un nuevo texto legal que legitimase el nuevo régimen. En esta Asamblea no estaban representados los partidos políticos, sino intereses corporativos.
Se llegó incluso a elaborar un proyecto de constitución que diseñaba un estado corporativo y conservador; sin embargo, nunca se aprobó.
Acciones y Políticas Destacadas
Durante la Dictadura se realizaron diversas acciones, entre las que destacan:
- La creación del Somatén Nacional (1923), una institución supeditada al ejército para controlar el orden público y la represión selectiva.
- Primo de Rivera fue bastante tolerante con el movimiento obrero socialista, pero marginó e ilegalizó a la CNT y al PCE, así como a los nacionalismos, especialmente al catalanismo. Este último derivó hacia la izquierda en consecuencia.
Además, en Marruecos, el dictador pasó a la ofensiva gracias a una operación militar conjunta franco-española que se inició con el desembarco de Alhucemas (1925). Dos años después, la guerra terminaba, siendo este el mayor éxito de la Dictadura.
También destacó el aumento del intervencionismo económico y social.
Política Económica
En cuanto a la política económica, la Dictadura se benefició de un periodo de crecimiento y se vio favorecida por el incremento de las inversiones estatales. Estas se destinaron, sobre todo, a las obras públicas impulsadas por Calvo Sotelo. Sin embargo, el gasto público fue insuficiente debido a la ausencia de reformas fiscales que permitieran aumentar los ingresos del Estado.
Política Social
Por otro lado, dentro de la política social, para solucionar la conflictividad social, Eduardo Aunós creó la Organización Corporativa Nacional (1926), un nuevo marco de las relaciones laborales constituido por comités paritarios que eran órganos arbitrales existentes en las empresas cuyo fin consistía en resolver los conflictos laborales.
La Oposición a la Dictadura
La oposición a la dictadura estaba formada por:
- Partidos de la Restauración, especialmente republicanos como Alcalá Zamora y el conservador Sánchez Guerra.
- Republicanos como Manuel Azaña (segundo presidente de la República).
- Sectores del Ejército que organizaron conspiraciones y promovieron conflictos.
- Intelectuales, siendo especialmente relevante la polémica entre el dictador y Miguel de Unamuno.
- La agitación estudiantil, liderada por la Federación Universitaria Escolar, que provocó el cierre de las universidades más importantes en 1929.
- Represaliados como el nacionalismo, la CNT y el PCE.
Tras la dimisión de Primo de Rivera, comenzó un periodo de gobierno conocido como «dictablanda», en el que se intentó retornar a la normalidad constitucional de 1876.
Transición a la Segunda República
En 1931, se formó un Gobierno monárquico de concentración compuesto por políticos que respaldaban a Alfonso XIII (Juan de la Cierva, el conde de Romanones). El nuevo Gobierno anunció la convocatoria de elecciones y se comprometió a conceder la autonomía a Cataluña.
Por su parte, los partidos republicanos se reunieron y firmaron el Pacto de San Sebastián, creando un comité revolucionario presidido por Alcalá-Zamora (primer presidente de la República). El PSOE y la UGT ofrecieron el respaldo de una huelga general, y algunos militares protagonizaron una sublevación en Jaca (Huesca) que fracasó.
La República llegaría finalmente a través de una convocatoria electoral que se interpretó como un plebiscito a favor o en contra del cambio de régimen: las previstas elecciones municipales en 1931. A ellas, los firmantes del Pacto de San Sebastián acudieron formando una coalición electoral que resultó victoriosa en las grandes ciudades. El rey, ante esta situación, partió al exilio, dejando un vacío de poder.
Conclusión
El fracaso de la Dictadura de Primo de Rivera se debió a la inexistencia de un régimen político coherente, la falta de experiencia de su Gobierno y la arbitrariedad de sus decisiones, que no lograron solucionar los problemas de la Restauración a pesar de surgir como un régimen temporal para regenerar España como «salvador de la Patria» y «cirujano de hierro». Este fracaso conllevó la caída de la Monarquía y la proclamación de la II República (1931).