La Edad Moderna en España: De los Reyes Católicos a los Borbones

Los Reyes Católicos: La Formación del Estado Moderno (1474-1516)

La Edad Moderna en España es un periodo que, según esta cronología, abarca desde 1474 hasta 1833. Su inicio está marcado por la consolidación del poder de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.

La Unión Dinástica y la Organización del Estado

El modelo de gobierno de esta época se conoce como Unión Dinástica. Consistía en la unión de los territorios de las Coronas de Castilla y Aragón bajo los mismos monarcas, pero cada reino mantenía sus propias leyes, instituciones y fueros. La unión se consolidó tras la Guerra de Sucesión Castellana (1474-1479), un conflicto civil entre los partidarios de Isabel (apoyada por Castilla y Aragón) y los de Juana «la Beltraneja» (apoyada por Portugal). La contienda concluyó con la victoria de Isabel y la firma del Tratado de Alcaçovas.

Con Fernando ya como rey de Aragón desde 1479, se estableció una monarquía autoritaria que buscaba fortalecer el poder real. Para ello, se creó un ejército permanente y se apoyaron en una serie de instituciones clave:

  • Consejos: Órganos consultivos especializados como el Consejo Real o el de Hacienda.
  • Chancillerías y Audiencias: Altos tribunales de justicia.
  • Secretarías Reales: Asistentes directos de los monarcas.
  • Cortes: Asambleas estamentales con poder limitado.
  • Santa Hermandad: Un cuerpo policial para mantener el orden en las zonas rurales.
  • Corregidor: Representante del rey en las ciudades.

La Unificación Religiosa y la Expansión Territorial

La unidad religiosa fue un pilar fundamental de su política. Se reformó el clero y se estableció el Tribunal de la Inquisición. Además, se obligó a la conversión forzosa de los judíos en 1492 (dando origen a los sefardíes conversos) y de los mudéjares (musulmanes en territorio cristiano, que pasaron a ser llamados moriscos).

La Guerra de Granada (1482-1492), declarada como una cruzada, fue iniciada por Castilla y culminó con la anexión del último reino musulmán de la península.

La Expansión Atlántica: El Descubrimiento y Conquista de América

En 1492, Cristóbal Colón, buscando una nueva ruta hacia las Indias, descubrió el continente americano. Al confirmarse que se trataba de un nuevo territorio, se inició un proceso gradual de conquista y colonización. Hitos importantes de esta exploración fueron el descubrimiento del Océano Pacífico por Núñez de Balboa en 1513 y la primera vuelta al mundo, completada por Magallanes y Elcano entre 1519 y 1521.

Las conquistas más significativas fueron:

  • El Imperio Azteca en México, por Hernán Cortés (1519-1521).
  • El Imperio Inca en Perú, por Francisco Pizarro (1531-1535).

En ambas, la superioridad tecnológica y militar de los españoles fue un factor clave. La llegada de los europeos a un continente con una población estimada entre 8 y 20 millones de habitantes provocó un drástico descenso demográfico, principalmente debido a las enfermedades. Se produjo un intenso mestizaje y se promulgaron las Leyes de Indias (1512 y 1542) para, teóricamente, garantizar los derechos de los nativos americanos.

Las riquezas extraídas, como plata, oro, cultivos y productos tropicales, eran enviadas a España. Se utilizaron sistemas de explotación como la encomienda (cesión de indígenas a un colono para su trabajo) y la mita (trabajo forzoso en las minas). Para gestionar todo el comercio con el nuevo continente, se creó la Casa de Contratación en Sevilla en 1503. Políticamente, América dependía de la Corona de Castilla y se organizó en el Virreinato de Nueva España y el Virreinato del Perú.

El Imperio de los Austrias en el Siglo XVI

El Reinado de Carlos I de España y V de Alemania (1517-1556)

Carlos I heredó un vasto imperio que incluía los territorios de Austria (Habsburgo), Borgoña, Aragón, Castilla y todas sus posesiones americanas. Su política interior se vio marcada por dos grandes conflictos:

  • La Revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1522): Un levantamiento de las ciudades castellanas en protesta por los altos impuestos destinados a financiar su elección como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. El rey se impuso a los comuneros en la decisiva Batalla de Villalar (1521).
  • La Revuelta de las Germanías (1519-1523): Una rebelión de carácter social en Valencia y Mallorca, que también fue sofocada, resultando en un mayor control real sobre las ciudades.

En política exterior, su reinado se caracterizó por la conquista de América y los constantes enfrentamientos con los turcos otomanos, Francia y los príncipes alemanes protestantes, seguidores de la reforma de Lutero.

El Reinado de Felipe II (1556-1598)

Felipe II heredó los territorios de Borgoña, Aragón y Castilla, pero no el título imperial. En 1561, estableció la capital permanente del reino en Madrid. Su política interior estuvo marcada por la defensa del catolicismo, lo que provocó la Rebelión de las Alpujarras (1568-1571), tras la cual se expulsó a los moriscos de Granada. También tuvo que hacer frente al caso de Antonio Pérez, su secretario, quien fue acusado de traición y huyó a Francia.

En el exterior, sus principales frentes fueron:

  • Francia: A la que derrotó en la Batalla de San Quintín (1557).
  • Países Bajos: Donde estalló una larga rebelión por motivos religiosos y políticos.
  • Imperio Otomano: Al que venció en la Batalla de Lepanto (1571).
  • Portugal: Se anexionó el reino en 1580, logrando la unidad ibérica.

Además, durante su reinado se conquistaron las Islas Filipinas en 1565.

La Decadencia del Imperio: Los Austrias del Siglo XVII

Los monarcas del siglo XVII, conocidos como «Austrias Menores», gobernaron con la ayuda de validos, ministros plenipotenciarios que ejercían el poder en su nombre. Este siglo estuvo marcado por una profunda crisis económica y la pérdida de la hegemonía europea.

Felipe III (1598-1621)

Su valido principal fue el Duque de Lerma, quien llevó a cabo una política exterior pacífica debido a la mala situación económica, firmando la paz con Inglaterra y una tregua con los Países Bajos. Fue sustituido por el Duque de Uceda por acusaciones de corrupción. La decisión más trascendental de su reinado fue la expulsión de los moriscos en 1609.

Felipe IV (1621-1665)

Su valido fue el Conde-Duque de Olivares, cuyo programa de reformas buscaba devolver a España su antiguo prestigio. Sin embargo, su política centralista provocó la grave crisis de 1640, con la sublevación de Cataluña y la independencia definitiva de Portugal. En el exterior, España participó en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un conflicto religioso y político que concluyó con la Paz de Westfalia, donde se reconoció la independencia de Holanda. La guerra contra Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659).

Carlos II (1665-1700)

El último de los Austrias, su reinado se caracterizó por la debilidad del gobierno y la ausencia de validos de importancia. En el exterior, España sufrió numerosas derrotas y firmó tratados desfavorables como la Paz de Aquisgrán, Nimega y Ryswick. Al morir sin descendencia, se desató un grave problema sucesorio, dejando el trono a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, lo que daría lugar a la Guerra de Sucesión.

Sociedad, Economía y Cultura en los Siglos XVI y XVII

El Siglo XVI: Expansión y Apogeo

Economía: Se benefició de los recursos llegados de América. La agricultura se basaba en la trilogía mediterránea (trigo, vid y olivo) y la ganadería estaba dominada por la Mesta. La industria se organizaba en gremios, destacando la metalurgia y la construcción naval (astilleros). El comercio interior se realizaba en ferias, mientras que el exterior se canalizaba a través de la Casa de Contratación (con América) y los puertos del norte de Europa. A pesar de la riqueza, la Corona sufrió numerosas bancarrotas.

Sociedad: La población creció de 6 a 8 millones de habitantes gracias a la mejora alimentaria y el descenso de la mortalidad. Una parte importante de la población emigró a América. La sociedad era estamental, dividida en privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados (pueblo llano). La burguesía experimentó un notable crecimiento hasta 1560.

Cultura: En literatura destacó la mística (Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz). En arquitectura convivieron los estilos plateresco, clásico y herreriano. En escultura, sobresalió la imaginería religiosa en madera policromada.

El Siglo XVII: Crisis y Siglo de Oro

Economía: Entró en una profunda decadencia. Se abandonaron tierras de cultivo y la Mesta ganó auge. La industria siderúrgica y textil entró en crisis. Disminuyó la llegada de oro y plata de América y se redujo el comercio de las ferias. Para hacer frente a la crisis, se recaudaron nuevos impuestos y se recurrió a la venta de cargos públicos y títulos nobiliarios, pero las bancarrotas continuaron.

Sociedad: Aumentó la mortalidad y la población se redujo. La nobleza y el clero ganaron poder, mientras que el pueblo llano sufrió una grave crisis.

Cultura: Paradójicamente, este fue el Siglo de Oro de la cultura española, con figuras universales en la literatura (Cervantes, Lope de Vega, Quevedo) y la pintura (Velázquez, Murillo, Zurbarán).

El Cambio de Dinastía: La Guerra de Sucesión y los Borbones

La Guerra de Sucesión Española (1701-1714)

Tras la muerte de Carlos II en 1700, se desató un conflicto internacional por el trono español. Los dos principales aspirantes eran Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia) y el Archiduque Carlos de Austria. La guerra enfrentó a Francia y España contra una gran alianza europea. En 1711, un hecho clave cambió el curso del conflicto: el Archiduque Carlos heredó la corona de Austria, lo que provocó que sus aliados europeos le retiraran su apoyo por temor a una nueva unión hispano-austriaca. Finalmente, la Paz de Utrecht (1713) reconoció a Felipe V como rey de España, pero a cambio de importantes concesiones territoriales. La guerra también tuvo una dimensión de guerra civil, enfrentando a la Corona de Castilla (partidaria de Felipe V) contra la Corona de Aragón (partidaria del Archiduque Carlos), con batallas clave como la de Almansa (1707).

Los Pactos de Familia

Fueron una serie de alianzas entre los Borbones de España y Francia para fortalecer su posición frente a otras potencias europeas y recuperar parte de los territorios perdidos en Utrecht. Los más importantes fueron el de 1733, que permitió recuperar territorios italianos, y el de 1743, por el que España participó en la Guerra de Sucesión de Austria, obteniendo el ducado de Parma.

El Nuevo Modelo de Estado: Centralismo y Reformismo Borbónico

Con la llegada de la dinastía borbónica, se impuso un nuevo modelo de Estado basado en el centralismo francés. A través de los Decretos de Nueva Planta, se suprimieron los fueros e instituciones de la Corona de Aragón, imponiendo la legislación de Castilla en casi todo el territorio. El modelo de gobierno fue el despotismo ilustrado, donde el rey ostentaba un poder casi ilimitado pero se rodeaba de ministros para implementar reformas. La administración se centralizó, con la Hacienda aplicando un sistema unificado (excepto en Navarra y el País Vasco). El gobierno también buscó controlar a la Iglesia mediante el regalismo. Las instituciones clave fueron las Secretarías de Despacho (antecedente de los ministerios) y las Cortes, mientras que en las regiones gobernaban las Audiencias y los Intendentes.

Las principales reformas fueron:

  • Felipe V: Implantó la Ley Sálica (que impedía reinar a las mujeres), creó compañías comerciales y reformó la Hacienda.
  • Fernando VI: Impulsó la mejora de infraestructuras, la construcción de barcos para la Armada y continuó con las reformas en Hacienda.
  • Carlos III: Es el máximo exponente del despotismo ilustrado. Expulsó a los jesuitas en 1767 y promovió numerosas reformas económicas y sociales.

Las Reformas Borbónicas en América

Durante el siglo XVIII, la Corona española impulsó importantes reformas en las colonias americanas para mejorar su economía y reforzar el control político, en lo que se ha llamado el «redescubrimiento de América».

  • Administración: Se creó la Secretaría de Indias para un mayor control, se dividieron los virreinatos para una mejor gestión y se mantuvo la figura de los virreyes y las audiencias, cuyos cargos debían ser ocupados por españoles peninsulares. A nivel local, se crearon los cabildos (ayuntamientos).
  • Economía: La medida más importante fue la aprobación de los Decretos de Libre Comercio con América, que rompían el monopolio de un solo puerto. Se crearon compañías comerciales y se impulsó la descentralización económica.

Estas reformas provocaron un crecimiento demográfico (de 12 a 18 millones de habitantes) y económico, pero también generaron tensiones. Surgió una élite de criollos (descendientes de europeos nacidos en América) que, influida por las ideas de la Ilustración, comenzó a desarrollar un sentimiento protonacionalista.

Sociedad, Economía y Cultura en el Siglo de las Luces (Siglo XVIII)

Población y Sociedad: La población española aumentó de 7 a 10 millones de habitantes debido a una elevada tasa de natalidad y al descenso de la mortalidad. La sociedad seguía siendo estamental. Los privilegiados (nobleza y clero) no pagaban impuestos y ocupaban los altos cargos del gobierno, aunque existían tensiones entre la vieja y la nueva nobleza. Carlos III declaró la «honradez de todas las profesiones» para fomentar el trabajo. El estamento no privilegiado estaba formado por una creciente burguesía, artesanos, campesinos y población marginal.

Economía: Fue una etapa de recuperación, donde el litoral ganó peso económico frente al interior. En la agricultura, junto a la trilogía mediterránea, se desarrollaron los cultivos de huerta y aumentó la superficie cultivada. En la industria, predominaban los pequeños talleres, pero se crearon grandes empresas, tanto estatales (Reales Fábricas) como particulares. El comercio interior se vio limitado por las aduanas internas, pero el exterior creció gracias a las compañías comerciales y al decreto de libre comercio.

Cultura: El siglo XVIII fue el siglo de la Ilustración, un movimiento cultural que promovía la razón y el progreso. Figuras destacadas fueron el Padre Feijoo y Jovellanos. Se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País para fomentar el desarrollo, se reformó la enseñanza y en el arte convivieron el rococó (en palacios), el neoclásico (con arquitectos como Sabatini) y una pintura que reflejaba las costumbres de la época, con Goya como figura de transición.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *