La España del Siglo XIX y XX: Del Sexenio Democrático a la Crisis de la Restauración (1868-1923)

El Sexenio Democrático (1868-1874)

I. Introducción y Causas de la Revolución

Este periodo abarca desde la Gloriosa Revolución de 1868 hasta el final de la Primera República, proclamada en 1873. En medio, se encuentra el breve reinado de Amadeo I.

Causas de la Revolución de 1868

  • Crisis Económica y Financiera: Caída de acciones ferroviarias y aumento de la deuda pública.
  • Crisis Industrial: Subida del precio del algodón tras la Guerra de Secesión en EE. UU.
  • Crisis de Subsistencia: Malas cosechas y aumento del precio del trigo (1866-1868).
  • Crisis Política: Descontento popular, descrédito de Isabel II y autoritarismo de O’Donnell.

Las fuerzas intervinientes fueron múltiples y complejas: luchas personales, carlistas, alfonsinos, republicanos, socialistas, anarquistas, nacionalistas y la Guerra de Cuba.

II. Desarrollo del Sexenio

A. Crisis Isabelina y la Gloriosa Revolución

En 1868, el descontento popular creció ante la ineficacia política, las crisis económicas y la deriva autoritaria de los años finales de Isabel II.

  • Pacto de Ostende (1866): Acuerdo entre progresistas y demócratas/unionistas con el objetivo de derrocar a Isabel II.
  • La Gloriosa Revolución (“Septembrina”): Comenzó con el pronunciamiento militar del Almirante Topete en la bahía de Cádiz (18 de septiembre de 1868). Contó con el apoyo de los generales Serrano (Unión Liberal) y Prim (Progresista).
  • Tras la derrota de las tropas isabelinas en el Puente de Alcolea, Isabel II se exilia en Francia. Se forman Juntas Revolucionarias (demócratas).

B. Gobierno Provisional (1868-1870)

Liderado por el General Serrano (Regente) y Juan Prim (Presidente).

  • Disolución de las Juntas Revolucionarias y de la Milicia Nacional. Reconocimiento de libertades y ejecución de desamortizaciones.
  • Convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes. Vencen los partidos del Pacto de Ostende, quedando minorías carlistas y republicanos federales.
  • Constitución de 1869: Establece la soberanía nacional, limitación del poder real, bicameralismo y sufragio universal masculino. Incluye amplios derechos ciudadanos y procesales, además de libertad de culto.
  • Reformas Económicas: Adopción de la peseta como moneda (1869). Sustitución del proteccionismo por el librecambismo (Arancel Figuerola de 1869), lo que afectó al textil catalán. La Ley de Minas (1868) permitió la venta de yacimientos mineros a empresas extranjeras para aminorar la deuda pública.

C. Problemas del Sexenio

La ausencia de cambios políticos y económicos profundos generó decepción entre las clases populares.

  • Oposición de los republicanos, que reclamaban la supresión de la monarquía.
  • Oposición de los carlistas, que iniciarían su Tercera Guerra en 1872.
  • Comienzo de la Guerra de Cuba (1868), que reclamaba la independencia.
  • Penetración de corrientes obreristas surgidas a partir de la I Internacional (1864), impulsadas por Fanelli y Lafargue, lo que llevó a la radicalización de algunos sectores.
  • Necesidad de encontrar un rey constitucional, no Borbón y católico, aceptado por España y el resto de los países.

D. Monarquía de Amadeo I de Saboya (Enero de 1871 – Febrero de 1873)

Promovido por Juan Prim, hijo de Víctor Manuel II de Italia, Amadeo I aceptó el juego constitucional. Su primer acto en España fue el entierro de Prim, asesinado en oscuras circunstancias días antes de su llegada.

Su reinado se caracterizó por una gran inestabilidad:

  • No consiguió ganarse la simpatía del pueblo por ser extranjero.
  • Republicanismo y clases populares lo rechazaron por no acometer cambios sociales.
  • La oligarquía, la nobleza y la Iglesia lo rechazaron, asociándolo a la democracia y los desórdenes sociales. Esperaban la restauración borbónica en la figura de Alfonso de Borbón (promovida por Cánovas del Castillo).
  • Continuaba la Guerra de los Diez Años en Cuba, iniciada en 1868 con el Grito de Yara.
  • Impopularidad de las levas mediante el sistema de quintas y subidas de impuestos.
  • Movimiento obrero cada vez más radicalizado, generando miedo en las clases medias y altas.

Desanimado, Amadeo I de Saboya abdica el 11 de febrero de 1873 y abandona el país. Esa misma noche, el Congreso, con minoría republicana, proclama la I República.

E. I República (Febrero 1873 – Enero 1874)

La proclamación de la República no era constitucional ni reflejaba la ideología mayoritaria en el Congreso, donde los republicanos eran minoría y estaban divididos entre unitarios y federales. Sus contrarios la aceptaron ante la ausencia de alternativas viables hasta que la opción Borbónica fuese posible. Tuvo poco reconocimiento internacional y graves problemas internos.

  • El primer presidente provisional fue Estanislao Figueras.
  • Las elecciones dieron la mayoría a los republicanos federales, sustituyéndole Francesc Pi i Margall. Su objetivo era crear una Constitución, si bien el proyecto de 1873 no pudo promulgarse.
  • El proyecto constitucional establecía una República federal con estricta separación de poderes, Senado como representación territorial, amplia declaración de derechos, libertad de culto, abolición de la esclavitud y supresión de quintos e impuestos sobre el consumo.
  • Conflictos Internos: Luchas entre las bases republicanas por establecer el federalismo de manera inmediata (desde los municipios) y reivindicaciones del movimiento obrero (ocupación de fincas y huelgas generales).
  • Cantonalismo (Julio de 1873): Revueltas de los republicanos más radicales y anarquistas. Destacó la Declaración de Independencia del Cantón de Cartagena, extendiéndose por el arco mediterráneo. Defendían la soberanía popular emanada desde los municipios.
  • Desbordado, Pi i Margall dimite. Sus sucesores, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar, controlaron el problema, pero comenzaron a gobernar por decreto y de forma autoritaria.
  • Castelar solicitó a las Cortes plenos poderes y el cierre de las Cortes para sofocar el cantón de Cartagena, los brotes carlistas y el independentismo en Cuba.
  • Castelar es derrocado por una moción de censura al actuar “fuera de la órbita republicana”.
  • Golpe de Estado de Pavía (3 de enero de 1874): El general Pavía, con soldados y la Guardia Civil, disuelve las Cortes. La República había fracasado definitivamente.
  • El General Serrano es elegido presidente (enero a diciembre de 1874) con unionistas y progresistas, gobernando de manera casi dictatorial. La República perdió el apoyo de las clases medias y populares.

III. Conclusión del Sexenio

Este periodo político, aunque breve, abarcó numerosos fenómenos convulsos que no solucionaron los problemas estructurales del país. La gran novedad fue la I República, pero la inestabilidad asociada a ella llevó a que la población aceptase el retorno del bipartidismo y la Restauración en la figura de Alfonso XII como un precio a pagar por la paz social y la estabilidad. En su fracaso influyeron la burguesía (que protegió sus intereses) y la radicalización del obrerismo. El ejército se consolidó como árbitro y principal influencia de la política, dando paso a la Restauración preparada por Cánovas del Castillo.

La Restauración Borbónica y el Sistema Canovista (1875-1902)

I. Introducción a la Restauración

La Restauración de la monarquía borbónica (1875) se inició con el golpe de Estado del general Martínez Campos, poniendo fin al Sexenio. El sistema fue formulado por Cánovas del Castillo con Alfonso XII. Supuso la vuelta al poder de la burguesía conservadora, la Iglesia y el Ejército. Se basó en la alternancia en el poder entre el Partido Conservador y el Liberal, buscando la estabilidad del régimen y de la monarquía. Perdura hasta la Dictadura de Primo de Rivera (1923).

II. Fundamentos y Desarrollo del Sistema

A. Fundamentos de la Restauración

Recogidos en el Manifiesto de Sandhurst:

  • Soberanía compartida entre Cortes y el Rey, con apoyo del Catolicismo.
  • Parlamentarismo, pero no democracia. Orden sin revolución y pragmatismo.

Los objetivos eran integrar en el régimen a las corrientes del liberalismo (doctrinario y progresista) y alejar a los militares de la vida política, además de acabar con las guerras carlistas y de Cuba.

B. Constitución de 1876

Elaborada por las Cortes Constituyentes, se basó en la Constitución de 1845 y el liberalismo doctrinario:

  • Soberanía compartida (Cortes con el Rey). La Corona fue dotada de enormes poderes, sin una clara división de poderes.
  • El Rey ostentaba el mando supremo del Ejército para evitar pronunciamientos.
  • Estado confesional, aunque con libertad privada de culto.
  • Parlamento bicameral: Congreso y Senado (cámara elitista designada por el Rey).
  • Derechos y libertades no regulados, restringiéndose los de reunión y asociación.
  • Sufragio censitario hasta 1890, cuando se estableció el universal masculino.

C. Mecánica del Sistema Bipartidista: Turnismo, Fraude y Caciquismo

El sistema se basó en el turnismo, la alternancia pacífica de ambos partidos, nombrando gobiernos y disolviendo las Cortes para convocar elecciones, que ganaba el partido del nuevo gobierno. Esto garantizó la estabilidad social, pero excluyó al resto de partidos (republicanos, nacionalistas o socialistas).

Partidos Dinásticos
  • Partido Conservador (Cánovas del Castillo): Moderados y unionistas (burguesía latifundista y financiera, aristocracia y jerarquía católica). Defendían el sufragio censitario, la censura, el centralismo, el catolicismo y el proteccionismo.
  • Partido Liberal (Sagasta): Antiguos progresistas y demócratas (burguesía industrial y comercial, profesionales liberales, funcionarios y clases medias). Defendían el sufragio universal masculino, la libertad de culto, asociación, cátedra de enseñanza y prensa, y el librecambismo.
El Fraude Electoral (Pucherazo)

El Ministerio de Gobernación enviaba a los gobernadores provinciales una lista con los candidatos elegidos en cada provincia (los encasillados). Se utilizaba una red de influencias con alcaldes y caciques locales para asegurar el voto. El fraude o pucherazo podía conseguirse de distintas maneras:

  1. Falsificación del censo electoral (votantes inexistentes).
  2. Modificación de las actas electorales (inclusión de votos).
  3. Compra de voto a cambio de favores.
  4. Coacción física a través del séquito del cacique, amenazas y presiones.

Este sistema estaba asentado en los medios rurales a través de ricos terratenientes y caciques con amplias redes clientelares. Las ciudades eran menos susceptibles al fraude, sobre todo desde la implantación del sufragio universal, siendo el voto urbano más representativo de la voluntad democrática.

D. Reinado de Alfonso XII (1875-1885)

Predominaron los gobiernos conservadores.

  • Fin definitivo a la Tercera Guerra Carlista (1872-1876) debido al desgaste carlista y la superioridad militar del gobierno, lo que supuso el fin del régimen foral. En 1878 se estableció un sistema fiscal propio para las provincias vascas (concierto económico).
  • Martínez Campos finaliza la Guerra de Cuba (Paz de Zanjón, 1878). La guerra se reactivaría en 1879 y, sobre todo, en 1895.

E. Regencia de María Cristina (1885-1902)

Tras la muerte de Alfonso XII, se firmó el Pacto del Pardo (1885) para garantizar la alternancia pacífica y la estabilidad. Predominaron los gobiernos liberales, que impulsaron medidas más avanzadas:

  • Ley de Asociaciones (1887), que legalizaba los partidos no dinásticos y las asociaciones obreras.
  • Abolición de la esclavitud (1888) y creación de los Códigos Civil y de Comercio.
  • Establecimiento del Sufragio Universal Masculino (1890).

F. La Oposición a la Restauración

El fallecimiento de Cánovas y Sagasta y la crisis del 98 dieron fuerza a los grupos opositores:

  • Republicanismo: Dividido tras el fracaso de la I República entre los posibilistas de Castelar (más conservadores) y los progresistas de Ruiz Zorrilla (más radicales).
  • Movimiento Obrero: El anarquismo y el marxismo pasaron a la clandestinidad. Pablo Iglesias Posse fundó el PSOE en 1879 y la UGT (sindicato) en 1880. El anarquismo rechazaba la lucha política y arraigó en las clases populares y en sindicatos (CNT en Cataluña). En Andalucía se generalizaron las acciones violentas (creación de la Mano Negra).
  • Nacionalismo y Regionalismo: Opuesto al Estado liberal centralizado. Cataluña y País Vasco basaron sus reivindicaciones en peculiaridades lingüísticas, históricas y culturales. En Cataluña, la burguesía apoyó la Lliga Regionalista de Prat de la Riba. En el País Vasco, Sabino Arana fue el ideólogo del PNV, con un carácter más racista, xenófobo y antiindustrial.

G. El Desastre de 1898

Cuba estaba dividida entre españolistas (latifundistas azucareros) e independentistas (burguesía criolla) liderados por José Martí. Tras la Paz de Zanjón, ni Martínez Campos ni Weyler consiguieron controlar la situación.

  • Estados Unidos, tras no poder comprar la isla, utilizó la voladura del Maine como pretexto para declarar la guerra a España, en la que fue infinitamente superior.
  • La Paz de París de 1898 puso fin al Imperio Español, cediendo a EE. UU. Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
  • Se generó una honda crisis moral y política en España, impulsando el movimiento del Regeneracionismo.

III. Conclusión de la Restauración

La Restauración fue un largo periodo caracterizado por el bipartidismo, la corrupción y el caciquismo, que excluyeron a gran parte de la sociedad. Aunque proporcionó cierta estabilidad política y económica, sus defectos condicionaron el futuro del país. La crisis colonial de 1898 criticó el sistema y propugnó la necesidad de una regeneración de la política española (Regeneracionismo de Joaquín Costa). El sistema sobrevivió hasta la década de 1920, pero el impacto moral motivó el retorno de los militares a la vida política.

La Crisis Definitiva de la Restauración (1902-1923)

I. Introducción y Contexto

La ineficacia del sistema de la Restauración, sobre todo tras la crisis colonial de 1898, generó la necesidad de cambios. El pensamiento regeneracionista tuvo un gran impacto en la opinión pública.

Problemas Estructurales

  • Aumento de la conflictividad social obrera.
  • Anticlericalismo en la sociedad y en los partidos ajenos al turno pacífico.
  • Crecimiento de los nacionalismos periféricos.

Alfonso XIII intervino constantemente en política, especialmente con el problema de Marruecos. La inestabilidad fue permanente durante su reinado, apoyándose siempre en el ejército hasta el punto de que consintió la dictadura de Primo de Rivera. La crisis definitiva se desarrolló entre 1917 y 1923, con fases militar, política y social.

II. El Regeneracionismo Político

A. Regeneracionismo Conservador: Antonio Maura

Maura propuso la “revolución desde arriba” para evitar que se hiciera “desde abajo”. Sus reformas se basaron en la defensa de la Iglesia y aspiraban a:

  • Crear un estado fuerte y reformar la administración local para erradicar el caciquismo, mediante la Ley de Reforma Electoral de 1907 (que no erradicó los pucherazos).
  • Incorporar otras fuerzas políticas al sistema (nacionalismos periféricos).
  • Desarrollar una política expansionista en Marruecos. La Conferencia de Algeciras (1906) concedió un Protectorado a España en el norte de Marruecos (zona de Abd El Krim).

B. Problemas y la Semana Trágica

El sistema se enfrentó a la oposición creciente:

  1. Nacionalismo Catalán y Vasco: La Lliga Regionalista (conservadora) y el PNV (ultraconservador y tradicionalista). Los problemas con la Ley de Jurisdicciones de 1906 impulsaron la creación de Solidaritat Catalana.
  2. Partidos de Oposición: El Partido Radical de Alejandro Lerroux (antimonárquico, populista y anticlerical) y el crecimiento del PSOE.
  3. Movimiento Obrero: El sindicalismo en Cataluña, muy influido por el anarquismo (Solidaridad Obrera), demostró gran capacidad de movilización social.
  4. Antimilitarismo: Crecimiento debido a la Ley de Jurisdicciones (1906) y al sistema de cuotas (si pagabas, te librabas del servicio militar).
La Semana Trágica (26 al 31 de julio de 1909) en Barcelona

Se produjo por la llamada a filas de reservistas catalanes, padres de familias pobres de Barcelona, que se resistieron a embarcarse hacia Marruecos. La noticia del desastre del Barranco del Lobo (27 de julio), donde murieron 1.200 soldados españoles, desató una huelga general, asalto e incendio de iglesias y levantamiento de barricadas. La violencia callejera y la dura represión (116 muertos y la ejecución de Ferrer i Guardia) provocaron el cese de Maura por su mala gestión de la crisis, marcando la decadencia del sistema.

C. Regeneracionismo Liberal: José Canalejas

Canalejas unificó diferentes corrientes liberales con el objetivo de profundizar el régimen democrático e integrar a los sectores obreros en el sistema político (“República Coronada”). Acometió reformas en diferentes ámbitos:

  1. Religioso: Propuso la Ley de Asociaciones Religiosas (Ley del Candado) para limitar el establecimiento de nuevas órdenes, buscando la separación Iglesia-Estado.
  2. Social: Se fijó la jornada máxima de 9 horas en la minería, se aprobó legislación en materia de accidentes de trabajo, Seguridad Social obligatoria y el derecho a la huelga (1909). Se creó el Instituto Nacional de Previsión.
  3. Nacionalismo: Para aplacar al nacionalismo catalán, impulsó la Ley de Mancomunidades, que integraba a las cuatro diputaciones en un único organismo.
  4. Militar: Estableció el servicio militar obligatorio (1912) en tiempos de guerra, sin posibilidad de quedar exento por pagar.

Canalejas fue asesinado en 1912. La fragmentación del sistema de partidos llevó a una inestabilidad gubernamental permanente.

III. La Crisis General de 1917 y el Colapso

A. Contexto de la I Guerra Mundial (1914-1919)

España, bajo el conservador Eduardo Dato, se mantuvo neutral. Esto provocó un despegue económico al suministrar materias primas a ambos bandos, pero también generó especulación con los productos básicos y escasez en el interior del país, lo que disparó los precios.

El triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia (1917) impulsó el aumento de la conflictividad social y la afiliación sindical.

B. La Crisis General de 1917

Tuvo tres dimensiones fundamentales:

  1. Crisis Militar: El Ejército volvió a intervenir en la política a través de las Juntas de Defensa. El gobierno intentó disolverlas sin éxito, contando estas con el apoyo del Rey. Se impuso la censura y la suspensión de garantías constitucionales.
  2. Crisis Política: La Lliga Regionalista convocó una Asamblea de Parlamentarios, un movimiento civil con exigencias reformistas, aunque con demasiada disparidad ideológica para ser efectivo.
  3. Crisis Social: La tensión por los precios llevó a la convocatoria de una huelga general en agosto de 1917, que se extendió por las principales ciudades y fue duramente reprimida por el ejército.

C. Agitación Social y el Desastre de Annual

  • En Andalucía, entre 1918 y 1920, se vivió el “Trienio Bolchevique”, favorecido por la miseria de los jornaleros y la influencia de la Revolución Rusa.
  • En Cataluña fueron habituales las huelgas, sabotajes y atentados. La patronal catalana respondió con el lock-out, el terrorismo blanco y la fundación de sindicatos verticales. Se promulgó la Ley de Fugas.
  • La agitación obrera impulsó la división ideológica interna, fundándose el PCE en 1920.
  • Desastre de Annual (Julio de 1921): Episodio de la guerra de Marruecos en el que murieron más de 10.000 españoles. La catástrofe obligó a investigar las causas (“Expediente Picasso”), que culpaban al Rey.

Antes de que el Expediente Picasso se discutiera en las Cortes, Primo de Rivera dio el Golpe de Estado (septiembre de 1923).

IV. Conclusión Final

La suma de todos los factores hizo la situación insostenible entre 1917 y 1923, demostrando la inviabilidad de la Restauración. El ambiente de conflictividad social, influenciado por la Revolución Bolchevique, generó miedo entre terratenientes, burgueses y gran parte de la clase media, que temían perder el orden social. Los grandes problemas (enfrentamientos sociales, violencia sindicalista y patronal, anticlericalismo) se quedaron sin respuesta durante el reinado de Alfonso XIII. El incremento de la intervención militar, culminando con el Desastre de Annual, sirvió de pie a la dictadura de Primo de Rivera en 1923, lo que supuso la agonía final del sistema de la Restauración.

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