La Guerra Civil Catalana: Un Conflicto por el Poder y las Tensiones Sociales

La Guerra Civil Catalana (1462-1472)

Antecedentes

Tras la muerte sin descendencia de Martín el Humano, el Compromiso de Caspe de 1412 otorgó la corona a Fernando de Antequera, de la dinastía Trastámara. Los nuevos reyes intentaron reforzar su autoridad frente al poder de las asambleas de la Corona de Aragón, lo que generó tensiones con la nobleza catalana.

En Barcelona, existía un enfrentamiento por el gobierno de la ciudad entre los partidarios de la Busca (grupos populares) y los de la Biga (alta burguesía).

El Conflicto

El punto de inflexión fue la muerte de Alfonso V en 1458 y la subida al trono de su hermano Juan II, quien encarceló a su hijo, el príncipe Carlos de Viana, en 1460. Esto desencadenó una sublevación contra el rey en Cataluña.

Juan II cedió inicialmente, pero la oposición popular (Busca y payeses de remença) se movilizó contra el proceso de señorialización del principado. El príncipe de Viana murió en 1461, y el enfrentamiento estalló en una guerra.

Bandos y Alianzas

Los campesinos y pequeños propietarios rurales se alinearon con la monarquía. En el bando opuesto estaban la Biga (que controlaba Barcelona) y la nobleza catalana. Juan II obtuvo la ayuda del rey de Francia, Luis XI, a cambio de entregarle el Rosellón y la Cerdaña.

Las fuerzas antimonárquicas catalanas, francesas y angevinas consiguieron reavivar la guerra. Juan II buscó apoyo internacional y logró el matrimonio de su hijo Fernando con Isabel de Castilla, debilitando así a la coalición franco-catalana.

El Fin del Conflicto

Los disturbios callejeros y la falta de pago a los ejércitos de la Generalitat debilitaron a los rebeldes. La marcha de los ejércitos monárquicos hacia Barcelona fue un paseo triunfal.

En octubre de 1472, las autoridades catalanas rebeldes firmaron su rendición en la Capitulación de Pedralbes. Juan II concedió un perdón general, pero los campesinos de remença no vieron satisfechas sus reivindicaciones.

Consecuencias

La guerra dejó a Cataluña en ruinas económicas. La crisis social continuó, y la situación de los payeses de remença empeoró. Los últimos coletazos del conflicto entre Busca y Biga, así como las revueltas de payeses, no se resolvieron hasta la llegada al trono de Fernando el Católico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *