La Independencia de la América Hispana
1. La América Española a finales del siglo XVIII
A lo largo del siglo, la decidida preocupación de los Borbones por los territorios de ultramar había dado lugar a una etapa de prosperidad basada en la reactivación del comercio y en la puesta en marcha y explotación de numerosas plantaciones trabajadas por mano de obra esclava. El crecimiento económico propició el desarrollo de un poderoso grupo burgués criollo de raza blanca, pero nacido en América. Fue entre esta burguesía criolla, próspera y educada, conocedora del pensamiento ilustrado, donde las ideas de emancipación de la metrópoli tomaron cuerpo y se fraguaron los programas y los proyectos de independencia. Gran Bretaña, deseosa de controlar el mercado americano, se encargó de respaldar los movimientos secesionistas.
2. El Proceso de Independencia
En plena guerra de independencia, los criollos optaron por no aceptar la autoridad de José Bonaparte y crearon juntas que, a imitación de las españolas, asumieron el poder en sus territorios. Los focos más declaradamente secesionistas fueron el Virreinato del Río de la Plata, donde José de San Martín proclamó en 1810 la independencia de la República Argentina en la ciudad de Buenos Aires, el Virreinato de Nueva Granada y Venezuela. Las Cortes de Cádiz consideraron las colonias como territorio español y reconocieron los derechos de los criollos.
3. Los Problemas de las Nuevas Naciones Americanas
La emancipación de las colonias y la creación de repúblicas independientes no solucionaron todos los problemas existentes en la América Hispánica. En primer lugar, el sueño de los libertadores, especialmente de Bolívar, de conseguir una América unida, poderosa y solidaria se mostró imposible. Los intereses de los caudillos locales, de las burguesías comerciales y de los grandes terratenientes que querían dominar y explotar cada uno de sus territorios condujeron a innumerables guerras y al fraccionamiento del territorio en múltiples repúblicas.
En segundo lugar, los criollos que habían dirigido el movimiento de independencia abandonaron a su suerte a la gran mayoría de la población indígena, negra o pobre, lo cual daría lugar a profundas convulsiones sociales. Por último, la independencia política no supuso la independencia económica para el subcontinente. El dominio español fue sustituido por la constante intromisión de Gran Bretaña y EE. UU.
4. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
4.1 La Convocatoria de Cortes
La Junta Suprema Central se había mostrado incapaz de dirigir la guerra y decidió disolverse en 1810, no sin antes empezar un proceso de convocatoria de Cortes para que los representantes decidieran sobre su destino. Mientras se reunían las Cortes, se mantenía una regencia formada por cinco miembros y, así mismo, se organizó una consulta al país a través de las juntas provinciales o de los ayuntamientos sobre las reformas a realizar en las Cortes. El ambiente liberal de la ciudad influyó en que gran parte de los elegidos tuvieran simpatías por estas ideas. Las Cortes se abrieron en septiembre de 1810 y el sector liberal consiguió su primer triunfo al forzar la formación de una cámara única frente a la tradicional representación estamental. En su primera sesión, aprobaron el principio de soberanía nacional.
4.2 La Constitución de 1812
Una comisión de las Cortes preparó el proyecto de Constitución, que se promulgó el 9 de marzo de 1812. Se conoció popularmente como «La Pepa». Su tramitación se vio afectada por las vicisitudes bélicas y por las diferencias entre absolutistas y liberales. Contiene una declaración de derechos del ciudadano. La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes y no en el derecho divino. El poder legislativo, las Cortes unicamerales, representaban la voluntad nacional y poseían amplios poderes: elaboración de leyes, aprobación de los presupuestos, etc. El monarca era la cabeza del poder ejecutivo, por lo que poseía la dirección del gobierno. La administración de justicia era competencia exclusiva de los tribunales. Se establecían los principios básicos de un Estado de derecho. Otros planteaban la reforma de los impuestos y la hacienda, la creación de un ejército nacional, etc.
4.3 La Acción Legislativa de las Cortes
Las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar el antiguo régimen y a la supresión de los señoríos jurisdiccionales. Ello apuntaba hacia un tipo de reforma agraria que liquidaba el régimen señorial. Se votó la abolición de la Inquisición y la libertad de imprenta. La religión continuaba bajo el control de la Iglesia. Cabe señalar la libertad del trabajo y, por último, la vuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del absolutismo.
