Tras la promulgación de la Constitución de 1869, el objetivo era encontrar un
nuevo rey y se consiguió con Amadeo de Saboya.
– El reinado estuvo marcado por la inestabilidad:
- Asesinato de Prim, líder progresista y su gran valedor.
- Crecimiento de la oposición: republicanos, alfonsinos y carlistas
(estalla en 1872 la III Guerra Carlista). - División creciente entre la coalición gubernamental (unionistas,
progresistas y demócratas). - En dos años hubo tres elecciones y seis gobiernos.
– El rey abdica en febrero de 1873.
Tras la abdicación de Amadeo, se proclama la I República, que nacía sin
apoyos suficientes, porque los republicanos eran minoría.
– Muchos problemas impidieron la consolidación del régimen republicano:
- Rechazo internacional: la mayoría de los países ven al nuevo régimen
como demasiado revolucionario. - El equilibrio de fuerzas no había cambiado: el ejército era monárquico
y el aparato administrativo era conservador, la economía seguía en crisis. - Los conflictos armados se acentúan en Cuba y Puerto Rico, y sobre
todo, la III Guerra Carlista que se extiende por País Vasco, Navarra,
Cataluña y Aragón. El pretendiente Carlos VII entra en Navarra y crea
un gobierno paralelo en Estella.
– Aumenta la conflictividad social y se extienden las ideas anarquistas y
socialistas. Insurrecciones campesinas en el sur jornalero (hambre de
tierras) y reivindicaciones obreras (salarios). Se exige el fin de consumos
y quintas, que los republicanos eliminarán.
– División interna entre los republicanos.
- Federales (Pi y Margall): defienden la República federal con
autonomía regional, mejoras a favor de las clases populares,
anticlericalismo y laicismo. Los más radicales eran los
“intransigentes”, defensores de la insurrección. - Unitarios (Castelar): defienden una República unitaria con
gobierno centralizado. Más conservadores a nivel social/político.
Y crean la constitución de 1873.
Los federalistas intransigentes se sublevan con el movimiento cantonalista
(sur y este peninsular). Muchas poblaciones y comarcas se proclamaron
“cantón” independiente, cuestionando el poder del Estado. Eran artesanos,
tenderos y trabajadores que mezclaban las ideas anarquistas y federalistas.
– La inacción de los federalistas ante el cantonalismo llevó al poder a
republicanos unitarios de Salmerón y Castelar, que restablecen el orden.
– El ejército interviene y el general Pavía da un golpe de estado. Se crea una
República autoritaria dirigida por Serrano (Unión Liberal) que pretendía
preparar el retorno de los borbones.
– Alfonso XII, hijo de Isabel II, lanza desde el exilio el Manifiesto de Sandhurst
en el que defendía la monarquía constitucional conservadora.
– En diciembre de 1874 el general Martínez Campos da un nuevo
pronunciamiento y se proclama rey a Alfonso XII.
El nacionalismo vasco:
– Surge como reacción a la abolición de los fueros vascos y la llegada de
trabajadores inmigrantes del resto de España para trabajar en la industria.
– Sabino Arana funda en 1895 el Partido Nacionalista Vasco (P.N.V.),
inicialmente separatista y racista: superioridad de la raza vasca, vuelta de los
fueros vascos, rechazo de la inmigración (“maketos”) y del liberalismo,
antiespañolismo y separatismo, defensa de la lengua y tradiciones vascas y
catolicismo a ultranza. Después se modera para atraer a la burguesía vasca.
– Nacionalismo catalán:
– En la primera mitad del siglo surge la “Renaixença”, un movimiento de
recuperación de la lengua catalana.
– Aparece primero una corriente republicana y progresista con Valentí Almirall,
que crea el “Centre Catalá” (1882), que reivindicaba la autonomía de Cataluña.
En 1885 impulsó la redacción del “Memorial de Greuges” (Memorial de
Agravios), que denunciaba la opresión de Cataluña y pedía autogobierno.
– En 1891, aparece la Unión Catalanista, conservadora y burguesa, dirigida por
Prat de la Riba. Su programa se fijó en las Bases de Manresa (1892), que
defendían una España confederal en la que Cataluña tuviera todas las
competencias de gobierno interior y el Estado central se ocupara solo del
ejército, las relaciones internacionales y las vías de comunicación.
– Defendían
como lengua oficial el catalán y la creación de unas cortes catalanas.
– En 1901, Prat de la Riba y Cambó fundaron la Lliga regionalista.
– Nacionalismo gallego:
– Parte de un movimiento de recuperación de la lengua gallega, “O
Rexurdimiento”. Es más débil, más tardío y más moderado, reivindicando
tan solo autonomía. En 1890 se crea la Asociación Rexionalista Galega que
reaccionaba contra el atraso de la región y reivindica la lengua gallega.
Tras las elecciones de 1876 surge un parlamento que elabora la Constitución de
1876, basada en la constitución moderada de 1845 pero con detalles de
tolerancia y guiños a los progresistas para que colaboraran con el sistema:
- Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey.
- División de poderes atenuada: el Rey tiene el poder ejecutivo y parte
del legislativo (derecho a veto y potestad legislativa). - Bicameralismo: Senado nombrado por el Rey.
- Confesionalidad del Estado y subvención a la Iglesia, pero con
tolerancia religiosa hacia otras religiones en lo privado. - Amplia declaración de derechos y libertades, restringibles por leyes
posteriores. - No se establece sufragio. La ley electoral de 1878 volvió al sufragio
censitario y después, en 1890, se puso el sufragio universal.
Las ideas de la Primera Internacional Obrera penetraron en el Sexenio: en
1868 el anarquista Fanelli creó los primeros núcleos anarquistas y poco después
llegaron las ideas marxistas de la mano de Paul Lafargue, yerno de Marx.
– Ahora se extienden las nuevas ideas, surgiendo las primeras organizaciones,
especialmente tras la llegada al poder del Partido Liberal en 1881 y la Ley de
Asociaciones (1887): permite la creación legal de partidos y sindicatos obreros.
– Dentro del movimiento obrero existirán dos ideologías, anarquismo y
socialismo. Las dos defendían los intereses de la clase trabajadora, rechazaban el
capitalismo, y defendían una sociedad igualitaria, sin clases y sin propiedad
privada. Pero entre ellos había diferencias:
- Anarquismo:
– Rechaza el Estado y el poder, por eso no participa en política y en las
elecciones. Solo funda sindicatos: en 1881 se crea la Federación de
Trabajadores de la Región Española, que en 1910 será sustituida por
la Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.).
– Fuertes, sobre todo, en Cataluña y Andalucía.
– Parte se radicalizará y pasará a la acción directa y violenta, el
“terrorismo”. - Socialismo marxista:
– No rechazan el poder del Estado, sino que creen que debe estar en los trabajadores. Pablo Iglesias en 1879 funda el PSOE y en 1888 la UGT.