La Prehistoria y la Edad Antigua en la Península Ibérica
1. El Proceso de Hominización en la Península Ibérica: Nuevos Hallazgos
La hominización es el largo proceso de evolución a través del cual la especie humana adquirió sus rasgos actuales. Mediante fósiles, sabemos que los primeros representantes del género Homo llegaron a la Península Ibérica hace aproximadamente un millón de años, siguiendo una ruta que conectaba África con el Próximo Oriente y el Mediterráneo. Su evolución tuvo lugar en el Pleistoceno, un periodo marcado por las glaciaciones.
- En la Gran Dolina de Atapuerca se han encontrado 80 fósiles pertenecientes a 6 individuos de hace 800.000 años del género Homo antecessor. Esta especie, surgida en África, era recolectora, utilizaba herramientas rudimentarias y practicaba la antropofagia. Se considera el antecedente común de los neandertales europeos y los cromañones africanos.
- En la Sima de los Huesos de Atapuerca, se hallaron 32 esqueletos del Homo heidelbergensis (datados en 130.000 años), antecedente del Homo neanderthalensis. Los neandertales desarrollaron herramientas más avanzadas, practicaban la caza a larga distancia y tenían creencias religiosas. Poseemos restos fósiles de ellos en Gibraltar, Girona y Valencia.
- Durante el último periodo glacial (hace unos 40.000 años), el Homo sapiens (conocido como cromañón) llegó a Europa a través del Próximo Oriente. Se han encontrado restos de Homo sapiens (datados en 39.000 años) en la Cueva de Altamira y en la Cueva del Castillo, ambas en Cantabria.
2. Pueblos Prerromanos y Colonizaciones Históricas: Fenicios, Griegos y Cartagineses
Durante el primer milenio a.C., la Península Ibérica estuvo habitada por una serie de pueblos con diferente grado de desarrollo. Destacan:
- Tartessos (siglos VIII-VI a.C.)
- Ubicados en el suroeste peninsular (Golfo de Cádiz y Ría de Huelva), sus orígenes son legendarios (asociados a la Atlántida). Gozaron de gran riqueza minera, desarrollo agrícola y comercial, con un alto grado de centralización en torno a la monarquía, cuyo rey más conocido fue Argantonio. Mantuvieron contactos comerciales con pueblos históricos como los fenicios, quienes dejaron constancia escrita de Argantonio. El motivo de su decadencia es desconocido.
- Celtas
- Asentados en el noroeste peninsular (galaicos, astures, cántabros, vetones, vascones), su origen es incierto. Vivían en castros fortificados estratégicamente. Los hombres se dedicaban a la guerra, mientras que las mujeres se encargaban de la recolección y la agricultura. Se agrupaban en clanes, practicaban la propiedad colectiva, presentaban poca diferenciación social y contemplaban ritos funerarios.
- Íberos (siglos VIII-III a.C.)
- Ocuparon el este y sur peninsular. Conocían el comercio y la moneda, y su economía se basaba en la agricultura, la ganadería y la minería. Los grupos sociales estaban jerarquizados y la mujer gozaba de gran consideración. Dominaban la escritura y practicaban la incineración. Eran más urbanos que los celtas y estaban más aculturizados debido a la influencia mediterránea.
- Celtíberos
- Resultado de la fusión cultural celta e íbera, se ubicaron entre el valle del Ebro y la Meseta. Eran pueblos agrícolas y ganaderos, con una importante organización tribal que resistió tenazmente ante Roma (ejemplo: Numancia). Eran guerreros y menos aculturizados por las civilizaciones mediterráneas.
Colonizaciones Históricas
- Fenicios (siglo VIII a.C.)
- Llegaron al sur peninsular. Fundaron factorías, adquirieron y explotaron metales, e introdujeron tecnologías metalúrgicas (como la salazón del pescado) y el alfabeto, proveniente de África y Próximo Oriente (Líbano).
- Griegos (siglo VIII a.C.)
- Se establecieron en el noreste peninsular, donde fundaron Ampurias y Rosas. Desarrollaron establecimientos industriales y acuñaron moneda propia.
- Cartagineses
- Provenientes de Túnez, fundaron Cartago Nova. Eran un pueblo guerrero y conquistador que reclutó mercenarios para sus enfrentamientos contra Roma (Guerras Púnicas). Se dedicaron a la producción de salazones y al control de minas.
3. Conquista y Romanización: Pervivencia del Legado Cultural Romano en la Cultura Hispánica
Roma conquistó la Península Ibérica en varias etapas (218-19 a.C.):
- Primera etapa (II Guerra Púnica): Ante el general cartaginés Aníbal Barca, los romanos desembarcaron en Ampurias y sometieron, bajo el mando de Escipión, a los pueblos de la costa. Lograron aliados y tomaron Cartago Nova y Gades, lo que culminó en la expulsión de los cartagineses de la P.I. tras el apoyo a Sagunto (ciudad aliada de Roma). Este periodo marcó el inicio de la conquista y romanización.
- Segunda etapa (Conquista de la Meseta – Guerras Celtíberas y Lusitanas): Los pueblos de la Meseta rechazaron la imposición romana y el pago de tributos. Los romanos derrotaron a los lusitanos, liderados por Viriato, y lograron la capitulación de Numancia.
- Tercera etapa (Conquista del Norte – Guerras Cántabras y Astures): Esta zona fue conquistada tras un gran esfuerzo militar, debido a las técnicas de guerrilla de los pueblos locales y la presencia del cónsul Octavio Augusto. Sin embargo, la romanización nunca penetró profundamente en esta región.
La romanización fue el proceso por el que los pueblos de la Península Ibérica adoptaron las formas de vida y la mentalidad de los conquistadores romanos. Se manifestó a través de:
- Una lengua oficial: el latín vulgar.
- El derecho y la ciudadanía romanas.
- Una misma religión: primero el politeísmo y después el cristianismo, impuesto por Teodosio mediante el Edicto de Tesalónica en el año 380 d.C.
- El arte: caracterizado por el uso del arco de medio punto.
- Grandes obras públicas: como acueductos, termas y calzadas.
- La gastronomía: con la adopción de la dieta mediterránea.
4. Invasiones Bárbaras y el Reino Visigodo: Instituciones y Cultura
Suevos, vándalos y alanos (pueblos germánicos) cruzaron los Pirineos y ocuparon Hispania en el 409 d.C. Los visigodos, asentados en el norte del mar Negro, pactaron con Roma ayuda militar a cambio de territorios (Tolosa), por lo que expulsaron a los bárbaros (excepto a los suevos, que resistieron).
Posteriormente, los visigodos fueron expulsados por los francos en la Batalla de Vouillé (507 d.C.), lo que impulsó su expansión y el establecimiento definitivo del reino visigodo en Hispania.
Las características principales del reino visigodo fueron:
- Monarquía electiva: lo que generaba una gran inestabilidad política.
- Aula Regia: una asamblea consultiva formada por los principales nobles y el rey.
- Leovigildo: consiguió la anexión del reino suevo y creó un estado fuerte y unificado.
- Recaredo: su hijo, se convirtió al cristianismo (en el III Concilio de Toledo), abandonando el arrianismo.
- Recesvinto: su hijo, unificó las leyes romanas y germánicas en el Liber Iudiciorum (también conocido como Fuero Juzgo).