La Primera Guerra Mundial: Historia, Causas y Consecuencias del Conflicto Global

La Primera Guerra Mundial: Orígenes, Desarrollo y Consecuencias

Entre los años 1914 y 1918, tuvo lugar la Primera Guerra Mundial, también denominada Gran Guerra. El conflicto enfrentó, principalmente, a las potencias europeas, y la mayor parte de los combates se produjeron en Europa. Sin embargo, también participaron en la guerra numerosos países no europeos y los territorios coloniales se convirtieron en frentes secundarios de la contienda.

Causas de la Primera Guerra Mundial

Entre 1870 y 1914, numerosos incidentes enfrentaron a las principales potencias, preparando el terreno para el estallido de la Primera Guerra Mundial. Los más graves fueron:

  • Las discrepancias coloniales: Especialmente en Marruecos.
  • El nacionalismo en los Balcanes.
  • Las rivalidades económicas: La supremacía industrial inglesa hasta finales del siglo XIX parecía incontestable. Sin embargo, desde principios del siglo XX, el rápido desarrollo de las fábricas alemanas convirtió a este país en un competidor temible.
  • Las rivalidades territoriales: Entre Francia y Alemania perduraba el contencioso por los territorios de Alsacia y Lorena; Austria-Hungría y Rusia se enfrentaron por el control de Polonia; y el Imperio Otomano y Grecia rivalizaban por las islas del mar Egeo.

La Paz Armada: Un Periodo de Tensiones y Alianzas

La aparición de dos nuevas potencias europeas, Alemania e Italia, alteró el sistema de equilibrio de poder entre los grandes Estados a finales del siglo XIX. Las tensiones y las rivalidades favorecieron la sobrevaloración del militarismo y el impulso de una carrera armamentística. Alemania, Austria-Hungría, Francia y Rusia fortalecieron sus ejércitos y todos los sectores industriales se pusieron al servicio de la guerra.

Esta nueva etapa de relaciones internacionales, denominada Paz Armada, se basaba en la formación de un complejo sistema de alianzas y pactos militares que favoreció la configuración de bloques enfrentados. En esta red de alianzas destacó la tejida por el canciller alemán Bismarck con el objetivo de aislar a Francia.

Países Beligerantes y Neutrales

Al iniciarse el conflicto, en 1914, se enfrentaron dos bandos formados por las principales potencias europeas:

  • La Triple Alianza, o las Potencias Centrales: Estaba formada por el Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro e Italia, y se había constituido en 1882. Respondía a la política del canciller alemán Otto von Bismarck, orientada a conseguir para su país el primer puesto en la política mundial.
  • La Triple Entente, o las Potencias Aliadas: Como reacción a la política expansionista alemana, Francia y el Reino Unido firmaron el pacto Entente Cordiale en 1904. La alianza se amplió con la incorporación del Imperio Ruso en 1907.

Sin embargo, a lo largo de la guerra, los dos bandos enfrentados tuvieron modificaciones: el Imperio Otomano (1914) y Bulgaria (1915) se unieron a la Triple Alianza; y Serbia, Montenegro, Bélgica, Japón (1914), Portugal, Rumanía (1916), Estados Unidos y Grecia (1917) se unieron a la Triple Entente. Italia, que formaba parte de la Triple Alianza al comenzar la guerra, pasó al bando aliado en 1915; y el Imperio Ruso abandonó el conflicto a principios de 1918, a raíz del cambio político acontecido en el país como consecuencia de la Revolución.

España, Suiza, los Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Suecia y Albania se declararon neutrales.

Fases de la Primera Guerra Mundial

Guerra de Movimientos (1914)

Alemania movilizó sus efectivos en la primera fase del conflicto, la denominada Guerra de Movimientos. El objetivo era el avance rápido por el frente occidental para poder así concentrar sus esfuerzos en el frente oriental. Esta táctica, conocida como Plan Schlieffen, era un ataque diseñado para invadir Francia a través de Bélgica. La resistencia francesa en la Batalla del Marne, cerca de París, frenó el avance alemán en el frente occidental, escenario que se extendía desde el Canal de la Mancha hasta la frontera de Suiza. De esta manera, las Potencias Centrales no consiguieron su objetivo en el frente occidental.

Sin embargo, Alemania consiguió una victoria en el frente oriental (que recorría la frontera de Rusia) y detuvo el avance de las tropas rusas en Tannenberg. A finales de 1914, se estabilizaron los frentes oriental y occidental, finalizando así la primera fase de la Guerra de Movimientos.

Guerra de Posiciones (1915-1917)

Esta fase del conflicto se caracterizó por la Guerra de Trincheras y la utilización de ametralladoras, lanzallamas y gases asfixiantes con el objetivo de provocar el máximo desgaste al enemigo.

En 1915, los Aliados planearon arrebatar a Turquía el estrecho de los Dardanelos. Para ello, llevaron a cabo el desembarco y posterior Batalla de Galípoli, pero las pérdidas fueron cuantiosas para la Triple Entente.

En 1916, tuvieron lugar las dos grandes batallas del frente occidental: la Batalla de Verdún y la Batalla del Somme, dos de los episodios más cruentos del enfrentamiento. En 1917, Estados Unidos entró en la guerra en el bando de los Aliados y se inició la Revolución Rusa. A principios de 1918, el gobierno soviético firmó con las Potencias Centrales el Tratado de Brest-Litovsk, que puso fin a la participación rusa en el conflicto.

El Fin de la Guerra (1918) y los Tratados de Paz

La entrada de Estados Unidos en la guerra proporcionó importantes recursos materiales y humanos a la Triple Entente, que decantaron la guerra a su favor.

Se reinició en este momento la Guerra de Movimientos: la Triple Alianza inició una ofensiva decisiva, pero los Aliados organizaron una contraofensiva en todos los frentes que hizo recular a los Imperios Centrales.

Entre septiembre y octubre se produjo la rendición de Turquía y Austria y el repliegue de las tropas de Alemania. Tras varias ofensivas alemanas fracasadas y numerosos amotinamientos en las ciudades, el Káiser Guillermo II abdicó y se instauró la república en Alemania.

En noviembre de 1918 se firmó el armisticio que puso fin a la guerra. En enero de 1919 se inició la Conferencia de Paz en París, que concluyó con la firma de varios tratados, entre los que destacó el de Versalles, firmado con Alemania.

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