La Restauración Borbónica en España (1874-1902): Sistema Político, Constitución y Caciquismo

El Régimen de la Restauración Borbónica

Establecimiento del Sistema Político de la Restauración

El final de la Primera República se produjo bruscamente tras el golpe de Estado del general Pavía. Serrano asumió todos los poderes, disolviendo las Cortes y practicando una política autoritaria, reprimiendo las primeras manifestaciones del movimiento obrero. La República, a pesar de sus éxitos políticos, se identificaba con el desorden. Así pues, los monárquicos ganaron terreno, sobre todo, los partidarios del príncipe Alfonso o alfonsinos, quienes presionaron para que se produjera la restauración de la dinastía borbónica.

Alfonso XII redactó el ‘Manifiesto de Sandhurst’, donde se declaró legítimo heredero al trono y partidario de la monarquía constitucional, de la soberanía nacional y, por tanto, del liberalismo. Cánovas del Castillo no quería más pronunciamientos militares; sin embargo, ante el peligro de consolidación del gobierno provisional del general Serrano, se produjo el golpe de Estado del general Arsenio Martínez Campos, que anticipó la restauración de la dinastía borbónica.

Bases de la Política y el Funcionamiento del Sistema

Cánovas, diseñador de las bases doctrinales de la Restauración, quería reducir el protagonismo de los militares en la política, evitando nuevos pronunciamientos. Para ello, convirtió al nuevo rey en Jefe Supremo del Ejército. Para elaborar la Constitución se convocaron elecciones a Cortes constituyentes por sufragio universal masculino, que crearon unas Cortes de mayoría conservadora que aprobaron sin problema un texto redactado por una “comisión de hombres ilustres”.

Características de la Constitución de 1876

  1. Es una constitución ecléctica que se inspiró en las constituciones precedentes.
  2. Es un texto breve.
  3. Será la de mayor duración de la historia constitucional española: vigente desde 1876 a 1931.

Principios Políticos Fundamentales

  • Soberanía compartida (Rey y Cortes).
  • Es de carácter político moderado, aunque ecléctica y flexible, de manera que también puede ser aceptada por los progresistas. Mantiene amplios derechos y libertades individuales heredados de la Constitución de 1869.
  • Establece un Estado confesional, al tiempo que permite el ejercicio privado de otras religiones.
  • Establece un Parlamento bicameral con un Senado de compleja formación.

El Bipartidismo, el Turnismo y el Fraude Electoral

Otra de las bases de la Restauración se consiguió con la creación de dos partidos políticos minoritarios o de notables que representaban a las clases acomodadas del país. El llamado Bipartidismo lo formaban dos partidos dinásticos: el partido de Cánovas del Castillo, Partido Liberal Conservador (o Partido Conservador); y el Partido Liberal-Fusionista (Partido Liberal), liderado por Práxedes Mateo Sagasta.

Ambos partidos se turnarían el gobierno de forma pacífica e incluso pactada: lo que conocemos como Turnismo. Cuando el partido gobernante perdía apoyos en las Cortes, el rey llamaba al jefe de la oposición para formar nuevo gobierno. Este nuevo jefe de gobierno tendría que convocar elecciones para asegurarse la mayoría en el Parlamento y conseguir la ansiada estabilidad política. Aunque posteriormente se restableció el sufragio universal, la manipulación sistemática de las elecciones continuó.

Aquí tenemos otro principio del sistema político de la Restauración: el Sufragio Censitario, al que se volvió con la Ley Electoral de 1878, que permitió la corrupción y el fraude electoral (pucherazo) y el caciquismo.

El Caciquismo: Mecanismo de Control Político

El caciquismo es una práctica política desarrollada durante la Restauración en la España rural, consistente en que la oligarquía política del país manipulaba en su propio beneficio los resultados electorales mediante “favores”, la falsificación de censos y actas, y las presiones de los caciques. La gobernación elegía a los candidatos a propuesta de gobernadores provinciales que dejaban actuar a los caciques locales que aseguraban que salía elegido el candidato inicialmente propuesto para el distrito (el encasillado).

El Caciquismo en Andalucía

Fue una práctica habitual en Andalucía. Distinguiremos tres tipos de políticos:

  • El Cunero o Encasillado: Era un político de procedencia urbana que era presentado por un distrito con el que no tenía relación alguna.
  • El Notable: Era un personaje que tenía mucha influencia en la provincia, normalmente poseía el cargo de gobernador civil o similares.
  • El Cacique: Era casi siempre un político profesional, muy conocido y denominado con apelativos o motes populares.
Las Causas del Caciquismo Andaluz
  1. Gran proporción de analfabetos.
  2. Rígido control del mercado de trabajo por los terratenientes o latifundistas, los cuales presionaban sobre los obreros para que emitieran el voto deseado por el cacique.
  3. Influencia de las ideas anarquistas en el campesinado, que veía en la lucha política una forma inútil de revolución. Existía una gran pasividad ante la política, pasividad promovida desde el anarquismo dominante o desde la resignación histórica.
  4. Por último, hay que destacar la existencia del miedo. Un miedo generalizado a que la tormenta arruine la cosecha, a que el señorito no llame a trabajar a determinadas personas, un miedo causado por las sucesivas represiones a las sublevaciones campesinas o un miedo simplemente a los avatares imprevisibles.

La red de caciques era amplísima, habiendo jerarquía entre ellos y abundantes disputas que tenían que ser solucionadas por el gobernador. La Constitución de 1876, el bipartidismo, el turnismo, el sufragio censitario, el caciquismo y el fraude electoral, convierten al sistema político de la Restauración en una ficción de un régimen parlamentario. La mayoría de la población no se sentía representada por la clase política, por unos partidos minoritarios que no representaban a los grupos sociales de la España del momento. Además, fuera del sistema quedaban el resto de fuerzas políticas: republicanos, demócratas, el regionalismo catalán que empieza a desarrollarse en estos años, y anarquistas y socialistas.

Evolución Política: Alfonso XII y la Regencia

La evolución política se divide en dos periodos: el reinado de Alfonso XII y la Regencia de su esposa a su muerte, que terminó con la mayoría de edad del hijo póstumo de Alfonso XII, es decir, Alfonso XIII.

La política de la Restauración trajo consigo una gran estabilidad que permitió acabar con problemas graves del país que se habían iniciado durante el Sexenio Democrático:

  1. La Tercera Guerra Carlista: Liderada por Carlos VII, fue derrotada en 1876. Esto supuso la supresión de los fueros vascos, aunque las provincias vascas contribuirían con soldados y se pactaron Conciertos Económicos. En estos territorios, los impuestos no los cobraba la Hacienda pública, sino las diputaciones, que contribuirían a las arcas del Estado con los cupos de contribución acordados. Muchos carlistas moderados se integraron dentro del partido Conservador de Cánovas tras su derrota y la amnistía que les concedió Alfonso XII.
  2. La Guerra de Cuba (1868-1878): Resuelta con la firma del Convenio de Zanjón, que concedía autonomía política a la “perla negra” del imperio español, aunque no resolvería definitivamente el conflicto.
  3. Pacificación Interior: Se consiguió una pacificación interior del país, gracias a la estabilidad política y a la actuación en materia de orden público.

El Reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina

El reinado de Alfonso XII se caracteriza por las reformas administrativas centralistas y por las medidas que reforzaron el control del Estado sobre el ejercicio de los derechos y libertades fijados en la Constitución. La muerte de Alfonso XII en 1885 sin heredero convierte a la reina María Cristina, que estaba embarazada, en Regente hasta 1902, cuando Alfonso XIII, con dieciséis años, ocupa el trono.

El sistema político de la Restauración se mantuvo, alternándose en el gobierno los dos partidos del sistema. Sin embargo, la oposición de las fuerzas políticas excluidas aumentó considerablemente. Surgieron el nacionalismo catalán y vasco, y además la conflictividad social aumentó entre la clase obrera y los jornaleros. Frente a esta situación, el gobierno respondió con una dura represión y la recluta de soldados para luchar en la Guerra de Cuba, lo que agravó y ensombreció los logros políticos de la Restauración.

Crisis del 98 y Fin de la Estabilidad

En los últimos años de la Regencia de María Cristina se rompió la estabilidad que mantenían los dos líderes de los partidos dinásticos. En 1897, Cánovas del Castillo murió asesinado por un anarquista, y su lugar fue ocupado por Francisco Silvela y después por Maura. Lo más destacado de la Restauración coincide con el desastre colonial y los comienzos del reinado de Alfonso XIII: la liquidación del imperio colonial, que dio lugar a lo que se ha llamado la Crisis del 98.

El Partido Liberal y su líder Sagasta sufrieron la Crisis del 98 y el desprestigio político provocado por la derrota. En 1903 murió Sagasta, iniciándose una división del Partido Liberal en diferentes tendencias sin que apareciera un líder indiscutible. En definitiva, el sistema se debilitaba.

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